Cuando pasaron 3 días y no había habido ninguna señal de Taeyeon, Tiffany supo que tenía que pedirle disculpas.

 

Había sido imperdonable, la forma en que había actuado.

 

¿Y qué?

 

Encontraba inquietantes los ojos negros de taeyeon. Eso no significaba absolutamente nada.

 

Taeyeon  no había hecho ni la más mínima insinuación. Ella no era una mojigata ignorante, se dijo a sí misma.

 

Podía aceptar a las personas por quienes eran y si Taeyeon  quería seguir siendo su amiga, ella haría una ofrenda paz.

 

—Voy a ir en coche al lugar de los Hudson—dijo Tiffany.

 

—Taeyeon  no ha venido por aquí ¿no es así? Supongo que está trabajando—dijo Nana distraídamente.

 

—No me esperes para cenar. Calentaré cuando regrese.

 

—Está bien, querida. Me alegra que hayas hecho una amiga. Diviértete.

 

Nana volvió al pollo que estaba friendo, despidiendo a Tiffany  con un gesto de su mano.

 

 

 

 

Tiffany  estacionó su coche junto al Toyota de Taeyeon  y caminó nerviosamente hacia la puerta.

 

No tenía pensado que iba a decirle y tenía miedo que Taeyeon  no aceptara sus disculpas.

 

Llamó varias veces y esperó, pateando distraídamente con sus pies las piedras.

 

—Hola, estoy aquí detrás.

 

Tiffany  se volteó sobresaltada.

 

Taeyeon  estaba de pie a un lado de la cabaña, con un cigarrillo colgando entre sus dedos. Volvió a desaparecer detrás de la cabaña y Tiffany  la siguió. Encontró a Taeyeon  apoyada contra la barandilla, con una botella de cerveza ligera en la mano.

 

Cuando volteó sus ojos oscuros hacia ella, Tiffany pudo ver un atisbo de enojo en ellos.

 

—Yo… vine a pedir disculpas—dijo Tiffany.

 

— ¿En serio? ¿Por qué?

 

Taeyeon  se volteó hacia ella y sostuvo sus ojos, pero Tiffany no se inmutó.

 

—Por la forma en que actué el otro día—dijo Tiffany  finalmente.

 

— ¿Y cómo actuaste?

 

Tiffany  desvió su mirada y suspiró profundamente.

 

—Dios, no vas a hacerme esto fácil ¿verdad?

 

— ¿Debo hacerlo?—preguntó Taeyeon  bruscamente.

 

—Lo siento. Cuando leí el artículo nuevamente y supe que…

 

— ¿Que era lesbiana?

 

—Sí. Yo…sólo me sorprendió, supongo. No fue mi intención tratarte tan mal—dijo Tiffany  sinceramente—Tu… vida personal… eso no importa de una manera u otra.

 

Taeyeon  asintió.

 

—Entonces ¿no me tienes miedo?

 

— ¿Miedo?

 

—Sí. Parecías estar casi aterrada de estar en la misma habitación que yo.

 

—No—Tiffany  se relajó y apoyó los codos en la barandilla—No, no te tengo miedo, Taeyeon. Me gustaría que seamos amigas—dijo ella—Si quieres—agregó.

 

Taeyeon  rio y entró en la casa para traerle una cerveza a Tiffany, claramente estaba sorprendida de que ella hubiera hecho el esfuerzo de venir aquí.

 

— ¿Quieres preguntarme algo?—dijo Taeyeon cuando regresó.

 

— ¿A qué te refieres?

 

—Las mujeres hetero generalmente son curiosas—se dejó caer en una de las sillas y esperó que Tiffany le imitara.

 

Tiffany  miró a la mujer que de repente se mostró tan relajada, sus pantalones cortos se deslizaron hacia arriba cuando cruzó una pierna sobre la otra.

 

Tiffany  alejó sus ojos de las firmes piernas extendidas frente a ella y tocó la punta de la botella de cerveza con sus labios.

 

No tenía exactamente curiosidad, se dijo a sí misma.

 

Bueno, tal vez un poco.

 

— ¿Cuánto tiempo has sido así?—preguntó Tiffany  finalmente.

 

Taeyeon  rio y tiró su cigarrillo hacia abajo pisándolo con su bota.

 

—Toda mi vida, supongo ¿O te refieres desde cuando he sabido que soy lesbiana?

 

Tiffany  sonrió.

 

—Sí, a eso me refiero.

 

—Supongo que en la secundaria, aunque no fue hasta que empecé en la universidad que finalmente actué acorde a mis sentimientos.

 

— ¿Y ahora estás involucrada con alguien?—preguntó Tiffany.

 

Taeyeon  rio nuevamente.

 

—No, no en un rato. He estado trabajando y me han dicho que no puedo hacer las dos cosas—dijo Taeyeon  sin poder ocultar la amargura en su voz.

 

Tiffany  notó su tono mordaz pero no hizo ningún comentario al respecto.

 

Esperó que Taeyeon  continuara, pero evidentemente Taeyeon  no quería compartir más información.

 

— ¿Ya cenaste?—preguntó Taeyeon de repente.

 

—No.

 

—Tenía la intención de invitarte la otra mañana pero… bueno, no quise incomodarte.

 

—Lo siento mucho. Fue una estupidez de mi parte—dijo Tiffany—Normalmente no soy tan grosera.

 

—Tengo suficiente comida—Taeyeon continuó como si Tiffany no hubiera hablado.

 

Tiffany asintió.

 

—Está bien. La cena estaría bien.

 

 

 

Tiffany  se sentó en la mesa mientras Taeyeon  encendió una vela y la puso entre ellas. Levantó la vista hacia los ojos divertidos junto a ella, pero no dijo nada.

 

Así que Taeyeon  estaba jugando con ella ¿no es así?

 

—Así que. ¿Qué has decidido hacer con Siwon?—preguntó Taeyeon mientras le entregaba a Tiffany un plato con pasta.

 

—En realidad no he decidido hacer nada—dijo Tiffany.

 

— ¿Todavía escondiéndote?

 

—Supongo—Tiffany sonrió—Solo estoy esperando que desaparezca.

 

—Bueno, de lo que recuerdo de los hombres… eso no ocurrirá.

 

Tiffany levantó la vista sorprendida.

 

— ¿Qué? ¿Crees que nunca he dormido con un hombre?—preguntó Taeyeon.

 

—No sé ¿Lo has hecho?

 

—Por supuesto—se inclinó hacia delante y sonrió—Estaba aterrada la primera vez que pensé que podría ser gay. Le hice una oferta al mariscal de campo y no me rechazó—dijo Taeyeon  riendo.

 

— ¿Y?

 

—Y no sentí nada, además de dolor—dijo Taeyeon  y rio nuevamente—Pero era la primera vez—se encogió de hombros—Aun así, también tuve citas en la universidad, pero nunca pude conectar con ninguno de ellos. Entonces conocí a juniel. Un metro 87cms y estrella del equipo de baloncesto y finalmente descubrí lo que me había estado perdiendo todos esos años. Fue entonces cuando supe con seguridad.

 

— ¿Y tu familia?

 

—Oh, ellos pasaron por la negación un par de años, trataron de llevarme a un terapeuta pero me negué. Pero ser la única hija en una familia muy prominente, evitó que renegaran de mí. Y no lo hicieron—Taeyeon  enrolló la pasta con su tenedor sintiendo como Tiffany la observaba— ¿Qué hay de ti? ¿Hermanos?

 

—No. También fui hija única. Sólo que mi mamá nunca lo supo—dijo con dificultad.

 

Taeyeon  levantó las cejas.

 

—SeoHyun es cuatro años mayor que yo. Ella merecía el cielo y la tierra.

 

— ¿O eso pensaba tu mamá?

 

Tiffany  sonrió.

 

—La niña de los ojos de mi mamá, sí. Afortunadamente, mi papá pensaba lo mismo sobre mí. Cada una tenía toda la atención que podía soportar—sus ojos se nublaron y Taeyeon  esperó que continuara—Papá murió cuando yo tenía doce años—dijo Tiffany  en voz baja.

 

—Lo siento.

 

—Me quedé sola, con una mamá que no sabía que existía y una hermana que nunca me permitió olvidarlo.

 

— ¿Bora  y tu abuelo?

 

—Sí. Los padres de mi papá; ellos fueron geniales. Pasé todos los veranos aquí desde que tengo memoria. Después de la muerte de papá, venía aquí tan pronto terminaba la escuela, pasaba todo el verano y no regresaba hasta que empezaba nuevamente.

 

Tiffany asintió cuando Taeyeon  le ofreció más vino y vio cómo sus dedos agarraban la botella, sus uñas estaban limpias y cortas.

 

— ¿Luego qué pasó?

 

—La universidad, que pagué por mí misma. Un trabajo y luego Siwon—concluyó Tiffany—Muy emocionante

 

— ¿Y SeoHyun?

 

Tiffany  se encogió de hombros.

 

—La vi en el funeral de mi mamá. Antes de eso, no la había visto en años.

 

— ¿Así que la rivalidad de la niñez continuó hasta la vida adulta?

 

—Oh Dios, sí. Créeme, ella estuvo tan sorprendida como yo de que fuera mencionada en la herencia—dijo con amargura—Cosa de mi papá—explicó Tiffany.

 

—Y yo que creía que ser hija única era difícil—dijo Taeyeon con gentileza—Lo siento.

 

Tiffany  levantó la mirada y sonrió sabiendo que sus ojos brillaban por las lágrimas.

 

—Eres muy buena cocinera—dijo Tiffany cambiando de tema con facilidad—Me temo que yo no puedo encontrar mi camino en la cocina.

 

Taeyeon  tomó la indirecta y dejó que la conversación continuara a la deriva a cosas menos personales.

 

Tiffany  la ayudó con los platos aunque Taeyeon  le suplicó que no lo hiciera y poco después se fue, pero no antes de darle a Taeyeon  un rápido abrazo y otra disculpa.

 

Taeyeon supuso que Tiffany  se sentía sola, después de todo.

 

Tal vez extrañaba a Siwon.

 

O tal vez sólo estaba cansada de la compañía de Bora.

 

Taeyeon llevó su último cigarrillo al porche, fumando en la oscuridad, su mente vagó nuevamente hacia Tiffany  con tal facilidad que le sobresaltó.

 

Tal vez Tiffany  había sido prudente al tener miedo, reflexionó ella.

 

Taeyeon  había descubierto que sus ojos habían recorrido a Tiffany  una y otra vez durante la noche.

 

Inhaló profundamente su cigarrillo, negándose a reconocer la atracción que iba creciendo cada vez que la veía.

 

—Ella es hetero—dijo a la oscuridad.

 

Tiffany  se desvistió en silencio para no despertar a Nana.

 

Se había quedado atónita cuando le echó un vistazo a su reloj camino a casa.

 

Ellas habían pasado horas hablando, como si fueran viejas amigas.

 

Amigas que se sentían a gusto.

 

O simplemente extrañas conocidas.

 

Tal vez era cierto; era más fácil compartir pensamientos y secretos con un extraño que con un amigo cercano.

 

Sea cual sea la razón, había disfrutado de su tiempo juntas y había descubierto que Taeyeon  era una buena audiencia.