Después que Nana se fue a la cama, Tiffany  revisó los viejos artículos de Northwest Magazine.

 

Cuando encontró lo que quería, tomó su taza de té caliente y se instaló en el sofá para leer.

 

La imagen de Kim Taeyeon  la miraba intensamente y Tiffany  estudió su rostro, estableciéndose finalmente en sus ojos oscuros, estaba maravillada por su repentina curiosidad por esta mujer.

 

Alejó sus ojos y comenzó a leer, mirando nuevamente la imagen de Taeyeon  de vez en cuando.

 

Sus ojos siguieron su dedo índice a medida que leía, pero el artículo era muy impersonal, dando poca información sobre la mujer.

 

No fue hasta el último párrafo que Tiffany  tropezó con las palabras.

 

Cuando le preguntaron si aún le molestaba que todavía se refirieran a ella como la ‘artista lesbiana’ la Señorita. Kim  respondió tranquilamente:

 

—Nunca he hecho de mi vida personal un secreto— dijo ella—Simplemente no pienso que sea pertinente para mi trabajo. Mi preferencia ual no influye en la forma en que pinto y necesariamente no me gusta ser etiquetada de esa manera Lesbiana.

 

 

 

Tiffany  miró su imagen nuevamente, sus ojos bajaron por una fracción de segundo a los carnosos labios que se curvaban en una sonrisa.

 

Cerró la revista rápidamente y se quedó quieta.

 

Por supuesto que lo había sabido.

 

Fue por eso que realmente volvió a leer el artículo.

 

No le gustaba simplemente asumir estas cosas.

 

Yuri.

 

El nombre era tan familiar, sin embargo habían pasado tantos años.

 

Dejó escapar un profundo suspiro, dejando surgir finalmente los recuerdos que había pensado estaban bien enterrados.

 

Ella era tan joven y Yuri  había sido demasiado dinámica como para que ella se resistiera.

 

Pero lo hizo, recordó ella.

 

Se echó hacia atrás y cerró los ojos, recordando.

 

Yuri kwon.

 

Su primer jefe.

 

Su primer enamoramiento de una mujer.

 

Pero había sido solo un enamoramiento, recordó ella.

 

Yuri era diez años mayor y era tan hermosa.

 

Flashback

 

 

Tiffany  recordó ese día cuando Yuri  levantó la mirada y le capturó mirándola fijamente. Tiffany  había tratado de apartar la mirada, pero los ojos de Yuri  sostuvieron los de ella.

 

Habían trabajado hasta tarde y Tiffany  se había sentido más que contenta de quedarse esas pocas horas de más, si eso significa pasar más tiempo con Yuri.

 

Pero cuando Yuri insistió en llevar a cenar a Tiffany, su relación avanzó más allá del lugar de trabajo y pronto Tiffany descubrió que anhelaba esos fines de semana que tendría por delante con Yuri, aquellos en los que le arrastraba a todo tipo de actividades que nunca se hubiera aventurado a hacer sola.

 

Incluso ahora, Tiffany  podía recordar claramente la noche que sucedió.

 

Yuri había estado tan emocionada sobre la excursión de observación de ballenas que Tiffany no tuvo corazón para decepcionarla, pero los barcos le ponían terriblemente nerviosa.

 

Y le daban náuseas.

 

Apenas habían abandonado Puget Sound cuando Tiffany devolvió su desayuno.

 

Yuri había pasado todo el viaje a su lado y esa noche, después que Tiffany se disculpó profusamente, Yuri  le rodeó entre sus largos brazos y Tiffany se descubrió a sí misma en el extremo receptor de un abrazo muy íntimo.

 

Campanas de advertencia se dispararon inmediatamente y cuando los labios de Yuri buscaron los de Tiffany, ella se alejó.

 

—Lo siento. Pensaba que querías esto.

 

—No, yo no… yo no… no.

 

—Entonces… ¿qué es todo esto?

 

—Yo solo… pensé que éramos amigas.

 

Fin Flashback

 

Tiffany  levantó una comisura de su boca y sonrió.

 

Había sido tan ingenua.

 

No había tenido una pista de que Yuri  era lesbiana.

 

Cualquier atracción que había habido en Tiffany, había sido sólo por amistad.

 

No había habido nada más.

 

Nunca podría haber sido.

 

Pero, sin importar que, su relación terminara ahí.

 

Dos meses más tarde, Tiffany  encontró otro trabajo y no volvió a ver a Yuri desde entonces.

 

Y ahora Taeyeon.

 

Bebió un sorbo de té, hojeando distraídamente con una mano la revista, deteniéndose cuando la imagen de Taeyeon le devolvió la mirada.

 

Tiffany se sentó inmóvil, hipnotizada por la imagen.

 

Kim Taeyeon  era una mujer atractiva pero la imagen impecable era impresionante.

 

Tenía el cabello un poco más largo en la fotografía, notó Tiffany. Y los pendientes de diamantes brillaban en cada oreja.

 

Las pocas veces que le había visto, Taeyeon no había llevado joyas.

 

Finalmente, con un suspiro, cerró la revista.

 

—Bueno, eso no importa—dijo en voz baja.

 

A ella le gustaba Taeyeon.

 

No iba a evitarla, decidió ella, sólo porque era lesbiana.

 

De todos modos, Taeyeon  se iría después del verano.

 

Sin embargo la mañana siguiente, cuando Taeyeon entró y se dirigió resueltamente hacia la máquina de café, Tiffany  no fue capaz de mirarla a los ojos.

 

Estaba siendo ridícula, lo sabía, pero algo le decía que debía evitar esos ojos negros.

 

Ellos no causarían nada más que problemas.

 

—Buenos días, Taeyeon.

 

—Buenos días, Bora.

 

— ¿Has venido a disfrutar el café de los ángeles esta mañana?

 

—Moca—dijo Taeyeon y miró con ojos divertidos a Tiffany—Hola.

 

—Hola—murmuró Tiffany, sintiéndose avergonzada y odiándose a sí misma por ello.

 

No debió haber leído el artículo, se dio cuenta.

 

Si Taeyeon  hubiera querido que ella lo supiera, se lo habría contado.

 

No era asunto suyo, de todos modos.

 

Y ¿realmente importaba? se preguntó por centésima vez.

 

Taeyeon  sacó un par de billetes arrugados del bolsillo y se los entregó a Tiffany. Cuándo sus dedos se tocaron, Tiffany se apartó rápidamente, como si se hubiera quemado y se encontró con unos ojos interrogantes frente a ella, pero no permitió que esos ojos negros la atraparan por mucho tiempo.

 

Las cejas de Taeyeon  se unieron en un ceño fruncido, preguntándose qué demonios estaba pasando.

 

Entonces lo supo.

 

Tiffany  había vuelto a leer el artículo o lo había recordado de antes.

 

Tiffany parecía casi asustada de estar en la misma habitación con ella.

 

Taeyeon  había pensado en invitar a Tiffany a cenar pero ahora supo que nunca se lo pediría.

 

Había visto anteriormente esa mirada en las mujeres heterouales.

 

Miedo.

 

Tiffany tenía casi decidido poner el cambio en el mostrador, pero entonces vio el desafío en los ojos de Taeyeon  y lo dejó caer sobre su mano extendida, rozando con sus dedos la superficie.

 

Taeyeon se acercó dándole la espalda a Bora y susurró:

 

—No estés tan asustada. No es contagioso ¿sabes?

 

Tiffany se sonrojó y desvió la mirada.

 

—Lo siento—murmuró Tiffany.

 

¿Qué otra cosa podía decir?

 

—Es sólo que…

 

—No importa.

 

Taeyeon  se encogió de hombros y se fue con un brusco adiós a Bora.

 

¿Por qué era tan difícil tener amistad con algunas mujeres heterouales?

 

¿Pensaban que estar a solas con una lesbiana las mancharía?

 

¿Que estarían en peligro de ser convertidas?

 

Taeyeon  sacó sus cigarrillos con rabia y metió uno entre sus labios.

 

¡Mujeres!

 

A veces eran una verdadera molestia en el culo.

 

 

Cuando llegó a la cabaña, se sentó en la camioneta y tomó un sorbo de café, su ira disminuyó.

 

Realmente no quería hacer amistad con Tiffany, de todos modos.

 

Trabajaría mucho más estando sola.

 

Con eso, agarró su block de dibujo y entró, tenía la intención de añadir más color a la pradera que había esbozado esa mañana.

 

Dejó a un lado los pensamientos sobre Tiffany Hwang y comenzó a trabajar.

 

Se sorprendió al notar que la puesta del sol ocurrió más tarde y echó un vistazo a su reloj.

 

No sólo había trabajado a través de la comida, sino que también había saltado la cena.