Ella solo tenía dos opciones, resignarse intentar olvidarla y continuar como si nada o luchar por su amor. ¿Se rendiría?

Anteriormente se había mantenido callada sobre sus sentimientos, la empujo hacia otra, luego consiguió una relación de amantes con ella en la que por más que dejaba mensajes nunca pudo hacerle descubrir los sentimientos que le tenía.

La razón por la que se marchó al extranjero fue porque ya no pudo soportar vivir de esa manera, ser todo y a la vez nada. Para ese entonces carecía de valor para decirle te amo, temía el decir sus sentimientos en voz alta, tenía horror de perderla. En el extranjero, sin planearlo termino por conseguirse novia, quien la hizo superar a Tiffany, solo por un tiempo, era el hecho de que ya no la veía ni se comunicaba con ella, ya que cuando volvió los sentimientos dormidos despertaron.

Cuando se dio cuenta de que no amaba a Akemi, cuando termino por dejarla en lugar de aceptar su propuesta de matrimonio. . .  Fue por Tiffany, ya comenzaba a encontrar lo que quería en su vida.

Jessica tiene claro lo que quiere y luchara, vivió un pasado silencioso del cual se arrepiente y está dispuesta a salvar su futuro.

Sin embargo las luchas nunca son eternas.

El alcohol en su sistema lo hizo hablar demás, soltar algo de lo cual buscaría solución solo, la mañana siguiente podía ver la furia de su novio, ni tiempo tuvo de hablar, este se marchó a prisa. Enseguida se dio cuenta del lugar a donde iba.

-Taecyeon el cuñado de Seunghyun, no lo dejen entrar por favor. –Llamaba a la seguridad del bufete pero al parecer ya era tarde.

-Ya ha pasado a su oficina.

-Entren, entren y deténgalo. –Corto la llamada para acelerar, aun llevaba la ropa del día anterior y poco le importaba, su novio estaba a nada de convertirse en asesino o por lo menos tendría cargos delictivos.

Taecyeon podía ser un buen tipo, el mejor, agradable y hasta pacifico pero tratándose de sus seres queridos cuando les hacían, perdía el control como muchos, sumado a eso su ya de por si odio contra Seunghyun. Termino por llegar a su límite y detendría, pararía la burla contra su hermana. 

-Cuñado. –Saludo con descaro sin saber lo que iba a ocurrir, lo vio aproximarse y extender su mano para estrecharla y recibió el primer impacto en el rostro.

Seunghyun fingió demencia, se cubría y preguntaba que sucede, al ver que Taecyeon era una especie de bestia que solo golpeaba fue que devolvió golpes nada atinados.

La deficiente seguridad llego tarde y solo entorpecieron, lastimaron a Taecyeon en sus intentos por detenerlo. El caos continúo en el resto de oficinas por lo que Seunghyun soluciono el asunto a puerta cerrada.

-Es mi cuñado, no llamen a la policía. –Les pidió a los guardias de seguridad quienes esposaban a Taecyeon.

-Licenciado, lo agredió, tenemos el deber de llamarla.

-Lo arreglare con él, solo sujétenlo hasta que se controle. –Su respiración era dificultosa y se mantenía sentado en una silla.

Taecyeon era sometido en el suelo, esposado con sus manos tras la espalda, como si fuese un delincuente peligroso, seguía sin decir palabra alguna.

-¿Le llamamos a una ambulancia?

-Estoy bien, después de que hable con el iré a que me atienda mi esposa.

-¡¿Tu esposa?! Ya no tienes derecho a llamarla así. –Por fin hablo, invadido de ira.

-Taec tranquilo. –Continúo con su cinismo.

-¡Bastardo! Te matare, juro que lo voy a hacer. –Amenazó directamente.

-Llamaremos a la policía.

-Les he dicho que no y dispersen a los licenciados que seguro están tras la puerta intentando escuchar que sucede.

Uno de los guardias abrió la puerta y efectivamente había otros abogados a la expectativa.

Nichkhun llego en ese instante y de forma rápida se metió, le siguió Jiyong.

-Déjalos. –Ordeno Taecyeon a los de seguridad quienes volvían a cerrar la puerta.

-Taec. –El tailandés se aproximó al moreno empujando a quienes lo sometían. -Suéltenlo.

Jiyong miraba todo con sorpresa.

-Agredió al Licenciado Choi y continúa de agresivo. –Le explico.

-Les dije que lo detuvieran y les dije que es su cuñado.

-¿A que tu sabias de esto? –Pregunto Seunghyun.   

-Levántelo del suelo. –Pidió con enojo Nichkhun.

-No. –Ordeno Seunghyun.

-Es innecesario que lo tengan de esa manera. –Intervino Jiyong.

-¿Ya viste como me dejo?

-Están equivocándose con este trato, se meterán en muchos problemas. –Nichkhun se puso serio.

-Él está en problemas. –Se defendió el guardia de seguridad.

-Es su cuñado, es problema familiar. Libérenlo, yo me comprometo a que se va a calmar.

-¿Licenciado Choi? –Lo miraron esperando órdenes.

-Váyanse, debo hablar en privado con ellos.

Los guardias liberaron a Taecyeon y salieron, Nichkhun se apresuró a sostenerlo.

-Se lo voy a decir a Yubin, te dejara de una vez por todas. –Amenazo el moreno.

-¿Cuál es tu prueba?

-Esa. –Lo señalo refiriéndose a los golpes que le dio. –Y lo que él vio. –Se refería a Nichkhun.

-Pierdes más, se descubrirá tu aberración. Amigo. –Se dirigió a Jiyong. -Esos dos son maricas, andan.

Jiyong quedo en shock total mientras los miraba, ellos permanecían en silencio mirando con odio a Seunghyun.

-Ve, díselo. ¿Qué esperas? –Lo reto. -Siempre la convenzo de lo contrario. Y como te dije yo soltare tu verdad, ambos pierden demasiado ante sus familias, se lo homofóbico que es tu padre, lo decepcionado que estaría y lo enfermo que se encuentra como para que le causes disgustos.

-No me vas a chantajear. –Taecyeon se mantuvo firme.

-Y tú, no es tan diferente el asunto. –Miro a Nichkhun. -Tu padre adora a Victoria, los ve como un matrimonio perfecto. Sabes que nunca te permitiría divorciarte y tampoco creería que ella te es infiel. Además no te conviene destaparte, tu carrera de abogado estaría arruinada, este bufete es tradicionalista.

-Creí en ti. En tu esfuerzo por caerle bien al hermano de tu esposa. –Hablo con decepción.

-Que es tu novio, quien lo hubiera imaginado. –Soltó una pequeña risa.

-Y todo era porque te acostabas con Victoria.

-Esa hermosa llego a mi vida, juro que yo no la busque. –Se actitud hizo enojar a ambos pero fue el tailandés quien se acercó bastante enojado.

-¡¿Por qué te burlas de Yubin?! Da todo por ti, es la mujer que todo hombre querría.

-Te la hubieras quedado tú y te curabas lo gay. –Todavía en esa circunstancia se atrevió a  burlarse, ganándose un cabezazo.

-Seguridad. –Llamaba Jiyong al ver problemas  de nuevo.

-Ya nos vamos. –Nichkhun el causante hablo caminando a la puerta empujando a Taecyeon con él.

-Te volveré a partir la cara, cada que te vea lo voy a hacer. –Lo amenazo el moreno finalmente.

Taecyeon tenía golpes en el rostro, que recibió cuando los de seguridad interfirieron para detenerlo, eso le preocupaba a Nichkhun por lo que subieron a su auto.

-Vamos a la clínica, hay que decírselo.

-Sabes que no podemos, él tiene razón.

-Es mi hermana, su dignidad, su valor está en juego.

-Hablare con Victoria para que lo deje.

-Eso ya da igual, la deje o siga con ella, volvió a jugar con mi hermana a burlarse de ella, de todos en realidad.

Quedaron en silencio unos segundos que parecían eternos.

-Te llevare a un médico.

-Ni evadas el maldito tema.

-De verdad estas dispuesto a que tu padre se dé cuenta de lo nuestro. ¿A que probablemente haga que te echen del trabajo? ¿A qué te desherede? ¿A qué te culpe de que su enfermedad empeoro?

-Prefiero sacrificarme a sacrificar a Yubin, antes de que tenga un hijo de ese patán.

-¿Qué hay de mí? Lo perdería todo y lo sabes.

-Hay abogados gays, no le veo el problema y por fin te librarías de Victoria.

-¿Por qué todo se te hace fácil? –Se había fastidiado ya.

-Deja de ser un cobarde. Es momento de que dejemos de serlo y enfrentemos.

-Yo no quiero que esto se haga más grande y tampoco estoy en posición de enfrentar.

-Diremos la verdad. Yubin dejara a Seunghyun de una vez por todas.

-No lo hará, siempre lo perdona y esta vez no será diferente, vas a sacrificar todo en vano porque el lograra ser perdonado y nosotros nos iremos a la mierda.

-Sera distinto, esta vez lo dejara.

-Solo estás pensando en Yubin, ni siquiera te importa lo que pase con nosotros.

-Me importa es una oportunidad.

-Al demonio con tu oportunidad, si le dices, lo nuestro se terminó y nunca más volverás a verme.

 ¿Egoísmo? ¿Miedo?

Su vida parecía ser un interminable lio, en cada época se complicaba más y más. Su infancia, fue muy feliz, la tenía como mejor amiga, pasaba todo el día con ella sin pensar en sentimientos confusos, fue entonces que Jessica partió y comenzó el declive, la extraño, un peso muy grande para su corta edad. Al volverse  a encontrar y cuando descubrió sus sentimientos por la Jung, de nuevo estaban las complicaciones, el miedo de decir lo que sentía, prefería expresarlo y que Jessica se diera cuenta ¿Y qué sucedió? le consiguió cita, la empujo a Nana, fue cuando perdió esperanzas que recupero hasta que se hicieron amantes por primera vez, solo para que sus esperanzas volvieran a morir.

¿Cómo era que le decía que la amaba? ¿Qué la ha amado desde toda su vida? Jessica no era mentirosa, pero Tiffany no podía creer del todo esas palabras, le dolía aceptarlas porque había sentido lo mismo. . .

La mujer que siempre quiso le había dicho que la ama, la misma que se fue y la hizo sufrir, que estuvo a punto de casarse con otra mujer, una perfecta a sus ojos.

Si fuese la Tiffany de antes habría aceptado ese amor, el problema era que las cosas ya no eran tan fáciles, Hyuna volvió a su vida. Hyuna significaba mucho, la ayudo a vivir sin Jessica, a buscarse un futuro, a creer en el amor y tantas cosas. Hyuna la necesitaba y no podía darle la espalda así como así.

Había decidido renunciar al amor de Jessica por Hyuna. Lo cual no sería fácil.

.

.

.

-¿Puede llamar a mi esposa? –Seunghyun llego a la recepción de la clínica.

Justo en ese momento salía Tiffany. -Por fin te dieron tu merecido. –Jamás desaprovecharía la oportunidad de burlarse. -¿Apuesto a que ni las manos metiste?

Seunghyun solo se le quedo mirando con ganas inmensas de responderle, por suerte llego Yubin, quien se preocupó al instante.

-Amor ¿Qué te paso?

-Gajes del oficio.

Tiffany siguió su camino ignorando la escena, pensar en Yubin la engañada era darle negatividad a su vida, misma que le sobraba, y su cabeza ya tenía demasiado con sus propios problemas.

Al llegar a casa encontró a Hyuna acomodando varias cajas e intercambio miranda.

-Son mis cosas, llegaron a casa de mamá y me las ha enviado.

-¿Por qué apilas las cajas en los rincones?

-No tiene caso que saque las cosas. Nos mudaremos.

Eso si la tomó por sorpresa. -¿Qué?

-Este lugar me da miedo, vivir en un piso es inseguro. Por favor, tenemos que cambiarnos a una casa sola.

La pequeña suplica fue suficiente para que asintiera, seguido recibió un pequeño abrazo.

-Adivina para quien es esta caja. –Le señalo una caja de cartón en color rosa.

-Ni idea. –Fingió con una sonrisa.

-Es toda tuya, todo lo que hay dentro es para ti.

-Gracias. –Le dio un beso en la mejilla sin hacer más.

-Puedes abrirla. –Hyuna si se hallaba emocionada.

-En otro momento, estoy cansada y tengo hambre. –Se dirigió a la cocina, seguía en tensión por ello su humor no era bueno.

-Salgamos a comer. –La siguió adentrándose en la cocina.

-Estoy cansada. –Repitió con un poco de disgusto.

-Pediré algo. ¿Pizza?

-Quiero comer sano. –Busco en el refrigerador sacando verduras y frutas.

-¿Estas bien? Te notas enojada. –Solo recibió un movimiento de negación en respuesta. –Las cosas de la caja las compre al inicio de mi estancia y al final, aunque no me quisieras a tu lado pensaba enviártelas porque las compre pensando en ti. Espero que te gusten. –Su voz se había apagado al tiempo que se dirigió a la habitación.

-Hyun. –Dejo todo y la siguió. –Hyun.

-¿Qué sucede?

-Eso pregunto yo.

-Tú estás enojada y yo no quiero hacerte enojar más.

-Solo es cansancio, en la clínica hubo mucho trabajo, vengo sin mucho ánimo pero me alegra que me trajeras cosas, de verdad. Las veré ya, me ayudas?

-Claro. Tal vez deberías dejar de trabajar, con lo que yo ganare nos bastara.

-¿Qué dice