Capítulo 31
GREED (TaeNy Ver.)
Esa misma mañana, llevamos a Eugie a casa. Johan conducía mientras Steph y yo nos montamos en el asiento trasero con él, nuestras manos acariciando su pelaje todo el camino hasta la casa. Una y otra vez, Steph siguió diciendo que no podía creerlo; yo no estaba segura de si estaba hablando de la muerte de Eugie, de la abrupta partida de Ethan o de ambos.
Cuando nos detuvimos en la casa, Ellie llegó corriendo a saludarnos, pero con solo un vistazo a nuestros rostros supo que algo había sucedido.
—¿Qué está pasando? —preguntó consternada.
Steph saltó fuera del asiento y corrió hacia ella. Ellie la abrazó y le acarició la cabeza, todavía sin comprender. Deslicé el cuerpo de Eugie sobre el saco de dormir y bajé de la camioneta, tire la puerta trasera, y luego lo sostuve firmemente. Se sentía tan ligero al tacto, apenas podía soportarlo. Para ser un amigo tan asombroso de Steph e incluso mío, él debería de haberse sentido más sustancial. Su peso debería de haber sido directamente proporcional a cómo sirvió a la familia Hwang, pero eso habría hecho imposible que lo cargara.
Lo llevé escaleras arriba y Ellie frunció el ceño, tratando de decidir qué era lo que estaba cargando cuando cayó de cuenta. Lo buscó rápidamente en la camioneta, en el asiento y en el suelo, pero no lo encontraría. Se llevó la mano a la boca.
—Mi querida niña —le dijo a Steph y la abrazó con más fuerza. Cuando me acerqué, su mano fue a mi hombro—. Llévalo a la sala de estar —instruyó. Empecé a caminar, pero antes de que pudiera dar un paso más, ella abrazó mi cuello—. Lo siento también por ti, pequeña. Sé que lo querías mucho.
Asentí, temerosa de hablar por miedo a quebrarme más y llevé a Eugie a la sala principal. Lo puse en el suelo de tablones junto a los grandes ventanales y me senté a su lado.
Nadie te prepara para la muerte de una mascota. No es exactamente igual a perder un querido ser humano, pero por supuesto, no puedes evitar sentir un poco de desesperación. Después de todo, ellos te sirven tan lealmente. Creo que genuinamente te aman, y son muy protectores contigo. Hacen su trabajo de manera tan instintiva y excepcional, porque así es como Dios los hizo.
Steph entró a la sala y se sen
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