Dara entró en la sala de la brigada, en la búsqueda de Chaerin, estaba exactamente donde ella pensó que estaría. Sentada en su escritorio, mirando el ordenador.

Chaerin levantó  la mirada,  sus ojos se movieron sobre  Dara.  Jeans  gastados,  botas, camiseta ajustada metida por dentro, cinturón negro. ¿Sin sujetador? Bueno, desde luego miró toda la pieza.

-¿No estoy bien?

-Mejor que yo.

Los ojos de Dara se posaron sobre Chaerin. Se habían puesto unos vaqueros negros y una camisa oscura con una sudadera del mismo color. Se veía tan poderosa como siempre.

-Yo no lo creo. -Dijo. -Te ves bien.

Se sentó en su escritorio y abrió la bolsa que llevaba. Sacó los contenedores de comida china y le entrego uno a Chaerin con un tenedor.

-Tomé el riesgo de pensar que no habías comido. -Abrió una de las cajas.-Camarones y pollo, ambas cosas. No estaba segura de lo que te gustaría.

-Cualquier cosa. -Dijo Chaerin dando un mordisco. –Mmm... Gracias.

Dara sonrió y abrió su caja. Ella sabía que Chaerin no se tomaría el tiempo para cenar. Se preguntó cómo sobrevivió antes.

-Supongo que aún no lavas tu ropa. -Dijo. -¿Sabías que puedes trabajar y luego irte a tu casa?

Chaerin asintió sin dejar de masticar.

-¿Dónde está, de todos modos?

-Sur.

-¿Al sur de aquí? ¿Al sur de la autopista?

-¿Qué? ¿Quieres una dirección?

Dara se encogió de hombros.

-Me gustaría saber dónde vives.

-Aquí, mayormente.

Dara  sacudió  la  cabeza.  

-Sabes  que  no  es  saludable.  Tienes que tener algún lugar para escapar de vez en cuando.

-Tengo mi bote.

-Y ¿con qué frecuencia vas?

-Voy muy a menudo, sobre todo en verano, ¿y por qué todas las preguntas? -Preguntó Chaerin mientras cogía un camarón con el tenedor.

Dara se encogió de hombros.

-No sé nada de ti.

-Llevo una vida terriblemente aburrida. En realidad no hay nada que saber.

-¿Todo trabajo y nada de juegos?

-Más o menos.

Dara no sabía absolutamente nada sobre el estilo de vida de las lesbianas, pero Chaerin era tan atractiva. No podía imaginar por qué estaba sola. Se preguntó si alguna vez tenía citas.

-¿Qué pensamientos se están ejecutando a través de esa cabecita tuya?

-Simplemente... pensando en tu vida amorosa. -Admitió Dara.

Chaerin se echó a reír.

-No soy precisamente una persona sociable.

-¿No tienes citas?

-Yo no lo llamaría citas. -Dijo Chaerin secamente.

-¿Ni de una sola noche?

-Yo no lo llamaría eso tampoco.

Los ojos de Dara se abrieron como platos.

-¿o de alquiler?

Chaerin se rió de nuevo.

-Nunca he tenido que pagar.

Dara vio como Chaerin cogía otro camarón y se la metía en la boca. Sí, atractiva. De hecho, ella era... así, Dara no quiso decir hermosa. No en el sentido normal. Su piel era casi perfecta, y esos ojos, Dios, ¿que no se matan por ella? Los ojos azules de Chaerin capturaron los ojos marrones de Dara. Sus ojos eran suaves y cálidos. No los ojos furiosos e indiferentes que había encontrado el primer día.

-Ahora, ¿qué estás pensando? –Le preguntó mientras la miraba fijamente.

Dara le dio una rápida sonrisa.

-No es asunto tuyo. -Dijo y se metió un bocado de arroz en la boca.

 ***

-¿Segura que estás lista para esto? -Chaerin preguntó de nuevo. Ellas estaban estacionadas en la calle de uno los bares de cuero más popular de la ciudad. Ella había visto como los ojos de Dara se abrieron como platos al ver a una mujer que llevaba un collar de perro, que era llevada dentro del bar con una correa.

-¿Por qué tenía una correa de...?

-Dominante-sumiso. Se trata de control. -Dijo Chaerin.

-¿Por qué haría eso?

-Son juegos de rol. Verás cosas peores en el interior. Tal vez debería ir sola. Puedes esperar aquí. -Ofreció Chaerin.

-No, puedo manejar esto. -Dijo Dara. -Dios, ¿las mujeres realmente hacen eso?

-Vamos a entrar, después haremos unas cuantas preguntas. Si saben que somos policías nunca van a hablar con nosotras. No exhibas tu placa. -Advirtió Chaerin.

-No estamos exactamente para encajar. -Dijo Dara. -Quiero decir, míranos. Parecemos normales.

-No todos los que van usan collares, Dara. De hecho, algunas mujeres van sólo para ver. -Chaerin abrió la puerta y salió, a la espera de que Dara caminara junto a ella.

-Quédate junto a mí.

-No te preocupes. No voy a dejarte fuera de mi vista. -Dijo Dara.

Estaba oscuro en el interior y casi todo el mundo vestía de negro, ella y Chaerin incluidas.  La música sonaba fuerte, casi un sonido siniestro. Trató de actuar casual cuando miró a su alrededor, pero la visión de una mujer atada de manos, siendo forzada en el regazo de otra, hizo que sus ojos se abrieran. Sintió que la tomaron de la mano, era Chaerin.  Dejó que Chaerin la llevara a la barra sin decir una palabra.

-Siéntate.

Se sentaron una junta a la otra, mirando a su alrededor sin hablar. Dara vio que el camarero se acercó, era una mujer alta con pelo en punta. Llevaba una chaqueta de cuero, abierta y nada más. Sus pezones estaban perforados, unidos por una pequeña cadena de plata.

-Scotch. -Dijo Chaerin.

-¿Y qué hay para tu mascota?

-Tendrá una soda.

Dara estaba a punto de protestar cuando sintió la mano de Chaerin apretar la suya. Guardó silencio.

-Estamos buscando a una amiga nuestra. Dijo Chaerin.

-Lorena.

La mujer negó con la cabeza.

-No sé quién es Lorena.

-¿Y a Cristal?

-¿Cristal? ¿La rubia?

Chaerin asintió.

-Sí. No la he visto en una semana o algo así. Puso sus bebidas en la barra. -Ella pertenece a Amber.

Chaerin levantó las cejas.

-Allá abajo. -Señaló ella.

Amber era una mujer con el cabello corto, sentada en el extremo de la barra, sola. Chaerin miró a Dara, luego se inclinó más cerca.

-Quédate aquí. -Susurró. -No hables con nadie.

Dara asintió, mirando sólo por el rabillo del ojo como Chaerin se alejó.

Chaerin tomó una copa y se sentó junto a Amber.  La mujer la miró de inmediato.

-Demasiado masculina no estoy interesada. –Dijo Amber.

Chaerin puso los ojos. Pero ella siguió hablando en voz baja.

-Estoy en busca de Cristal.

-La perra se ha ido. No dijo ni una sola palabra antes de irse. Entonces la mujer se volvió hacia Chaerin. -¿Por qué demonios quieres a mi Cristal?

Chaerin discretamente sacó su placa y se la enseño.

-¿Qué demonios?

-Estoy en Homicidios. Una mujer fue encontrada asesinada. -Dijo en voz baja. -Ella era conocida como Cristal.

La mujer la miró fijamente durante mucho tiempo, y luego entrecerró los ojos.

-Vete a la mierda, fuera de mi vista.

La mujer  se apartó  de la barra  y se marchó,  con las cadenas  colgando  de su cintura.

-Genial CL. -Murmuró. -Eso estuvo muy bien. Pero, al menos tenían un nombre. Podría traerla para ser interrogada.  Miró a su alrededor  buscando a Dara y luego se le abrieron los ojos. -Oh,  mierda. -Susurró.

-Estoy con alguien. -Dijo Dara, pero la mujer se sentó de todos modos.

-No veo a nadie. -Dijo la mujer. Luego extendió la mano y capturo la muñeca de Dara, tiro de su mano hacia ella. -Te digo enserio.

-Déjame. -Dara trató de tirar de su mano, pero la mujer no la soltaba -Quita tus manos de mí.

-¿Bailamos?

-No.

-No acepto un no por respuesta.

 Los ojos de Dara se abrieron como platos.

Chaerin apareció agarrando el brazo de la mujer, apretándolo con fuerza.

-Ella es mía. –Dijo con el ceño fruncido. -No la toques.

"-Hey,  tranquila.  -Exclamó  la  mujer,  liberando  a  Dara.  -La  perra estaba sola.

-No está sola. Está conmigo y no es una perra.