-¿Tienes las fotos de nuestras chicas?

-Sí, por tercera vez, CL.-Dijo Seungri.

-¿Jiyong?

-Vamos a estar alerta, no te preocupes.

-Está bien.-Chaerin se volvió hacia Dara. -¿Estás lista?

-Lista.

Salieron  del  coche,  Seungri se  había  estacionado  a  cuatro  cuadras  de  distancia,  junto  al Explorador de Chaerin. Estaban en el estacionamiento frente a la entrada de Outlaws.

-Recuerda, esta noche no hay preguntas.-Dijo Chaerin. -Sólo vamos a ver a nuestras chicas y ver si alguien las está observando.

-¿Por qué estás tan nerviosa?

-¿Yo?

-Sí.

Chaerin se encogió de hombros. Tal vez era porque estaban fingiendo ser una pareja. Se preguntó hasta qué punto Dara sería capaz de tomar su acto. Ellas tenían que bailar ¿Aún recordaba cómo bailar? 

-¿Estás bien? ¿Cómo está tu herida?

-Está bien. El vendaje se encuentra todavía en su lugar.

Cuando llegaron a una cuadra del club, Chaerin se acercó y tomó la mano de Dara. Los dedos de Dara se entrelazaron con los de ella sin dudarlo. Tal vez estaría bien, pensó Chaerin.

Dara trató de relajarse y pensar en esto simplemente como una noche en la ciudad. La música sonaba  fuerte y optimista,  el club estaba lleno de gente y definitivamente  mezclado.  Pero fue una multitud alegre, tan diferente de la los bares que habían visitado antes. Esos bares eran oscuros, deprimentes. Aquí todo el mundo estaba hablando, riendo, bailando. Sólo pasando un buen rato.  Ella  esperó  a que  Chaerin  pagara  sus  entradas,  dando  golpecitos  con el pie  al ritmo de la música.  No  sería tan malo.  Además,  les  daría  tiempo  juntas,  el  tiempo  que  Dara  quería desesperadamente.

-Dudo que podamos a tener una mesa.-Dijo Chaerin, hablando en voz alta para hacerse oír por encima de la música. -Tal vez podamos encontrar un lugar en el bar.

Dara siguió a Chaerin haciéndose camino a través de la multitud.  Ella la tomó suavemente  por detrás de la cintura.

Encontraron sólo un taburete vacío en la barra. Chaerin guio a Dara a la misma, luego se inclinó a su lado,  de  espaldas  a la  barra.  Recorrió  con los  ojos  la  multitud,  en la  primera  pasada encontró a dos de sus tres chicas. Se acercó a la oreja de Dara.

-Julie está en una mesa, cerca. René está en la pista de baile.

Dara asintió, luego levantó la mirada y le sonrió a la camarera.

-Dos cervezas.-Dijo en voz alta. Luego, giró sobre el taburete, frente a la multitud, siguió el camino que Chaerin estaba haciendo con su mirada. Ella miró casualmente alrededor de las mesas, buscando a Julie. Todavía no había encontrado René.

-Cinco dólares.

Dara se volvió cuando su cerveza estuvo a su alcance. Sacó unos billetes de su bolsillo y puso los cinco en la barra, empujando los dos tarros al extremo de esta.

-Gracias.

Dara asintió hacia la camarera y le dio un codazo a Chaerin. Chaerin sin mirar agarro uno de los tarros. Dara miró a Chaerin y sacudió la cabeza. Siempre de guardia. Ella deseaba relajarse un poco. Alargó la mano y tiró de Chaerin cerca.

-Pareces un policía. Relájate, ¿Sí?

Chaerin sonrió.

-Lo siento. Todavía estoy buscando a Annie.

Dara asintió.

-¿Has estado aquí antes?

-¿Quieres decir, al igual que en una cita? Ya te lo había dije, yo no tengo citas.

-Sí, me dijiste. No sé por qué, pero la mitad de las mujeres de aquí te están mirando.

Chaerin se inclinó a su oído.

-Creo que puede ser por la compañía.–Bromeó. -Es mejor tener cuidado.

Dara se estremeció cuando el aliento de Chaerin le hizo cosquillas en la oreja. No, definitivamente Chaerin era la observada. Y ella no podía culparlas. Chaerin era… magnífica. Llevaba unos jeans y tenis, el suéter había sido reemplazado por una camisa azul apretada que estaba metida perfectamente en el interior. Dara no tenía que mirar dos veces para saber que Chaerin no llevaba sostén esta noche.

-No has respondido a mi pregunta. ¿Has estado aquí antes?

Chaerin negó con la cabeza. 

-No.

Ella vio como una pelirroja se acercó. Sonrió hacia Dara.

-¿Quieres bailar?-Entonces la pelirroja tomó un paso atrás cuando Chaerin frunció el entrecejo. -Lo siento ¿Están juntas?

Dara casi se rio de la cara que Chaerin le dio a la mujer. Alargó la mano, tomó el brazo de Chaerin y la apretó.

-Gracias, pero sí, estamos juntas.

-Está bien. Lo siento.

Ella se alejó y se perdió en la multitud,Dara finalmente soltó una carcajada.

-Prácticamente asustaste a la pobre chica.-Dijo.

-Lo siento.–Agachó la mirada. Maldita sea, CL, relájate, pensó para sí misma.

Dara deslizó sus dedos por el brazo de Chaerin, deteniéndose para capturar su mano. Miró a los ojos de Chaerin y sonrió, tirando a Chaerin suavemente hacia su regazo.

-Obviamente, no nos vemos como si estuviéramos juntas.

Chaerin se volvió, delante de Dara. Separó las piernas de Dara y se puso de pie entre ellas. Se agachó,  moviendo  los labios  en la mejilla de Dara hasta su oído,  y le susurró:   

-¿Y qué hacemos?-Ella sacó a Dara del taburete, juntando su cuerpo contra el suyo. -¿Tal vez deberíamos bailar?

Dara sólo pudo hacer un movimiento de cabeza. El corazón le latía con fuerza en los oídos y podía sentir la sangre que se apoderó de su cuerpo. Miró hacia arriba, mirando hacia los ojos de Chaerin y notando el brillo burlón que bailaba allí. ¡Maldita mujer! Chaerin sabía exactamente e