Sombras II

La canción número 7 (Adaptación Taeny)
Please Subscribe to read the full chapter

Tiffany:

Desde mi última visita a la ciudad no había podido dejar de imaginar cómo sería el verdadero padre de mi novia. Había imaginado millones de rostros que pudieran corresponderse con la idea que me había forjado de él. Lo que jamás hubiera imaginado es que fuese a encontrarme con aquel rostro tan familiar, que observaba mi reacción con una dulce sonrisa de disculpa en sus labios. No, nunca habría podido adivinar que fuese a encontrarme con Jaejoong en aquel salón de la residencia.

—Hola Tiffany —me saludó. De repente, todo tuvo sentido: esos ojos tan vivos y claros, aquella expresión tan familiar, sus viajes por el extranjero, mudarse a Yeongjong sin conocer a nadie allí, su interés por acercarse a mí, la mujer con la que no se había casado...

Todo coincidía, ¿cómo no me había dado cuenta antes?

— ¡Tú eres su padre! —exclamé, cuando por fin conseguí salir de mi asombro.

—En efecto, yo soy su padre —admitió con una sonrisa. Sus ojos me pedían disculpas por no habérmelo dicho antes.

Me desplomé en el sofá que tenía detrás.

— ¿Se puede fumar aquí? —se me ocurrió preguntar. Necesitaba nicotina urgentemente.

—No, pero salgamos al porche —ofreció Heesun—. Allí podrás fumar tranquila. ¿Quieres algo de beber?

—Un whisky, o Vodka, lo más fuerte que tengas —dije, tratando de bromear.

— ¿Una Coca-Cola te sirve? —me ofreció ella con una sonrisa.

—Sí, con eso bastará —acepté, todavía petrificada por la situación.

Mientras ella iba a por los refrescos, Jaejoong y yo salimos al jardín.

Fui incapaz de tomar asiento. Me encontraba demasiado alterada como para estar quieta. Dejé mi bolso en una de las butacas de mármol y comencé a pasearme de un lado a otro. No conseguía salir de mi asombro. Aunque lo más sorprendente de todo era que no me molestara el engaño al que Jaejoong me había sometido.

—Supongo que ahora entiendes qué es lo que hago enYeongjong, aparte de dar clases —dijo él, con la espalda apoyada en una de las columnas de piedra que sujetaban el tejado de aquel largo porche.

—Sí, ahora lo entiendo. Es como colocar la última pieza de un rompecabezas que antes parecía borroso —respondí, sin dejar de caminar—. Nunca entendí muy bien cómo alguien tan sofisticado y urbano como tú había acabado en un pueblo de la sierra.

— ¿Tanto desentono? —preguntó contrariado.

—No desentonas, destacas —puntualicé.

—No creo ser tan distinto a los demás profesores de la universidad.

—Jaejoong, créeme, por mucho que te empeñes, tú no pasas desapercibido. Eres muy diferente a los demás profesores. Pareces salido de una calle de Nueva York o de un café de Paris.

—Supongo que no puedo disimular de dónde vengo, ¿no?

—No, no puedes, ni falta que hace. Es mejor ser especial que uno del montón — le aseguré.

—No soy especial, las que han sido especiales han sido mis circunstancias, eso es todo.

— ¿Por qué no me dijiste quién eras? —pregunté al fin.

—Creí más conveniente que Heesun nos presentara como es debido.

—Desde el primer momento algo en ti me resultaba misterioso, pero al mismo me resultabas muy familiar.

—Supongo que en algo me debo de parecer a ella, o ella a mí.

—Sí, ahora que conozco su parentesco tengo de decir que sí se parecen. Y no sólo físicamente.

Lo observé detenidamente. Ahora que conocía la verdad me resultó muy evidente el parecido entre ambos.

—No la conozco, tan sólo la he visto alguna vez de lejos —dijo con tristeza—. Así que me tengo que conformar con tus observaciones.

— ¿No te has cruzado con ella por la universidad?

—No, ni una sola vez. Las vi juntas en una ocasión, pero estaban muy lejos. Deduje que se trataba de Taeyeon porque iban cogidas de la mano. Nunca la he visto cara a cara.

Sacó la cartera del bolsillo de su pantalón vaquero y buscó algo en su interior. Me tendió una fotografía algo arrugada y descolorida. En ella Taeyeon sonreía a la cámara cuando tendría unos diez años.

—Esto es lo más cerca que he estado de ella —dijo apenado.

Lejos de estar molesta por no haberme dicho desde un principio quién era, me sentía muy aliviada de que fuese él precisamente quien hubiera aparecido junto a Heesun en aquel elegante salón. Jaejoong no era un completo desconocido para mí y además, me caía muy bien. Ya que iba a tener que ayudarle a que su hija lo conociera, prefería mil veces a alguien como él que a algún extraño con quien tuviera que empezar de cero.

—Entonces, señorita, usted y yo vamos a tener que llevarnos muy bien— observó, guiñándome un ojo.

—Sinceramente, no creo que eso nos vaya a resultar difícil.

Jaejoong se echó a reír.

—No hemos empezado con mal pie, ¿verdad?

—No, no ha sido un mal comienzo. Sólo un poco sorprendente —respondí sonriendo. Me hallaba mucho más tranquila y pude tomar asiento—. Por cierto, ¿no harías tú que Sunha me empujara a tomar las clases de teatro?

—No, eso fue una afortunada casualidad. Ella jamás entraría en un juego así. De hecho, no tiene ni idea de todo esto.

— ¿De dónde la conoces? —inquirí con curiosidad. Me parecía muy sorprendente que fuera amigo de mi psicóloga.

—Crecimos juntos en Seúl, nos conocemos desde niños. Cuando Heesun me contó que Taeyeon se había mudado al pueblo y me dijo que yo debía aprovechar para acercarme a ella, recordé que Sunha vivía en Yeongjong. Fue el destino. Me puse en contacto con ella y me ayudó a buscar trabajo.

— ¡Qué cosas tiene la vida! —exclamé—. Si te paras a pensarlo parece que todo está a nuestro favor. Si las estrellas no estuvieran de tu parte, ella no estaría trabajando en el centro de salud del pueblo ni yo me habría apuntado a tus clases.

—Parece que nuestro destino era conocernos, incluso antes de que ella nos presentara.

Heesun hizo acto de presencia con una bandeja llena de bebidas. Se sentó junto a nosotros, visiblemente aliviada de vernos departiendo tan animadamente. Bebí un largo sorbo de la Coca-Cola, pues mi garganta estaba seca después de tantas emociones.

—Bueno queridos, ¿han encontrado ya la fórmula para que Taeyeon no nos mate a todos? —preguntó—. No saben el miedo que tengo a su reacción.

— ¿No crees que quizá no sea para tanto?

Jaejoong estaba siendo un poco idealista si creía que su hija lo iba a recibir con los brazos abiertos al primer encuentro.

—Taeyeon tiene un carácter enérgico —comencé a explicarle—. Es muy impulsiva y creo que no me equivoco si te digo que al principio va a ser muy dura contigo, incluso hiriente. Esta noticia va a arrebatarle la serenidad que ahora ha encontrado. Mucho me temo que su reacción va a ser bastante abrupta.

—No sé por qué trato de engañarme —se lamentó Jaejoong—. Va a ser un gran shock para ella enterarse de lo que sucedió aquel verano. Sólo espero que con el tiempo comprenda las circunstancias que nos rodearon a su madre y a mí.

—El hecho de que seas su padre biológico no va a ser razón suficiente para que te quiera —le avisó Heesun—. No obstante, si consigues que encuentre en ti a un amigo, si logras que te respete, poco a poco conseguirás que te vaya aceptando en su vida. Lo primero que has de hacer es tratar de establecer un vínculo con ella. De esa forma te podrá ir conociendo y, cuando descubra quién eres realmente, no serás un completo extraño. Tienen muchas cosas

Please Subscribe to read the full chapter
Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
SharnLovesTaeNy
#1
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
Skyth06
#2
Chapter 43: Es fantástico
nahlot
#3
Chapter 43: Wow, lo leí de principio a fin en unas horas y puedo decir que me gustó mucho, gracias por subir esta adaptación.
roguecr #4
Chapter 43: Esta hermoso . Lo empece a leer y ya no pude parar hasta terminarlo. Me encanto . Gracias por subirlo
Aapark #5
Amazing
Elizabeth14 #6
Chapter 14: Sgjjdjlsdhl sube otro cap por favor
KazKaz18 #7
Chapter 14: 15 y 16?
Skyth06
#8
Chapter 14: Siempre lo dejas en la mejor parte
Pink_gangstah #9
Chapter 12: Que triste D: ya quiero leer que sigue <|3
Skyth06
#10
Chapter 12: Quedó buenísimo uno más xfaa