Capítulo 27

GREED (TaeNy Ver.)
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Durante los próximos días, Jonah y yo tuvimos el rancho tan limpio, tan organizado, tan eficiente que no pude evitar sentirme un poco orgullosa de mí misma y de los trabajos que habíamos completado. Faye estaba tan agradecida, que al tercer día estaba enviando a casa suficientes cestas de productos horneados como para alimentar a un pequeño ejército. Nos mantuvimos tratando de insistirle en que no era gran cosa, pero ella no hizo caso.

Otros ranchos habían seguido nuestro ejemplo y habían enviado manos para ayudar en el Rancho McAllen. Nos estábamos alternando una semana a la vez, y Jonah y yo no teníamos que volver allí por al menos seis semanas. Aunque, el hijo de los McAllen sospechara que tendrían una mano permanente allí para entonces.

El siguiente viernes por la mañana, tuve que admitir que era agradable despertar y no tener ningún sitio en el que estar, excepto en el Rancho Hwang. El día transcurrió sin incidentes. No había visto a Steph o a Ethan por más de una semana, y la separación de Steph era un tormento, pero al mismo tiempo estaba feliz por todo. Necesitaba despejar mi cabeza, y Jonah me ayudó a hacer eso manteniéndome más ocupada de lo que jamás había estado en mi vida.

Antes de la cena, Ellie nos arrastró a Jonah y a mí a los antiguos edificios Hwang, en los que Steph trabajaba. Traté de no dejar que eso me afectara, pero estar cerca de sus esculturas hacía que mi estómago doliera.

—Aquí. —dijo Ellie, curioseando una gran puerta corrediza abierta que mostraba un granero abandonado.

—¿Qué estamos haciendo aquí, Ellie? —pregunté.

—Mañana en la tarde hay una subasta en Yellow Creek para Leonard McAllen.

Miré a Jonah, confundida. ¿Qué más podrían necesitar? Pensé.

—Leonard necesita una prótesis —explicó Ellie, hurgando en un estante cuidadosamente organizado en la parte posterior—. Vamos a ver si hay algo aquí que valga la donación.

—¿No es todo esto tipo de reliquia familiar? —le pregunté.

—Sí, señorita. —Guiñó un ojo.

—¿Le vas a dar una reliquia familiar a unos extraños?

—¿Esto te sorprende, cariño? —preguntó Ellie, dejando de lado una herramienta que parecía muy vieja.

—Francamente, estoy desconcertada, Ellie.

Me sonrió y me acarició la mejilla.

—Esto es lo que hacemos por nuestros vecinos, amor. Nos cuidamos los unos a los otros.

¡Pero son extraños! Pensé, entonces me acordé del día en que Mimí y yo vinimos a pedir su ayuda, lo abiertos y generosos que habían sido con nosotras, cómo nos recibieron sin ninguna expectativa de devolución, y cómo no nos habían juzgado. Me sentí totalmente avergonzada.

—Ya veo. —dije, levantando algo de la pared para Ellie.

Justo en ese momento, se abrieron las puertas detrás de nosotros y Ethan y Steph entraron. Le sonreí amablemente a Steph, luego me giré para seguir ayudando a Ellie.

—Hola, abuela —intervino Steph y Ellie se dio la vuelta.

—Hola, querida. —Sonrió—. Hola, Ethan, cariño.

—Ellie —saludó Ethan, haciendo que mis puños se apretaran.

Ellie tomó una pila de papeles viejos y una fotografía se deslizó de por debajo. Jadeó y todos nos giramos en su dirección.

—Oh mi Dios —dijo, inclinándose y recogiéndola. Le quitó el polvo y la observó con ojos vidriosos—. Es mi mamá —dijo, pasando los dedos con reverencia sobre la superficie. La volteó hacia mí y casi me ahogo.

La mujer de la fotografía era menuda y delgada, con cabello corto y negro, elegante y se veía exactamente como Steph. Llevaba un vestido estilo flapper yuna diadema con una pluma vivaz al lado. Su brazo estaba levantado y en su mano tenía una copa de champaña. Se veía hermosa y feliz. Su sonrisa lucía tan astuta como la de Steph.

—¿Cómo se llamaba? —pregunté, tomando la fotografía y tratando de no sentirme locamente atraída, como si estuviera mirando una foto de Cricket.

—Caroline. —dijo Ellie, mirando a Steph.

Hice lo mismo, y al verla tan cerca hizo palpitar mi pecho, pero volví a la tarea en cuestión.

Ellie tomó varias cosas buenas para la subasta, y no podía creer lo generosa que estaba siendo.

Tomó mi mano y la apretó.

—¿Te importaría usar tu bonita camioneta, Taeyeon, y llevar esto hasta Yellow Creek por mí? Creo que eres la única aquí que sabe el camino hasta allí, además de Jonah, y lo necesito.

—No, en absoluto, Ellie. —Sonreí.

—Gracias, bebé. —Se giró hacia Steph—. ¿Nietita, irías con ella y verías si la hermana de Faye, Helen, sabe lo que le estamos enviando y mira lo que vale la pena?

Los ojos de Steph se agrandaron y se veía presa del pánico. Se volvió hacia Ethan y su rostro era inexpresivo.

Tragó saliva.

—Por supuesto. —respondió.

—Gracias, amor —dijo—. ¿Ethan? ¿Jonah? ¿Vendrían a ayudarme a las caballerizas un minuto? Hay un poco de reajuste que necesito hacer y me está volviendo loca.

—Sí, señora. —respondió Ethan, entrecerrándome los ojos.

Jonah y un reacio Ethan la siguieron fuera, dejándonos a Steph y a mí solas por primera vez en una semana. Me sentía más allá de incómoda.

—Voy a buscar la camioneta —dije, saliendo del granero

Pensé que estaba sola hasta que oí el crujido leve de las botas de Steph en la nieve sobrante. Giré mi cabeza lo suficiente para verla detrás de mí, pero no observándola más que eso.

Cuando llegamos a la camioneta, abrí la puerta para ella y le ayudé tan respetuosamente como pude, aún sin decir ni una palabra. Rodeé el frente y me metí al lado del conductor, encendiendo el motor. Mi mano instintivamente usó el reposacabezas de ella mientras retrocedía, y eso la hizo estremecer. Me entraron ganas de reír, pero rápidamente me reprimí. Chica ridícula.

Lentamente me abrí paso hacia el antiguo granero y el silencio parecía ensordecedor. Salí y me puse a recoger las cosas que Ellie quería donar a la subasta, acomodándolas en la parte posterior de la cabina extendida. Al final, dejé que Eugie saltara dentro a mi lado.

La media hora de viaje a Yellow Creek fue tan restringida, la tensión ual tan palpable, casi le exigí que bajara su maldita ventana, cualquier cosa para aliviar la tensión. Tuve que conducir alrededor de la estúpida ciudad durante cinco minutos más de lo que esperaba porque estaba teniendo problemas para encontrar la antigua escuela que estaban usando para la subasta y la cena.

—Gracias a Dios. —Ambas respiramos al mismo tiempo, cuando nos detuvimos.

Clic.

Escondimos nuestras sonrisas y entramos mientras Eugie nos seguía. Buscamos a la hermana de Faye, Helen, pero no parecía que estuviera cerca.

—La camioneta. —le dije y ella asintió.

Comenzamos descargarlo todo y a ponerlo al lado de todas las ofrendas. Me subí en el borde de la vieja plataforma para sentarme y esperar a Helen. Steph hizo un movimiento para hacer lo mismo, pero era ajustado jean limitaba un poco el movimiento de sus piernas, no pudo levantar su pierna sobre el borde.

—Oh, Dios mío —dijo ella, riendo.

Se reía tan fuerte que no pudo controlarse y mantenía luchando por levantarse.

—Oh, Dios mío, es verdad —bromeé.

Me bajé y la ayudé a subirse sosteniéndola por la cintura, haciéndola chillar. Tratando de no reírse, se ajustó la ropa.

Ella suspiró.

—Gracias.

—De nada. —le dije, poniendo a Eugie a su lado.

Me apoyé en los codos, pero ella se quedó sentada, con las manos entre sus rodillas que rebotaban.

—¿Nerviosa? —le pregunté con indiferencia. Sus rodillas dejaron de rebotar.

—Uh, no. ¿Y tú?

—Ni en lo más mínimo. —le dije fríamente.

—Eso es bueno. —respondió.

—Es genial. —le dije, bromeando.

Ella sacudió la cabeza, pero no dijo nada.

—Te pareces a tu bisabuela. —dije, cambiando de tema. Me miró y sonrió.

—Gracias.

—Lo siento. ¿Era eso un cumplido demasiado íntimo para compañeras de trabajo? —me burlé—. No me gustaría cruzar ningún límite.

Frunció los labios, resopló y miró al espacio abierto de nuevo.

—¿Cómo crees que lo está haciendo Patches hoy? —provoqué—. Sé que Ellie encontró un absceso en su pata trasera derecha.

—Está bien. Pop Pop lo trató. Está descansando.

—Es una buena noticia. ¿Entonces a quién está montando Drew?

—No lo sé. —resopló.

—¿Cuándo crees que seremos capaces de sacar las vacas a los pastos de verano?

—Si tenemos suerte, a finales de abril.

Sus respuestas breves y sosas me estaban resquebrajando.

—Eso es estupendo. —le contesté sarcásticamente.

Ella asintió.

—Oye… —comencé.

—¡Taeyeon! ¡Deja de hablarme sobre el rancho.

—Oh, ¿Así que supongo que no podemos hablar de nada en absoluto, entonces? ¡Impresionante! Qué increíble compañía resultaste ser.

Suspiró y su cabeza cayó.

—Lo siento. S-Solo necesitaba unos límites contigo. Nos estábamos acercando, si entiendes lo que digo, y eso fue una falta de respeto a Ethan. —Me miró—. Solo necesitaba que supieras que era necesario parar.

—Está bien. —mentí. Me refiero a que realmente, realmente mentí.

Ella me observó y abrió la boca para decir algo, pero un fuerte ruido vino de la parte frontal de la escuela.

—¿Qué demonios fue eso? —pregunté—. Quédate aquí —le pedí.

Salté y me dirigí hacia la parte frontal, Eugie pegado a mis talones. No había nadie allí, pero cuando hice un intento de mirar afuera, el clima había tomado un peligroso y drástico cambio. El viento era tan fuerte que no podía abrir la puerta a más de un pie. La nieve soplaba con tanta fuerza y tan pesadamente, que no podía ver más que unos pocos centímetros delante de mí.

Me estremecí del frío que se había filtrado y me reuní con Steph de vuelta en el borde de la plataforma.

—Probablemente deberías venir a ver esto. —le dije.

Saltó y me alcanzó en la puerta.

—Santo. Dios.

—¿Va a calmarse?

—Uh, um, no lo creo. Esto, Taeyeon, es una tormenta de nieve en Montana.

—¿Hay que tratar de salir de aquí?

Ella se quedó boquiabierta como si fuera tonta.

—Así que estamos atrapados aquí, entonces. —concluí.

—Uh, eso es un gran sí.

—¿Por cuánto tiempo?

Sus ojos se ampliaron como si acabara de darse cuenta de algo.

—Um, un rato —dijo vagamente—. Disculpa —dijo, sacando el celular de su bolsillo trasero.

Me quedé plantada junto a la puerta con las pequeñas ventanas de cristal y vi el ataque blanco cubriendo cada centímetro de Yellow Creek con Eugie a mis pies.

—¿Vamos a estar aquí toda la noche, amigo? —le pregunté, a lo que él me lamió la mano.

—Lo tomo como un sí, entonces.

—Hola —hablaba ella en su teléfono—, sí. Sí, lo sé, Ethan. —Sopló su flequillo—. Déjame hablarle a Pop. —Hubo una breve pausa—. Oye, sip. No, no lo vi venir. Estábamos en la antigua escuela esperando a la hermana de Faye, Helen. —Otra pausa—. Lo sé. No vamos a ninguna parte. —Ella miró a su alrededor—. Todavía tiene poder, pero vamos a empezar a rebuscar por provisiones aquí en un segundo, por si acaso. Uh-huh. Bien, sip, dile que también la quiero. Sí, claro. —Una pausa más larga—. Lo sé, Ethan. Lo sé. —Su voz se convirtió en un susurro—. Entonces, vas a tener más que confiar en mí, Ethan, ¿De acuerdo? Bien, lo haré. También te quiero. Adiós.

Colgó luego redondeó el vestíbulo.

—¿Tienes algo en tu camioneta que valga la pena recuperar?

Pensé en ello.

—Uh, tengo un edredón nuevo que Mimí acaba de comprar. Además, hay un equipo de emergencia que venía con la camioneta. Creo que hay una bolsa de maní M&M’s.

—Me tienes con los M&M’s. —dijo, haciéndome sonreír.

—Quédate aquí. —le dije y salí por la puerta.

Eugie trató de seguirme, pero Steph lo detuvo.

Una ráfaga abrasadora de frío me penetró hasta los huesos en un segundo. Mi cuerpo empezó a temblar, y tuve que luchar un metro contra el viento fuerte y frío hasta la camioneta. Pulsé la llave de bloqueo dentro de mi bolsillo y salté dentro.

—Oh. Dios. Mío. —Me estremecí.

No quería perder el tiempo, así que encontré una vieja bolsa de basura que tenía ropa en ella y tiré la ropa en el interior y comencé a meter todo lo que pensé que podríamos utilizar en el interior, incluyendo el edredón, el equipo de emergencia y los M&M’s. También encontré un encendedor, una linterna de metal vieja que pertenecía a Jonah, y una bolsa de golosinas escondidas debajo del asiento del pasajero tan congeladas que podrían romper una ventana. Sin duda, Mimí las puso allí ya que su doctor le había dicho que empezara a controlar sus carbohidratos.

Corrí tan rápido como pude de regreso a la escuela con mi botín. Steph abrió la puerta tanto co

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yoonalim__ #1
Chapter 11: El momento Taeny no existe.
yoonalim__ #2
Chapter 10: Oke
yoonalim__ #3
Chapter 9: Wow
yoonalim__ #4
Chapter 8: En realidad esta historia es muy complicada.
yoonalim__ #5
Chapter 7: Hacer lo
yoonalim__ #6
Chapter 6: interesante
yoonalim__ #7
Chapter 5: Ok
yoonalim__ #8
Chapter 4: hasta ahora sigo sin entender esta historia
yoonalim__ #9
Chapter 3: Taeyeon aquí como qué?
yoonalim__ #10
Chapter 2: no entiendo la historia