Taeyang
Beautiful Bastard-Chae... maldita sea, no es buen momento, cariño.
Chaerin se encogió de hombros.
-Soy un poco nueva en esto. -Susurró. –Vamos.
Se deslizó en la entrada, pasando de inmediato a la oficina de Belle. La puerta estaba cerrada pero desbloqueada. Ambas se encogieron cuando las bisagras chillaron como una advertencia, luego volvió el silencio.
Chaerin estaba frente a las puertas, cinco en total. -¿Cuál? -Miró a Dara que sólo se encogió de hombros. Chaerin se dirigió a la primera y dio vuelta a la perilla. Se abrió. Una vez más, las bisagras se quejaron. En el interior no había nada más que oscuridad. La pequeña linterna de Chaerin no ayudaba mucho. El largo pasillo parecía interminable cuando Chaerin entró, Dara la seguía de cerca. Treinta metros más adelante, llegaron a otra puerta. Chaerin apretó su oído contra ella, escuchando.
-Nada. -Susurró. -Tal vez deberíamos probar con otra.
Dara estaba a punto de responder cuando unos fuertes golpes en la puerta la hizo saltar. Ambas se volvieron con los ojos muy abiertos.
-¡Richard! ¡Déjame entrar!
Dara dio media vuelta, reuniéndose con los ojos de Chaerin en las sombras.
-Es...
Escucharon pasos que sonaban a través de las paredes. Chaerin llegó a Dara, empujándola contra la pared. Se oyó una puerta abrirse en la oficina de Belle, y Chaerin rápidamente se dirigió de nuevo por el camino por donde habían venido.
-¡Déjame entrar!
-¡Cierra la boca! ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
Dara miró una vez más a Chaerin.
-¿Taeyang?
-Sí. ¡Vamos!
El corazón de Dara latía tan fuerte que apenas podía distinguir los gritos. Vio a Chaerin en la puerta y todo sucedió en cámara lenta. Ella quería llamarla, decirle que no saliera, pero ya estaba corriendo a través de la puerta con su arma en la mano.
Se escucharon disparos y Dara cayó al suelo.
-¡Chaerin! ¡Chaerin!
Se puso de pie, corriendo a ciegas a través de la puerta, sólo para chocar con Richard. La agarró con facilidad, y sintió el frío metal de la pistola tocarle la mejilla.
-Te tengo.
Sus ojos buscaban a Chaerin y la encontró apuntándoles con el arma a ella y a Richard.
-Suelta la maldita arma, Ricky. No vamos a hacer esto. -Dijo Chaerin con calma.
-Puta policía, no vas a disparar. Eso lo sabemos los dos. -Se echó a reír. -Vas a terminar como Carl. -Dijo señalando con la cabeza.
Los ojos de Dara se deslizaron hacia Taeyang, mirando mientras yacía en un charco de su propia sangre.
-Entonces, sólo será ella y yo. -Amenazó.
Dara cerró los ojos cuando apretó el arma en s
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