capitulo 2

la luna de taeyeon

Tiffany levantó la mirada cuando la campana sobre la puerta tintineó y sonrió cálidamente a su abuela.

 

—Buenos días, Nana ¿Cómo estuvo tu paseo?

 

—Oh, hace un día hermoso allá afuera, Tiff—Sue rodeó el mostrador y arrojó su bolso en el estante inferior, apartando a Tiffany  de su camino—Te dije que sacaría esto esta mañana.

 

Tiffany  había estado colocando precios en las comidas liofilizadas (proceso en el que se congela el producto y posteriormente se introduce en una cámara de vacío para realizar la separación del agua por sublimación, es utilizado principalmente en la industria alimentaria para conservación de los alimentos) que mantenían en stock para los mochileros que pululaban las montañas en verano.

 

Permitió que Nana se hiciera cargo y fue a buscar para sí misma un latte de la máquina de café expreso.

 

Con orgullo tocó un lado de la máquina, limpiando una mancha con su pulgar.

 

Esto había sido lo primero que había añadido cuando compró la tienda el otoño pasado.

 

El café era una de las pocas cosas que extrañaba de los angeles.

 

— ¿Quieres uno?—preguntó Tiffany.

 

—No, gracias. Acabo de tomar jugo. Oh Tiff, conocí esta mañana a la mujer más interesante—dijo Nana.

 

— ¿Cuándo?—preguntó Tiffany  distraídamente cuando apretó el botón que calentaba la leche al vapor.

 

—En el sendero, junto al lago—explicó Nana—Una artista. Miré su trabajo, aunque estoy segura que no supo que la estaba espiando.

 

— ¿Espiándola? ¿Por qué?

 

—Bueno, no quería molestarla. Tenía una gran libreta y un puñado de tizas de colores y sus manos volaban sobre el papel—Bora suspiró profundamente—Quería pedirle que me lo enseñara, pero una vez que ella se puso de pie, me acobardé.

 

— ¿Qué quieres decir?

 

Tiffany  tomó un sorbo de su café y sonrió satisfecha.

 

Nada como un buen café.

 

—Bueno, ella era…imponente. No por su estatura, ya que es un poco más baja que tú, Pero sus ojos. Y sus ojos. Oh, Tiff, el color ónice  oscuro más extraño que jamás haya visto, eran casi negro, si no lo eran. Parecía mirar a través de ti.

 

— ¿Cómo se llama?

 

Nana levantó su mirada y frunció el ceño.

 

—Kim Taeyeon  ¿Has oído hablar de ella?

 

— ¿Taeyeon Kim? No estoy segura ¿No había un artículo sobre ella en Northwest Magazine a principios de este año?

 

—No lo recuerdo. Sabes que realmente nunca leo esos artículos—dijo Bora y sonrió tímidamente—Simplemente disfruto las imágenes.

 

Tiffany  también sonrió.

 

—Tú y yo. Así que ¿está aquí pintando?

 

—Supongo. Alquiló el lugar de los Hudson hasta octubre. Estaba casi segura que los Hudson sólo iban a estar fuera una semana o algo así. Al menos, eso fue lo que escuché ¿Me pregunto si están teniendo problemas?—caviló Bora. Luego volvió a mirar a Tiffany—En fin, le dije que pasara por aquí. Es un poco mayor que tú y le dije que no tenías ningún amigo aquí de tu edad.

 

— ¡Nana!

 

—Bueno, no lo tienes. Sigues diciendo que no tienes nada en común con la gente de aquí.

 

—Estoy segura que tampoco tengo nada en común con una artista.

 

—Eres diseñadora de anuncios. Eso es arte—dijo Nana enfáticamente.

 

—No creo que lo que hago para la firma de mercadotecnia se le pueda llamar arte, Nana.

 

—Bueno, de todos modos ella no era tan amable. Puede que ni siquiera pase por aquí.

 

Tiffany  negó con su cabeza y tomó un sorbo de su café.

 

Era cierto.

 

Había hecho pocos amigos desde que se había mudado aquí. La mayoría de los lugareños eran mayores y los que estaban cercanos a su edad estaban casados y tenían niños pequeños y ciertamente no tenía nada en común con ellos.

 

Solo podía conversar con nicol y Kimberly, que eran una joven pareja, pero también tenían hijos y no podía salir mucho con ellas.

 

Hasta ahora, se había contentado con tener a Nana como su única amiga.

 

La campana sonó nuevamente y el Sr. Arnold entró con su caniche bajo el brazo.

 

—Buenos días damas—dijo él inclinándose ligeramente hasta su cintura.

 

—Vaya señor Arnold ¿cómo está hoy?

 

Nana le dio la bienvenida y Tiffany se sorprendió nuevamente por la manera en que Nana dirigía la tienda.

 

Pero, Nana había vivido la mayor parte de su vida adulta aquí.

 

Estas personas eran su gente.

 

A ellos les había tomado varios meses aclimatarse a Tiffany, a pesar de los muchos veranos que había pasado aquí como niña.

 

Pero ahora, después de casi un año, se sentía casi como una lugareña.

 

Tiffany sonrió sin humor a su reflejo en el cristal detrás del mostrador. Tan lejos y apartada de los ángeles, pero difícilmente una lugareña aquí.

 

A veces, extrañaba el ritmo rápido de su trabajo en la ciudad.

 

Y a veces, extrañaba a la gente de allá.

 

Como siwon, pensó ella… pero no quería pensar en él en este momento.

 

Él había estado llamando nuevamente, dándole a entender que vendría para una visita y ella lo había estado aplazando.

 

Él querría hablar sobre matrimonio y luego de estar lejos de él los últimos ocho meses, estaba bastante segura que no se casaría con él.

 

Sólo que no tenía el corazón para decírselo.

 

O a Nana.

 

Había tenido la esperanza de que su ausencia terminara las cosas con siwon, pero aun así, él seguía llamando.

 

— ¿Tiff?

 

— ¿Qué?—preguntó Tiffany dejando a un lado sus pensamientos por el momento.

 

— ¿Podrías rebanarle jamón al Sr. Arnold? Sólo un cuarto de kilo.

 

—Por supuesto.

 

 

 

 

El día adquirió su rutina familiar.

 

La mañana llena de lugareños y un puñado de extraños.

 

La tarde era dedicaba para atender a los turistas y los vacacionistas que habían dormido hasta tarde y que luego llegaban para disfrutar del cálido día.

 

Sooyoung, la estudiante de secundaria que ayudaba durante los meses de verano, llegó al mediodía y Tiffany escapó para un almuerzo rápido, tomando su emparedado y llevándolo al parque como lo hacía todos los días.

 

 

 

Con los codos apoyados en la mesa, lanzó una esquina de su pan a las ardillas que venían a mendigar.

 

Se preguntaba si esperaban por ella todos los días o si simplemente salían y estaban por los alrededores cuando ella estaba comiendo.

 

Suspiró.

 

¿Era ella una solitaria?

 

En realidad no, tomando en cuenta que extrañaba a sus amigos en los ángeles.

 

Sus llamadas telefónicas, así como sus cartas, cada vez se hacían menos frecuentes con el paso del tiempo.

 

Pero había sido su propia elección mudarse aquí.

 

Ella había experimentado más cercanía con Nana que con su propia mamá y cuando su abuelo falleció, sólo unos meses después falleció su mamá, ella había usado su herencia familiar y había comprado la tienda, sintiendo que su abuela necesitaría a alguien que cuidara de ella.

 

Ahora sabía que Nana estaba bien, pero era una excusa tan buena como cualquier otra para alejarse de siwon.

 

Simplemente debió haberle dicho que no estaba lista para casarse, pero después de cuatro años ya era hora de hacer algo. No podían seguir solamente con las citas y siwon quería tener hijos y ella temía decirle que no tenía el deseo de ser mamá.

 

Secretamente temía terminar como su propia mamá; amando tanto a un niño, que apenas se daba cuenta que tenía a otro… el primero… esperando por su atención.

 

Puso a un lado esos pensamientos.

 

No quería pensar en su hermana.

 

Y con su mamá muerta, dudaba que alguna vez volviera a verla.

 

 

 

 

 

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Taeyeon  aplicó los colores de fondo en el lienzo y agregando gris para suavizar el cielo oscuro.

 

Se había decidido por el escenario de la mañana, con los ciervos y todo y trabajó a través del almuerzo, finalmente se detuvo cuando su estómago exigió atención.

 

Sacó el queso de soja que había traído de los ángeles y lo salteó con algunas verduras y puso a hervir la pasta. Abrió una botella de vino y salió al porche mientras su cena se cocinaba.

 

El paquete destrozado de cigarrillos le hizo señas y ella encendió uno inhalando profundamente y dejando salir el humo lentamente.

 

Tenía que saborear cada uno.

 

Había prometido que dejaría de fumar y lo había reducido a cinco al día. A la velocidad que iba, unos cuantos meses más y dejaría de fumar por completo.

 

—Seguro—murmuró ella.

 

Se había quedado estancada en cinco el último mes.

 

Estiró sus piernas con la copa de vino colgando en su mano y miró hacia el bosque.

 

Era tranquilo aquí.

 

No había vecinos cerca que perturbaran su trabajo.

 

Había venido en mayo, a Seúl, un fin de semana con un amigo y había visto un sin fin de oportunidades para su trabajo.

 

El entorno del Bosque Nacional Seúl estaba lleno de pequeños lagos y ofrecía una maravillosa vista.

 

En un impulso, había preguntado por el alquiler de un lugar para el verano.

 

El agente de bienes raíces de la localidad le había llamado dos semanas atrás por la cabaña de los Hudson y la apartó rápidamente.

 

Usualmente viajaba durante el verano, acampaba o permanecía en complejos turísticos locales mientras pintaba, luego pasaba el invierno poniendo sus ideas sobre el lienzo.

 

Pero estaba cansada de eso y la idea de trabajar en la soledad y el silencio de su propia cabaña durante todo el verano había sido demasiado tentadora como para dejarla pasar.

 

Sin embargo no había cerrado su casa de campo en Bainbridge Island.

 

Estaba a sólo unas pocas horas de los ángeles.

 

Siempre podría regresar.

 

Terminó su cigarrillo y trajo la cena hasta el porche.

 

La noche estaba fría pero despejada y mientras comía, observaba los colores de la puesta del sol que se asentaba en el bosque, su momento favorito del día.

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Comments

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Eli_17 #1
Amo esta historia, creo que la lei en tiempo record. Gracias por compartirla ♥
Argali11
#2
Chapter 35: Hermoso <3
roguecr #3
Chapter 35: waaaaooo 5 babys, ellas si q se pusieron a trabajar enserio. Me encanto la historia. Gracias x compartirla.
KrySulDay17
#4
Chapter 35: Jajajaja 5 no es como mucho eh XD.. . ese Taeny es tan hot juju
LlamaAmerica #5
Chapter 35: 5? JAJAJAJAJA seguro que parecen conejos xD
Gracias por compartir esta bonita historia!!! :')
Enssei #6
Chapter 35: Meh...se nota que no tenían televisión jaja
Agh...que triste que ya terminó :(
¡Gracias por adaptarla!
gabriela021
#7
Chapter 35: O.O cinco hijos? se nota que estaban en un pueblo y no hay mucho que hacer jajaja muy buen fic me gusto, gracias por compartirlo
gabriela021
#8
Chapter 34: Muy bonita tu historia, me gustó lastima que termino
mamurayamaken #9
Chapter 34: Una historia para recordar ......
KrySulDay17
#10
Chapter 34: Omg hermoso y mágico