Tenía una molestia mañanera, ya que al despertar, su esposa ya se había marchado al trabajo sin avisarle o dejarle una nota. ¿Qué clase de esposa era?

Su celular vibro y precisamente era un mensaje de esta, ponía “buenos días amor” así de simple, lo que incremento su molestia.

-Y después se queja de mí. –Llevo el cigarrillo a su boca mientras guardaba el celular.

Minutos después un hombre asomo su cabeza en la puerta de su oficina.

-¿Abogado? –Lo llamo.

-Adelante fiscalista. –Lo invito sonriente, se trataba de su mejor amigo.

-Lo encontré. –Mostro la tarjeta de presentación que le encargo el día de la boda.

Seung Hyun rápidamente dejo su cigarro en el cenicero y tomo asiento. -¿Y bien? –Le pregunto impaciente.

-Esto es complicado, se trata de la esposa del mejor amigo del hermano de Yubin.

-Lo sabía. –Dio un ligero golpe al escritorio con su puño. -Es un cuatro, una trampa, a ese imbécil nunca le he caído bien.

-Normal, engañaste a su hermana y la muy arrastrada te perdono muy fácil.

-Cuida tus  palabras, ahora es mi esposa.

-Regresando al tema, hay más. El esposo de esa mujer trabaja aquí.

-¿Dices que es el mejor amigo de Taecyeon? Ya entiendo quién fue el bocazas antes. . .Voy a ver a esa mujer. –Saco su celular. –Nadie se mete conmigo.

-¿Qué puedes hacer? Es obvio que si  la llamas le contaran a Yubin y estarás en problemas.

-La voy a ver para decirle sus verdades y luego le contare a Yubin que ella fue la ofrecida y de hecho ella lo fue.

-No te vayas a equivocar, estas recién casado y a punto de partir a tu esperada luna de miel. –Ji Yong finalmente le aconsejo.

Fue como Seung Hyun contacto una cita ese mismo día con aquella mujer. Ella había llegado primero al punto de reunión por lo que él se acercó a terminar lo aun no empezado de manera rápida.

-Guapo.

-Déjalo ya, no pienso caer contigo.

-¿Entonces porque me has citado? –Pregunto con una sonrisa.

-Para dejártelo claro. Yo amo a Yubin, por eso me case con ella, no la voy a engañar.

-Supongo que te cansaste de hacerlo en el pasado. ¿Tuviste suficiente diversión?

-No tengo porque seguir hablando contigo.

-Tarde que temprano vas a engañarla, aprovecha ahora que tienes una buena oferta.

-¿Qué pretendes? Taecyeon es mi cuñado y tú eres esposa de su mejor amigo, le estas ayudando a separarme de Yubin.

-¿Era eso? –Se sorprendió que él tuviera tal idea. -Te veías más listo.

-Soy muy listo, puedes decirle a Taecyeon que su plan fallo, le guste o no soy el esposo de su hermana.

-No tengo ningún trato con él. –Lucia molesta y fastidiada. -Que lastima que te hayas creado una idea estúpida, da igual, hay más hombres, no es como que seas el último. –Se levantó y se marchó, de verdad no entendía de donde había sacado tanta idioteces Seung Hyun, solo le hizo perder su tiempo.

-Victoria. –Había ido tras de ella. -Creo que me puse paranoico. 

Ambos sostenían mirada hasta que Victoria la rompió para suspirar pesadamente.

Había trascurrido casi quince días a partir de la boda, lo que significaba que su luna de miel estaba cerca, ese fin de semana iniciaba, para ser precisos. Sonriente se encamino a la cafetería de la clínica en donde se encontró a Tiffany y a Qri,  las saludo y se sentó junto a ellas.

-Tiff, que bien hueles.  –Noto un nuevo aroma en su amiga.

-Ha puesto a que es un regalo de la hermosura. –Intento adivinar Qri.

-¿Qué hermosura? –Yubin era ajena a ello.

-Una extranjera que ha estado viniendo por ella a la salida. Fany, que escondida tenías a tu nueva novia. –Yubin quedo en shock con esas palabras de Qri.

-Te equivocas. –Se apresuró Tiffany. –No es ninguna nueva novia, es la novia de Jessica.

-¿Estás viéndote con la niña rica? –Yubin se exalto.

-Un día vino a disculparse y a pedirme ser amigas, desde entonces la he estado viendo algunos días.

-¿Jessica lo sabe? Le estas quitando a la novia.

-Wow esto se pone intenso, les dejo privacidad. –Qri se marchó enseguida.

-Claro que no. ¿Por quién me tomas? Yo tengo a Hyuna.

-¿Dónde? –Miro a todos lados dramatizando.

-Basta no comiences. Sabes que sería incapaz de traicionar a Jessica de esa manera, además Akemi la menciona como unas 500 veces o más, de diez palabras que dice nueve tiene que ver con su koala.

-¿Cómo puedes soportar a esa chica?

-Es buena persona, te dije que la juzgaste rápido.

-Oh dios, ya se, ella te está comprando con regalos, por eso ni te quejas.

-Claro que no.

-¿Cuántos te ha dado y de cuantas veces que la has visto? –Tiffany volteo su mirada omitiendo respuesta. -Jessica va a pegar el grito al cielo.

-Le he dicho que no lo haga y muchos no los he abierto, los puedo regresar, de hecho lo hablare con Jessi.

-¿Qué día?

-Hoy visitare a Krys, si veo a Jessi aprovechare. Y detente, pareces detective. ¿Acaso Seung Hyun practica como interrogar contigo?

-Solo quiero que entiendas una cosa. Jessica es tu mejor amiga, si te conviertes en amiga de su novia, va a terminar mal.

-¿Por qué?

-Serás la consejera personal, no tienes suficiente con Irene y Wendy, a parte cuando peleen en ocasiones quedaras en medio.

-Eso no pasara, ellas seguro ni pelean.

-Todas las parejas pelean.

-Tú no quieres que sea amiga de Akemi porque te desagrada, cuando le des una oportunidad hablamos.

Antes de que pudiera responder, recibió una llamada de Seung Hyun. -Dame un segundo.

Tiffany la observo alejarse para responder, a distancia noto su expresión llena de furia, así que supuso que la llamaba Seung Hyun. Se mantuvo a la espera decidiendo no enojarse antes de tiempo.

La menor de las Jung llegaba de la universidad, apenas era su segundo día de clases. Quiso pasar desapercibida para su hermana, hasta oculto las manos tras su espalda, fallo rotundamente.

-¿Qué llevas ahí? –Apago el televisor y se centró en Krystal.

-Nada. . .

-Le dieron flores a la princesa. –La descubrió.

-Eres una fijada y no me molestes o me quejo con Akemi.

-Te saldría contra producente. ¿Solo te dio una? Que tacaño, vales poco para él.

-No todos son ricos como tu novia.

-Jamás me he aprovechado de su dinero.

-Eres una perdedora.

-¿Yo? Apuesto a que conociste al vago que te dio esa rosa barata e insignificante antes de matricularte en la universidad, te sedujo, caíste y te inscribiste en la misma escuela para estar juntos.

Krystal solo pudo darle la mirada fría, ya que había sido atrapada.

-Te felicito, vas a vivir un romance simple y ordinario.

-Es bonito. Él es detallista, una rosa significa más que muchas. –Jessica se soltó a reír con ganas. –Deja de burlarte.

-Mañana te acompañare a la escuela, quiero conocer al vago.

-Te vas a quedar con las ganas.

-Entonces utilizare los millones de mi chica para contratar un espía y que lo traiga a casa para atemorizarlo.

Lo pensó unos segundos llegando a la conclusión de que sería capaz de ello. -La próxima semana te lo presento. –Prefirió ceder.

-Acepto el trato. La próxima semana cuando su amor sea más fuerte. –Se burló.

La menor no se defendió porque llamaron a la puerta y prefirió abrir, segundos después volvió y fue su turno de burlarse.

-Espero mi amor llegue a ser tan fuerte como el tuyo al punto de que me traigan muebles a domicilio.

-¿De qué hablas?

-La osita vivirá con su dueña. ¡Qué emoción! –Se marchó dando saltos.

Jessica lo comprendió y corrió a la puerta solo para ver a varios hombres dispuestos a introducir muebles a su casa.

-¡¿Qué les pasa?!

-Tenemos órdenes de acomodar esto, señorita Jung.

-Yo no los deje pasar.

-La joven lo hizo.

-Ella no tiene voto en esto, salgan. ¡Regresen eso! –Nadie le ponían atención. Salió a la calle e intento detenerlos en vano. –¡Llamare a la policía!

-Akemi. . .

-Osita.

Tiffany conducía a casa de las Jung, era irónico que a Jessica no la viera desde la última vez mientras que a Akemi si, definitivamente le reclamaría a la rubia la ausencia, es decir, le paso su dirección casi quince días después. Resoplo por ello, y sus pensamientos viajaron a su otra amiga, Yubin. “Pobre” se dijo, y se cuestionó que tipo de problemas tendría si Hyuna estuviera ahí, en realidad ya tenía bastante con no saber nada de ella.

-Olvida eso, volverá y todo será felicidad. –Se animó.

Por fin llego y conforme estacionaba su auto, noto el caos, hombres sacaban lo que parecían muebles nuevos de casa de Jessica y esta discutía con Akemi en la entrada, cabe decir que la última no decía nada y sollozaba.

Tiffany bajo del auto y no sabía si debía aproximarse o esperar.

-Te dije que no íbamos a vivir juntas. ¿Creí que lo habías entendido? Y deja de llorar, responde.

-Es que –El llanto le impedía hablar claro.

Los cargadores de los muebles terminaron y aprovecharon para escuchar y hasta opinar entre ellos.

-Sabía que ella era el hombre, me debes dinero.

-Estas mal, la extranjera pago los muebles, está claro quién es el hombre.

-Las dos se ven muy pasivas.

-Que groseros, márchense de una vez si ya terminaron. –Tiffany por fin se acercó, a tiempo, pues Jessica casi los insulta.

-Fany. –Akemi se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar en su cuello.

-Lo que faltaba. –Se lamentó Jessica y se metió a casa.

-¿Qué ocurrió? –Sobaba su espalda.

-Hice enojar a Sica.

-Tranquila. -Iba a preguntar por qué y los sollozos de Akemi se volvieron más fuertes. –Ya se le pasara, entremos.

Tomaron asiento en un sofá que se ubicaba al lado de otro donde Jessica se mantenía sentada y con el semblante frio.

-Le encanta exagerar y dramatizar, llora por todo, ni caso le hagas y ya suéltala. –Lo último lo dijo exigente, tal vez molesta.

Tiffany se apartó de la japonesa, el ambiente era malo, entendió que debía dejarlas para que se arreglaran.

-Iré a saludar a Krys.

-Es arriba, puerta café.

Al marcharse, los sollozos continuaron, Jessica perdió el enojo y se sentó a su lado.

-Perdóname. –Le tomo las manos.

-¿Por qué no puedo vivir contigo? –Pregunto entre sollozos.

-Esta casa es poco para ti, no tiene ni un poco de lo que estas acostumbrada.

-Podemos remodelar o comprar una más grande.

-Amor.