Cap 38
Culpa Mía ©TAEYEON
Tenía una conmoción cerebral. Los pitidos de las máquinas del hospital a mi alrededor estaban impidiendo que mi corazón volviese a latir con normalidad. Sentí como la sangre bombeaba por mi cuerpo con una rapidez infinita, como todo mi cuerpo se encontraba en tensión, a la espera de que Tiffany volviese a abrir los ojos.
Me habían dicho que necesitaba descansar, que cuando despertase hablarían con ella para que explicase porque sufría, aparte de la conmoción cerebral, una deshidratación intensa. Le habían tenido que suministrar líquidos por una vía intravenosa, y todo era por mi culpa. Tiffany llevaba dos días sin comer absolutamente nada, la caída en la bolera seguramente había sido por eso mismo, solo que ninguno de los idiotas que iban con ella se le ocurrió que debían llevarla al hospital de inmediato. Por lo menos Lion me contó lo que había ocurrido, si no ni siquiera habría ido al bar a recogerla al ver que se retrasaba más de la cuenta, no habría podido estar ahí para defenderla de Ronnie, aunque tampoco habría estado ahí para volver a cagarla, y volver a meterme en una pelea por ella. Los médicos habían dicho que estaba bien, que no era nada grave, pero que la caída, el apenas haber comido y bebido en horas y el esfuerzo que había estado haciendo al trabajar más horas de la cuenta habían terminado por hacerla perder el conocimiento. De todas formas yo seguía preocupada. Estaba sumida en un profundo sueño, pero no se la veía tranquila, no tenía esa tranquilidad que yo había visto en ella cuando estaba dormida... algo no iba bien.
— ¡¿Dónde está?!—escuché cómo una voz exclamaba fuera de la habitación y me apresuré en salir.
— ¡Taeyeon!—dijo Clara que venía con mi padre a su lado, ambos con el semblante preocupado— ¿Qué ha pasado?
—Tranquila, ella, está bien, se golpeó la cabeza jugando a los bolos, pero los médicos me han dicho que en cuanto se despierte podrá ir a casa, solo necesita comer y descansar.
— ¿Qué se golpeó...?—dijo la madre de Tiffany entrando en la habitación sin terminar la frase. Me habría gustado detenerla, o advertirle de que Tiffany estaba dormida pero decidí no intervenir.
Entré tras ellos y justo entonces Tiffany empezó a despertarse.
— ¿Mamá?—dijo ella extrañada, como si no le cuadrara ver a su madre junto a ella en la habitación de un hospital, sus ojos recorrieron la habitación con inquietud hasta que se posaron en mí.
— ¿Tiffany, como te encuentras?—dijo Clara sentándose junto a ella y observándola preocup
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