La Ira de Jessica.
What Is Love?Pensar con la cabeza fría es lo mejor ¿realmente es correcto? Al final de cuentas las decisiones son eso, te llevaran a diferentes caminos depende la elección que tomes. En cuanto a Krystal, la Jung mayor encontró que en cada momento le dio la espalda, cuando escuchaba sus razones solo se enfurecía en lugar de buscarle opciones o explicarle porque, se oponía, se enojaba y probablemente le dijo cosas hirientes. ¿Qué clase de hermana era?
Varios golpes resonaron, Eiji no podría ser pues mas temprano tuvieron otra discusión donde el se marcho enojado como siempre a quien sabe dónde. Tal vez se trataba de Akemi quien ya se había mudado a un hotel, fue grosera con ella lo admitía, podría ser su oportunidad de disculparse.
Al abrir la puerta se fastidio al ver a su hermana.
-¿Eiji fue a buscarte? Llamaste a mis padres, les darás la dirección, espera y ven con ellos, es mejor un solo sermón a varios.
-No lo hice ni pienso hacerlo, quiero hablar contigo.
-¿De qué? Tu opinión ni la de nadie cambiaran mi decisión.
-¿Ya la tomaste? La apoyo.
Las cejas de Krystal se arquearon al tiempo que se cruzaba de brazos incrédula, mucho.
-Si me dejas entrar y me escuchas, te lo agradecería. –Segundos después se vio en el amplio departamento, lujoso similar a lo que vivió con Akemi, la excentricidad venia de familia.
-Yo no puedo llevar una vida tan a la ligera o tomar decisiones con la facilidad tuya.
-¿Y eso que significa?
-Por eso tuve las reacciones que tuve, te di la espalda en todo, hoy es lo contrario, estoy contigo.
-Eres de las que estaría totalmente en contra.
-Pues la idea me desagrada, aun así somos hermanas, y si es lo que quieres estaré de tu lado.
Krystal permaneció en silencio, seguía sin creerlo.
-Siempre hay críticas en contra de las mujeres que abortan, bastante odio tendrás ya como para que yo me sume.
-¿Vas a preguntar mis razones?
-No es mi asunto. Si Eiji se rehúsa a darte dinero, yo te lo daré, el que sea necesario pero tienes que volver a vivir conmigo. –La cosa sí que se ponía seria.
-Es que yo no quiero dejarle.
-Pues no se puede tener todo en la vida. Por lo que se él quiere al bebé, y si tú has decidido abortar, ya no tienes nada que hacer a su lado.
Llevaba razón, una que Krystal nunca considero y que tendría que plantearse, Jessica apoyándola de algún modo le daba felicidad. La circunstancia seguía siendo crítica y ya empezaba a confundirse al respecto.
Jessica hizo una de sus cosas importantes en el día, por lo que fijo el rumbo a la siguiente dirección.
Un día más sin resultados o mejoras, la misma situación que a la morena tanto le dolía, sus propios líos personales la tenían mal y con esto no se diga, acababa con ella. Su mejor amiga en coma, aunque antes haya proclamado a Tiffany como mejor amiga, la verdadera siempre fue Sunmi.
-Siguen preguntándome el nombre del padre.
Se encontraba en la habitación de la rubia en coma y le hablaba, cada que la visitaba conversaba con ella aunque se sintiera hablando sola.
-¿Eso que importa? ¿Tú también lo preguntarías? te lo revelare en secreto. –Se acercó a su oído y pronuncio el nombre para luego alejarse unos pasos. –Parezco una completa loca, todo es tu culpa.
Varias lágrimas corrieron por sus mejillas.
-Más te vale despertar y pronto, vendré mañana. –Limpio sus mejillas y ojos antes de salir de la habitación.
Afuera ahí estaba Taeyeon, a quien casi no veía en los últimos días.
-De verdad que estas viniendo.
-Taec te lo conto.
-Me lo conto todo, es una pena, aunque pienso que estas confundida.
-Lo llegue a pensar también, estar enamorada de ella en tan poco tiempo es anormal pero sucedió y es lo que siento, solo yo sé lo que siento.
-¿Y la culpabilidad que sientes? Taeyeon no es tu culpa y piensa bien si es amor lo que sientes por ella, recuerda como es y que la hizo caer en coma. ¿Podrás con ello si es que sale viva? ¿Quieres algo así?
La dentista agacho la mirada.
-Ya no vengas si solo lo haces porque sientes culpa o por compasión. Sigue viniendo si estas dispuesta a que cuando ella despierte vas a quedarte a su lado, sabes a lo que me refiero.
-Puedo ser su amiga.
-Yo soy su amiga, sabes bien que es lo que quiere de ti. Decide que es lo que tú quieres, sin culparte eres totalmente inocente aquí.
Fin de turno, trabajar era su única distracción por el momento, tal vez debería empezar a buscar otras cosas para hacer en sus tiempos libres y entonces mejorar su ánimo.
-¿Cómo sigue esa mano? –Soyeon se enteró del accidente, siendo especialista en lesiones sabía muy bien a que podían deberse las de Tiffany, si no fue una pelea por lo menos le habían dado una paliza, cuando supo la verdad sintió pena.
-Logre escribir bien, hace unos días. –Observo la cicatriz que partía por en medio la palma de su mano, estéticamente le parecía horrendo.
-Anímate a la cirugía. –Una cirugía podría borrar la cicatriz.
-Imposible. –Las puntadas fueron suficiente para ella. –¿Tu turno también termino?
Soyeon negó. –Acabo de renunciar.
-¿Qué dices?
-Ya sé dónde está e iré buscarla. –La doctora Hwang entendió a la perfección de lo que hablaba.
-Hace mucho que no hablo con ella pero verte, puede que le disguste.
-Tengo que arriesgarme.
-En eso tienes razón.
-¿Puedes darle algo por mí a Taeyeon? –De su bata saco una carta, antes de poder pasársela la vio negar.
-Odio ser mediadora y este es un tema delicado que tienes hablar con ella cara a cara.
-Ya no tengo tiempo.
-Tuviste mucho. ¿No crees?
Soyeon asintió aceptando su culpa, Tiffany le dio un abrazo y le deseo suerte.
Tiffany salía de la clínica por la puerta principal, se despidió de la recepcionista y salió, también estaban Wendy e Irene y como aún era fecha y día en que seguía sin hablarles no se molestó en despedirse de ellas. Seguramente el par ya conocía su situación pues de vez en cuando se hallaba con la mirada de Irene viéndola con lastima. ¿Cómo fue que se enteraron? Resulta que Kangin, se convirtió en un chismoso de primera, se sabía chismes de todo el personal, incluyendo parte de lo de Yubin hasta cosas sobre ella. Ese hombre le daba asco con toda la extensión de la palabra.
Apenas avanzo unas cuadras y el sonido de claxon le hizo dar un pequeño salto, cuando vio de quien se trataba sus pies temblaron un poco, había pasado tiempo considerable desde la última vez.
-Te busque en el estacionamiento. ¿Dónde está tu coche?
Tardó en responder para procesar que le estuviera hablando como si nada. –Ya no tengo auto.
-Sube necesito hablar contigo. –Aires imponentes y hablando como si nada.
-Jessica yo estoy
-Es urgente. –Se quitó los lentes oscuros que llevaba mostrando seriedad.
Tiffany pensó en varias posibilidades y finalmente subió al auto.
-¿Qué sucede? ¿Le paso algo a tus padres? ¿A Krystal?
-¿Que te hace pensar que si les sucedió algo acudiría a ti? –Respondió de forma agresiva.
-Es que no entiendo que puedes necesitar de mí.
-Nada, no te hagas ideas, dije quiero hablar.
-No me estoy haciendo ideas. ¿Qué es lo que quieres hablar? –Solo la veía acelerar y dar vuelta en la esquina próxima hasta detenerse.
-Se trata de Akemi.
-¿Le paso algo?
-Deja de hacerte la que todo le importa, respecto a ella estarías gustosa si muriera.
-¿De que estas hablando? –La situación agarraba a Tiffany fuera de sí, de hecho lo estaba desde hace tiempo, a veces hasta se sentía idiota a la hora de conversar con cualquier persona.
Jessica miro al frente, el auto detenido pero sus manos apretando el volante. Regreso su vista a Tiffany y con odio prosiguió a su reclamo. -Me entere de la llamada.
-¿Qué llamada? –Su desconocimiento hacia enojar más a la Jung.
-La que ella te hizo, donde tú le dijiste que yo no la amaba, que estabas conmigo y que no molestara. ¿Se puedes saber por qué lo hiciste?
Poco a poco fue recordando la llamada sintiéndose poco orgullosa de ello.
-Eres una grandísima perra.
-Me has insultado. – ¿Escucho bien? Si, la que fuese su amiga del alma la llamo perra y no en sentido amistoso.
-Recién se había intentado suicidar y tú le dices eso, no quiero imaginar lo que se hizo y lo que sufrió.
Se quedó callada, Jessica tenía razón pero ella en su defensa podía alegar lo que sentía en aquel momento, donde sus sentimientos por la rubia revivían y tenía miedo de perderla.
-Dañas a las personas apropósito, desde siempre lo haces ¿Cómo no pude verlo?
-Espera, eso lo hice por –Intentaba explicarle.
-Nana, la terminaste quien sabe porque, Yuri, siempre peleando con ella y volviendo en una cadena enfermiza, a tus otras parejas, a mí. –Remarco la última palabra.
Tiffany podía ver el rencor reflejado en sus ojos, su pecho se oprimía ya que jamás espero que Jessica la odiara a tal grado antes era desprecio ahora odio puro.
-No sé qué tienen que ver mis otras parejas aquí pero en cuanto a ti, lo siento, lastimarte no era mi propósito, juro que no.
-Me importa poco si lo sientes, con el tiempo todo se olvida. Arranque lo que sentía por ti y créeme que es lo mejor de mi vida. –La miraba fijamente, Tiffany tuvo que desviar mirada. -Lo difícil es borrar los recuerdos junto a ti porque son muchos, poco a poco los e ido eliminando.
-¿Borrarlos? –Recuerdos, una vida de recuerdos junto a ella, su infancia, parte de su adolescencia y los olvidaría eso sí que la destruía por dentro. -¿Es todo? ya no tienes nada que decir.
-Tengo un montón de cosas que decir pero no vales la pena.
-¿Puedo bajar?
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