Tiffany  levantó la mirada al escuchar el sonido de la campana, como siempre lo hacía.

 

Su sonrisa vaciló y dejó caer el cambio que le estaba entregando a Abril, escuchando como caía arriba del mostrador y luego al suelo.

 

Taeyeon.

 

—Yo lo levanto—dijo Abril, pero Tiffany  apenas escuchaba.

 

Sus exaltados ojos cafés se encontraron con los negros a través de la habitación.

 

El corazón le latía dolorosamente en el pecho y no podía respirar. Pero Taeyeon estaba ahí, de pie junto a la puerta, aun manteniéndola abierta, como si tuviera miedo de entrar.

 

Tiffany  se movió, sus pies le llevaron lentamente alrededor del mostrador, sus ojos nunca dejaron los de Taeyeon.

 

Se detuvo a un paso de ella, sorprendida de encontrar miedo en los ojos de Taeyeon.

 

—Nunca…nunca me dejes otra vez—susurró Tiffany.

 

—No.

 

Tiffany  dejó escapar su aliento lentamente y se movió hacia los brazos de Taeyeon, presionándose contra su calor, sintiendo tanto alivio que pensó moriría.

 

Unos brazos fuertes la abrazaron y aspiró el olor de Taeyeon.

 

—Tiff…

 

Tiffany  se retiró de sus brazos y se volvió hacia Nana, quien las observaba con recelo.

 

— ¿Puedes encargarte sin mí?

 

—Supongo—dijo Nana incapaz de mirar los ojos de Taeyeon.

 

Tiffany  se volteó y salió por la puerta, sintiendo la presencia de Taeyeon  detrás de ella.

 

¿Por qué estaba aquí?

 

¿Había regresado por Tiffany o venía finalmente para explicar?

 

Se detuvo ante la Land Cruiser de Taeyeon, luego se volteó y miró sus ojos, las lágrimas inundaron sus ojos ante la profunda tristeza en los ojos de Taeyeon.

 

—Tiff… Yo…

 

—No quiero hablar todavía—dijo Tiffany  secando una lágrima de su mejilla.

 

Taeyeon  condujo rápidamente por el camino, sus ojos mirando a Tiffany con frecuencia, pero Tiffany se negaba a mirarla.

 

—Tenemos que hablar—dijo Taeyeon  finalmente — ¿Quieres ir a tu casa?

 

—No, no estoy lista para hablar—dijo Tiffany en voz baja.

 

Taeyeon  se dirigió a la cabaña de los Hudson en silencio, mirando de vez en cuando a la mujer a su lado, la mujer que se limitaba a mirar por la ventana mientras ella manejaba.

 

Una vez dentro, se quedaron mirando entre sí por innumerables segundo, ambas tratando desesperadamente de leer los ojos de la otra.

 

—Lo siento—dijo Taeyeon  finalmente—Sólo quería que tuvieras la oportunidad…

 

—Dije que no quiero hablar todavía—susurró Tiffany  y fue hacia Taeyeon y se deslizó entre sus brazos—Sólo quiero amarte—dijo en voz baja.

 

—Oh, Tiff—murmuró Taeyeon en su cabello, respirando profundamente.

 

Todas las interminables semanas de dolor desaparecieron cuando sus manos se movieron sobre el suave cuerpo de Tiffany que se moldeaba al suyo.

 

—Necesito… estar contigo—susurró Tiffany—Necesito saber si es verdad.

 

— ¿Si es verdad que?

 

—Lo vi en tu pintura, pero pensé que tal vez sólo estaba esperando, deseando…—dijo Tiffany  con voz temblorosa por la emoción y lágrimas no derramadas.

 

Ante el ceño fruncido de Taeyeon dijo:

 

—Fui a los ángeles  a buscarte. Vi el árbol. Lo compré.

 

Taeyeon  acarició el rostro de Tiffany mientras las lágrimas inundaban sus propios ojos.

 

—Dime que no imaginé el amor en ese cuadro.

 

—Supe con certeza que te amaba esa noche—susurró TaeYeon—Y tuve miedo.

 

Tiffany  atrajo la cabeza de TaeYeon  hacia ella, encontrando sus labios por primera vez, sintiéndose tan débil como se había sentido una vez, hacía mucho tiempo ahora.

 

—Muéstrame, tae—susurró Tiffany.

 

Taeyeon  atrajo el cuerpo desnudo de Tiffany  hacia ella, tocando sus pechos con dedos gentiles, sintió la familiar dureza contra sus palmas.

 

Había pensado, una vez, que nunca volvería a sentir a Tiffany  a su lado, de esta manera.

 

Pero Tiffany estaba aquí, era real y TaeYeon  la amó con una pasión que sólo había podido soñar.

 

Su boca abandonó la de Tiffany, moviéndose hacia sus pechos y TaeYeon hundió su rostro entre ellos y lloró.

 

— ¿tae?

 

—Te amo—susurró TaeYeon—Lo siento tanto, Tiff. Estaba muerta de miedo por lo que sentía.

 

Tiffany  le levantó, dejando que sus propias lágrimas cayeran y apretó su rostro contra el cuello de TaeYeon.

 

—No llores cariño—susurró Tiffany—Te amo tanto. Nunca voy a hacerte daño.

 

Tiffany  empujó a TaeYeon suavemente sobre la cama y le cubrió, necesitando mostrarle lo mucho que le amaba.

 

Sus besos fueron suaves y ligeros como una pluma sobre su rostro, sus ojos.

 

Palabras de amor fueron vertidas y murmuradas al oído de TaeYeon, prometiéndole, tentándole con el éxtasis que estaba por venir.

 

Su lengua se deslizó lentamente sobre TaeYeon, dentro de su boca, necesitando conocerla nuevamente.

 

Se trasladó a sus pechos, su lengua acariciando cada pezón por turno, sintiendo como se endurecían, tomando a cada uno dentro de su boca, sintiendo como se hinchaban aún más mientras los succionaba suavemente, jugueteó con ellos suavemente.

 

—Tiff.

 

—Sí. Estoy aquí.

 

La lengua de Tiffany se movió sobre ella, saboreándola, humedeciendo el trayecto que su boca seguía y escuchó el corazón de TaeYeon latir con fuerza, la escuchó contener el aliento cuando Tiffany besó sus muslos, moviéndose sobre ella, tocándole primero con manos suaves, tranquilizándola, extendiendo sus muslos aún más.

 

Aspiró el aroma de TaeYeon y se sintió perdida.

 

Se arrodilló entre sus piernas, sus ojos cerrados mientras le tocaba, sus dedos moviéndose a través de su suavidad, luego dentro de ella mientras TaeYeon gemía suavemente.

 

—Te amo tanto— susurró Tiffany.

 

Se acostó y enterró su rostro entre las piernas de TaeYeon, saboreándola, amándola.

 

Su lengua se movió profundamente dentro de ella, sintiendo como TaeYeon la atraía aún más.

 

La tomó suavemente entre sus labios, su lengua moviéndose sobre ella, acariciándola, sintiendo como TaeYeon  se movía con ella, retorciéndose bajo su boca antes de ceder al placer que Tiffany trajo a ella.

 

Taeyeon  se aferró a la cabeza de Tiffany, entrelazando sus dedos con su cabello y sostuvo a Tiffany contra ella, con fuerza, empujando sus caderas contra su rostro, rogándole.

 

—Tiff… oh, Tiff—suspiró y entonces se quedó inmóvil, perdiendo su voz así como su aliento, sus caderas se arquearon una vez y gritó, llamando a Tiffany nuevamente antes que sus piernas cedieran y se relajaran, sus brazos cayeron a sus costados, su pecho agitado.

 

Tiffany  se arrodilló entre sus piernas, las manos apoyadas en el estómago de TaeYeon.

 

—Te amo, TaeYeon—susurró Tiffany.

 

Los ojos de TaeYeon se abrieron lentamente y se estiró para acariciar el rostro de Tiffany todavía cubierto con su humedad.

 

—Te hice daño—dijo TaeYeon—Lo siento tanto.

 

—Sí—asintió Tiffany—Me hiciste daño. Me dejaste y quería morirme. Simplemente no podía entenderlo, tae. Sentía tan intensamente sobre esto y simplemente desapareciste, como si no significara nada para ti.

 

—Hui. Estaba…

 

—Tenías miedo de que te hiciera daño—dijo Tiffany.

 

Se arrastró junto a TaeYeon, envolviéndola con sus brazos y acurrucándose junto a ella.

 

—No fue hasta que vi la pintura que finalmente entendí por qué realmente te habías ido. Pero no pude encontrarte—su voz se quebró y tragó sus lágrimas—Lo intenté.

 

—No voy a dejarte nuevamente, Tiff—prometió TaeYeon.

 

—No, no voy a permitírtelo. Esto es lo que quiero, tae. No una mujer sin rostro en mi futuro. No quiero la oportunidad de conocer a alguien más… alguien que no seas tú—trazó los labios de Santana con su dedo, luego tomó su mejilla, haciendo que TaeYeon la mirara—No sólo te llevaste mi corazón, tae. Te llevaste mi alma. Sólo fui la mitad de una persona cuando te fuiste.

 

Taeyeon  permitió que sus lágrimas cayeran fácilmente de sus ojos mientras sostenía la mirada de Tiffany.

 

Tontas mujeres enamoradas.

 

En efecto.

 

Había cometido un gran error al dejarla.

 

Debieron haber hablado entonces, debieron haber compartido todo esto entonces.

 

Pero había estado demasiado asustada semanas atrás.

 

Su orgullo le había dicho que huyera antes que tiffany  decidiera que habían otras allá afuera, mucho mejores que ella.

 

—Sólo quería que estuvieses segura… que yo era lo que querías. No quería asumir…—dijo taeyeon, tratando de explicar.

 

—Estoy segura—entonces tiffany  sonrió y se inclinó para tocar sus labios con los de taeyeon—Estoy segura que te quiero en mi vida… así. Estoy segura que te amo. Estoy segura que quiero que me hagas el amor… ahora mismo—terminó en un susurro mientras su beso se profundizaba.

 

taeyeon  le hizo el amor lentamente, sin prisas.

 

Acarició a tiffany con manos suaves y labios suaves, diciendo que lo sentía, una y otra vez.

 

Entonces tiffany la dirigió, abriendo las piernas para ella y taeyeon fue a ella, amándola con su boca, moviendo su lengua a través de su humedad, sus gemidos mezclándose con los de tiffany cuando su lengua se deslizó en su interior.

 

Demasiado pronto, pensó tiffany.

 

Demasiado pronto.

 

Pero no pudo detener la llama que se movía a través de su cuerpo, que le consumía, encendiendo el fuego que ardía debajo de la boca de taeyeon.

 

Se aferró a la cama, sus puños rastrillando a través de las sabanas mientras trataba de anclarse a sí misma, pero fue arrastrada mientras una oleada tras otra le golpeaba, la hacía gritar, gritar el nombre de taeyeon, le hacía presionar a taeyeon aún más cerca de ella.

 

—Oh… mi… Dios—susurró tiffany—Nadie más que tú, tae—suspiró en voz muy baja.

 

taeyeon  sostuvo a tiffany  entre sus brazos.

 

—Nadie más que tú, tiff

 

 

 

gracias por seguir esta adaptacion el proximo capitulo es  el capitulo final