Nozomi es creyente en el destino, piensa que este es una fuerza superior que pone cosas en tu vida por alguna razón, de las cuales no se puede escapar. Es una mujer directa de las que no pierde oportunidad. Cuando conoció a Tiffany quedo cautivada por esa, afirmo que fue cosa de destino y fijo hacerla su chica, al ser rechazada y no tener más que la amistad de la eye smile, se mantuvo fiel al destino. Tenía claro que conoció a Tiffany por algo y le hallo sentido cuando Tetsuji llego a su vida, se enamoró de él o eso creía.

Y es que Nozomi se definía como lesbiana, nunca antes tuvo atracción por un hombre hasta Tetsuji, de hecho al empezar a salir con él y formalizar como novios, sus allegados quedaron desconcertados. Pero vamos si hay casos en que heterouales se enamoran de personas de su mismo o, también podía suceder en el caso contrario.

Sin embargo, su situación volvió a dar un giro que tenía nombre, Akemi Darenogare, a quien no podía sacarse de la mente. Tiffany de nuevo fue el vínculo indirecto, quizás era el verdadero destino que le había traído la eye smile, a la otra eye smile.

Akemi finalmente salió del edificio donde le era realizada una sesión fotografía, para su desgracia su pesadilla retorno al encontrarse con su hermano esperándola, su corazón empezó a acelerarse producto del terror que ya le tenía. Cuando no veía escapatoria y estuvo a nada de ser obliga a subir al vehículo de Daniel, escucho una melódica voz llamarla.

—Darenogare. —Nozomi continuaba nombrándola por su apellido.

Fue gracias a esta que pudo escaparse, salvada por segunda ocasión. Nozomi la condujo hasta su departamento, aprovechando que acepto subirse a su auto y que se quedó inmersa en sus pensamientos.

— ¿Por qué estamos aquí? —Se dio cuenta cuando el auto se estaciono.

—Quiero hacerte un par de preguntas y este es el mejor lugar en el que podemos tener una conversación privada.

Akemi de lo último que quería conversar era de la tortura mental que la hacía pasar su hermano, menos de las sucias intenciones de este, de las cuales aún no entendía razones.

—Puede que yo no quiera responder.

—Primero escúchalas y luego decides que hacer.

—Me niego. Me marcho.

—Adelante, pero ese tipo probablemente nos siguió. —Nozomi tenía razón por eso Akemi finalmente decidió entrar a su departamento.

—Siéntete cómoda. ¿Algo de beber? —Le fue negado viéndola dirigirse a su mascota.

—Un gatito.

—¿Te gustan?

—Tengo uno en casa.

—Son lindos, le gusta que lo toquen puedes hacerlo si quieres.

Akemi tomo al felino entre sus brazos dibujando una sonrisa al instante, fue efectivo para que se relajara y Nozomi agradeció tener un gato aunque pronto empezó a envidiarlo por todas las caricias que recibía.

—Esta vida es difícil y no puedo acostumbrarme a ella, por eso tengo ataques de ansiedad. —Menciono sin despegar su atención del felino.

—Lo mencionaste la última vez y esta ha sido menos creíble. Que hoy nos encontráramos no fue casualidad, yo te busque.

—Tu vestido, aun te lo debo porque lo arruine.

—No tiene que ver con el maldito vestido. Quiero que sepas que si alguien te está atacando, molestando o acosando, hay muchas formas en las que puedes defenderte.

—Es que no hay salida. —La observo mostrándole una sonrisa amarga.

—Siempre la hay. Tú apenas empiezas en el modelaje pero las otras estúpidas tienen que respetarte, además vienes siendo su jefa o acaso estas fuera de la herencia de tu familia?

Akemi dejo al gato, se impresiono de que relacionara su estado a ataques de otras modelos, tal vez lo hizo basado en la experiencia, como fuera le convenía que se quedara con esa idea.

—Las mujeres somos dejadas en segundo plano en mi familia ya que terminaremos siendo esposas de alguien más y será problema de este. Yo soy lesbiana y lo saben así que no sé qué aplique conmigo. Y si, estas en lo correcto sobre que hay salida.

— ¿Quieres hablar de ello?

—Prefiero que no.

—Otra cuestión que tengo en mi mente es tu novia. Tú ya debes saber que conozco a Tiffany y pues ellas fueron amigas

—Jessica ya no es mi novia. Terminamos hace tiempo. Y sí, sé que tú eres amiga de Tiffany y te envidio, ella es encantadora.

—Se un par de cosas al respecto de tu relación con ella, creí que la odiabas.

—Que me dijera que Jessica no me amaba me devasto más de lo que ya estaba, deduje al instante que estaban juntas como había muchas señales en el aire, pero no es su culpa que yo me valorara tan poco y me dañara a mí misma, no la odio pero tal vez ella a mi sí.

—En realidad se arrepiente de esa llamada, es que no quería perder a Jessica y al parecer siempre te vio como alguien inalcanzable por tu belleza.

—Que ridículo, la sentía más hermosa que yo y le tenía envidia de que conocía todo de Jessica, eso en el pasado claro. De hecho antes de regresar con Jessica las creía juntas pero al parecer terminaron muy mal.

—Mal es la opinión que tengo sobre Jessica, aunque Tiffany me plasmo su historia donde ambas fueron culpables, por alguna razón escuchar de ella me enferma.

—Juzgar sin conocer es malo, deberías saberlo mejor que nadie.

— ¿Tú por qué volviste con ella?

—Me busco y me vendió una idea maravillosa sobre el intentarlo de nuevo, idea que yo misma agrande, también menciono a Tiffany como un fantasma de su vida.

—Es desagradable. ¿Y puedo saber por qué lo dejaron?

—Las cosas no salieron bien, no somos la una para la otra y por eso terminamos. Y no es desagradable, solo que tiende a dejarse dominar por los celos, odia perder y cuando lo hace actúa inmadura.

—Es mejor estar lejos de una persona así.

—No seas tan dura.

—Y tú no parezcas su fiel seguidora, para de defenderla.

—Tú tampoco suenas tan bien despreciándola, menos porque no la conoces.

—Es que aprecio demasiado a Tiffany y como se el montón de cosas crueles que Jessica le dijo luego de que terminaron, hasta le reclamo por la llamada que te hizo. ¿Lo sabias?

—No sabía nada de eso. Siento que ambas enredaron su relación, solo ellas saben a qué grado y si hay retorno, una amistad de tantos años y un amor mutuo es feo verlo terminar.

—¿Tú quieres que esas dos estén juntas?

—Hacen bonita pareja y se amaron antes, merece la pena querer rescatarlo, mínimo la amistad.

—¿Por qué demonios estas pasando para que tengas esos pensamientos?

—Me gustan las historias de amor. —Pudo dibujar una sonrisa sincera.

—Quieres tu propia historia de amor. —Lo entendió de esa manera no estando tan lejos de la realidad.

—Nunca la tendré, ni siquiera tengo amigas. —Se escuchó triste.

—Me ofrezco.

—Bueno si tengo algo así como una amiga pero acepto tu ofrecimiento, ya tengo dos amigas. —Su sonrisa de ojos apareció casi provocando que Nozomi terminara perdida.

—Ese no es el puesto que yo busco. —Aposto por lo más grande y antes de que hablara la silencio con sus labios. Quizás no era una buena táctica pero le gano el impulso.

La situación de Tiffany seguía empeorando a su sentir, Jessica continuaba asechándola cada día, haciéndosele cada vez más difícil librarse, escuchándola cada día más tiempo y frustrándose en mayor medida. Como iba a recibirla con los brazos abiertos si en todas las oportunidades pasadas, le dejó más que claro que ya no serían amigas y hasta la llego a insultar, no podía de repente reaparecer para recuperar la amistad. Desconocía sus razones y poco le importaban, es que ya había sufrido bastante y no deseaba volver a hacerlo.

Prefería que tanto Jessica como Hyuna jamás volvieran a ingresar a su vida, no les tenía desprecio, tenía miedo de volver a entrar a la situación viciosa que vivió con ellas. Sobre todo con su ex mejor amiga, desde el momento en que cruzaron la línea todo se fue deteriorando, marcando una fecha de caducidad invisible que finalmente llego, esa última vez en el auto de Jessica. Y estaba arrepentida de ello, porque antes de cruzar la línea vivió los mejores momentos de su vida.

Tiffany había acudido a las oficinas del lugar para el que labora, ya que cuando no tiene personas a quien instruir, se encarga de traducción de archivos y documentos, al salir ahí estaba Jessica esperándola, no podía entender como conseguía saber en qué lugar estaría.

Avanzo a su auto y se mantendría en la línea que empleo desde días pasados, la de no dirigirle la palabra sin importar que.

—Les diste mi foto, estoy como vetada para ti. Es decir, te pedí especialmente como mi interprete y dijeron que tenías mucho trabajo, insistí y se negaron porque incluso les diste el dato de que yo se ingles a la perfección. —Su pretensión de tenerla trabajando para ella y así se viera obligada a escucharla fallo.

Como Stephanie subió a su auto sin responderle comenzó a hablarle con bromas, como la Jessica de siempre. —Eres bien malvada Steph, partes mi corazón de hielo.

—Aquí vamos de nuevo. —Lo dijo para si cuando Jessica volvió a tomar la puerta del auto impidiendo que la cerrara.

—Ya me las ingeniare para que tengas que escucharme, todavía tengo un par de trucos bajo la manga. —De pronto el auto arranco con todo y puerta abierta, Jessica apenas y estuvo a salvo del acto peligroso— ¡Maldición!

Tiffany siguió como si nada, liberada que ya estaba camino a su casa. Al llegar, empezó a hacer una maleta, disponiéndose a salir de viaje, alejarse le vendría bien, además necesita ser escuchada, sacar lo que estaba sintiendo gracias a la reaparición de Jessica.

Al salir de casa con dirección a la parada más cercana para conseguir un taxi, la vio de nueva cuenta. En esta oportunidad se enfureció tanto que termino por dirigirle palabra.

— ¡¿Qué haces aquí?!

—Casi me matas hace rato, solo quería decirte que sobreviví y sigo con la idea de que conversemos.

Tiffany retomo el no dirigirle palabra y su camino hacia el trasporte obviamente siendo seguida por Jessica.

— ¿Te vas a mudar? —Se dio cuenta de la maleta, al verla bien la descubrió de viaje— No, saldrás de viaje. Será posible que te hayas pedido vacaciones para estar lejos de mí.

Había atinado y la otra sonrió de medio lado sin darse cuenta que logro hacerla sentir mal.

—Ya se para dónde vas. Japón, con tus nuevas amigas modelos. Si tienes planeado salir con alguna, no te conviene mucho se ocupan todo el tiempo. No te darían la atención que te mereces.

Por esa línea, Tiffany se permitió escap