Cap 39

Culpa Mía ©
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TIFFANY

 

Sabía que había sido una estúpida al haberme descuidado de aquella manera. Las cosas se habían desmadrado y se me habían acumulado demasiadas cosas a la vez. Lo de Tae, lo de la carta, la dichosa caída, el ver la sangre de Taeyeon derramarse por su mejilla, todo había podido conmigo. Ahora ya estaba en casa, por fin, me dolía horrores la cabeza pero agradecía poder estar en mi habitación, tranquila y sin ningún tipo de drama alrededor. No tenía ni idea de donde estaba Taeyeon, pero no tenía ningún interés en verle, ni en perdonarle. Tae seguía siendo un error, un error grandísimo, lo había terminado de comprobar la pasada noche en el bar. Estar con Taeyeon solo me había traído problemas y sufrimiento, más sufrimiento del que ya sentía, y comprendí que iba a tener que dejarle ir, yo no le convenía, ni ella a mí tampoco, y a pesar de que me dolía de una forma desgarradora pensar que no iba poder tenerle para mí, comprendí que era lo correcto, era lo adecuado si quería construir una nueva vida en aquel lugar, si quería encajar en aquella cuidad y recomponer los cachitos que se habían ido rompiendo de mi corazón a lo largo de mi vida.

 

Así que, me levanté de la cama dos días después dispuesta a dejar todo lo malo atrás. Había quedado con Jenna esa misma tarde para ir de compras, solo faltaba un día para que empezaran las clases, y aunque estaba nerviosa y asustada me alegraba dejar atrás el verano, quería empezar de nuevo, hacer las cosas mejor y recuperar a mi antiguo yo.

 

Gracias a Dios, Jenna era del tipo de persona que te absorbía cuando estabas con ella por lo que pude distraerme e intentar concentrarme en que el día siguiente sería mi primer día en St Mary. Según Jenna era un colegio elitista, y dentro podías encontrarte todo tipo de personas, claro que había algo en común entre ellos y era que todos estaban forradísimos. No sabía cómo iba a hacer para poder encajar pero cuando me quise dar cuenta eran las siete de la mañana y el despertador sonaba para darme la bienvenida a mi primer día de instituto.

 

El uniforme ya arreglado y hecho a mi medida reposaba sobre la silla de mi escritorio y cuando salí del baño y comencé a vestirme aún con la oscuridad del amanecer no pude evitar sentirme como una completa extraña. Por lo menos me habían acortado la falda que ahora quedaba unos cinco dedos por encima de mis rodillas y la camisa ya no me estaba inmensa sino que se me ajustaba en las partes adecuadas. Me puse los zapatos negros y me observé en el espejo. Dios mío, qué horror, y es que encima tenía que ser verde, verde moho. El único problema que había era que no tenía ni idea de cómo hacerme la corbata. La cogí a la vez que cogía mi bolso y salí de la habitación con esos nervios que tiene uno el primer día colegio; solo que lo normal es sentirlos cuando se tiene seis años y no diecisiete.

 

En la cocina estaba mi madre, ya vestida pero con cara de dormida y una taza de café en sus dedos y sentada en frente a la isla estaba Taeyeon. Desde que había regresado del hospital apenas le había visto, solo una vez que entró para ver como estaba, pero me hice la dormida por lo que llevábamos tres día sin hablarnos, aunque según mi madre ni siquiera había pasado la noche aquí. No pude evitar detenerme en la puerta un momento antes de tener el coraje necesario de mirarle a la cara otra vez. Tenía el pelo despeinado recogido en un moño, pero estaba vestida como a mí me encantaba: con vaqueros ajustados a cada parte de su anatomía y un sweater de color negro. Suspiré internamente antes de que mi mente recordara que se había acostado con otra habiendo estado yo en la habitación de al lado.  

 

Sus ojos me observaron de arriba abajo y sentí vergüenza de que me viera con aquellas ridículas prendas. Pero para mi sorpresa no se río ni hizo ningún tipo de comentario sino que simplemente me observó unos instantes, para luego regresar su vista a el periódico. Me giré hacia a mi madre.

 

—No tengo ni idea de cómo se pone esta cosa ridícula, necesito que me ayudes. —Le dije siendo claramente consciente de lo dura que había sonado mi voz.

 

Mi madre se giró hacia a mí y sonrió más riéndose de mí que de otra cosa.

 

—Estas muy mona, Tiff—dijo soltando una risita. Yo le puse mala cara.

 

— Parezco un elfo y no te rías—le dije sentándome en una de las sillas de la isla frente a Taeyeon que seguía leyendo el periódico pero se le había formado una pequeña, casi ilegible, sonrisa.

 

—Te haré el desayuno, y pídele a Tae que te ayude con la corbata—me dijo levantándose y dándonos la espalda. Miré incómoda a Taeyeon que había levantado su mirada hacía mí y me observaba con las cejas levantadas.

 

Mi madre puso música por lo que mis latidos quedaron reservados solo para mis oídos. No quería tener que acercarme a Taeyeon, pero no sabía cómo ponerme aquella cosa y la verdad es que no quería pasarme media hora buscando un vídeo en YouTube que me explicase cómo hacerlo. Me puse de pie y me acerqué hacia ella con la mirada clavada en cualquier sitio menos en ella.

 

Ella giró su silla hacia a mí y sin ponerse de pie colocó una mano en mi cintura hasta que quedamos frente a frente, yo de pie entre sus piernas abiertas.

 

—Te queda bien el uniforme—me dijo intentando entrelazar las miradas.

 

—Estoy ridícula, y no quiero que me hables—le dije poniéndome tensa cuando sus dedos acariciaron mi piel para levantar el cuello de mi camisa blanca.

 

Al otro lado de la cocina mi madre cocinaba y cantaba ajena a lo que estaba ocurriendo a tres metros suyo.

 

—No voy a dejar de hablarte, voy a hacer que cambies de opinión—me dijo juntando su rostro al mío más de lo que se consideraría apropiado. —Te quiero para mí, Tiffany, y no voy a parar hasta conseguirlo.   

 

¿Pero que estaba diciendo? ¿Se había vuelto completamente loca? Era de Kim Taeyeon de quien estábamos hablando, ella no era de nadie ni nadie era de ella, aquello era ridículo.

 

Sus dedos volvieron a acariciar mi cuello, esta vez de una forma deliberada y sensual. Sentí como me estremecía y por un instante tuve que cerrar los ojos para poder concentrarme en lo que de verdad pensaba y quería. Y no quería a Taeyeon haciéndome daño otra vez, ni ningún otro chico o chica.

 

— ¿Has terminado?—le dije entonces. Ella detuvo sus dedos y me observó fijamente. Con un movimiento rápido me subió el nudo de la corbata hasta que estuvo colocado en su sitio y se puso seria.

 

—Sí, suerte en tu primer día—y entonces se levantó y sin venir a cuento me dio un beso rápido en la mejilla. Sentí un cosquilleo allí donde sus labios rozaron mi piel y una parte de mí quiso gritarle que me abrazara, que me acompañara aquel estúpido instituto y que me besara hasta perder el sentido. Pero simplemente me quedé allí quieta hasta que escuché como salía por la puerta.

 

—Tiffany—me llamó mi madre desde el otro lado de la cocina. Al parecer me había quedado inmersa en mis pensamientos y ni la había escuchado.

 

Me giré hacia ella al mismo tiempo que depositaba mi taza de café frente a mí y una carta sin remitente.

 

Me puse tensa al instante.

 

—Ha llegado esta mañana—dijo ella mientras se terminaba de beber su café. —Tiene que ser de alguien de por aquí, no tiene ni sello y ninguna dirección... ¿tienes ida de quien puede ser?—me preguntó mirándome atentamente.  

 

Negué con la cabeza al mismo tiempo que la cogía con manos temblorosas y la abría. Mi madre se encogió de hombros y regresó al periódico. Agradecí su falta de interés ya que estaba completamente segura de que me había puesto blanca como el papel.

 

Cuando la saqué del sobre la letra era la misma que la otra carta y decía lo siguiente:

 

Te estoy vigilando, espero el momento idóneo para ponerte las manos encima, lo deseo más que nada, te estoy asustando y me encanta, me hace feliz verte sufrir; no deberías estar aquí, nunca debiste estar.

 

Pdt: suerte en tu nuevo colegio.

 

P.A

 

Solté la carta sobre la mesa sintiendo un nudo profundo en el estómago. Mi corazón comenzó a acelerarse y el miedo me recorrió por entera. Aquellas cartas estaban empezando a preocuparme... ¿quién podía ser tan mezquino como para amenazarme de aquella forma? Quien fuese tenía que conocerme bien ya que estaba al tanto que empezaba el colegio aquel día. Solo se me ocurría Ronnie y la única a la que podía acudir si se trataba de él era la última persona a la que le pediría ayuda.

 

Me metí la carta en el bolsillo del jersey y me puse de pie.

 

— ¿No te terminas el desayuno?—me preguntó mi madre frunciendo el ceño.

 

—Estoy nerviosa, ya comeré algo luego—le dije saliendo de la cocina y corriendo hacia mi habitación. Cogí la otra carta que escondía en mi mesilla de noche y la puse junto a esa. Sí, en efecto era la misma letra y eran casi igual de breves, pero sí que había una diferencia, la firma. P.A. ¿Eso significaba que había más de una persona detrás de ello, y que firmaban con sus iniciales? ¿Dios mío como me había buscado enemigos tan pronto? Escondí las cartas en el cajón e intenté dejar de pensar en todo aquello. Aquel era mi primer día y no quería tener que estar preo

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Comments

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Cinderella127 #1
Muy buena historia, la adaptación quedo bien. Me gusta que está super bien escrita, con todo detalle. Y tiene muy buena redacción. Eso se aprecia.


Saludos.
Crazy_Girl_21
#2
Chapter 58: Genial
bello
Hermoso *.*
Estupendo
Me encato el fic ^.^
Sube la segunda parte por favor :3
skincrisday #3
Chapter 58: Que linda historia, me encanta el taeny
biankaA #4
Chapter 58: Amé el final <3<3 Es gratificante siempre terminar un fic. Estuvo buenísimo desde el comienzo, muchas gracias.
SNSD_5H #5
Chapter 58: Sube la segunda parte de "Culpa Tuya"
michie1995 #6
Chapter 58: Que linduuuu *-* casi lloro con el final tan tiernussss :3
key-k09
#7
Chapter 58: Quiero más pero se terminó. Me encantó. Gracias.♡
gabriela021
#8
Chapter 58: :'( Me gustó la historia me quede con ganas de mas, pero fue buena
loveless_colors
#9
Chapter 58: Muchas gracias por compartirnos esta historia *-* me encantó
roguecr #10
Chapter 58: Que hermosa historia. pro si me hubiera gustado q el epilogo fuese mas largo o fueran dos partes. para saber como reaccionaron sus papas. si hubo boda y si tae le cumplio la promesa de darle los hijos mas preciosos del mundo. segunda parte xfisss