Love is Ouch
Beautiful Bastard-¿Te quieres callar y comer? No has hecho nada, que no sea quejarte.
-Me has drogado. Apenas puedo soportarlo.
-Bueno. Ahora come.
Chaerin cogió el tenedor otra vez y tomo los huevos revueltos. Ella odiaba los huevos revueltos, por eso los mezclo con chorizo y salsa, entonces sabia diferente.
-¿Qué?
-Nada. Están muy buenos.
Se obligó a meterse otro bocado, y luego fue en busca de jugo de naranja.
Dara la miró fijamente.
Chaerin se estiró y pasó los dedos por su jugo con nerviosismo. No le gustaba como Dara la miro.
-¿No servirá de nada si te sugiero quedarte en casa por el resto del día?
-No.
-¿No servirá de nada si te sugiero quedarte sentada en tu escritorio todo el día, mientras yo hago el trabajo de campo y repaso los resultados del laboratorio?
-No.
-¿Lo harías si te amenazó con hacerte daño físico? -Preguntó Dara con una sonrisa.
-Bueno, ahora depende. ¿De qué parte de mi cuerpo estás hablando?
Dara apoyó los codos sobre la mesa y levantó la mirada con timidez, hacia los ojos de Chaerin.
-Esa bala era para mí. -Dijo en voz baja.
-Sí.
Dara se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de Chaerin.
-Eres la mejor pareja que alguien pueda tener.
Chaerin se rió entre dientes y Dara hizo lo mismo. Luego de eso soltó la mano de Chaerin.
***
-Donghae, ahora no es un buen momento para discutir esto.
Chaerin miró hacia arriba, luego se trasladó como si fuera a salir. Llego a través de la mesa. Dara la vio y le hizo señas para que se quedara.
-Sí, lo sé. -Una pausa. -Ya sé eso también. -Ella puso los ojos en Chaerin. -Donghae, ¿por favor? No, no sé si puedo verte esta noche. Yo te llamo. -Volvió a mirar a Chaerin, los ojos azules de Chaerin también la miraban. -Sí, lo sé.
Ella colgó el teléfono y suspiró. Tenía que decirle. Sólo tenía que decirle, y acabar de una vez.
-¿Hay algo que pueda hacer?
Dara sonrió.
-¿Vas a decirle que no estoy enamorada de él y que siento que estoy a punto de hacerle daño? ¿Puedes hacer eso por mí?
-Tienes que quererlo mucho para no querer hacerle daño. -Dijo Chaerin.
-Sí, lo sé. Como he dicho, es un buen tipo. Él va a hacer a alguien muy feliz.
-Para ello hay que dejarlo ir, para que pueda encontrar a esa persona. -Dijo Chaerin en voz baja.
-El problema es que él piensa que ese alguien soy yo. -Ella se apartó de su escritorio y se levantó. -Voy a buscar café. ¿Quieres un poco?
-No, estoy bien.
-¿Te sientes bien? No quería decir nada, pero estás un poco pálida otra vez.
-Duele un poco. Voy a estar bien. Voy a llamar al laboratorio.
-Déjame hacerlo. Siempre te estresan cuando los llamas. Los Idiotas. -Imitó Dara mientras se alejaba.
Para Dara fue bueno escuchar la risa de Chaerin.
**
Fue después de las seis cuando Dara entró en su apartamento. Su mente no estaba en otra cosa que Chaerin. La mujer insistió en llevarla a su departamento, pero ella insistió que iba a estar bien. Dara le hizo prometer que conseguiría algo de comer, por lo menos. De hecho, le había ofrecido a Chaerin quedarse de nuevo con ella. Estaba preocupada por ella.
-Hola, Dara.
-¡Jesucristo! -Dara dio un salto, y llevo la mano a su pecho. -¿Quieres matarme, Donghae?
-Lo siento, pensé habías visto mi auto al frente.
Dara negó con la cabeza, lanzando su bolso y las llaves en la barra.
-No, tengo muchas cosas en mi mente. ¿Quieres un trago?
Levantó su vaso.
-Tengo uno. ¿Estás bien?
-Estoy bien.
-Me refiero a lo de ayer. -Dijo.
-Estoy bien. -Dijo otra vez. -Mientras no piense mucho en ello, estoy bien.
-¿Quieres decirme por qué estaban persiguiendo a traficantes de drogas?
-No estábamos persiguiendo a traficantes de drogas. Estábamos vigilando un bar. Chaerin los vio, yo no lo hice. Llamamos a los refuerzos. Oímos disparos, y entramos.
-Casi te disparan. -Dijo, con su voz más fuerte que antes.
-Pero no lo hicieron. Mi pareja tomó la bala por mí. -Dijo.
-Fue gracias a ella que te metieras en esa situación. ¡Maldita sea!, Dara, ¿En qué estabas pensando?
-¿En qué estaba pensando? Donghae, ese es mi trabajo. Yo no estaba pensando. -Dijo.
Ella fue a la nevera y sacó la botella de vino que había abierto la otra noche. Se sirvió una copa, pensando que quería algo mucho más fuerte.
-Me preocupo por ti ¿lo sabes?
-Sé que lo haces.
-Dara, tal vez si vivimos juntos habría una cierta continuidad en nuestras vidas, tal vez entonces no sería tan malo. Quiero decir, me gustaría estar aquí cuando llegues a casa, no importa la hora, solo saber que estas a salvo.
Ella lo miró fijamente. Ciertamente él estaba sugiriendo vivir juntos. ¿No tenía la menor idea de la fricción que tenían en su relación ahora?
-Vamos a pensar en ello, ¿está bien?
Pero ella negó con la cabeza.
-Yo no necesito pensar en eso, Donghae. -Señaló el taburete de la barra a su lado. -Siéntate. Tenemos que hablar.
-Nada bueno sigue a esas palabras. -Dijo lentamente, con una leve sonrisa. -No, no lo es, ¿verdad?
Ella tomó un sorbo de su vino, y luego hizo girar nerviosamente la copa entre sus dedos.
-La razón por la que no quiero irme a vivir contigo es porque sé que es el primer paso que precede al matrimonio. Y no me quiero casar contigo, Donghae.
Please Subscribe to read the full chapter
Comments