Cap 19

Culpa Mía ©
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TAEYEON

 

Ardía por dentro. En todos los sentidos posibles de la palabra, estaba ardiendo. Hacia una semana que no había dejado de pensar en el beso que nos dimos en las carreras y eso me había puesto cada vez de peor humor. Verla allí en mi casa restregándome algo que no podía tener era algo que no podía soportar. Aquella noche estaba increíble, y no podía quitar mis ojos de su cuerpo. De sus piernas, de su escote, de su pelo increíblemente largo y brillante, pero lo que no podía aguantar era que bailara delante de mis narices con mis amigos y ver como todos se la comían con los ojos. Ya había tenido que soportar como varios de ellos decían obscenidades refiriéndose a ella y me sorprendía lo mucho que me afectaba puesto que yo era la primera en decir ese tipo de cosas cuando aparecía una tía que estuviese buena, ¿pero con Tiffany? Simplemente era algo que me enloquecía.  

 

Cuando la vi con mi móvil y me fijé en las fotos que le estaban mandando sentí un poco de pena por ella y rabia hacia quien fuera incluyendo a ese ex novio suyo, pero lo que claramente no había planeado era llevarla al despacho de mi padre y enrollarme con ella. Estaba claro que tenía varias copas de más y no me di cuenta de lo que estaba haciendo hasta que no se encendió la luz y la vi claramente. Sus mejillas estaban sonrosadas y sus labios hinchados por mis besos... Joder solo de pensarlo me daba ganas de ir en su busca otra vez, pero no podía hacer eso, no con ella, era mi hermanastra por el amor de Dios, la misma hermanastra que había puesto mi mundo patas arriba y la misma que había hecho que perdiera mi coche.

 

Me quite aquellos pensamientos de mi cabeza y salí al jardín. Iba a permanecer alejada de ella, no podía acostarme con alguien que vivía en mi casa, alguien que vería todos los días y menos con alguien que era hija de la persona que había ocupado el lugar de mi madre, un lugar que hacía muchísimo tiempo había descartado de mi vida.

 

Me quedé fuera hasta que la mayoría empezó a marcharse, dejando a su paso un completo desastre, con vasos de plásticos tirados por el césped, botellas de cerveza, y quién sabe qué más. Frustrada me encaminé en dirección a la puerta de la cocina, no sin antes fijarme en los que quedaban por allí. Entre los pocos rezagados estaban Jenna y Lion. Ella estaba sentada sobre su regazo mientras él le besaba en el cuello haciéndola reír.

 

Por poco y no vomito por el camino. Quien me iba a decir que esos dos iban a acabar así. Lion era como yo, le encantaban las mujeres, las fiestas, las carreras, la droga... y ahora se había convertido en el perrito faldero de una cría como Jenna.

 

Las mujeres solo servían para una cosa, todo lo demás acarreaba problemas, ya lo había comprobado con mis propias experiencias.

 

— ¡Eh, tía!—me gritó Lion haciéndome girar—Mañana hay barbacoa en casa de Joe, ¿te veo allí?

 

Barbacoa en casa de Joe, eso solo significaba fiesta hasta la madrugada, muchas tías buenas y buena música... pero yo ya tenía planes para el día siguiente, unos planes que quedaban a más de seis horas de distancia y los cuales adoraba y odiaba al mismo tiempo.

 

Me giré hacia él.

 

—Mañana me voy a las Vegas—le dije mirándolo con cara de circunstancias. Él lo comprendió al instante y asintió.

 

—Diviértete y mándale recuerdos a Sunny—me dijo sonriendo a la vez que Jenna me observaba con interés.

 

— ¿Quién es Sunny?—me preguntó con voz melosa— ¿Una show girl de las Vegas, Tae? Veo que cada vez apuntas más alto... o más bajo dependiendo de cómo se mire.

 

La fulminé con la mirada, antes de que Lion interrumpiera lo que estaba a punto de decirle.

 

—No te metas, Jenna—le dijo antes de volverse hacía a mí y dejarme claro con su mirada que no la tomara con ella.

 

Respiré hondo y me calmé.

 

—Os veo cuando vuelva—les dije a modo de despedida para después atravesar la casa y subir hasta mi habitación. Había una tenue luz bajo la puerta del cuarto de Tiffany, y me pregunté si estaría despierta, para después recordar que le tenía miedo a la oscuridad.

 

Algún día cuando las cosas se calmaran entre las dos le preguntaría por ello; esa noche solo me quedaba descansar; mañana sería un día muy largo.

 

***

 

La alarma del móvil sonó a las seis y media de la mañana. La apagué con un rugido al mismo tiempo que me decía a mí misma que tenía que espabilar si quería estar en las Vegas a eso de las doce del mediodía. Esperaba que conducir durante tantas horas me ayudara a calmar el mal humor que aún persistía desde la noche anterior. Salí de la cama y me di una ducha rápida; me puse los vaqueros y una camiseta de mangas cortas consiente del calor infernal que haría en Nevada y el cual detestaba desde la primera vez que había estado allí. Las Vegas era un sitio alucinante siempre y cuando estuvieras dentro de los hoteles con aire acondicionado; fuera era casi imposible estar más de una hora sin agobiarte por el calor húmedo del desierto.

 

Los recuerdos de la noche anterior volvieron a azotarme en cuanto pasé por la puerta entreabierta de Tiffany; como si no hubiese tenido suficiente con haber soñado con ella toda la maldita noche. Se me había metido en la cabeza y no había manera de sacarla de allí.

 

Bajé los escalones y me fui directo a la cocina a por una taza de café. Sophie no llegaría hasta pasadas las diez por lo que me las ingenie como pude para hacerme un desayuno más o menos decente. A las siete ya estaba montada en mi coche y lista para marcharme.

 

Con la música distrayéndome intenté ignorar la sensación que siempre me embargaba cuando tenía que ir a ver a Sunny, aún recordaba el día en el que me había enterado de su nacimiento.

 

Tenía diecinueve años cuando llegó aquella llamada que me afectó tanto o más que la desaparición de la persona que la hacía. Mi madre, Anabell Grason, antiguamente Anabell Kim, nos había abandonado a mi padre y a mí cuando yo solo tenía doce años. Aún podía recordar el vacío que se adueñó de mí misma cuando comprendí que nunca más iba a volverla a ver. Mi relación con ella siempre había sido muy estrecha, mi madre me adoraba o eso siempre me decía, al contrario que mi padre, cuya relación conmigo siempre había sido de frío contacto y peleas constantes. Mi madre había sido la mediadora en esas peleas, hasta que se marchó. La tristeza que sentí al comprender que se había marchado sin más se fue convirtiendo en un profundo odio hacia ella y a las mujeres en general, la única que debía quererme por encima de todas las cosas me había cambiado por otro hombre, un millonario dueño de uno de los hoteles más importantes de Las Vegas y cuyo nombre mi padre había limpiado después de que se le acusara de fraude por más de diez millones de dólares. Así se conocieron mi madre y él, porque había sido un cliente de mí padre, un amigo, un socio... Y la muy zorra lo había abandonado.

 

Cuando fui creciendo y cualquier sentimiento hacia ella hubo desaparecido mi padre me contó toda la verdad. Mi madre nunca había sido feliz con él, me había querido a mí pero era una infeliz que lo único que deseaba era tener más millones a cada día que pasaba. No le bastó estar casada con uno de los empresarios y abogados más importantes del país, prefería acostarse con el fraude de Grason. Ese hombre, el marido de mi madre, fue el que le prohibió volver a verme o a tener cualquier contacto conmigo o con mi padre y en el momento en el que ella acepto esa petición dejó de tener cualquier relación conmigo. Los abogados de mi padre consiguieron la custodia completa y mi madre renunció a cualquier derecho sobre mí... hasta hacía cuatro años, cuando se enteró de que estaba embarazada y su vena maternal resurgió de la nada.

 

Me había llamado después de siete años sin saber absolutamente nada de ella para decirme que quería volver a verme y quería que conociera su hija recién nacida, mi hermana, Sunny, que cumplía cinco años aquel mismo día.

 

Al principio lo único que fui capaz de hacer fue colgar el teléfono y decirle que no volviera a llamarme nunca más. Dos días después tres fotos de un bebe diminuto me llegaron a mi correo electrónico. Ni siquiera sabía cómo lo conseguía pero sabía mi teléfono, mi correo y también donde poder localizarme.

 

Solo tiene un mes y deseo que mi hija tenga una hermana mayor como tú. Siento haberte abandonado, Taeyeon, espero que el poder dejarte ver a tu hermana haga que algún día puedas perdonarme por lo que te hice.

 

Estuve otros dos meses sin tener ningún contacto con ella aparte de las fotos que me enviaba constantemente contándome todo lo que hacía mi hermana. Sentía un nudo en el pecho cada vez que pensaba que esa niña, sangre de mi sangre, solo conocería al estafador de su padre y a la arpía y loca de mi madre.

 

Así pues mi padre se enteró, y le dejé muy claro que quería obtener algún derecho sobre mi hermana pero sin tener ningún contacto con mi madre o su marido. Ella había renunciado a mí y yo solo sentía desprecio y odio hacia aquella mujer que había arruinado mi infancia. Después de meses luchando con abogados el juez me cedió libertad para ver a mi hermana dos días de cada semana, siempre y cuando la dejara a las siete de la tarde en casa otra vez. Mi madre y yo no tendríamos ningún contacto y una asistente social se encargaría de llevarme a Sunny para que yo pudiera recogerla y pasar tiempo con ella. Debido a la distancia que nos separaba eran pocas las veces que la veía pero por lo menos dos veces al mes me la llevaba por ahí y disfrutaba de la compañía de la única chica a la que decidí abrir mi corazón.

 

Mi madre y yo no volvimos a vernos después del juicio y pareció aceptar que no volvería a tener ninguna relación con su hija primogénita. Aunque no podía evitar que Sunny hablara de ella o le hablara a mi madre de mí. Eso era lo que odiaba de aquellas visitas, porque de algún modo no

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Comments

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Cinderella127 #1
Muy buena historia, la adaptación quedo bien. Me gusta que está super bien escrita, con todo detalle. Y tiene muy buena redacción. Eso se aprecia.


Saludos.
Crazy_Girl_21
#2
Chapter 58: Genial
bello
Hermoso *.*
Estupendo
Me encato el fic ^.^
Sube la segunda parte por favor :3
skincrisday #3
Chapter 58: Que linda historia, me encanta el taeny
biankaA #4
Chapter 58: Amé el final <3<3 Es gratificante siempre terminar un fic. Estuvo buenísimo desde el comienzo, muchas gracias.
SNSD_5H #5
Chapter 58: Sube la segunda parte de "Culpa Tuya"
michie1995 #6
Chapter 58: Que linduuuu *-* casi lloro con el final tan tiernussss :3
key-k09
#7
Chapter 58: Quiero más pero se terminó. Me encantó. Gracias.♡
gabriela021
#8
Chapter 58: :'( Me gustó la historia me quede con ganas de mas, pero fue buena
loveless_colors
#9
Chapter 58: Muchas gracias por compartirnos esta historia *-* me encantó
roguecr #10
Chapter 58: Que hermosa historia. pro si me hubiera gustado q el epilogo fuese mas largo o fueran dos partes. para saber como reaccionaron sus papas. si hubo boda y si tae le cumplio la promesa de darle los hijos mas preciosos del mundo. segunda parte xfisss