Cap 30
Culpa Mía ©
Capítulo 30 XD
Gracias por la Portada ;) créditos a (Pink_gangstah)
TAEYEON
Aún no comprendía del todo porque motivos la había invitado a pasar un fin de semana conmigo en Bahamas. Simplemente su rostro apareció en mi cabeza en cuanto vi los billetes y el viaje pagado. Mis mejores amigos eran Lion y Jenna y Tiffany había trabado amistad con ella así que... me pareció lo más lógico, o lo más masoquista teniendo en cuenta las circunstancias.
Desde que se había relajado y nuestra relación era más llevadera, no podía dejar de pensar en ella. Me volvía loca solo de pensar en dejarla sola ahora que la habían amenazado y ni hablar de la rabia que se apoderaba de mí, cada vez que me la imaginaba cerca de cualquier otro tío, alguien que no fuera yo. Simplemente pensar que había estado en manos de Dan me ponía de mal humor, quería partirle la cara por haberle hecho daño, pero ese no era el principal motivo sino más bien los nueve meses que había disfrutado de ella, tocándola, besándola y Dios quiera que no, desnudándola...
Imágenes de Tiffany entregándose a cualquiera que no fuese yo me atormentaban por las noches y por el día; nunca me había considerado una mujer celosa, más bien porque nunca había reclamado a ninguna chica como mía, y me estaba matando. Su manera de sonreír, de esa forma tan infantil..., lo que más me atraía de ella era que era y por naturaleza. Daba igual como fuera vestida, daba igual si se maquillaba o si iba hecha un desastre, cada vez que mis ojos recaían en ella, mi mente se imaginaba mil formas diferentes de hacerla suspirar de placer. Lo que había ocurrido en la piscina técnicamente no debería haber pasado, me había prometido a mí misma no volver a acercarme, pero me lo ponía demasiado difícil. La noche anterior había querido matarla por todo lo que había causado con Ronnie y por haberse ido con Mario pero en cuanto había visto su mirada de horror al verme las heridas, y cuando me había rozado la piel desnuda con sus cálidos dedos... simplemente tuve que hacerme de todo mi autocontrol para no devorarla allí mismo encima de la encimera de la cocina.
Y lo peor era que estaba cogiendo confianza. Ya no estaba a la defensiva ni le importaba despertarme de un grito mientras dormía... Ni siquiera me había apartado cuando ya no había podido aguantar más y mis manos se habían dedicado a acariciarla debajo del agua, sus piernas eran tan largas y sus curvas tan endemoniadamente ys...
Y esa noche salía con el imbécil de Mario, uno que no se quedaba atrás a la hora de llevarse chicas a la cama ni de sobarlas en cuanto tenía ocasión...mierda, era como yo, pero no podía dejar que tocase a Tiffany, a ella no, era demasiado inocente, era una cría, una cría que volvería loco a cualquier tío con ojos.
Me fastidiaba que se largase con él el día de mi cumpleaños, la quería para mí, quería enseñarle las cosas buenas de esta ciudad, de repente quería que su visión de mi cambiara, no soportaba pensar que no merecía poder tenerla.
Entonces llamaron a la puerta. Estaba terminando de vestirme por lo que simplemente me molesté en gritar que pasasen. Mientras me abrochaba los botones de la camisa que llevaría aquella noche, unos ojos color miel me devolvieron la mirada por el espejo.
-¿Ya has vuelto de tu cena? –pregunté sarcásticamente a la vez que intentaba contener las ganas de girarme hacia ella y obligarla a quedarse allí metida, conmigo toda la noche.
-¿Hoy haces una fiesta de cumpleaños?-me preguntó ignorando mi pregunta. Me giré hacia ella intentando demostrar indiferencia.
-¿Esperabas que me quedase aquí viendo una peli, hermanita?-le dije con sarcasmo disfrutando al ver cómo me fruncía el ceño. Sus ojos se veían más oscuros cuando lo hacía.
-Podrías habérmelo dicho, Jenna y Lion creían que iba, están abajo esperándote-me dijo cruzando los brazos sobre el vestido negro que llevaba. Era muy ajustado, y le quedaba unos cinco dedos por debajo del culo. Sentí como el mal humor comenzaba a surgir al pensar que Mario podía meter la mano debajo de ese vestido.
No tengo tiempo para esto, si quieres venir, ven, estarás en la lista-dije escupiendo cada palabra-Pero tu querido amiguito, no, así que decide-le dije acercándome a ella. Si no podía tocarla por lo menos olería aquel perfume que tanto me excitaba.
-Me miras como si fuera la mala de la película, yo no sabía que era tu cumpleaños hasta hace unas pocas horas, Mario me invitó antes, no puedo dejarlo plantado-me soltó entre enfadada y culpable.
-¿Y te crees que él no lo sabía?-le pregunté irritada, a sabiendas que Mario había organizado todo aquello a costa mía.
Sus ojos se entrecerraron un momento, entre sorprendidos y enfadados para después demostrar culpabilidad. Era adorable, se sentía culpable por no asistir a una fiesta de la que ni siquiera había estado enterada.
No pude evitarlo y acerqué una mano a su cintura tirando de ella hacía a mí. Sus ojos buscaron los míos con duda pero a la vez expectantes.
-Vamos, pecas, ven a mi cumpleaños-le pedí apartándole el pelo del hombro y depositando allí un beso ligero. Sonreí contra su piel al ver que se le ponía el bello de punta. Por lo menos podía estar seguro de que le atraía y de que podía tener cierta influencia en ella o en su cuerpo, mejor dicho.
-¿Tú quieres que vaya?-me preguntó con la voz entrecortada mientras mis labios iban subiendo por su cuello.
¿Quería que viniese? Estaba claro que no iba a poder tocarla en aquella fiesta, nadie podía saber lo que estaba ocurriendo entre las dos, y tenerla allí y no poder besarla como ahora... me iba a resultar complicado.
-Claro que quiero-contesté un momento después. No sabía en donde me estaba metiendo pero mejor tenerla allí que no saber dónde estaba ni qué estaba haciendo.
Giró la cara y posó sus suaves labios contra los míos en un beso demasiado rápido como para poder disfrutarlo.
-Iré después de la cena-me soltó entonces girándose para salir por mi puerta.
-¿QUE?-dije más alto de lo necesario y tirando de ella para que no se marchara.- ¿Cómo que después de la cena? Vienes ahora-le dije con ganas de zarandearla.
¿Qué coño estaba haciendo?
-Taeyeon no voy a dejarle plantado, iré un poco más tarde, además me apetece salir con él, me cae bien-me soltó.
Esta tía iba a acabar conmigo. Entonces seguíamos con ese rollo de amigas con derecho a rose, pues muy bien. Se iba a enterar de lo que era una relación de ese estilo con alguien como yo.
La solté y la miré con calma fingida.
-Muy bien, te veré luego si es que tengo tiempo-dije cogiendo mis llaves del mueble y rodeándola para bajar por las escaleras.
No la necesitaba, podía estar con quien me diera la gana, es más, tenía que aprovecharme de aquella situación, la tendría cuando quisiera y a la vez no tendría que renunciar a las demás mujeres con las que me gustaba divertirme.
Aquella noche prometía, eso seguro.
***
La fiesta se había organizado en la casa de uno de mis amigos del barrio, Mike. Era un buen tío, amigo de la universidad y casi siempre se ofrecía a dejarnos su casa junto al lago para poder hacer este tipo de fiestas. Jenna y Anna se habían encargado de la decoración que contenía desde globos con helio de color rojo y negro a todo tipo de tonterías decorativas.
Por suerte el encargado de lo importante había sido Lion que con los demás chicos habían provisto la casa de alcohol, comida y más y más alcohol. En cuant
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