Fue más tarde de lo que habían planeado quedarse, pero el tiempo era demasiado bonito y cálido para persuadirla o abandonar el lago y volver a la ciudad. Disfrutaron de la última puesta de sol, al arrastrarse de vuelta a la muelle.

-Probablemente voy a tener quemaduras por el sol. -Señaló Dara. -No puedo recordar la última vez que he pasado dos días completos en el sol.

-Tu nariz esta roja. -Comentó Chaerin. -Pero te ves bien. Mucho más relajada que cuando llegaste.

-Tal vez es porque he dormido doce horas anoche.

-Es agradable dormir en el barco, ¿no?

-Sí. Es como estar en una cama de agua gigante. -Dara bromeo dando un golpe en el hombro de Chaerin.

Chaerin se echó a reír. Había pasado tanto tiempo desde que había tenido este tipo de interacción con alguien que aún no estaba acostumbrada a ello. Tenía un destello de sí misma como una niña, una niña feliz, riendo.  Había vivido en la oscuridad durante  tantos  años,  estaba con miedo de salir. Pero, poco a poco, Dara la estaba sacando, y Chaerin podía ver destellos de su verdadero yo tratando de liberarse. Le sorprendió. Había pensado que esa parte de ella había muerto hacía tiempo… al igual que su familia.

-Sabes, te invito a venir aquí cuando quieras. -Ofreció Chaerin.

-Te puedes lamentar de la invitación. -Dijo Dara con una sonrisa.

-No, no lo creo. Me ha gustado tenerte aquí.

Sus miradas se cruzaron por un segundo rápido, y ambas sonrieron.

-Gracias. Me gusta estar contigo...  -Admitió Dara.

** 

Chaerin desaceleró y de manera experta coloco la embarcación en su espacio en el muelle. Sin decir nada, Dara corrió justo sobre la escalera y cogió una cuerda, atándola al muelle de la forma en que había visto hacer a Chaerin el pasado fin de semana. No pasó mucho tiempo para que aseguraran el barco y entraran a empacar sus cosas. Dara esperó a que Chaerin cerrara la cabina.

Al caminar por el muelle no prestaron atención a los dos hombres apoyados en la barandilla de pesca. Fue un error. Cuando pasaron por delante, los hombres las acorralaron. Dara gritó cuando uno la agarró. Chaerin se giró con los ojos muy abiertos. Ella alcanzo a agarrar a Dara, pero luego cayó de rodillas cuando un tubo golpeo contra su cabeza.

Dara se quedó mirando hacia abajo, mientras Chaerin caía inmóvil. Luego dio una patada, golpeando al hombre en la ingle. El segundo hombre la envolvió en un abrazo  por detrás y ella gritó de nuevo.

-¡Auxilio! ¡Auxilio! Alguien por favor... ¡Auxilio!

-¡Cierra la puta boca!

Una mano grande sofoco el resto de sus gritos rogando por ayuda, y sus ojos se abrieron cuando  tres  hombres  más  se acercaron  a  ellas.  Todos  ellos  estaban  vestidos  como pescadores, excepto uno. Llevaba un traje y corbata.

-Por lo tanto ¿estas son las policías? -Preguntó el de traje y corbata. Se acercó a Dara, mirándola fijamente a los ojos. -Soy Sánchez Gómez. Y ahora lamento lo que voy a hacer ¿Alguna vez has escuchado mi nombre? -Hizo una seña a uno de los hombres, lanzándole una soga. Luego señaló a Chaerin. -Sujétala. Luego tirarla en el lago.

Dara se quedó más o menos quieta, mientras el hombre movió las manos de Chaerin detrás de su espalda.  Dara comenzó de nuevo a agitarse,  se echó hacia atrás contra el hombre que la sujetaba. Sintió las lágrimas correr por sus mejillas, y trató de gritar. Uno de ellos recogió el cuerpo inerte de Chaerin. La sangre goteaba por su cara y, sin más, la tiró. Dara gritó con los ojos abiertos cuando el cuerpo de Chaerin se hundió hasta desaparecer de su vista.

-Llévala al barco. No vamos.

 **

Chaerin luchó en la oscuridad. Sabía que estaba bajo el agua, pero no podía concentrarse.  Tan pronto como tocó el fondo, su puro instinto la llevó a usar sus pies para impulsarse hacia arriba, a seis metros de profundidad. Sus pulmones estaban ardiendo,  y dio una patada hacia arriba, finalmente salió a la superficie. Se las arregló para tomar un respiro antes de hundirse de nuevo. Trató de aclarar su mente, enfocando toda su concentración en sus manos. Se acurrucó con las rodillas contra el pecho, luchando por sacar sus manos alrededor de sus pies. Estaba flotando, su mente amenazo con quedarse en blanco, y ella cerró los ojos,  tratando de concentrarse nuevamente. Se balanceaba con la parte inferior de su cuerpo, dejando escapar unas cuantas respiraciones de aire. Por último, con las manos y piernas despejadas, ella salió de nuevo a la superficie. Fue capaz de agarrarse del muelle y sostenerse a sí misma y descansar, tomando varias respiraciones profundas de aire para calmarse y asegurar su propia vida. Su cabeza le dolía, se apoderó más fuerte al muelle, tenía miedo de desmayarse. Finalmente, después de unos minutos, abrió los ojos, haciendo una mueca de dolor.

No se oía nada, sólo el murmullo de las olas contra los postes. Luchó, finalmente salió del agua, tendida boca abajo en el muelle. Su cabeza palpitaba, pero sabía que tenía que moverse, tenía que llegar a su barco.  Poco a poco se sentó, con las  manos atadas tocando levemente la herida a un costado de su cabeza. Le tomó toda su fuerza ponerse de pie y se agarró a la barandilla, se estabilizo a sí misma antes de moverse de nuevo hacia su barco. La mochila de Dara estaba en el muelle y la agarró, sujetándola para luego coger las llaves en su bolsillo y  abrir  la cabina.  Buscó  un cuchillo y cortó la soga.

Se la quitó y fue a tomar su celular de la cintura. No estaba allí.

-Mierda. -Murmuró.  Abrió  la  mochila  de  Dara,  para  llegar  al  interior, pasando  por  su ropa,  para finalmente coger el teléfono que estaba  en la  parte  inferior.  Marcó  el número de Yang, mientras tropezaba en su camarote, despojándose de sus ropas mojadas.

-¿Yang?  Es CL.  Tienen a Dara,  fue  llevada  hace  sólo  unos  minutos  del  muelle.

-¿De qué demonios estás hablando?

-Sánchez Gómez.

-¿Cómo puedes estar segura?

-¿Quién más? No era un juego de niños. No fue al azar.

-Está bien...está bien. Asegurare el área. Voy a enviar una unidad contra el crimen.

-¿Asegurar la zona? ¡No hay ninguna maldita escena de crimen! -Gritó por el teléfono, haciendo una mueca. -Se la han llevado a la ciudad. Estoy en camino.

-¡No! ¡Maldita sea, CL! Tengo que llamar a Operaciones. Ellos querrán empezar por ahí en primer lugar.

-Llámalos. Pueden caminar por el muelle, ver mi sangre y nada más. Luego tendrán que regresar a la ciudad de todos modos. No voy a quedarme. Nos encontraremos en la estación.

Desconecto la llamada antes de que pudiera seguir protestando. Agarro una toalla, se secó y se limpió la sangre que aún emanaba de su herida. Entonces se puso un par de pantalones y una camiseta, agarró una chaqueta negra mientras salía. Corrió por el muelle y se detuvo cuando vio a una familia que acaba de amarrar su barco en el muelle.

-Disculpen. -Sacó  su  tarjeta  de  identificación,  sosteniéndola  para  que  la  vieran.  -Soy  la Detective Lee. Una mujer ha sido secuestrada hace unos minutos. ¿Han oído o visto algo? Había dos hombres.

El hombre  asintió.  -Hemos  escuchado  unos  gritos  allá abajo.  -Señaló  hacia donde  Chaerin  había  estado.  -Luego  un barco  se  retiró.  Simplemente  pensamos  que  alguien estaba peleando. Pero habían cinco hombres en el barco. -Dijo.

-¿Cinco? ¿Qué tipo de barco?

-Era como un barco de esquí. Se fueron hacia el norte, alrededor de la curva, por allí. -Dijo lentamente. -¿Estás bien?

Chaerin se tambaleó y se agarró de la barandilla, sacudiendo la cabeza para despejarse.

-Sí. -Murmuró. -Voy a estar bien.

Ella se volvió de nuevo, tomo el  celular y  llamo a Yang.

 **

Cuando la venda fue retirada, Dara miró a su alrededor tratando de orientarse, pero la habitación estaba en penumbras. Tenía todavía la visión de Chaerin siendo lanzada en el lago en su mente, trató de concentrarse. Tenía que pensar que Chaerin estaba bien. Si no hacia eso, sabía que nunca lo lograría. Su mirada se precipitó alrededor de la sala, estaba nerviosa. Sólo había una puerta. Al parecer, se encontraban en algún tipo de almacén. Por un momento se asustó, pensando que su mejor opción era hacer un recorrido por todo el lugar. Sin embargo, los mismos cinco hombres estaban a su alrededor. Dos de ellos estaban hablando en voz baja en una esquina, entonces el hombre de traje, Sánchez Gómez, dio la vuelta y le sonrió.

-Por lo tanto, usted es la detective de Park. -Dijo con un ligero acento en su voz. Él se acercó a ella. -Dime ¿cómo es que usted y su pareja, de Homicidios, fueron capaces de reventar a mi pequeño golpe?

Dara sólo se quedó mirando. Estaba demasiada asustada para hablar.

-Me dijo mi fuente en el departamento que serías buena. No sólo perdí cuatro hombres, pero ahora... la competencia sabe de mi pequeño juego.

Los ojos de Dara se abrieron como platos. Tenían a alguien en el departamento. No es de extrañar que él fuera capaz de operar tan fácilmente en la ciudad.

-¿Tienes a alguien... en el departamento?"

Se echó a reír.  

-¿Alguien?  Tengo un capitán a mi disposición.  Y esto ayuda cuando tienes control en la oficina del alcalde.

-¿El alcalde?

-Él es un tonto. No, tengo a alguien mucho más poderoso que el alcalde, detective. Pero, ahora, obviamente, en uno de ellos ya no se puede confiar. ¿Cuál te avisó?

-Nadie. -Dijo.

-¿Por qué no te creo? -Él se acercó y la agarró duro por el mentón, obligándola a poner la cabeza  en alto.  -No se equivoque,  te voy a matar.  La manera  en la cual lo hare depende totalmente de usted. Podemos tomar toda la noche. De hecho, estoy seguro que mis hombres les fascinaría tener tiempo con usted.

-Vete a la mierda.

Ella sacudió la cabeza lejos de su mano, y él le dio un golpe rápidamente. Cerró los ojos al sentir el golpe.

-Es imperativo que conozca quien trabaja en mi contra. Ahora, una vez más, ¿quién te avisó? Dudo que Teddy tuviera las pelotas. Supongo que fue Robin.

Dara negó con la cabeza otra vez. Robin era capitán en Narcóticos. ¿Y Teddy? ¡Oh, Dios mío!

-Muy bien. Se volvió y señaló a un hombre. -Trae la cama y átala.

 ***

Cuando Chaerin entró en la sala de la brigada, Yang ya estaba allí, junto a Seungri y Jiyong.

-Maldita sea, CL, he estado llamando a tu celular. -Dijo el teniente Yang cuando colgó el teléfono.

-Bueno, nadie a menos que algunos peces van a responder.

-Siéntate. ¡Jesús!, CL, necesitas puntos de sutu