Taeyeon  sintió cuando Tiffany  se alejó, llevándose su calidez con ella y abrió los ojos, encontrar a Tiffany  sentada en el borde de la cama, la sábana envuelta holgadamente alrededor de sus caderas.

 

— ¿Qué pasa?—preguntó TaeYeon.

 

—Me tengo que ir—dijo Tiffany.

 

Taeyeon  se acercó y acarició su espalda, moviéndose ligeramente a través de su piel de seda.

 

— ¿Qué hora es?

 

Ni siquiera recordaba haberse dormido.

 

—Pasada las dos—dijo Tiffany.

 

— ¿Estás bien?—TaeYeon  preguntó en voz baja.

 

Tiffany  sonrió en la oscuridad.

 

Estaba exhausta.

 

Tenía el cuerpo entumecido y estaba segura que no iba a poder caminar.

 

Pero ¿bien?

 

No lo sabía.

 

Sentía como si estuviese en un sueño.

 

Casi.

 

Se dio la vuelta y tomó la mano de TaeYeon, llevándola a sus labios, disfrutando los restos de su deseo que todavía se aferraba a los dedos de TaeYeon.

 

—Estoy bien, de verdad—murmuró Tiffany—Pero tengo que irme. Nana estará preocupada.

 

TaeYeon se arrodilló detrás de la rubia, apartando su cabello de su cuello y poniendo sus labios ahí. Tiffany  suspiró, sorprendida de que su cuerpo todavía tuviera la energía de responder.

 

Se dio la vuelta y se encontró con los labios de TaeYeon, hinchados como los suyos después de su noche de amor.

 

—Tenemos que hablar—dijo TaeYeon  con suavidad.

 

—Sí, lo sé.

 

Tiffany  sonrió ligeramente y tocó el rostro de Taeyeon, sintiendo la contracción en su mandíbula.

 

—Anoche fue…

 

—… Increíble—terminó Taeyeon por ella.

 

—Sí. Sí, lo fue. Pero necesito algo de tiempo… para pensar—dijo Tiffany suavemente.

 

Sintió como Taeyeon  se retiraba, sintió como su cuerpo se tensaba y acarició el cabello de Taeyeon  suavemente, dejando que sus dedos se deslizaran por su suave mejilla hacia sus labios hinchados.

 

—Me tengo que ir—dijo Tiffany  nuevamente.

 

Taeyeon  asintió.

 

—Está bien.

 

—tae… nunca ha sido así para mí—confesó Tiffany—Estoy muy asustada.

 

—Lo sé. Pero por favor no me odies. Pase lo que pase, por favor, no me odies.

 

—No, nunca lo haría. No podría.

 

Tiffany  recogió su ropa y sintió los ojos de Taeyeon sobre ella. Su cuerpo respondió simplemente sabiendo que Taeyeon  la estaba mirando y quería volver a meterse en la cama con Taeyeon  y hacer el amor nuevamente.

 

Pero se vistió lentamente, sin atreverse a mirar a Taeyeon.

 

Necesitaba algo de tiempo para ordenar sus sentimientos.

 

 

 

 

 

 

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—Me levanté a medianoche y todavía no estabas en casa—dijo Nana mientras tomaban café—Estaba empezando a preocuparme.

 

—Lo siento. Simplemente se me pasó el tiempo—dijo Tiffany con voz débil.

 

Sabía que parecía un espectáculo.

 

Apenas pudo reconocer sus propios ojos en el espejo.

 

Sus labios estaban hinchados y rojos y estaba segura que Nana sabía exactamente lo que había estado haciendo la noche anterior.

 

—Bueno, luces como si hubieras dormido muy poco. Y tan cansada como has estado últimamente—Nana la acusó.

 

Y estaba agotada.

 

Más cansada de lo que nunca podía recordar haber estado.

 

Sus pensamientos estaban revueltos.

 

¿Debería sentir vergüenza?

 

¿Debería estar pensando en Siwon?

 

Lo único en que podía pensar era en Taeyeon, el hermoso cuerpo de Taeyeon bajo sus manos, bajo su boca. Taeyeon gritando cuando la lengua de Tiffany  la tocaba.

 

Tiffany  cruzó las piernas y miró hacia otro lado.

 

La deseaba.

 

Después de amarla por horas toda la noche, todavía la deseaba.

 

Podría pasar más horas entre sus brazos.

 

— ¿Tiff?

 

— ¿Hmmm?

 

— ¿Estás preocupada por Siwon?—preguntó Nana.

 

— ¿Siwon?

 

—Bueno, él no ha llamado en un tiempo y simplemente no has sido tú últimamente ¿Por qué no lo llamas?—dijo Nana suavemente.

 

—No estaría de más que tú hicieras el siguiente movimiento, sabes.

 

Oh, Nana, si supieras, pensó Tiffany.

 

Suspiró con cansancio.

 

—No, él no me ha llamado en un par de semanas.

 

—Más bien como cuatro—dijo Nana.

 

—No quiero llamarlo, Nana—dijo Tiffany con firmeza.

 

—Jugar duro de esta manera no debería durar tanto tiempo—dijo Nana.

 

Tiffany rio.

 

—No estoy jugando duro. Sólo que no estoy lista para verlo—dijo ella.

 

— ¿Has hablado con Taeyeon sobre él?

 

—Sí. Hemos hablado—dijo Tiffany y no era una mentira.

 

Taeyeon  sabía todo acerca de Siwon.

 

— ¿Qué piensa ella?

 

Tiffany  estuvo a punto de desarrollar un caso de risa nerviosa y tapó la boca con su mano.

 

Dios ¿qué se suponía tenía que decir a eso?

 

¿Qué Taeyeon  pensaba que un hombre no tenía ni idea de cómo tocar a una mujer?

 

Y era verdad, por supuesto.

 

—Ella piensa que no amo a Siwon—dijo Tiffany.

 

—Bueno, probablemente no es la mejor a quien preguntar. Después de todo, ella nunca ha estado casada—dijo Nana.

 

No con un hombre, no.

 

En el almuerzo, Tiffany caminó hacia el parque, comió su sándwich sin disfrutarlo, su mente saltaba entre Taeyeon  y siwon.

 

Había pasado cuatro años con Siwon, casi cinco si contaba la separación.

 

Sólo una noche con Taeyeon.

 

Y no había duda en su mente que había encontrado lo que había estado buscando.

 

Ese deseo ardiente.

 

Esa magia.

 

Y la había encontrado en los brazos de otra mujer.

 

En los brazos de Taeyeon.

 

Y todavía estaba asustada.

 

¿Y ahora qué?

 

¿Era ella… lesbiana?

 

¿Sentiría de esa manera en los brazos de cualquier mujer?

 

No lo creía.

 

No era como si se sintiera atraída por todas las mujeres que veía.

 

Sólo Yuri  antes de esto.

 

¿Pero la verdad?

 

Después de Yuri, se había negado a tener ningún tipo de amistad cercana con mujeres. Ahora sabía, tímidamente, que había estado huyendo, escondiéndose.

 

Nunca había jugado con la idea de estar con una mujer ualmente.

 

No había sido una posibilidad anteriormente.

 

Había asumido que lo que había tenido con Sam era todo lo que había y que tendría que ser suficiente.

 

Pero, nuevamente, la pregunta le molestaba.

 

¿Era Taeyeon o eran las mujeres?

 

Pensó nuevamente en la primera vez que había conocido a Taeyeon, ese día en la tienda.

 

¿No había sentido algo en ese momento?

 

¿No se había quedado sin aliento cuando miró los ojos oscuros de Taeyeon?

 

Sí.

 

Y mientras más estaba con ella, más pensaba en ella, más pensaba en ser acariciada por ella.

 

 

 

Arrojó su sándwich y caminó por el sendero, recordando la noche anterior.

 

Había tenido miedo.

 

No había sabido qué hacer.

 

Pero en los brazos de Santana, lo supo.

 

Supo cómo tocarla, supo cómo hacer que el cuerpo de Taeyeon  respondiera.

 

Sólo lo supo.

 

Como Taeyeon  lo había sabido.

 

Se apoyó contra un árbol, con los ojos cerrados al sol y recordó la boca de Taeyeon  en ella, su lengua deslizándose por su humedad, llevándola al o.

 

Se quedó sin aliento, sintiendo la ahora

 

Familiar oleada de deseo a través de ella.

 

Deseo por Taeyeon, una mujer.

 

¿Por qué nunca Siwon la había amado de esa manera?

 

Él nunca lo había intentado y ella no sabía que él quisiera hacerlo.

 

¿Habría sido lo mismo con él?

 

No.

 

Pero si él lo hubiera hecho ¿entonces ella hubiera estado satisfecha?

 

No.

 

Siwon simplemente no le hacía sentir como Taeyeon lo hacía.

 

Y ella nunca había querido darle placer a Siwon como lo hacía con Taeyeon.

 

Esperó que la vergüenza le impactara, pero no fue así.

 

Había estado nerviosa, muy nerviosa.

 

Incluso ahora, todavía le costaba creer que había pasado la noche haciendo el amor con una mujer, haciéndole el amor a una mujer.

 

Pero lo había hecho.

 

Y se había sentido tan bien.

 

Tal vez eso era lo que le asustaba.

 

Se había sentido tan bien estar con Taeyeon.

 

Y estaba bien.

 

Había sobrevivido.

 

Se apartó del árbol, regresando.

 

Estaba lista para terminar su día de trabajo.

 

Quería ver a Taeyeon  nuevamente.

 

Y no le asustaba en lo más mínimo.

 

 

—Voy a ver a TaeYeon—dijo Tiffany—No me esperes para cenar.

 

— ¿Otra vez? ¿No está trabajando?

 

—No lo sé.

 

¿Había sido capaz de trabajar?

 

—Puede que llegue tarde—le dijo Tiffany.

 

—Bueno, no voy a preocuparme si llegas tarde ¿Comerás algo?

 

Tiffany sintió un rubor cubriendo su rostro mientras Nana la miraba.

 

¿Comer algo?

 

No se molestarían con la comida, no.

 

El cuerpo de la otra sería todo el alimento que necesitarían esta noche.

 

 

Tiffany  encontró a Taeyeon  en el porche y sus ojos se encontraron.

 

Tiffany  vio el alivio en los ojos de Taeyeon  y sonrió levemente. Tomó la mano de Taeyeon  y la llevó adentro sin una palabra.

 

Permanecieron mirándose la una a la otra, sus ojos buscando.

 

Luego se precipitaron la una contra la otra, envolviendo los brazos alrededor de la otra, sus labios buscándose y tocándose, sus lenguas bailando y dándose la bienvenida.

 

Tiffany  levantó la mano y deslizó la camisa de Taeyeon sobre su cabeza, no encontrando sostén nuevamente.

 

Sus manos fueron a ella, ahuecando sus sensibles pechos, tomando un pezón dentro de su boca.

 

Taeyeon  gimió, sus propias manos buscando a Tiffany, levantando su camisa, tocando su piel cálida.

 

Tiffany  se echó hacia atrás y se quitó la camisa, mirando como los ojos de Taeyeon  se oscurecían cuando cayó su sujetador al suelo.

 

Tiffany  agarró su mano y la llevó al dormitorio, sin molestarse con las sabanas. Lanzó a Taeyeon  sobre la cama, abriendo con sus manos las piernas de Taeyeon y ahuecándola a través de sus pantalones cortos.

 

La deseaba.

 

No podía controlar esta hambre salvaje que tenía.

 

Había estado adolorida todo el día.

 

La quería ahora y sus dedos se volvían frenéticos a medida que se metían dentro de sus pantalones cortos.

 

Su lengua luchó contra la lengua de Taeyeon  y gimió cuando sintió la carne caliente y húmeda bajo su toque.

 

Taeyeon  se recostó sobre su espalda, sintiendo la necesidad de Tiffany  por ella.

 

Desabrochó sus pantalones cortos, dándole espacio a Tiffany  y sus piernas se abrieron para ella, lista para ella.

 

Tiffany  se hundió dentro de ella, duro y profundamente y Taeyeon  subió a su encuentro, sus caderas ondulaban contra los dedos de Tiffany.

 

Tiffany  sacó sus dedos deslizándose a través de su humedad, moviéndose sobre ella como la seda y le acarició, más rápido, hasta que sintió que Taeyeon  se corría en su mano y gritaba, envolviendo firmemente las piernas contra los dedos de Tiffany.

 

Tiffany  sintió el sudor en su frente y cerró sus ojos, sorprendida por su necesidad de esta mujer.

 

Nunca había sido agresiva en la cama anteriormente.

 

Siwon no lo habría permitido.

 

Pero con Taeyeon  se sentía libre de expresarse, de expresar su deseo.

 

—Te deseaba—susurró Tiffany.

 

Taeyeon  atrapó a Tiffany entre sus brazos y le sostuvo, sus labios rozando ligeramente su frente humedecida.

 

—Eres una aprendiz muy rápida—murmuró Taeyeon— ¿Seguro que no has hecho esto antes?

 

—Sólo en mis sueños—Tiffany  apoyó la cabeza sobre el pecho de Taeyeon mientras ella trazaba perezosos círculos a través de su estómago—No pude dejar de pensar en ti en todo el día.

 

—Eso nos hace dos—dijo Taeyeon.

 

—No estaba segura si todavía me querías—admitió Tiffany.

 

— ¿Por qué pensarías eso?

 

—No sabía si anoche sólo era… si todo lo que querías era…

 

— ¿Sólo una noche?—suministró Taeyeon.

 

Tiffany  asintió.

 

—No he querido de esta manera en mucho tiempo, Tiff. También tú me asustas. Esto es nuevo para ti. No sabes lo que quieres, no sabes lo que hay allá afuera.

 

— ¿Y tú lo sabes?—susurró Tiffany.

 

—Sé que te deseo, sí. Pero tú…

 

—Yo también te deseo. Sin importar lo que haya allá afuera.

 

Taeyeon  la miró, con ganas de creerle.

 

Pero Tiffany  no sabía cómo podía ser.

 

No tenía con quien comparar a Taeyeon

 

¿Y qué quería ella?

 

¿Un romance de verano?

 

No.

 

Era demasiado vieja para eso.

 

Y sus sentimientos por Tiffany  iban más allá de una aventura.

 

Se estaba enamorando de ella y sus ojos se abrieron, sorprendida por su propia admisión.

 

— ¿Qué estás pensando?

 

—Nada—murmuró Taeyeon—Déjame amarte—susurró y silenció a Tiffany con su boca, tragando sus preguntas.

 

Las preguntas de Tiffany  murieron cuando sus pensamientos se perdieron bajo la boca insistente de Taeyeon.

 

Con manos suaves, Taeyeon bajó los pantalones cortos de Tiffany  y sus manos se movieron suavemente sobre su cuerpo.

 

Taeyeon  bajó sus propios pantalones cortos y se sentó desnuda encima de

Tiffany, presionándola contra la cama, calentando su cuerpo con el suyo.

 

Tiffany  le abrazó, deslizando sus manos por el cabello de Taeyeon, guiando su boca hacia su pecho.

 

Taeyeon  cubrió su pecho lleno, deslizando ligeramente su lengua a través del pezón tenso.

 

Tiffany  gimió en su oído y Taeyeon  cerró sus ojos, amando los sonidos de placer que procedían de Tiffany.

 

Taeyeon  se echó hacia atrás y sonrió.

 

—Dime que quieres, Tiff—susurró Taeyeon.

 

—tae…

 

—Dímelo y lo haré. Cualquier cosa.

 

Las caderas de Tiffany  se apretaron, su deseo hirviendo.

 

—Quiero tu boca… tu lengua… donde sólo tú has estado.

 

Estaba tan mojada y separó sus piernas y las envolvió alrededor del muslo de Taeyeon, apretando su humedad contra ella.

 

Taeyeon  la besó, su lengua rozando suavemente sus labios y entonces se quedó sin aliento cuando Tiffany  aspiró su lengua dentro de su boca. Su muslo empujó con más fuerza contra la humedad de Tiffany, imitando los empujes de las caderas de Tiffany.

 

—Por favor… tu boca—murmuró Tiffany  contra los labios de Taeyeon—Quiero que tu boca me posea.

 

Estaba tan cerca del o, pero lo único que quería era la cálida boca de Taeyeon  en ella, donde la había recordado todo el día.

 

Sus caderas se desaceleraron e instó a Taeyeon a ir más abajo, empujándola ligeramente por sus hombros.

 

Taeyeon sintió la urgencia en las manos de Tiffany  y vio la expresión de placer en su rostro cuando Taeyeon  se deslizó a lo largo de su cuerpo hacia abajo.

 

Sus manos empujaron las piernas de Tiffany  apartándolas y su boca la encontró, húmeda y deseosa.

 

Tiffany  presionó hacia arriba y se encontró con ella, abriéndose más ampliamente y su aliento siseó entre sus dientes.

 

—tae… tae.

 

Dios, sí. Esto era lo que quería, lo que sólo esta mujer le había dado.

 

Su nombre susurrado era como una droga y Taeyeon  casi la devoró en su deseo de complacerla.

 

Su lengua se movió a través de su humedad, rodeándola. Su boca se abrió y cubrió a Tiffany completamente, absorbiéndola con avidez dentro de su boca.

 

—Querido Dios—suspiró Tiffany  y se aferró a Taeyeon, clavando sus talones en la cama.

 

Los hombros de Taeyeon empujaron hacia Tiffany, abriendo aún más sus piernas, empujándola más arriba en la cama con la fuerza de su deseo.

 

— ¡Oh, Dios mío!—Tiffany gritó—tae…

 

El corazón de Tiffany  latía en sus oídos y la boca de Taeyeon le chupaba, sin dejarla ir y Tiffany fue llena de un placer tan dulce.

 

Su cuerpo palpitaba contra el rostro de Taeyeon  y sentía como si se estuviera ahogando, hundiéndose en la oscuridad, tratando de recuperar el aliento.

 

—Sí, sí… Dios, sí—suspiró, sintiendo la acumulación de su o, amenazando con absorberla, con ponerle fin a esta dulce tortura.

 

Se acercó a ella lentamente, escalando, volviéndola loca y ella latía en la boca de Taeyeon, los espasmos sacudiéndola.

 

La boca de Taeyeon la mantuvo atrapada, continuando su asalto sobre ella mientras ola tras ola se estrellaba contra Tiffany, lo que le hizo gritar el nombre de Taeyeon  una y otra vez.

 

Cuando su cuerpo quedó inmóvil y sus caderas se quedaron sin fuerzas sobre la cama, sólo entonces la boca de Taeyeon  le liberó.

 

Tiffany  ni siquiera podía abrir los ojos y giró su cabeza de lado a lado.

 

—No creía que podría ser mejor que la noche anterior—susurró ella—Pero cada vez…

 

—Lo sé—Taeyeon  mordió su cuello suavemente, luego se trasladó a su oído—Te deseé así todo el día—susurró.

 

—No creo que pueda moverme.

 

Taeyeon  se apoyó sobre un codo, dejando que sus ojos recorrieran con amor desde el rostro de Tiffany  hasta sus pechos.

 

Estaba enamorada de ella.

 

La certeza de ese pensamiento llenó su corazón dolorosamente.

 

El amor traía dolor con él.

 

Siempre había sido así.

 

Acarició el rostro de Tiffany  suavemente, sus ojos demorándose en sus labios.

 

Por supuesto, no había estado buscando el amor.

 

Las mujeres que habían compartido su cama desde jessica simplemente eran desviaciones. Alguien para aliviar una noche solitaria, alguien con quien hablar por un momento y luego desaparecía.

 

No había sentimientos involucrados.

 

Sin compromisos, sin preocupaciones.

 

Sólo una liberación física que ambas habían necesitado.

 

Pero era muy diferente con Tiffany.

 

Taeyeon  la deseaba, claro.

 

Pero también la necesitaba.

 

Una profunda y ardiente necesidad que tocaba su esencia, lo que le hizo cuestionar su propia existencia.

 

¿Cómo había vivido tanto tiempo sin Tiffany  en su vida?

 

¿Cómo podía seguir adelante, ahora que la tenía?

 

— ¿Qué estás pensando?—preguntó Tiffany  con suavidad.

 

Taeyeon  cerró sus ojos, sin saber que Tiffany  la había estado observando.

 

—Estaba pensando en ti—admitió Taeyeon—Sobre cómo me haces sentir.

 

— ¿Entonces por qué luces tan triste? ¿Por qué? Porque ahora que te he tenido, no creo que pueda vivir sin ti.

 

Taeyeon  apoyó la cabeza contra el pecho de Tiffany  nuevamente, dejando que Tiffany  acariciara su cabello.

 

— ¿No vas a decirme?

 

—No.

 

— ¿Es jessica?—preguntó Tiffany.

 

— ¿jessica?

 

— ¿Estás pensando en ella?

 

— ¿Por qué piensas eso?

 

—La amaste una vez ¿Estás pensando en eso?—preguntó Tiffany  nuevamente.

 

—No. Eso fue hace mucho tiempo, Tiff.

 

— ¿Fue… fue bueno con ella?—preguntó en voz baja.

 

Taeyeon  levantó la vista y la miró a los ojos.

 

—Nunca fue así—dijo Taeyeon  con sinceridad—Nunca ha sido así con nadie.

 

—Me resulta difícil de creer. No es que yo sepa lo que estoy haciendo—dijo

Tiffany, finalmente rompiendo el agarre que tenían sus ojos sobre ella.

 

— ¿Eso te asusta?—preguntó Taeyeon— ¿Saber cómo tocarme?

 

—No estoy segura. Quiero decir, sé que te quiero… de esta manera. Pero ¿es esto lo que soy? ¿Quién soy? ¿Es sólo contigo o puede…?

 

— ¿O puede cualquier mujer hacerte sentir de esta manera?—preguntó Taeyeon.

 

Cerró los ojos ante el dolor que estaba sintiendo.

 

Siempre dolía cuando amabas a una mujer.

 

—No lo creo—dijo Tiffany suavemente—Si alguna mujer hubiera podido hacerme sentir de esta manera, no habría esperado por ti.

 

—Pero no lo sabrás hasta que lo hayas probado—dijo Taeyeon.

 

—No creo que quiera… probarlo, tae.

 

De hecho, sabía que no quería.

 

Nadie podría hacerle sentir lo que Taeyeon  le había hecho sentir.

 

Sabía en su corazón que esa era verdad.

 

Pero no podía decir las palabras.

 

Taeyeon  nunca le creería, de todos modos.

 

Taeyeon  tenía experiencia.

 

Había estado con otras mujeres y Tiffany  estaba celosa de cada una de ellas.

 

¿Taeyeon también las había amado de esta manera?

 

¿Ellas la habían deseado tan profundamente que nada más importaba?

 

Taeyeon  se levantó con sus brazos y la besó suavemente.

 

Había tenido suficiente conversación.

 

— ¿Te quedarás toda la noche conmigo? ¿Por favor? Me encantaría despertar contigo—murmuró Taeyeon  contra sus labios.

 

—Sí, pero no estoy lista para dormir—susurró Tiffany.