Tesoros III
La canción número 7 (Adaptación Taeny)Taeyeon:
Una vez más me hallaba sobre el escenario, aquel mágico universo donde el mundo se para, los problemas no existen y sólo la música tiene cabida. Todos estábamos alegres tras haber acabado los exámenes. Formar parte de aquel festival era el mejor premio a tanto esfuerzo. Me encontraba más que satisfecha con el resultado de mi primer semestre. No esperaba suspender ninguna asignatura. Me había aplicado a fondo y eso me otorgaba la seguridad de conocer de antemano el resultado de tantas horas de encierro, sumida en los libros y rodeada de planos.
Habíamos comenzado el concierto con una de nuestras canciones estrella y el público parecía responder favorablemente a nuestra música. Habíamos compuesto algunas piezas nuevas desde nuestra última aparición y estaba ansiosa por ver la reacción de la gente. El escenario se hallaba montado al aire libre. Tocar bajo las estrellas era algo inigualable, con la brisa nocturna rozando mi rostro y trayendo consigo el olor de los árboles de aquel enorme parque. Mi fan preferida se hallaba entre las primeras filas de la multitud que se agolpaba ante nosotros. Mi guitarra parecía sonar mejor cuando ella estaba presente y mis dedos acariciaban las cuerdas como si en realidad se paseasen por su preciosa melena. Tiffany, siempre haciendo que todo fuera más real, y al mismo tiempo más fantástico. Solo ella podía producir aquel espejismo.
Siwon cantaba con toda su energía mientras los demás lo acompañábamos con los instrumentos. Su presencia sobre el escenario nos eclipsaba, pero no importaba. Él cumplía con su papel de líder del grupo y nosotros disfrutábamos cediéndole todo el protagonismo. Así podíamos centrarnos en lo que realmente nos gustaba: dar vida aquellas notas que formaban nuestras canciones.
Wobin y Yejin se hallaban en las primeras filas escuchando atentamente nuestro repertorio junto a Heechul y Tiffany. Unos minutos después, vi que Jessica se reunía con ellos acompañada de alguien que no esperaba ver entre el gentío. Mi abuela, vestida de lo más juvenil, se mezclaba entre la gente como una espectadora más. Cuando nuestras miradas se cruzaron, ella me guiñó un ojo y yo le sonreí, absolutamente boquiabierta al verla. Tenerla entre el público era la mejor sorpresa de fin de cumpleaños. Era casi media noche, y durante el día ya me habían agasajado en mi nueva casa con regalos y una deliciosa tarta cocinada por Doona.
Heesun me había llamado para felicitarme, lamentándose por no poder pasar ese día conmigo.
¡La muy tramposa me había mentido! En ningún momento sospeché que estuviera tramando aparecer esa noche en el concierto. Pero allí estaba, con melena blanca y sus vaqueros, disfrutando tanto o más que toda la gente joven que le rodeaba. ¡Era única!
Con la siguiente canción terminaríamos nuestra actuación. Tenía un intrépido ritmo que me obligó a pasearme con la guitarra por todo el escenario. Me hallaba tan feliz que era incapaz de estarme quieta. En el estribil
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