Cap 24

Culpa Mía ©
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TIFFANY

 

Aquella mañana me desperté más temprano de lo normal. No sé si era por el remolino de pensamientos contradictorios que me llevé a la cama o porqué sabía que aquel día iba ser muy complicado, pero al levantarme y ver que el cielo estaba nublado supe que nada bueno iba a sacar de haberle pedido un favor a Taeyeon y de haber dejado que mi ex se quedase a dormir en mi casa. Mientras me vestía con el bañador y un vestido de playa, al parecer mi vestuario preferido del verano, me dije a mi misma que solo tenía que aguantar hasta las siete de la tarde, entonces empezaría en mi nuevo trabajo y podría desaparecer y evitar sin problemas a Dan.

 

Además había podido meditarlo mucho antes de dormirme, y el único sentimiento que quedaba hacia la persona que lo había supuesto todo para mí, era rabia y rencor. Estaba cabreada, no quería ni verle, es más me sentía como una estúpida por haberle dejado besarme. No se sí era porque en ese momento no lo tenía delante y por lo tanto los recuerdos que despertaba en mí no se revivían pero esa mañana no quería ni mirarle a la cara.

 

Bajé a la cocina con ganas de tomarme una buena taza de café y vi que estaba completamente vacía. Era bastante temprano por lo que tampoco me sorprendió mucho y aproveché para poder desayunar tranquila y a solas en aquella cocina tan grande. Cuando terminé decidí dar una vuelta con mi coche nuevo ya que apenas lo había utilizado y también aprovechar para visitar mi nuevo lugar de trabajo. Quería asegurarme que sabría llegar sin problemas por lo que las primeras horas de la mañana me dediqué a pulular por las calles de Los Ángeles. La gente tenía razón en cuanto a que el tráfico en aquella ciudad era exasperante. Tardé más de la cuenta en llegar al Bar pero por lo menos no me perdí. Después de dar varias vueltas por la zona me propuse pasar por la playa. Las calles ya habían empezado a llenarse a medida que entraba el medio día y yo me encontré buscando cualquier excusa con tal de no ir a casa. Aparqué el coche junto a la playa de Santa Mónica y me maravillé con las vistas y el puerto. Sabía que aquel sitio era muy conocido y comprendí porqué. El puerto era inmenso, con restaurantes, tiendas y un parque de atracciones perfecto para pasar un día como aquel con niños o con amigos. Vi que había varios chicos haciendo surf en la playa y después de un rato me senté en la arena a tomar el sol. Las playas eran tan grandes que tardabas lo tuyo hasta llegar al mar. Había un carril bici que atravesaba la playa y la gente iba paseando a los perros o corriendo mientras escuchaban música desde sus respectivos ipods. Era todo tan diferente a donde yo vivía. Era como estar metida de lleno en una película o en una serie de televisión de la TNT.

 

Después de un rato y justo cuando me levantaba para marcharme, sabiendo que no podía atrasarlo más, una cara conocida se me acercó con una sonrisa en el rostro.

 

— ¿Qué haces por aquí, hermanita de Taeyeon?—me dijo el chico que me había llevado a las carreras aquella noche: Mario.

 

—Hola, Mario—le dije colocándome la mano de forma de visera ya que el sol nos daba de lleno.

 

Mario era un chico guapo, latino y muy y. Desde el primer momento que le conocí me cayó bastante bien y me dio buenas vibraciones.

 

— ¿Cansada de la familia Kim?—me dijo con una sonrisa divertida. Tenía los dientes muy blancos y una sonrisa de esas que se contagian nada más verla. Iba con ropa de deporte y estaba sudado; obviamente había estado corriendo.

 

—Ni te lo imaginas—le dije recordando todo el drama de Dan y Taeyeon.

 

—Sabes, yo soy muy bueno despotricando contra tu hermana, podríamos quedar y hacerlo juntos ¿Qué te parece?—me dijo y no pude evitar reírme con él. Sabía que le gustaba, y además se había portado muy bien conmigo aquella noche y era divertido...

 

—Si quieres puedes pasarte por el bar que hay junto al paseo marítimo, el 48, hoy empiezo a trabajar allí y no me vendría mal tener a una cara conocida a la que poder recurrir si no tengo ni idea de lo que me piden.

 

Mario se rió.

 

—Estaré ahí para hacerte el día más fácil, ¿Qué te parece?

 

—Perfecto, te veo esta noche—le contesté.

 

Ya era bastante tarde, tenía que marcharme y enfrentarme a quienes me esperaban en casa.

 

Antes de seguir corriendo, Mario se acercó y me tocó la mejilla en una caricia fugaz. Me quedé sorprendida pero tampoco le di mucha importancia. Sería bueno tener otro amigo en aquella ciudad. Regresé al coche poco después y volví a casa. A medida que me iba acercando me fui poniendo más y más nerviosa. Lo sorprendente era que no lo estaba por ver a Dan si no por volver a encontrarme con Taeyeon. Cada vez nos acercábamos más y más la una a la otra y cada encuentro era tan intenso que incluso dolía.

 

Apenas hablábamos, es más ni siquiera podíamos decir que nos conociéramos pero la atracción ual que había cuando estábamos en la misma habitación era tan intensa que me costaba lo mío ignorarla y portarme con normalidad. Sabía lo que le había pedido al decirle que se hiciera pasar por mi novia y por ese motivo no dejaba de morderme las uñas y de tamborilear con los dedos contra el volante, nerviosa por regresar a casa.

 

Cuando aparqué el coche vi que la 4x4 de Tae no estaba aparcada. Me relaje un poco y mis sentimientos dieron paso al disgusto de tener que volver a ver a Dan.

 

Cuando entré en casa me fui directamente a las escaleras, pero mientras la subía Dan me llamó desde el piso de abajo. Me quedé quieta un momento y luego me giré para enfrentarme otra vez a él. Aquella sensación dolorosa en el pecho al verle volvió a aparecer pero estaba vez iba acompañada de un resentimiento y un cabreo que sabía no podía dejar estallar en medio de las escaleras.

 

— ¿Dónde estabas?, te he estado esperando—dijo alcanzándome en las escaleras.

 

Llevaba el pelo despeinado y sus ojos marrones me miraron con un intenso escrutinio.

 

—Salí a dar una vuelta, necesitaba aclararme las ideas—le dije dándole la espalda y subiendo la escaleras hasta llegar a mi habitación. No me hacía falta girarme para saber que me seguía, por lo que no me extrañó verle allí cuando entré en mi habitación y me giré para enfrentarme a él.

 

—Quiero que te marches—le dije sin darme tiempo a pensar mucho en lo que estaba diciendo.

 

Su rostro se descompuso y dio un paso hacia a mí. Yo retrocedí inmediatamente. Necesitaba que se quedase una distancia segura. Si volvía a tocarme perdería los papeles; la chica de ayer que dejaba que la besara después de que le hubiese puesto los cuernos había desparecido, había sido débil y nunca me lo perdonaría, pero eso se había acabado.

 

—Tiffany te he dicho mil veces que lo siento—dijo mirándome disgustado y sorprendido.

 

— ¿Y qué es lo que sientes exactamente?—dije elevando el tono de voz sin siquiera darme cuenta— ¿el haberte liado con mi mejor amiga, o el haberme engañado tres días después de que me marchara?

 

Di un paso hacia él. Cada segundo que pasaba y le tenía delante me cabreaba más.

 

— ¿O el haberme engañado muchas más veces?—le dije dándole en el pecho con mi mano. Deseaba sacarlo a patadas de mi habitación, empujarle, hacerle daño como él había hecho conmigo. — ¿O haber sido tan idiota como para que alguien te estuviese haciendo fotos y tú ni siquiera te dieses cuenta?—le grité empujándole.

 

Su mano me cogió las mías cuando intenté empujarle otra vez. Su mirada ahora estaba helada y estaba cabreado. ¿Él? ¿Él estaba enfadado? Aquello no tenía ningún sentido, casi me río si no hubiese sido porque estaba fuera de mí.

 

— ¿Y qué me dices de ti?—bramó dando un paso hacia adelante e intimidándome con su altura. Inmediatamente di un paso hacia atrás sorprendiéndome por su arrebato. —Tú te has enrollado con tu hermana—me soltó casi gritando.

 

Inmediatamente mis ojos se fueron a la puerta, temiendo que mi madre o Jiwoong lo hubiesen escuchado.

 

—No hay nadie Tiffany, se han ido—dijo dando un paso hacia a mí y cogiéndome los hombros con fuerza. — ¡Tú también me has engañado!

 

Intenté soltarme, asustándome al ver que me sostenía con fiereza haciéndome daño.

 

—Esa gilipollas me ha dejado hoy muy claro que estas con ella—soltó sin inmutarse de que yo estaba empujándole con mis manos puestas en su pecho en un intento inútil por separarme de él.

 

— ¡Suéltame!—grité, sin poderme detener a pensar en lo que acababa de decirme.

 

Entonces me zarandeó por los hombros.

 

—Tú eres mía, ¿lo entiendes?—gritó ahora empezando a asustarme. Había perdido los papeles y sabía exactamente por qué. Dan era un tío asquerosamente superficial y posesivo. Nunca me había importado que me quisiera solo para él, es más lo había visto como algo bueno...hasta ahora. Y sabía también por qué estaba tan cabreado. Si lo que decía era verdad y había estado hablando con Taeyeon, simplemente ver con qué tipo de persona estaba compitiendo tenía que haberle cabreado. Taeyeon era una mujer que te llamaba la atención nada más verle y Dan a su lado no le llegaba ni a la suela de los zapatos.

 

— ¡Yo no soy de nadie, suéltame!—grité desahogándome con mis gritos ahora que sabía que nadie podía escucharme.

 

—He esperado por ti demasiado tiempo como para que ahora me dejes por una gilipollas con dinero—me gritó zarandeándome más fuerte. Los dientes me castañearon y me dolían los brazos en donde sus dedos se clavaban en mi piel. — ¿O es por eso?—dijo deteniéndose y clavando sus ojos oscuros y fuera de sí en los míos asustados. — ¡¿Es por el dinero?! ¡¿Porque es rica?!

 

No podía creer lo que estaba escuchando. Cada palabra que salía de su boca se me clavaba en el corazón y cada una de sus miradas me dolía en el alma.

 

—Al final Beth va a tener razón...—dijo mirándome con odio— ¡No eres más que una puta igual que tú madre!

 

Me quedé quieta un momento al oírle decir eso. Pero me recuperé y empecé a revolverme.

 

— ¡Suéltame!—grité sabiendo que las lágrimas caerían por mis ojos de un momento a otro si no conseguía soltarme de él.

 

Entonces alguien entró en mi habitación y un segundo después me vi libre de la fuerza de sus manos y sus dedos en mi piel. Caminé hacia atrás hasta que me senté en la cama mientras mis ojos seguían lo que estaba ocurriendo en mi habitación.

 

Taeyeon había aparecido y había cogido a Dan del cuello. Le apretaba con tanta fuerza que Dan se había puesto rojo y sus ojos estaban desmesuradamente abiertos. Estaba contra la pared de la habitación y Taeyeon estaba tan fuera de sí que ni siquiera escuchó cuando empecé a gritarle que parara.

 

Las venas de su cuello latían con tanta fuerza que se le marcaban en el cuel

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Comments

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Cinderella127 #1
Muy buena historia, la adaptación quedo bien. Me gusta que está super bien escrita, con todo detalle. Y tiene muy buena redacción. Eso se aprecia.


Saludos.
Crazy_Girl_21
#2
Chapter 58: Genial
bello
Hermoso *.*
Estupendo
Me encato el fic ^.^
Sube la segunda parte por favor :3
skincrisday #3
Chapter 58: Que linda historia, me encanta el taeny
biankaA #4
Chapter 58: Amé el final <3<3 Es gratificante siempre terminar un fic. Estuvo buenísimo desde el comienzo, muchas gracias.
SNSD_5H #5
Chapter 58: Sube la segunda parte de "Culpa Tuya"
michie1995 #6
Chapter 58: Que linduuuu *-* casi lloro con el final tan tiernussss :3
key-k09
#7
Chapter 58: Quiero más pero se terminó. Me encantó. Gracias.♡
gabriela021
#8
Chapter 58: :'( Me gustó la historia me quede con ganas de mas, pero fue buena
loveless_colors
#9
Chapter 58: Muchas gracias por compartirnos esta historia *-* me encantó
roguecr #10
Chapter 58: Que hermosa historia. pro si me hubiera gustado q el epilogo fuese mas largo o fueran dos partes. para saber como reaccionaron sus papas. si hubo boda y si tae le cumplio la promesa de darle los hijos mas preciosos del mundo. segunda parte xfisss