Cap 29

Culpa Mía ©
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TIFFANY

 

Lo último que esperaba encontrarme al entrar en casa era a una Taeyeon completamente destrozada. La sorpresa al haber visto su llamada en mi móvil pasó a la de horror en menos de un segundo.

 

— ¿Dónde demonios estabas?—me preguntó de forma intimidante, como siempre. Aquella pregunta me dejó descolocada por un instante pero lo que más me tenía alucinada era su aspecto. Tenía el ojo izquierdo completamente amoratado y su labio estaba partido, pero eso no era lo peor; su torso desnudo me dejó entrever los hematomas que estaban comenzando a formarse bajo aquella piel bronceada y bajo aquellos abdominales. Por un momento, ver aquellas heridas me dejaron sin nada que decir. Sentía el corazón latiéndome a mil por hora, y el pánico me embargó haciéndome sentir mareada. No me gustaban las heridas, ni la sangre y los oídos comenzaron a pitarme de manera que tuve que sujetarme un momento a la puerta.

 

— ¿Qué te ha pasado?—le pregunté con la voz ahogada.

 

Taeyeon estaba enfadada, lo podía ver por como apretaba la mandíbula con fuerza y por cómo me miraba: como si de cierta manera sus heridas hubiesen sido culpa mía.

 

—Te he hecho una pregunta—me dijo tirando de malas maneras la bolsa congelada sobre la mesa de entrada.

 

Sacudí la cabeza al mismo tiempo que cerraba la puerta sin hacer ruido. Mi madre y Ji ya estarían acostados y no quería despertarlos, al contrario que Taeyeon que parecía no importarle el volumen de voz con el que se estaba dirigiendo a mí.

 

—Estaba con Mario—le dije acercándome hacia ella. A pesar de las ganas terribles que tenía de alejarme corriendo de aquellas heridas, no podía ignorar su estado. —Lion y Jenna se han reunido con nosotros poco después de tomarnos un helado, además ¿Qué importancia tiene eso? ¿Tú te has visto?—dije estirando el brazo para rozar inconscientemente uno de los hematomas que tenía justo en un costado del estómago.

 

Su mano voló hacia la mía para apartarme, pero en vez de un manotazo, que es lo que hubiese esperado de ella, me la sujeto con fuerza, tanta que me hacía daño. Levanté los ojos hacia ella, y vi rabia y miedo en su mirada.  

 

—Ven a la cocina, necesito hablar contigo—me dijo entonces tirando de mí y arrastrándome tras ella. Involuntariamente me fijé en su espalda desnuda, aparte del sostén que traía puesto. Dios, cada músculo se marcaba a la vez que caminaba y sentí el deseo de acariciar la piel tersa de su cuerpo. Se veía como otro cardenal comenzaba a formarse en uno de sus costados y de repente sentí tal odio hacia la persona que le había hecho eso, que mi visión se nublo allí donde mis ojos miraban.

 

Tae solo encendió la lamparita de la vitrocerámica por lo que la luz era tenue cuando se sentó en una de las banquetas de la isla aún sin soltarme la mano. Verle en ese estado me estaba matando, podía ver como sus ojos se fruncían por el dolor con cada movimiento que realizaba, y mi mente no dejaba de imaginar formas de hacerle sentir mejor.

 

— ¿Has notado algo raro hoy cuando has estado por ahí?—me preguntó con la preocupación tiñendo su rostro— ¿Alguien que te seguía, o algo parecido?

 

Aquello no me lo esperaba. Me obligue a mirarle a la cara para contestarle.

 

—No, claro que no, ¿por qué?—le dije con incredulidad.

 

Me soltó la mano y apartó la mirada de mi rostro, frustrada. Desee volver a estar en contacto con ella, pero opté por quedarme quieta.

 

—Ronnie no se ha olvidado de lo de las carreras—me dijo y entonces comencé a comprender de que iba todo aquello— Quiere vengarse y no dudaran en hacerte daño si te vuelven a ver—agregó clavando sus ojos azules en los míos.

 

Aquello me dejó descolocada por un instante.

 

— ¿Ha sido él el que te ha dado esta paliza?—le pregunté maldiciendo en mi interior a aquel desgraciado.

 

—Él y sus tres amigos—me confesó. Abrí los ojos con horror.

 

— ¡Dios mío, Taeyeon!—dije sintiendo una presión extraña en el pecho. Mis manos subieron inconscientemente hacia su rostro, examinando sus heridas— ¿Cuatro tíos?

 

— ¿Te preocupas por mí, pecas?—me dijo en tono burlón pero le ignoré al ver que rozaba su herida y ella hacía una mueca. Subió sus manos y me cogió las mías entre las suyas. —Estoy bien—agregó y vi como sus ojos recorrían mi rostro involuntariamente.

 

—Tienes que denunciarlos—dije entonces apartándome al sentirme incomoda con su mirada.

 

Me alejé de ella y fui hacia la nevera. Cogí el primer paquete congelado que había allí y volví a acercarme. Hizo una mueca cuando le coloqué el paquete en su ojo.

 

—A esos tíos no se les denuncia, pero eso no es lo que importa—dijo cogiendo el paquete y quitándoselo de la cara para poder mirarme con ambos ojos. —Tiffany, a partir de ahora y hasta que las cosas no se tranquilicen un poco, no quiero que vayas sola a ningún sitio, ¿me oyes?—me advirtió en tono de hermana mayor.

 

Me aparté mirándole con incredulidad.

 

—Esa gente es peligrosa y la han tomado contigo... y conmigo pero a mí me da igual recibir una paliza, y se defenderme, a ti te comerán viva si te encuentran sola e indefensa.

 

—Taeyeon no me van a hacer nada, no se van a meter en problemas porque haya herido el orgullo de ese gilipollas. —le contesté ignorando la mirada amenazadora que me lanzó.

 

—Hasta que no se haya solucionado no te voy a quitar los ojos de encima, ya puedes ponerte como te dé la gana—me soltó entonces.

 

¿Es que nunca íbamos a poder llevarnos bien?

 

—Eres insufrible, ¿lo sabías?—le contesté cortante.

 

—Me han llamado cosas peores— dijo encogiéndose de hombros y haciendo una mueca segundos después.

 

Respiré hondo varias veces.

 

—Ponte paños de agua caliente sobre los hematomas y algo frio sobre el ojo y el labio—le dije entonces, sintiendo pena por ella—Mañana estarás horrible pero si te tomas una aspirina y te quedas en la cama se te pasará en dos o tres días.

 

Frunció el ceño a la vez que una sonrisa curvaba sus labios.

 

— ¿Eres experta en palizas o qué?—me preguntó divertida.

 

Me encogí de hombros.

 

—He visto muchos documentales—contesté antes de dar media vuelta y alejarme de ella. No quería estar cerca de aquellas heridas por más tiempo y tampoco de una Taeyeon semidesnuda; era demasiado.

 

Aquella noche me fui directa a la cama... y tuve pesadillas.

 

 

***

 

 

A la mañana siguiente me levanté de mal humor. No había dormido casi nada y lo único que me apetecía era quedarme tirada en mi habitación. Solo un motivo me hizo deslizarme por el colchón y dirigirme al cuarto de baño. Lo admitiera en voz alta o no, quería saber cómo estaba Taeyeon. No sé ni cuándo ni cómo ni porqué de repente me sentía preocupada por ella, o siquiera porque me importaba, pero parecía que desde los últimos días habíamos creado una tregua agradable entre las dos. Desde la caricia que me había dado en la cocina antes de que me cortara el dedo no había vuelto a intentar nada conmigo y una parte de mí estaba cabreada por ello. Solo en aquellos instantes que había estado entre sus brazos mi vida había sido agradable. Me hacía olvidar de todo lo demás, pero supuse que era mejor llevarnos bien y no besarnos y odiarnos a muerte, como había ocurrido desde que había llegado.  

 

Me di una ducha rápida mientras recordaba la velada de la noche anterior. Había estado muy cabreada con Taeyeon por cómo se había dirigido a Mario en la cena pero aquella rabia había desaparecido en el instante en el que le había visto hecha un desastre en la entrada de la casa.

 

Mario había sido todo un caballero conmigo la noche anterior, y era muy gracioso. Me había invitado a salir aquella misma noche y yo le había dicho que sí. Era atractivo y me sentía a gusto y en calma a su lado. Además quería olvidarme de mi ex y también de aquella ridícula obsesión que estaba teniendo por Taeyeon.

 

No tardé mucho en vestirme y bajé descalza a la cocina para poder desayunar. No había ni rastro de Tae por allí pero Ji y mi madre estaban sentados muy juntos en la mesa hablando animadamente de algo.   

 

—Buenos días—les dije mientras me iba directa a la nevera y me servía un vaso de zumo. Sophie, la cocinera estaba cocinando algo que olía maravillosamente bien. Me acerqué hacia ella para ver que en la cazuela había chocolate fundido.

 

—Que rico, ¿Qué estas cocinando?—le pregunté.

 

Sophie me miró con una sonrisa.

 

—El pastel de cumpleaños del señor Kim—me dijo alegremente. Me giré automáticamente hacia Ji.

 

—Vaya, felicidades, no sabía que cumplías años—le dije con una sonrisa de disculpa. —Él se giró hacia a mí y soltó una carcajada.

 

—Perdona a Sophie, se ha equivocado, no es mi cumpleaños sino de Taeyeon—dijo divertido. Mi madre me sonrió desde su sitio.

 

Vaya, el cumpleaños de Taeyeon...no sé por qué pero me molestó no estar enterada.

 

—Esta fuera, ve a felicitarle—dijo mi madre antes de añadir—Ayer se peleó con un desgraciado que quiso atracarle, asique no te asustes cuando le veas la cara.

 

Asentí ante el ingenio de mi hermanastra para mentir. Ji a su lado frunció el ceño por lo que supe que él no era tan ingenuo como para creerse aquella mentira tan obvia. Nadie como mi madre como para confiar en cualquier persona.

 

Cogí un bollo de la mesa y salí al jardín. Le vi acostada sobre una tumbona, a la sombra y con las gafas de sol puestas. Llevaba una blusa y el bañador y parecía estar durmiendo. Supuse que al igual que yo ella tampoco había podido descansar mucho.

 

Sintiéndome una completa repelente me acerque hacia ella sigilosamente hasta estar a su lado.

 

— ¡Feliz cumpleaños!—grité con todas mis fuerzas soltando una carcajada al ver como saltaba de su asiento completamente sorprendida.

 

— ¡Joder!—gritó quitándose las gafas y dejando al aire libre su ojo verde, morado y azulado.

 

Fue tan cómico que no pude evitar seguir riéndome a carcajadas.

 

Me observó por un momento, entre enfadada y furiosa, pero al ver que no dejaba de reírme una sonrisa peligrosa apareció en su rostro.

 

— ¿Te hace gracia?—me dijo en tono amenazador dejando a un lado las gafas de sol y poniéndose de pie. Mi sonrisa desapareció y comencé a caminar hacia atrás sin apartar la mirada de su rostro.

 

—Lo siento—dije levantando ambas manos y sin poder evitar reírme otra vez. Cada vez que recordaba el salto que había pegado las carcajadas amenazaban con volver a salir.

 

—Está claro que lo vas a sentir—me dijo y entonces se abalanzó sobre mí. Corrí pero no sirvió de nada. Un segundo después le tenía detrás sujetándome y levantándome sobre su hombro. Hizo un gesto de dolor pero mis gritos lo amortiguaron.

 

— ¡No, Tae, por favor!—grite sacudiéndome con todas mis fuerzas. Me ignoró y entonces saltó conmigo a cuestas a la piscina. Ambas con ropa.

 

Me aparté de ella en cuanto nos zambullimos bajo el agua templada de un cálido día de verano. En cuanto salí a la superficie le tiré agua a la cara y vi cómo se partía de la risa mirándome en aquel estado. El vestido blanco se me había pegado a la piel y agradecí llevar ropa interior negra debajo de la prenda, sino habría sido realmente embarazoso.

 

Ella se sacudió el pelo con un movim

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Comments

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Cinderella127 #1
Muy buena historia, la adaptación quedo bien. Me gusta que está super bien escrita, con todo detalle. Y tiene muy buena redacción. Eso se aprecia.


Saludos.
Crazy_Girl_21
#2
Chapter 58: Genial
bello
Hermoso *.*
Estupendo
Me encato el fic ^.^
Sube la segunda parte por favor :3
skincrisday #3
Chapter 58: Que linda historia, me encanta el taeny
biankaA #4
Chapter 58: Amé el final <3<3 Es gratificante siempre terminar un fic. Estuvo buenísimo desde el comienzo, muchas gracias.
SNSD_5H #5
Chapter 58: Sube la segunda parte de "Culpa Tuya"
michie1995 #6
Chapter 58: Que linduuuu *-* casi lloro con el final tan tiernussss :3
key-k09
#7
Chapter 58: Quiero más pero se terminó. Me encantó. Gracias.♡
gabriela021
#8
Chapter 58: :'( Me gustó la historia me quede con ganas de mas, pero fue buena
loveless_colors
#9
Chapter 58: Muchas gracias por compartirnos esta historia *-* me encantó
roguecr #10
Chapter 58: Que hermosa historia. pro si me hubiera gustado q el epilogo fuese mas largo o fueran dos partes. para saber como reaccionaron sus papas. si hubo boda y si tae le cumplio la promesa de darle los hijos mas preciosos del mundo. segunda parte xfisss