Sabes que…  no puedo envolver mi mente en torno a todo esto. -Dijo Seungri mientras caminaban hacia la barra. -¿Taeyang? Demonios.

-Seungri, has sido un policía con el tiempo suficiente para haber visto casi todo. -Dijo Dara.

-Sí, en las calles, tal vez. Pero no en mi propio departamento. Y no uno tan tenso y conservador como Taeyang. Simplemente no tiene sentido.

-En este caso de mierda nada tiene sentido. -Dijo Chaerin, mientras tenía la puerta abierta para ellos. -¿Mino?

Una cabeza apareció detrás de la barra.  

-Por aquí, detective. -Se puso de pie, con un poco de polvo en las manos. -Sólo limpiaba un poco.

Todos miraron a su alrededor. Pedazos de silla cubrían el suelo, y el espejo detrás de la barra estaba roto.

-Jesús. -Murmuró Seungri.

-Mino,  ella  es  la  detective  Park  y  el  detective  Seungri. -Dijo,  señalando  a  sus  dos compañeros. -Sólo tienes que decirnos todo lo que ha pasado.

-Está bien. Tal vez debería venir el gerente.

-No.  Vamos  a hablar  primero  contigo. -Chaerin tomó  un taburete  y se sentó,  indicando  a los demás a hacer lo mismo. -¿A qué hora llego Taeyang?

-¿Carl? Llegó justo después de las tres.

-¿La puerta estaba cerrada?

-No. Abrimos a las tres.

-¿Alguien más estaba aquí?

-No. Sólo el gerente y yo.

-Está bien. ¿Qué pasó?

 ***

 -De ninguna manera, teniente. De ninguna manera Taeyang estaba involucrado.

-Daesung, no estoy diciendo que él estuvo implicado en los asesinatos. Pero su investigación se vio comprometida en el caso de Jason Cho. -Yang se puso de pie, caminando detrás de su escritorio. -¿No te parece extraño que Taeyang quisiera cerrar el caso?

-No teníamos nada para seguir adelante.

-¡Supongo que no! ¡Ustedes no siguieron investigando! -Se volvió hacia él a continuación, señalándolo con el dedo. -Y es mi culo, también. Dejó el informe como un callejón sin salida. Yo no comprobé para asegurarme de que habían cubierto todas sus bases. Demonios,  Daesung, tenemos un asesino en serie en que preocuparnos. Me gusta pensar que mis detectives son lo suficientemente  profesionales  para hacer  su trabajo sin que yo sepa todos los detalles  del maldito caso en el que están trabajando! -Yang termino agitado, sintiendo que la sangre golpeando en su cabeza. Abrió de golpe su escritorio, sacó su botella casi vacía de antiácidos.

-Yo fui razonable… Siguiendo su ejemplo, lo sé. -Yang se sentó de nuevo, masticando las tres tabletas rápidamente. -¿Dónde está, Daesung?

-No sé teniente. No éramos cercanos, ya sabes.

Yang negó con la cabeza.

-Mierda no tiene sentido. Si no lo encuentras, te vas a quedar para tomar la culpa, Daesung. –Suspiró. -Tú y yo.

Los dos levantaron la vista cuando Jiyong golpeó en el cristal. Yang hizo señas para que entrara.

-Seungri está en la línea, teniente.

-Gracias. Jiyong, ¿por qué no te quedas con Daesung para ponerlo al tanto de todo, ¿eh?

Yang sugirió, luego tomó el teléfono.

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