El regalo más hermoso
Beautiful BastardDara rodó perezosamente su cabeza, abriendo los ojos para adaptarse a la luz del sol. Ella debe haberse quedado dormida otra vez. El balanceo del barco hizo eso. Ella se cubrió los ojos, en busca de Chaerin. Lo que vio le robó el aliento. Chaerin estaba de pie en tan sólo un sujetador deportivo y pantalones cortos, el sol la cubría y ella continuaba pescando, entonces distraída, se tambaleó hacia atrás de nuevo.
Como si sintiera su mirada, Chaerin volvió lentamente la cabeza, con una sonrisa.
-¿Cómo estuvo tu siesta?
Dara se sentó y se desperezó.
-Mi tercera siesta del día, estuvo muy bien, gracias. -Se acercó, deslizando los brazos alrededor del torso desnudo de Chaerin. -Has estado haciendo esto durante todo el día ¿Atrapaste la cena?
Chaerin se echó a reír.
-No, está demasiado caliente para pescar algo. Vas a tener que conformarte con las hamburguesas.
Ah. La pesca era la terapia. Dara asintió. Tenían dos días para ellas, dos días para recuperarse. Luego de las entrevistas programadas por Asuntos Internos. Ellos no estaban preocupados en realidad. Era sólo una formalidad, el detective Hong les había asegurado que sólo estaban poniendo todas las piezas en su lugar para que pudieran cerrar el caso. No quería pensar en ello, pero el rostro de Kim Taeyeon se mantenía en su mente. Ella la había mirado tan indefensa, tan asustada cuando se le encontró encadenada a la cama justo al lado de otros tres cuerpos. Dara sabía que iba a tomar años para que Taeyeon se recuperara, si es que alguna vez lo hacía.
El timbre de su celular interrumpió sus pensamientos y ella regresó a su sillón, con pereza para coger el teléfono, frunciendo el ceño cuando vio el identificador de llamadas. Donghae. Pensó en dejarlo ir al buzón de voz. Sería más fácil. Pero esto tenía que terminar. Ella respondió con el tono tan tranquilo como le fue posible.
-Park.
-¿Dara?
Ella puso los ojos.
-Sí, Donghae.
Sus ojos se movieron a Chaerin, dándose cuenta de la rectificación leve de sus hombros, pero nada más indicaba que estaba escuchando. Dara sonrió, sabiendo que sin lugar a dudas Chaerin estaba escuchando cada palabra.
-¿Estás bien? Escuché que hubo un tiroteo.
-Sí. Pero estoy bien.
-He estado preocupado. No has llamado. Yo estaba pensando en que tal vez podríamos ir a cenar. -Dijo esperanzado.
-Donghae, no. No voy a cenar contigo.
Se frotó los ojos, moviendo lentamente la cabeza.
-Sin embargo, Dara… ¿qué?
-Donghae, escúchame. Se acabó ¿Por qué no puedes aceptar eso?
-Te amo ¿Por qué tú no puedes aceptar eso?
-Oh, Donghae. No quiero hacerte daño. De verdad que no. -Suspiró. -Pero... hay alguien más en mi vida. Me he enamorado de esa persona. Sé que no vas a entender, pero tienes que aceptar esto… Amo a alguien más.
-¿Qué estás diciendo?
Dara miró a Chaerin a los ojos.
-Chaerin, es Chaerin...
-¿Chaerin? ¿Tu pareja? No estas...
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