capitulo 19

la luna de taeyeon

— ¿Qué quieres decir con que Siwon viene?—preguntó Tiffany, sorprendida por las palabras de Nana.

 

—Bueno, él llamó anoche. Quería darte una sorpresa. Se tomó toda la semana libre y viene mañana—Nana la miraba—Pensé que te animaría. Le dije que no habías sido tú misma últimamente.

 

— ¡Nana!

 

—Bueno, no lo has sido.

 

Tiffany  caminaba detrás del mostrador, agradecida de que no hubiera clientes en la tienda.

 

— ¿Dónde va a quedarse?—preguntó Tiffany.

 

—Bueno, con nosotras, por supuesto. Tiff, no soy una mojigata. Sé que duermen juntos. No me importa si él se queda en tu habitación—dijo Nana inocentemente.

 

Tiffany  cerró los ojos, maldiciendo en silencio.

 

¿Qué iba a hacer?

 

No quería ver a Siwon.

 

Y ciertamente no quería que él compartiera su cama.

 

¿Y por una semana?

 

Nunca sobreviviría.

 

—Tiff, seguramente no querrás que se quede en la casa de campo en el Lago Seúl ¿verdad? Eso está a veinte millas de distancia—dijo Bora.

 

—No—murmuró Tiffany.

 

¡Por supuesto que no podríamos permitir eso!

 

— ¿A qué hora mañana?—preguntó Tiffany.

 

—Saldrá en la mañana. Debería estar aquí para el mediodía.

 

— ¿Mediodía?

 

—Sí y creo que deberías tomar la tarde libre. Sé que es sábado, pero Sooyoung y yo podemos manejarlo.

 

Tiffany  sintió ganas de llorar, pero se obligó a sonreírle a Nana.

 

Bora  tenía buenas intenciones.

 

—Te quedarás en casa esta noche, espero—continuó Nana—Tenemos que limpiar la casa. Y tengo comidas que planificar—añadió—Oh, esto va a ser divertido ¿no es así? Podrás mostrarle los alrededores, llevarlo de excursión o algo. A él le gusta eso ¿no es así? Y, ahora TaeYeon  podrá conocerlo. Estoy segura que le va a gustar…

 

Nana divagaba, pero Tiffany  había dejado de escuchar.

 

TaeYeon.

 

¿Qué iba a hacer con TaeYeon?

 

Cerró los ojos, tratando de protegerse de la ola de culpabilidad que se apoderó de ella.

 

Acababa de pasar toda la noche haciéndole el amor a TaeYeon, había despertado enredada en los brazos de otra mujer y ahora tenía que decirle a esa misma mujer que Siwon vendría a pasar una semana con ella.

 

Una semana en su cama.

 

Sabía que TaeYeon  lo entendería.

 

Tiffany  no podía decirle simplemente a Siwon y a Nana que prefería que Siwon no viniera, que prefería seguir explorando su nueva relación con TaeYeon.

 

Eso sería una locura.

 

Tal vez era bueno que Siwon viniera.

 

¿Todavía tendría sentimientos por él?

 

Esta sería la única manera de averiguarlo.

 

De repente, todo se volvió demasiado complicado.

 

Pero acaso ¿creía que no iba a ser así?

 

¿Qué simplemente podía atravesar esta nueva etapa de su vida sin complicaciones?

 

 

 

 

Nana salió de la tienda temprano para empezar la cena y Tiffany esperó hasta que Sooyoung  cerró para llamar a TaeYeon.

 

—Soy yo—dijo Tiffany cuando TaeYeon contestó.

 

—Te extrañé hoy—dijo TaeYeon  con suavidad— ¿Puedes venir?—preguntó.

 

Tiffany cerró los ojos por un momento, deseando poder estar con TaeYeon.

 

—No puedo—dijo Tiffany en voz baja.

 

— ¿Qué pasa?

 

—Siwon  está por llegar—dijo Tiffany.

 

Hubo un silencio y Tiffany  imaginó a TaeYeon de pie, agarrando el teléfono.

 

—Ya veo—dijo TaeYeon  finalmente.

 

—Él llamó anoche, cuando estaba contigo. Va a tomarse unas vacaciones la próxima semana y viene de visita. Nana lo tenía todo arreglado—explicó Tiffany.

 

— ¿Dónde va a quedarse?

 

—Aquí, en la casa.

 

Tiffany  escuchó la incertidumbre en la voz tranquila de TaeYeon.

 

— ¿En tu cama?

 

Tiffany  se quedó en silencio por un momento.

 

—Sí—dijo Tiffany  finalmente.

 

—Ya veo—dijo TaeYeon  nuevamente.

 

—tae, no sé qué puedo hacer. No sé cómo decirle a él o a Nana que no quiero verlo. Tenían todo planeado. Nana solo habló de eso todo el día.

 

—Entiendo. No es como si no supiera de Siwon. Quiero decir, sé que técnicamente todavía están involucrados. Es que… supongo que no esperaba que apareciera tan pronto después que nosotras…

 

Taeyeon  permitió que su voz se apagara y Tiffany  cerró los ojos, no queriendo escuchar el dolor en la voz de TaeYeon, sabiendo que no podía hacer nada al respecto.

 

—Lo siento mucho, tae—dijo Tiffany  finalmente.

 

—Bueno, no hay mucho que puedas hacer ahora. Y Tiffany, tal vez esto sea bueno, puede que sea lo que necesites en estos momentos. Para ver si… ver si… todavía tienes sentimientos por él. Tal vez lo veas y todo vuelva a ti.

 

Tiffany  se preguntaba cuán difícil era para TaeYeon  decir esas palabras.

 

No había visto a siwon en casi nueve meses. Su cuerpo le decía que era sólo el toque de TaeYeon  que necesitaba pero su mente todavía se resistía.

 

¿Eran las mujeres o era sólo TaeYeon?

 

¿Pero acaso eso importaba?

 

—No quiero estar con él—dijo Tiffany—Estoy tan confundida acerca de todo, tae. Sé que te deseo… pero…

 

—Lo sé—dijo TaeYeon—Esto es tan nuevo para ti. No te preocupes por mí, Tiffany. Tienes asuntos pendientes con él. Tal vez lo que hay entre nosotras es sólo…

 

— ¿Solo qué? ¿Un romance pasajero?

 

—Algo así—dijo TaeYeon.

 

—No hagas eso, TaeYeon. Sé lo que siento por ti—insistió Tiffany—Esta mañana cuando desperté, se sentía tan bien estar entre tus brazos. Fue lo más natural del mundo despertar contigo, hacer el amor contigo esta mañana. Nunca nadie me ha hecho sentir como tú lo haces. Siwon ni siquiera se ha acercado—susurró Tiffany—Y es por eso que me está matando que él venga.

 

—Lo siento. Si pudiera regresar el tiempo…

 

—No. No quiero eso. No me arrepiento de esto, tae. Ambas sabíamos que había algo que nos estaba atrayendo la una a la otra. Las dos sabíamos que esto iba a pasar ¿No es así?—preguntó Tiffany  vacilante.

 

—Sí—entonces río suavemente—Bueno, en mis sueños. Nunca pensé que realmente vinieras a mí.

 

Tiffany  sonrió, sintiendo que parte de la tensión se disipaba.

 

—No había manera que no fuera a ti, tae.

 

—Lo que nos lleva de nuevo a Siwon.

 

—Lo siento—dijo Tiffany  simplemente.

 

—Bueno, no hay nada que podamos hacer al respecto. Te daré espacio. Necesitas tiempo con él, Tiff, lo creas o no. Ya sabes, exactamente no hemos pasado el tiempo hablando acerca de lo que hay entre nosotras. Tal vez debimos hacerlo. Yo sólo…

 

—Lo sé. Muchas cosas se mantuvieron en el camino—dijo a la ligera.

 

No había querido analizar sus sentimientos por TaeYeon.

 

Sólo había querido… estar con ella.

 

Tiffany  suspiró, deseando simplemente conducir hacia la cabaña.

 

Esta conversación debió haber sido en persona, no por teléfono. Pero sabía que ellas habrían hablado muy poco. No lograba mantener sus manos alejadas cada vez que estaba cerca de TaeYeon.

 

En fin, quizás TaeYeon  tenía razón.

 

Ella necesitaba ver a Siwon, ver si había algo ahí, si alguna vez lo había habido.

 

—Hablaremos cuando él se haya ido. Después que veas… cómo te sientes.

 

—Sé que tienes razón—dijo tiffany—Tal vez sí necesito un poco de tiempo para ver cómo me siento acerca de… todo.

 

Taeyeon  dejó escapar un profundo suspiro.

 

—Sí. Lo necesitas. Si no lo haces siempre te preguntarás si las cosas hubieran funcionado con él.

 

—Pero no puedo dejar de pensar en ti, tae—susurró tiffany.

 

—Lo sé. No has dejado mis pensamientos en todo el día—dijo TaeYeon  en voz baja.

 

Después de sólo una breve pausa aclaró su garganta.

 

—Que tengas una buena semana—dijo TaeYeon  y colgó abruptamente.

 

Tiffany  escuchó el tono un momento más, luego colgó suavemente.

 

A pesar de sus palabras, tiffany  había escuchado el dolor en la voz de TaeYeon.

 

 

Cuando Siwon entró en la tienda poco después del mediodía, tiffany  forzó una sonrisa a su rostro y fue hacia él.

 

Tenía el mismo aspecto.

 

Su cabello negro un poco largo.

 

—Dios, te he extrañado—le susurró al oído.

 

Sus brazos la sujetaron con fuerza, presionando sus pechos contra su duro pecho y ella levantó su rostro para recibir su brusco beso.

 

—Es bueno verte—se las arregló para alejarse de sus brazos.

 

—Te ves muy bien—dijo él—La vida pueblerina debe ir muy bien contigo.

 

—Hola, Siwon—dijo Nana dándole una gran sonrisa.

 

— ¡Nana!—él le dio un abrazo rápido y besó su mejilla—Gracias por invitarme—dijo él.

 

—Estoy tan contenta de que estés aquí, Siwon. Y tiffany también—le guiñó un ojo—Creo que ella te ha extrañado.

 

— ¡Nana!

 

Tiffany  volvió sus ojos suplicantes hacia Nana, pero no le hizo caso.

 

—Oh, Tiff. No haría daño que Siwon supiera que lo has extrañado ¿verdad?

 

— ¿Me has extrañado?—preguntó Siwon.

 

—Supongo—dijo tiffany  y forzó otra sonrisa en su rostro.

 

¿Lo había extrañado?

 

No había pensado mucho en eso en más semanas de las que podía contar.

 

Pero Siwon parecía feliz con su respuesta y pasó un brazo alrededor de tiffany  posesivamente.

 

—Tenemos muchas cosas para ponernos al día, cariño.

 

—Sí. Por eso le he dado a Tiff  la tarde libre—dijo Nana satisfecha de sí misma.

 

—Eso es maravilloso.

 

—Tiff, llévalo a casa y ayúdale a desempacar. Cenaremos a las siete. Asado—añadió Bora.

 

Tiffany  sonrió y asintió con la cabeza, deseando estar en cualquier lugar en este momento menos aquí.

 

Nana estaba realmente radiante y tiffany  no tenía el corazón para estropearle las cosas.

 

Se fue con Siwon  a la casa.

 

Nana lo había planeado de esa manera, supuso.

 

Nana había perdido su caminata esta mañana, en cambio, condujo con tiffany  hacia la tienda. Ella conduciría el coche de tiffany  de regreso a casa después.

 

 

 

 

—Estás contenta de verme ¿no es así?—preguntó Siwon.

 

—Me gustaría que me hubieras preguntado antes de tomar vacaciones—dijo tiffany.

 

—Lo intenté. No estabas en casa—le recordó él.

 

No.

 

Ella había estado con TaeYeon, en sus brazos… haciendo el amor.

 

Sintió una punzada de culpa y suspiró, tratando de alejar sus pensamientos de TaeYeon.

 

Tenía que hacerlo si iba a sobrevivir esta semana.

 

—Aun así hubiera deseado que esperaras a hablar conmigo primero.

 

—tiffany, tenía que verte. Has estado fuera por nueve meses ¿No crees que eso es mucho tiempo?

 

— ¿Mucho tiempo para qué?

 

Él sonrió de esa manera tan suya.

 

Arrogante, pensó.

 

Y ella lo odiaba.

 

—Es tiempo de casarnos, tiffany

 

— ¿Casarnos?

 

—Sí. Sé que te fuiste porque te asustaste cuando te lo pedí. Te amo, tiffany. Estamos bien juntos. Han pasado cuatro años. Bueno, casi cinco.

 

Es tiempo tiffany  cerró los ojos, sintiéndose enferma del estómago.

 

¿Cómo se atreve?

 

¿Cómo se atreve a venir aquí después de nueve meses de separación y hablar de matrimonio?

 

¿Cómo si nunca hubieran estado separados?

 

¿Cómo sí no hubieran hablado de esto anteriormente?

 

—No estoy lista—dijo ella.

 

—No empieces con eso nuevamente, por favor. Solo estás asustada—dijo él.

 

—Da vuelta aquí—dijo ella señalando hacia la casa—Y no estoy asustada—insistió ella.

 

 

 

Desempacaron en silencio, tiffany  se sentía hacinada mientras él invadía su habitación con sus cosas.

 

—Me gusta tu habitación—dijo él.

 

Se sentó en la cama y agarró su mano posesivamente, encerrándola en su mano más grande.

 

—Te he extrañado. He echado de menos hacer el amor contigo.

 

—Siwon…

 

Tiffany  negó con la cabeza, pero él la atrajo a su lado.

 

—Nana no estará en casa hasta las seis—dijo él—Ella me lo dijo.

 

Tiffany  sonrió ligeramente, sus ojos mirando los negros de él.

 

Nana estaba haciendo todo lo posible para lograr que se casaran.

 

Ella levantó su cuello cuando Siwon puso sus labios ahí, la sensación familiar de su creciente barba rastrillando su piel.

 

— ¿Me has extrañado?—preguntó él.

 

Ella cerró los ojos y asintió con la cabeza mientras él le empujaba sobre la cama, sus manos casi a tientas sobre sus pechos.

 

—tiffany, no ha habido nadie desde que te fuiste—murmuró él contra sus labios.

 

Estuvo a punto de ser abrumada por la culpa y envolvió sus brazos alrededor de sus fuertes hombros, tan diferentes a los de TaeYeon.

 

Pero no se sentía bien.

 

Abrió la boca para protestar y él metió su lengua con urgencia, empujando la de ella, aplastando sus  labios bajo los suyos.

 

Ella gimió, sintiendo las lágrimas inundar sus ojos.

 

¿Por qué él no podía hacerle sentir como TaeYeon la hacía sentir?

 

—Oh, tiffany, te sientes tan bien—susurró él.

 

Agarró su mano y la puso sobre su hinchada ingle, instándola a acariciarlo.

 

Tiffany sintió su poder a través de sus pantalones y dejó que su mano se moviera sobre él, una vez tan familiar para ella, ahora casi extraterrestre.

 

—Vamos a quitarte esto—dijo él mientras sus manos iban hacia sus vaqueros—Me ocuparé de ti, cariño—susurró él.

 

Ella estaba en un sueño mientras él bajaba sus vaqueros.

 

Su mente estaba en blanco, completamente en blanco mientras sus manos ásperas y posesivas se movían sobre ella. Se detuvo brevemente en sus pechos, luego su boca volvió a la suya y él le besó con una fuerza que lastimó sus labios.

 

—No puedo esperar—murmuró él y abrió sus piernas con las rodillas, hundiéndose profundamente en su interior.

 

Ella lanzó un grito de vergüenza y se quedó sin aliento mientras él empujaba dentro de ella, empujándola con fuerza contra la cama.

 

Dios, oh Dios, pensó ella.

 

Cerró sus ojos, oyéndole gemir con cada embestida mientras golpeaba contra ella.

 

—Oh, tiffany—dijo él con voz entrecortada y se corrió dentro de ella, sus caderas se sacudían mientras se sostenía a sí mismo sobre ella.

 

Sintió una lágrima que se escapaba de sus ojos y giró su cabeza alejándola de él.

 

¿Por qué… oh por qué?

 

Seguramente él sabía que ella no estaba excitada, que no había llegado a un o.

 

Seguramente él sabía que ella no había disfrutado.

 

Fue solo o.

 

Eso había sido todo.

 

No había amor de por medio.

 

Pero ella admitió con tristeza que se lo había permitido.

 

—Dios, eso estuvo tan bien—él se retiró de ella y tomó suavemente su mano entre la suya—Aunque rápido. Te he extrañado—dijo nuevamente—Esta noche lo haremos más despacio—prometió él.

 

Esta noche.

 

Y la noche siguiente y durante toda la semana estaría compartiendo su cama.

 

Respiró profundamente, sintiéndose ahogada por las lágrimas que no había derramado.

 

Se sintió casi enferma del estómago.

 

¿Por qué había permitido esto?

 

Este asalto contra ella.

 

Era todo lo que había sido.

 

Simplemente había sido un objeto para satisfacer, para alcanzar alivio.

 

Él se sentó y alcanzó sus vaqueros, que estaban enrollados alrededor de sus tobillos.

 

—Levántate, cariño. Puedes mostrarme la ciudad.

 

Ella no se movió y él fue hacia ella.

 

— ¿O tienes ganas de un poco más?—preguntó él guiñándole un ojo.

 

Ella tragó con dificultad y con una sonrisa forzada dijo:

 

—No.

 

Definitivamente no.

 

Se obligó a moverse, subiendo nuevamente sus vaqueros hacia su cintura.

 

Se sentía repulsiva.

 

Se sentía violada.

 

Quería correr al cuarto de baño y ducharse.

 

Quería gritar por la frustración.

 

Él no tenía ni idea, pensó ella.

 

No tenía ni idea de que él no le había satisfecho.

 

Y ni siquiera lo había intentado.

 

Oh, TaeYeon, lo siento.

 

— ¿tiffany?

 

Se mantuvo de espaldas a él mientras abrochaba su sujetador.

 

— ¿Qué?

 

—Vas a casarte conmigo ¿verdad?

 

Dile.

 

Dile ahora.

 

Se dio la vuelta, las palabras estaban en sus labios, pero la mirada en sus ojos la detuvo.

 

Se veía tan vulnerable, tan niño.

 

Sus hombros se hundieron y desvió su mirada.

 

—No hablemos de eso ahora Siwon, por favor.

 

—Está bien. Tenemos toda la semana, de todos modos. Pero te lo advertí ¿no? Te dije que vendría para llevarte de regreso—dijo él.

 

—Sí, me lo advertiste.

 

 

Tiffany  cortó su asado, su apetito desaparecía con cada bocado.

 

Nana y Siwon mantenían una conversación sin ella, no parecían darse cuenta que ella estaba a miles de kilómetros de distancia de ellos.

 

Escuchó el nombre de TaeYeon  y alzó la vista desconcertada.

 

—…Sin embargo no hemos visto su trabajo—estaba diciendo Nana.

 

—Es increíble. El sr. Abrams acaba de comprar una de sus pinturas—dijo él—La colgó en la sala de conferencias.

 

— ¿Es buena?—preguntó Nana.

 

—Oh. Mucho. Se llama Mañana y hoy. Es un acantilado, fuera de la Península. Hay una puesta de sol en el oeste y ese lado del acantilado es de color naranja, casi rojo y la luna brilla por encima, en el este, logrando en ese lado un resplandor casi fantasmal. Es hermoso, de verdad.

 

Tiffany escuchó con interés, pensando en lo irónico que era que Siwon hubiera visto el trabajo de TaeYeon  antes que ella, que había pasado horas y horas entre sus brazos, ni siquiera había pensado en pedirle verlo.

 

—Bueno, sabía que era buena—dijo Nana.

 

—Debe serlo. Costó más de dos mil dólares—dijo Siwon.

 

—Vaya, vaya—dijo Nana—Tiff  ¿puedes imaginarlo? Y aquí estaba yo, pensando que tal vez me gustaría una de sus pinturas.

 

Siwon  miró a tiffany  y le sonrió.

 

—Entonces ¿te la has pasado con una artista famosa y no has visto ninguna de sus pinturas? ¿Estás segura que es la misma TaeYeon Kim?

 

—Sí—dijo tiffany  suavemente, mirando a Nana.

 

—Oh, hemos visto sus bocetos, pero nada más—dijo Nana.

 

—Bueno, sin duda me gustaría conocerla—dijo siwon.

 

Tiffany  se estremeció al imaginarse presentando Siwon a TaeYeon.

 

—Oh, estoy segura que ella también quiere conocerte. Tiff le ha contado todo sobre ti ¿No es así, Tiff?

 

Tiffany  le dio a Nana una mirada penetrante y asintió con la cabeza, metiendo un pedazo de carne asada en su boca para evitar hablar.

 

— ¿Por qué no disfrutamos mañana de una comida al aire libre? Podemos ir a los campamentos en las afueras. Hay una ruta maravillosa de senderismo ahí. Te gusta ir de excursión ¿no es así Siwon?—preguntó Nana.

 

—Supongo que sí. No es que tenga muchas oportunidades en los ángeles—dijo él.

 

—Podemos invitar a TaeYeon, Tiff. Tal vez hagamos una fogata con salchichas y chile—dijo Nana—Suena interesante ¿no?

 

—Sí, vamos a hacerlo ¿Qué dices, tiffany?—preguntó Siwon.

 

Tiffany  asintió débilmente, pensando que nunca invitaría a TaeYeon.

 

Inventaría alguna excusa.

 

No podría soportar a los dos juntos.

 

Simplemente se volvería loca si lo intentaba.

 

 

 

 

 

 

Siwon descansaba viendo la TV mientras tiffany y Nana limpiaban.

 

 

—Tiff, no tienes que ayudarme. Sé que preferirías estar por ahí con Siwon—dijo Nana.

 

Tiffany  dejó escapar un profundo suspiro.

 

—No, voy a ayudarte—dijo tiffany.

 

Nana bajó los platos y tomó el brazo de tiffany.

 

— ¿Qué pasa, hija? Difícilmente dijiste una palabra en la cena.

 

—No pasa nada, Nana.

 

Sólo todo.

 

—Siwon te ama—dijo Nana.

 

Tiffany  asintió.

 

—Sí, creo que lo hace—dijo tiffany.

 

—Bien.

 

 

 

 

 

Esa noche, mientras tiffany  se metía en la cama junto a siwon y dejaba que él la tomara entre sus brazos, sintió que seguramente había llegado al punto más bajo en su vida.

 

Casi se ahogó cuando metió la lengua en su boca y cuando sus manos agarraron sus pechos como en un puño, finalmente lo rechazó.

 

—No, Siwon—dijo ella.

 

— ¿No? ¿Qué quieres decir?

 

—Quiero decir, no. No quiero que me toques. No quiero esto.

 

— ¿tiffany, estás bien?

 

—No, no lo estoy. Vienes aquí después de nueve meses de separación, pensando que nada ha cambiado. Bueno, ha cambiado—dijo en voz baja—Las cosas han cambiado. Yo he cambiado.

 

—Todavía te amo. Todavía quiero casarme contigo—dijo él simplemente.

 

—Siwon, me fui porque necesitaba algo de tiempo lejos de ti. No estaba segura de querer casarme contigo. Todavía no estoy segura—dijo ella con cautela.

 

—tiffany, hemos estado juntos durante años ¿Qué es lo próximo para nosotros, si no el matrimonio?

 

—Siwon, no me hagas esto. Sabes cuánto Nana quiere que nos casemos. Ella ha estado insistiendo desde que me mudé aquí. Estoy feliz en este momento—dijo ella eligiendo sus palabras cuidadosamente.

 

Siwon se echó a reír.

 

—No puedes ser feliz. Aquí no hay nada para ti. Y eres demasiado joven para ser una vieja solterona, aunque Nana piense que te estás acercando rápidamente a esa edad—dijo él a la ligera—Además, no me iré hasta que te comprometas a casarte conmigo.

 

—No voy a volver a los ángeles, Siwon—dijo ella con firmeza.

 

—Oh, tiffany. No te hagas la difícil—bromeó él—Déjame hacerte el amor—le suplicó—También debes haberlo extrañado.

 

—Siwon, no—le advirtió ella pero sus manos aparecieron nuevamente y tiró de ella encima de él, su excitación empujando contra ella.

 

— ¿Ves cuánto te deseo?—dijo él y la presionó firmemente contra él.

 

—Siwon, por favor, no hagas esto—le rogó ella, tratando de liberarse de su agarre, pero su boca sofocó sus protestas.

 

Se odió a sí misma cuando él bajó sus bragas y la penetró.

 

Imágenes de TaeYeon  haciéndole el amor tan suavemente llegó a ella mientras Siwon saqueaba su cuerpo y no trató de detener las lágrimas que fluyeron de sus ojos.

 

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Comments

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Eli_17 #1
Amo esta historia, creo que la lei en tiempo record. Gracias por compartirla ♥
Argali11
#2
Chapter 35: Hermoso <3
roguecr #3
Chapter 35: waaaaooo 5 babys, ellas si q se pusieron a trabajar enserio. Me encanto la historia. Gracias x compartirla.
KrySulDay17
#4
Chapter 35: Jajajaja 5 no es como mucho eh XD.. . ese Taeny es tan hot juju
LlamaAmerica #5
Chapter 35: 5? JAJAJAJAJA seguro que parecen conejos xD
Gracias por compartir esta bonita historia!!! :')
Enssei #6
Chapter 35: Meh...se nota que no tenían televisión jaja
Agh...que triste que ya terminó :(
¡Gracias por adaptarla!
gabriela021
#7
Chapter 35: O.O cinco hijos? se nota que estaban en un pueblo y no hay mucho que hacer jajaja muy buen fic me gusto, gracias por compartirlo
gabriela021
#8
Chapter 34: Muy bonita tu historia, me gustó lastima que termino
mamurayamaken #9
Chapter 34: Una historia para recordar ......
KrySulDay17
#10
Chapter 34: Omg hermoso y mágico