La Realidad.
What Is Love?La resaca más el fastidio, la impotencia e incluso la molestia, se combinaban malditamente en su día. Con el celular pegado al oído marcando el numero continuamente, a la espera de que le respondiera, al principio sonaba y luego llego la molesta indicación de que dejes tu mensaje, termino por lanzar el aparato a la mesa de centro y se llevó las manos a la cabeza.
-¿Me vas a decir ya lo que sucede?
Encontró su mirada con la de la menor, tenía esa expresión helada y solo le negó para volver a retirar su mirada.
-¿Cómo puedes negar? Tienes a una rubia bañándose en tu cuarto de baño y a una Akemi que descubrió tu infidelidad.
-¿Sigues pensando que la engañe? –Pregunto con asesino, entonces la menor entendió que finalmente su hermana no fue infiel.
-Era maravilloso pensar que sí. –La mirada que le dio Jessica se intensifico. -Vamos no me digas que no hiciste nada con esa chica.
-Se llama Sunmi, es amiga desde años atrás y lo único que hice fue acostarla en mi cama para dormir. Estábamos más que borrachas como para hacer algo.
-Esto es patético. –Se sentó a su lado. –Quiero decir, Akemi está en medio de un drama por nada.
-Y no me responde.
-Ni responderá. Ve a buscarla. –La vio asentir. –Que gran problema. Intente cubrirte hermana.
-Se aún mejor y consígueme una pastilla para la resaca. –Se hecho en el sofá provocando que Krystal se quitara.
-Oh no, tengo una cita con mi novio y es hora de arreglarme.
-¿El vago? Te dará un ramo de rosas, te llevara al cine, luego a Burger King y al final te traerá a casa y te dará un beso en la mejilla.
-¿Lo dices por experiencia? –Se la devolvió.
-Claro, tuve tantos novios.
-Pobre Akemi.
-Ya no la menciones, solucionare esto, no me hace sentir nada bien, menos porque no la engañe.
-Ella dijo ¿Otra vez? ¿A que se refería con eso?
-¿Hoy me vas a presentar al vago? –Evadió el tema por completo.
-Descansa hermanita. –Opto por irse a su habitación.
Minutos después Sunmi se acercó a Jessica ya bañada y cambiada, con la misma ropa del día anterior claro está.
-Si quieres yo hablo con ella. –Se ofreció amablemente.
-Pensara que nos pusimos de acuerdo. Confía ciegamente en mí pero encontrarme contigo fue un golpe duro para ella.
-Tan solo es un mal entendido.
-No entiendo porque razón vino, la vería hasta mañana.
-¿Le avisaste a alguien que me verías?
-Tiffany. . . –La borrachera anterior le había hecho olvidar de momento la última conversación con su amiga.
-Esa perra. Ahí lo tienes, tu gran amiga.
-No puedo creerlo. . . –Se sintió traicionada y decepcionada. -Arreglare eso después. ¿Me puedes llevar al hotel donde se hospeda Akemi?
-Por supuesto.
-Aún tengo resaca ¿Cómo te sientes tú?
-Perfecta. –En verdad se veía recuperada, raro que un simple baño la repusiera del todo.
-¿Lo hiciste? En mi baño.
-Lo perdí ayer gracias a ti. Estoy bien porque ya se me paso la borrachera y la resaca no me afecta tanto. Tranquila.
Jessica desconfió pero era verdad, la noche anterior tuvo un jaloneo con Sunmi donde sus “polvos mágicos” habían caído en algún lugar del bar y el hecho de arrastrarla fuera le imposibilitaría haberlos recogido.
Nunca hubiera imaginado que su obra caritativa le trajera consecuencias tan grandes.
El hotel y Akemi ya no se encontraba ahí. ¿Dónde buscarla si tenía el teléfono apagado? Ni en sus dramas pasados se había desaparecido así, era inaudito. Eiji, su primo, aunque a Jessica le caía mal tuvo que pedirle que la contactara, a él si le respondió, solo para decirle que estaría ausente unos días. Jessica solo pensó lo estúpido que ya era todo, su fin de semana arruinado todo por un malentendido.
El tiempo que pasa puede pesar mucho, sobre todo cuando dejas de ver a una persona y reaparece en tu vida. A simple vista no cambia. ¿Internamente? Tendrás que vivirlo de nuevo para descifrarlo. Creer lo que escuchas es muy fácil, mal entendidos no se diga.
La mañana del lunes era desorientada y todavía confusa para la doctora Hwang, el trabajo la hizo distraer y por ese momento olvidar el tema.
Al medio día fue a la cafetería, lo primero que noto en los pasillos fue la discusión de Irene y Wendy para variar, paso de ellas, pido un café y se sentó junto a una sonriente Yubin que miraba algo en su celular.
-¿Tu esposo te envió foto de su mini paquete o por que la sonrisa?
-Que grosera. –Guardo el celular y la miro. –Me deseaba buenos días, esta mañana salió muy temprano, ya no lo vi.
-Tú te levantas como a las 7. Significa que el debió levantarse a las 5 o 6 para salir antes y yo que sepa los juzgados y todo lo relacionado con abogados abre a eso de las 9 u 11. ¿No te parece que algo no cuerda?
-Indagas muy bien, creo que te equivocaste de profesión.
-A veces también lo pienso.
-¿Por qué solo café? –Noto el pobre desayuno.
-Una mañana amarga.
-Anímate, la vida es bella.
Asintió sin préstale mucha atención. -Vamos a comer más tarde.
-Lo siento, iré con mi esposo.
-Es la tercera ocasión que me rechazas y hace días te sugerí salir con Jessica y aun no me das una fecha.
-Honestamente, no creo que sea pronto. –Vio la expresión confusa en su amiga. –Soy una mujer casada.
-Por favor, tienes una persona que te hace el aseo de tu casa y casi siempre comen fuera, no puedes estar ocupada siempre.
-Es el hecho de que soy casada y ustedes solteras. –Se ganó una mirada de extrañes. -Con Hyunseung hemos decidido tener amistades como nosotros, matrimonios.
-¿Estás diciendo que ya no seremos amigas? Y momento esto lo decidió el.
-Seremos amigas siempre, lo que digo es que te veré menos, lo sugirió el y me parece bien.
-Como si conocieras a muchos matrimonios.
-Los conoceremos, de principio nuestra relación con los Horvejkul va de maravilla.
Nuevamente había algo que no concordaba para Tiffany, el maldito de Hyunseung ejercía bien sus manipulaciones sobre Yubin, como fue posible que la convenciera de aquello.
-Es una estupidez sabes.
-No lo es, ahora si te muestras como mi amiga pero en cuanto tenga un hijo saldrás corriendo, las invitaciones terminaran porque un hijo lo cambia todo.
-¿Qué tiene que ver eso? ¿Ya estas pensando en ser madre? ¡Llevas como un mes casada!
Lo que era una plática se convirtió en discusión y solo fue detenida por la llegada de una tercera persona.
-GRACIAS. –Jessica se encontraba al lado de Tiffany mirándola con enfado.
El asunto que la doctora Hwang tenía dando vueltas en su cabeza apareció. -Yo no le avise. –Se defendió.
-Pero bien que sabes a lo que vengo. –Se sintió aún más molesta de que le negara lo hecho.
-Porque Akemi está en mi casa. –Tuvo que aceptarlo, sorprendió a ambas mujeres, incluso Yubin olvido lo anterior.
-¿Qué dices?
-Te juro que yo no le avise y pues sí, llego llorando y me conto todo, me pidió dejarla quedar.
-¿Por qué no me dijiste que estaba contigo? –La sorpresa en Jessica aumentaba.
-Me pidió que no te contara y tú la engañaste. –Hablo como si eso fuera la respuesta.
-¡Eso no paso! Y claro que tú le avisaste ¿Quién más? ¿Sunmi?
-Puede ser, te dije que iba a arruinar tu relación.
-Fuiste tú. Dios Stephanie. –Dio un manotazo a la mesa.
-E sido yo. –Pronuncio Yubin terminando de sorprender aún más.
Jessica quedo muda y Tiffany no se diga, ambas la miraron esperando explicaciones.
-Sunmi me dijo que te iba a ver, por la noche mire tu foto de perfil y desconfié enseguida, se cómo es ella. –Hacia lo posible por excusarse. -Llame a tu chica y pretendía que fuera por ti y evitara todo, ahora sé que espero hasta el siguiente día cuando ya todo estaba hecho.
-¿Por qué le hablaste? –Pudo preguntar Tiffany.
-Se lo que es ser engañada. No se vale.
-¡Maldita sea te proyectaste! No tenías ningún derecho de hacerlo en mí. No sabes lo que es Akemi, debe estar destrozada pensando en cómo la engañe y culpándose.
-Es así, piensa que no es suficiente para ti y dice disparates todo el tiempo. –Revelo Tiffany mirando a Yubin con desprecio.
-¡Y yo no me acosté con Sunmi! –No podía bajar su tono de voz.
-¡¿Por qué la llevaste a tu casa?! –Cuestiono Yubin alterándose también.
-¡Porque se iba a drogar y esa fue mi forma de evitarlo! –Fue su turno de dejarlas mudas y reflexivas.
-Solo ve y aclara todo. –Sugirió Tiffany. -Te llevo.
Jessica negó mientras las miraba con reprobación. -Ustedes dos son unas perras. –Las dos se impresionaron. -Ambas desconfiaron de mí, por tu culpa fue a mi casa y mal entendió todo y tú. –Poso su mirada en Tiffany. -Mi mejor amiga. La recibiste en tu casa y creíste que yo la había engañado, fuiste peor, no me llamaste ni siquiera para saber mi versión de la historia.
-¿Qué tal si te estas montando todo esto? ¿Quién nos dice que no te acostaste con Sunmi? Solo ustedes dos saben la verdad. –Se defendió erróneamente la morena.
- you. –Las maldijo y se marchó.
-Ella dice la verdad. –Tiffany se sentía culpable.
-¿Solo porque nos insultó?
-Por favor Yubin. Tiene razón, yo mire a Akemi muy mal y por eso mal entendí todo.
-Yo no quería causar problema, al contrario quería evitarlo, tu sabes que Sunmi
-Ha gustado de Jessica, pero Jessica es mejor que eso.
-No, si nunca se involucraron fue por ti y ya no estás en medio. –De alguna manera eso le pego a Tiffany de manera inexplicable. -A todo esto, Jessica no ama a esa chica.
-¿Eso a que viene o como puedes saberlo?
-Se ha molestado en lugar de
-¿Llorar? No veo porque tenga que hacerlo.
Se había equivocado como nunca, ver a la también eye smile llorando, hablando entre cortadamente y solo entendiendo me engaño, hizo que su mente viajara al pasado. Jessica era especialista en romper el corazón de chicas, siempre lloraban porque a ninguna tomaba en serio o les aplicaba la ley del hielo después de una noche. Ella misma lo había hecho, ser infiel y recordaba las lágrimas de sus chicas, era como revivir esa era viendo a Akimi de esa manera. Cuando escucho la historia de Akemi quiso decir el famoso te lo dije, le advirtió sobre Sunmi, sin embargo solo escucho y luego vino la petición de la pobre mujer a la cual accedió.
Ya que sabía la versión de Jessica decidió regresar a su departamento y avisar a A
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