Encuentro II

La canción número 7 (Adaptación Taeny)
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Taeyeon:

Tiffany conducía deprisa.

No sabía si ése era su modo habitual de llevar el coche o se debía a que el enojo que se había cogido con mi actitud le había subido los niveles de adrenalina. Parecía una chica con mucho más carácter del que aparentaba a primera vista, ya que era menuda y sus expresivos y grandes ojos oscuros parecían totalmente inofensivos. Su atuendo informal y sencillo demostraba que no era el tipo de mujer que va por la vida intentando impresionar a nadie. Saltaba a la vista que era una persona auténtica, con los pies en la tierra, cualidades de las que muchas chicas a su edad carecen por completo. Muchas chicas a los veinte años tienen un pavo insoportable que prácticamente las incapacita para ser consideradas algo más que bocinas agudas; o por lo menos, yo había tenido la mala suerte de haberme topado con muchas chicas tontas que no se interesaban por mucho más que la moda y las redes sociales. Supongo que en Seúl, especialmente en el ambiente exclusivo en el que yo me había movido siempre, no era fácil encontrar gente que pasara de esas tonterías y se interesara por asuntos menos frívolos y con más sustancia.

Mientras seguía de cerca al pequeño todoterreno plateado me iba percatando de la belleza de aquellas tierras. Grandes prados verdes se extendían a ambos lados de la carretera comarcal y en el horizonte se divisaban las montañas de la sierra. Algunas vacas pastaban tranquilamente a sus anchas y, de vez en cuando, se vislumbraba algún que otro rebaño de ovejas.

Según nos aproximábamos al pueblo comencé a ver algunas casas. Pasamos varios cruces con carreteras secundarias que daban la impresión de dirigirse a las fincas que se adivinaban a lo lejos, escondidas entre los árboles. Aquella escena tan pintoresca contrastaba con la sugerente canción de Placebo que iba escuchando en el sistema de estéreo de mi coche.

English Summer Rain sonaba a todo volumen a mí alrededor:

English summer rain

Seems to last for ages

I'm in the Basement...

Yo también sentía que la lluvia duraba una eternidad, encerrada en un sótano cuya puerta parecía haberse atrancado, impidiéndome salir. Ese grupo era uno de mis favoritos por su originalidad, su fuerza y el matiz oscuro de su estilo. En los últimos años me había sumido en la obscuridad más profunda; me sentía reconfortada cuando la música que escuchaba parecía leerme el pensamiento, creada por gente que también sentía a veces que rozaba la locura. Los había visto ya varias veces en directo. Eran unos músicos impresionantes, ambiguos y excéntricos, dos cualidades que me atraían muchísimo.

El Toyota redujo la velocidad, pues la carretera se adentraba en el pueblo. Comenzamos a cruzar el pequeño centro de Yeongjong, que me pareció muy irrelevante y típico. Era como cualquier otro pueblo de los alrededores de Seúl; nada nuevo, la verdad.

Una punzada de angustia me golpeó en el estómago.

¿Qué carajos iba a hacer yo allí?...

Jamás había vivido en una ciudad que no contara con varios millones de habitantes, ni en Corea, habiendo vivido en Seúl y en Busan con mis padres, ni en el extranjero, cuando aún estaba en el colegio y me había ido primero a Londres y luego a Chicago. Yo era una bestia urbana, y me gustaba. Nunca había querido cambiarlo. Jamás me habría imaginado mudándome a un pueblo para vivir entre árboles, animales y estiércol. Sin embargo, mi abuela me había puesto entre la espada y la pared, sin darme opción alguna. No podía permitir que no se fuera a aquella residencia médica situada en el apacible barrio de Cheongdam.

Si algo le ocurriera a su corazón jamás me lo habría perdonado. Ya había perdido demasiado con la muerte de mis padres, mucho más de lo que podía soportar. Si la perdía a ella también, el único ápice de cordura que parecía quedarme se esfumaría.

Avanzábamos lentamente por la calle principal de Yeongjong, deteniéndonos en varias ocasiones debido a que los semáforos se ponían en rojo.

Por fin salimos del último semáforo del pueblo y nos alejamos del centro. Al comprobar que Tiffany volvía a acelerar, pisé el pedal a fondo. Escuché el ronroneo del potente motor de mi Audi S3, notando cómo la adrenalina iba subiendo a mi cabeza mezclada con la mala suerte de saber que mi maleta y mi guitarra se hallaban en el maletero de mi coche. Si no hubiese tenido que seguir al Toyota, en aquel preciso momento habría reducido a segunda y lo habría adelantado como una exhalación, aprovechando al máximo los doscientos sesenta caballos que tenía entre las manos para alejarme a toda velocidad por aquella sinuosa carretera, camino del infierno, donde me habría encontrado como en casa.

Recordé la discusión que había mantenido con mi abuela cuando ella me expuso su decisión sobre el curso que debía tomar mi futuro más inmediato. Me enfurecí sin medida al sentir que ella quería dirigir mi vida. Una vida que, aunque no era ni remotamente perfecta, al fin y al cabo era mía. El día que Heesun me avisó de su plan de desterrarme a la finca de los Hwang me enfurecí tanto que salí dando un portazo de su casa. No volví hasta el día siguiente, tras haber pasado toda la noche deambulando por Seúl, bebiendo como un embudo y experimentando algún que otro subidón gracias a la coca de primera que un conocido me proporcionaba. En noches muy jodidas como aquella, en las que el mundo era una montaña de mierda, la droga siempre terminaba siendo mi único consuelo.

Algo más calmada, al día siguiente me senté a dialogar con ella. No era justo lo que le había hecho pasar esa noche, como tantas otras, manteniéndola en vela hasta mi regreso.

Sabía que le estaba haciendo daño, pero al mismo tiempo me resultaba imposible detener aquel sinsentido. Se había convertido en un hábito: era la penosa rutina a la que me había acostumbrado a vivir. Me decidí a disculparme bajo la luz de media tarde que inundaba el elegante salón de su casa, desde el que se divisaban los frondosos árboles del parque del suburbio.

Traté de explicarle que mi sitio estaba en Seúl, junto a ella. Si era necesario que se mudara a esa residencia médica, yo podía ir a algún colegio mayor y retomar mis estudios en la universidad. Pero no sirvió de nada. Ella ya había tomado una decisión y era imposible convencerla de lo contrario. Estaba segura de que en Seúl no había nada bueno para mí. Quería que me alejara de mis malos hábitos y empezara de nuevo en otro lugar. Lo expuso de forma muy sencilla: si yo no aceptaba irme a la finca de la que había sido la mejor amiga de mi madre, ella no ingresaría en la residencia médica. No podía correr el riesgo de que su corazón siguiera empeorando; con lo que no me quedó más remedio que aceptar el trato que ella me proponía.

Y allí me encontraba, a punto de comenzar una nueva vida impuesta entre aquellos bosques que ahora surgían a ambos lados del asfalto. Habíamos empezando a ascender.

El terreno había dejado atrás los prados, que se extendían alrededor del centro del pueblo, para dar paso a unos frondosos pinos. Bajé la ventana del asiento del conductor, aspirando aquel aire tan puro y limpio.

Por primera vez desde que había salido esa tarde de Seúl, me sentí más relajada y, por un momento, no me pareció tan mal estar allí. Al fin y al cabo no tenía intención de quedarme mucho tiempo; sólo el suficiente hasta que a mi abuela se le pasara el capricho de enviarme a las tierras de "Heidi". Me lo tomaría como un paréntesis para reflexionar y centrarme un poco. Ya buscaría más adelante la manera de regresar a Seúl. Contaba con la posibilidad de que aquella familia no me aguantaría por mucho tiempo. No nos teníamos por qué llevar bien; puede que incluso fueran a ser ellos los que me pusieran en bandeja que me marchara. Ya había empezado mal con Tiffany. Si todos me cogían fastidio, podría estar de vuelta en la ciudad antes de lo que canta un gallo.

El intermitente derecho del Toyota empezó a parpadear al tiempo que aminoraba la velocidad. Trazó una última curva y abandonamos la carretera comarcal para adentrarnos en un camino mucho más estrecho que, aunque estaba asfaltado, contaba con algunos baches que nos obligaban a conducir despacio.

Atravesamos una verja de madera que tenía ambas puertas abiertas y comenzamos a descender, divisándose un pequeño valle a través de los pinos que flanqueaban la estrecha carretera. Algunos chopos salpicaban el ritmo de los anteriores con un toque de verde más claro, y sus frondosas ramas se reflejaban en el parabrisas de mi coche. Los rayos de sol se filtraban caprichosos por los espacios que quedaban libres entre las hojas, iluminando el camino con diferentes tonalidades de luz difusa. A ambos lados se podían ver unos extensos prados donde algunos grupos de caballos pastaban plácidamente, mientras otros trotaban en libertad. Lo cierto es que aquel lugar era increíble. No iba preparada para adentrarme en unos parajes tan magníficos, aislados del resto del mundo por los montes circundantes.

En cuanto pasamos por un cambio de rasante, la pendiente se acentuó y pude ver aquel cubo de madera y cristal que me maravilló al instante. No era una casa nada rústica ni anticuada; resultaba evidente que Wonbin era un arquitecto vanguardista y dotado de gran talento.

A juzgar por lo que mis ojos estaban viendo, aquel tipo sabía lo que se hacía. Si había conseguido diseñar y construir aquella escultórica masa en aquel apartado lugar, por lo menos se trataría de un tipo interesante y peculiar.

Su hija, desde luego, no parecía muy típica. Y tampoco excesivamente simpática. Mi pequeño en

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Comments

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SharnLovesTaeNy
#1
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
Skyth06
#2
Chapter 43: Es fantástico
nahlot
#3
Chapter 43: Wow, lo leí de principio a fin en unas horas y puedo decir que me gustó mucho, gracias por subir esta adaptación.
roguecr #4
Chapter 43: Esta hermoso . Lo empece a leer y ya no pude parar hasta terminarlo. Me encanto . Gracias por subirlo
Aapark #5
Amazing
Elizabeth14 #6
Chapter 14: Sgjjdjlsdhl sube otro cap por favor
KazKaz18 #7
Chapter 14: 15 y 16?
Skyth06
#8
Chapter 14: Siempre lo dejas en la mejor parte
Pink_gangstah #9
Chapter 12: Que triste D: ya quiero leer que sigue <|3
Skyth06
#10
Chapter 12: Quedó buenísimo uno más xfaa