El sonido penetró en su cerebro, y Chaerin se obligó a abrir los ojos. Habían cambiado las posiciones. Chaerin estaba en el lado de Dara, con la cara apretada contra su cuello. Dara se agito y se movió en los brazos de Chaerin, rodando hacia ella. Sus  brazos y  piernas se enredaron y luego se detuvo para contestar.

-Hola. -Murmuró Dara.

-Dara, es  Seungri.  Siento llamar tan temprano, pero no podemos encontrar a CL. Yang pensó que podía estar contigo.

-¿Seungri?

Dara abrió los ojos. Ella estaba encima de Chaerin y sus ojos se encontraron. Su mirada se deslizó hacia los labios de Chaerin, a sólo unos centímetros de distancia. Ella se dio cuenta de sus piernas desnudas entrelazadas... y del muslo que se apretaba contra de ella. Sintió la caída del teléfono de sus dedos cuando su parte inferior del cuerpo se movió instintivamente contra el muslo de Chaerin. Dara quedó sin aliento cuando, durante un breve instante, sintió que Chaerin se movió en su contra. Fue incapaz de detener el gemido que escapó y vio cómo  los ojos de Chaerin se cerraron, gimió en silencio cuando las manos de Chaerin la agarraron por la cintura con más fuerza. Luego Chaerin busco el teléfono, y Dara se dio la vuelta, alejándose de ella, increíblemente apenada por lo que acababa de suceder.

Chaerin sostuvo el teléfono en su pecho, aclarándose la garganta antes de hablar.  

-¿Seungri? Es CL.

-Escucha, encontraron otro cuerpo en este momento. Al Norte de Dallas. El tipo tiene bolas. Está en un maldito centro comercial.

-Está bien. Voy a estar allí.

-¿Qué es? -Preguntó Dara. -¿Otra chica?

-Sí. -Chaerin vaciló. -Oye, lo siento... sobre... bueno…  antes... ¡mierda! -Murmuró ella, dándole la espalda.

Dara la agarró del brazo.

-Está bien. Fui... yo y las dos lo sabemos. No sé... que me pasó.

Chaerin tragó con dificultad y se sentó.

-Debería ponerme en marcha.

Dara hizo lo mismo.

-Voy contigo.

-No, no vas. -Chaerin llegó a Dara y tiró de ella hacia abajo, envolviendola en su edredón otra vez. -Son las cuatro de la mañana. Te quedas debajo de las sábanas, ¿de acuerdo? Volveré tan pronto como haya terminado.

-No. Está bien, Chaerin. No tienes que hacerlo. Tengo esa cita a las diez de todos modos.

-Voy a estar bien.

-Pero por favor ten cuidado. -Dijo en voz baja.

-Lo haré. Te lo prometo. ¿Vas a llamarme después de tu cita? Si no estoy en la estación, llama a mi celular. Debo tener mi nuevo celular esta mañana. -Chaerin agarró los pantalones cortos del piso y se quedó mirando a Dara. -¿Segura de que vas a estar bien?

-Estoy segura. Tengo que ser capaz de hacer esto.

-Está bien. Voy a cerrar la puerta cuando me vaya.

*** 

Dara permaneció despierta mucho tiempo después de que Chaerin se había ido. Por fin agarró la almohada que Chaerin había utilizado y se la puso en sus brazos, tratando de darle sentido a lo que estaba sintiendo, pero no había respuesta. Ella se sintió atraída por Chaerin en varios niveles, pero la atracción ual que sentía amenazaba con alcanzar su control. Ayer por la noche, cuando Chaerin la abrazó, había sentido un deseo que nunca había experimentado antes. Y antes, cuando el muslo de Chaerin se apretó contra su centro, cuando sus propias caderas instintivamente se movieron en contra del muslo, supo con claridad lo que es tener un deseo ardiente. Trató de recordar la primera vez que ella y Donghae se habían acostado. ¿Había tenido por él ese deseo también? ¿Lo había deseado a él en algún momento? ¿O sólo esperaba que pasara?

-Oh Dios. -Susurró.

Ella era demasiada vieja para descubrir estos sentimientos. Bom estaba en lo cierto. ¿Por qué no había conocido nunca a una mujer antes por la cual se sintiera atraída? Ella nunca se consideró que podría ser gay y las amistades femeninas en su vida eran sólo eso, amistad.

Finalmente se desplomo con la almohada de Chaerin aferrada a su pecho… preguntas sin respuesta aún marchaban a través de su mente.

 **

-Oh, Dios mío. -Susurró Chaerin.

-¿La conoces? -Le preguntó Jessica.

-Julie. Ella es una residente en Belle. Al igual que las otras.

-¿Por qué crees que sólo corto las piernas de una? -le preguntó Jessica. -Lo único constante en este caso es la forma en que están dispuestas en los contenedores de basura. No tiene ningún sentido.

-¿Verificaste sus manos? ¿Ella se defendió?

-Sí. Vamos a obtener una muestra de piel, estoy segura de ello. Las manos y los pies estaban atadas. Hay moretones alrededor del cuello.

Chaerin se frotó la cara con ambas manos y suspiró.

-Está bien.

Caminó alrededor del contenedor de basura donde Seungri estaba hablando con el gerente del equipo de limpieza.

-¿Otra cosa?

-La puso aquí en algún momento después de las tres. Arrojaron la primera carga a esa hora. Cuando volvieron, la encontraron. -Él miró sus notas. -A las tres treinta y cinco.

-Por lo tanto, un golpe de suerte para él o conocía la rutina. ¿Y por qué aquí... donde es tan público?

-Se está poniendo negro. -Dijo Seungri. -No se encontró ninguna impresión de calzado esta vez.

-¿Sabes lo que pienso? Quiero encontrar a ese tipo que tú y Jiyong siguieron la otra noche en el bar.

-¿Cómo  se supone  que lo encontraremos? Sin Dara, como vas a entrar y jugar en el bar, CL? Es posible que te desvíes con todas esas mujeres allí.

Chaerin sonrió.

-En realidad, es un bar mixto. Estoy pensando en que tu y Jiyong pueden llegar a ser la pareja en esta ocasión.

-¡Oh, ahora saca eso de tu mente de mierda!

-Te ves mucho mejor, detective. -Dijo el Dr.

-Es increíble lo que unos pocos días pueden hacer. -Dijo Dara.

-Debo admitir, que está siendo muy tranquila al respecto. Incluso razonable en su deducción. Pero antes de poder volver a trabajar, mi trabajo es asegurarme de que está tratando esto emocionalmente, detective. Qué puede volver a la calle y no tener miedo de que alguien vaya a atacarla de nuevo. Qué no vaya a ser muy agresiva ahora que ha sucedido esto.

Dara  se  inclinó  hacia  delante.  

-¿Me  estaría  usted  haciendo  esta  pregunta  si  yo  fuera  un hombre? ¿O si yo hubiera recibido un disparo? ¿Estaría preocupado de que no pudiera volver a la calle porque alguien podría pegarme un tiro?

-¿Ha aceptado lo que le ha ocurrido o acaba de apartarlo,  fingiendo que se trataba de sólo parte de su trabajo?

-Cuando me ataron a la cama, yo estaba asustada. Tenía miedo de que yo no fuera capaz de resistir y que les dijera lo que querían saber y luego me mataran. Así que me quedé allí y lo tome, a sabiendas de que si tan sólo pudiera aguantar un poco más, alguien vendría por mí. Y así lo hicieron. -Dara miró a los ojos del Dr. -Cuando salí del hospital esa noche, tenía miedo de estar sola. Y al día siguiente,  yo  tenía  una  amiga  quedándose  conmigo  porque  tenía  miedo  de  estar  sola. Entonces  me di cuenta  de que no tenía miedo de estar  sola porque  alguien podría venir  y hacerlo otra vez. Tenía miedo de estar sola, porque no quería pensar en ello.

-Y... ¿has pensado en ello?

-Lo he pensado  mucho,  puedo  recordar  cada  detalle.  Creo  que  debería  estar  enojada,  y supongo que lo estoy. Pero no van a hacerme daño ¿verdad?

-No, no lo harán. ¿Eso te molesta? ¿Que se hayan ido y que no puedes hacerles frente?

-No. Yo sobreviví a eso. Ellos no lo hicieron

**

Chaerin se situó en la puerta un largo tiempo antes de llamar. Estaba nerviosa y no sabía por qué. Bueno, sabía por qué ¿no? Durante todo el día, no podía poner su dedo en la llaga, pero de repente, se dio cuenta. Los toques inocentes, Dara queriendo pasar tiempo con ella, los ojos muy abiertos de Dara en los bares gay. Luego, la noche que habían fingido ser una pareja, los bailes que compartieron, la forma en que Dara la miraba. Y las últimas noches durmiendo juntas. La forma en que Dara la abrazaba. Y Dios, esta mañana. Cerró los ojos y apoyó la cabeza contra la pared. Dara sentía el mismo deseo que ella. Dara que era hetero. Luego suspiró. Dara pensaba que era hetero. Chaerin se preguntó qué pasaba por la mente de Dara. ¿Estaba asustada por lo que estaba sintiendo? ¿Estaba tratando de luchar contra ella también?

Eran compañeras de trabajo,  ¡por el amor de Dios! Esto no podría suceder. Si Chaerin dejaba que suceda, perdería a la única pareja con la que se había sentido tan cómoda. La única de la que se había hecho amiga. Demonios, Dara era su única amiga y punto. Y si dejaba que esto ocurra, Dara se iría. Seria transferida, y Chaerin estaría sola otra vez.

No, ella no podía dejar que suceda.

Chaerin finalmente se empujó contra la pared, golpeó, y esperó.

-¿Eres tú?

Chaerin no pud