capitulo 11

la luna de taeyeon

Taeyeon  se mantuvo alejada.

 

Durante tres días trabajó en su pintura, terminando la salida del sol en el lago y continuando con la puesta de sol que había compartido con Tiffany.

 

Tiffany.

 

Ella había ocupado sus pensamientos día y noche, pero TaeYeon  se había negado a llamarla.

 

Se había negado a ir a la tienda.

 

Necesitaba tiempo lejos de la rubia.

 

Nunca en su vida ninguna otra mujer le había consumido de esta manera, haciéndole casi enloquecer de deseo.

 

Había pasado tanto tiempo desde que había experimentado este tipo de deseo.

 

—Ella es hetero—se dijo a sí misma nuevamente.

 

¿No es así?

 

Encendió un cigarrillo, su to y se dejó caer en la silla de jardín.

 

Fumar y beber, lo había hecho mucho más desde que había conocido a Tiffany, pensó ella, mientras levantaba la botella de cerveza a sus labios.

 

Trató de no imaginarse a las dos juntas, como lo había hecho en sus sueños la noche anterior.

 

Negó con la cabeza lentamente, golpeteando distraídamente las cenizas de su cigarrillo.

 

No era como si estuviera buscando a alguien.

 

Se había dado cuenta en los últimos tres años que realmente no había necesitado a nadie en su vida. Si se sentía solitaria, si sentía urgencia por el toque de alguien, siempre había mujeres dispuestas en los angeles.

 

El o casual era mucho más seguro para el corazón que pasar por todo ese tonto cortejo.

 

Había encontrado un lago en el mapa que quería mirar, pero lo había estado postergando.

 

Miró el cielo claro y azul.

 

Esta noche sería un buen momento, pensó ella.

 

Sólo que estaba al otro extremo de la ciudad, pasando por el almacén general y no había querido pasar cerca de ahí, por temor a que Tiffany  o Bora estuvieran afuera.

 

Entonces se sentiría obligada a detenerse y visitar y se vería obligada a mirar los ojos cafés de Tiffany y se perdería en ellos nuevamente.

 

Detuvo sus pensamientos.

 

No podía seguir evitándola.

 

Vino aquí a trabajar.

 

Si había un lago al que quería ir, iría.

 

Estaba actuando como una adolescente con un enamoramiento ¡por el amor de Dios!

 

Con eso, apagó el cigarrillo y tomó con rapidez lo último de su cerveza. Ella iría, echaría un vistazo y si los colores eran buenos, esbozaría otra puesta de sol y regresaría.

 

 

 

Condujo rápidamente, con buenas intenciones de no mirar siquiera hacia la tienda, pero sus ojos fueron arrastrados hacia ella.

 

Vio a Tiffany  sentada en el porche y maldijo cuando Tiffany  levantó una mano en saludo y sin pensarlo, TaeYeon  giró su Toyota hacia el camino de entrada y se detuvo a su lado.

 

— ¿Qué estás haciendo?—preguntó TaeYeon  a través de la ventana abierta.

 

—Simplemente estoy sentada—explicó Tiffany — ¿Tú?

 

—Hay un lago en las afueras de Mill Creek—dijo TaeYeon  señalando el camino.

 

—El lago oh —suministró Tiffany.

 

— ¿Has estado ahí?

 

—Muchas veces.

 

— ¿Es bueno?

 

—Tranquilo. Muchos árboles—dijo Tiffany, sus ojos en los de TaeYeon—La pesca no es grandiosa.

 

—Oh, maldición—dijo TaeYeon  con una sonrisa.

 

Se miraron la una a la otra y Tiffany  no pudo desviar sus ojos de inmediato, incluso cuando sintió que su pulso comenzaba a latir con nerviosismo.

 

Sus ojos se posaron brevemente en los carnosos labios de TaeYeon, recordando todo lo que esos labios le habían hecho en sus sueños.

 

Se sonrojó y se encontró nuevamente con los ojos de TaeYeon, tratando de leerlos.

 

La puerta mosquitera se abrió y Tiffany finalmente fue liberada del agarre de TaeYeon en ella.

 

—Vaya, TaeYeon—dijo Nana.

 

—Hola, Bora.

 

— ¿Saliendo a dibujar otra vez?

 

—Sí.

 

— ¿Por qué no llevas a Tiff? Creo que ella se siente encerrada.

 

Tiffany miró a Nana luego a TaeYeon  y viceversa.

 

—Oh, no puedo salir de la tienda en este momento—dijo Tiffany.

 

—Tonterías—exclamó Nana.

 

¿Tonterías?

 

Tiffany frotó sus sienes, tratando de pensar en una excusa para no estar a solas con TaeYeon.

 

—No estamos ocupadas. Puedes irte. Yo puedo cerrar.

 

Tiffany  levantó la vista y se encontró con los ojos divertidos de TaeYeon que apenas insinuaban un desafío.

 

— ¿No te importa?—preguntó con voz débil.

 

—No… en absoluto—TaeYeon mintió.

 

Por supuesto que le importaba.

 

No quería estar a solas con Tiffany.

 

Pero dijo:

 

—Me encantaría tu compañía.

 

Tiffany  subió a su Land Cruiser, resistiendo la tentación de aferrarse a la puerta y se obligó a relajarse.

 

Sin embargo, fue por poco tiempo.

 

El brazo de TaeYeon  se deslizó a lo largo de la parte posterior del asiento detrás de ella cuando se volteó para retroceder y Tiffany casi pudo sentir la caricia en sus hombros.

 

Se estremeció por la calidez de la misma.

 

— ¿Cómo has estado?—preguntó TaeYeon  mientras se alejaban.

 

—Bien ¿Y tú?

 

—Bien.

 

— ¿Has estado trabajando?—preguntó Tiffany.

 

Taeyeon  la miró, consciente de su nerviosismo.

 

Y el suyo propio.

 

— ¿Debo disculparme por la otra noche?—preguntó TaeYeon.

 

— ¿Por qué?

 

—Por lo que dije.

 

—No seas tonta—dijo Tiffany  con una ligereza que no sentía—Yo hice la pregunta.

 

No había otros coches en el lago y Tiffany  miró hacia el cielo, consciente que se acercaba la noche y lo absolutamente solas que estarían.

 

No debió haber venido, pensó ella.

 

No debería estar aquí a solas con TaeYeon.

 

Se sentía confundida y sentía una mezcla dentro de ella cada vez que estaba cerca de TaeYeon.

 

Cada vez que descubría los ojos de TaeYeon sobre ella.

 

Vio como TaeYeon salió con su block de dibujo bajo el brazo y ella la miró a través de la ventana abierta.

 

— ¿Vienes?—preguntó TaeYeon.

 

Tiffany asintió y sus ojos siguieron a TaeYeon mientras se alejaba, pero todavía seguía sentada ahí cuando TaeYeon se dio la vuelta para mirarla interrogante.

 

—Ya voy—dijo Tiffany y por fin abrió la puerta.

 

—No me tengas miedo, Tiffany—dijo TaeYeon mientras caminaban Yo nunca…,

 

—Sé que no lo harías—dijo Tiffany bruscamente—No tengo miedo.

 

— ¿No lo tienes?

 

—No de ti, exactamente—dijo Tiffany.

 

—Entonces ¿de qué?

 

—Nada—murmuró Tiffany—No hablemos de eso, por favor.

 

Taeyeon  asintió.

 

—Está bien. No hablaremos.

 

Caminaron a lo largo del trayecto, Tiffany seguía a Taeyeon  ya que el camino se hacía estrechó hacia el agua.

 

Taeyeon  miró por encima, tratando de fingir que estaba interesada en los colores, pero no lo estaba.

 

Su mente no estaba en esbozar.

 

Estaba agradecida por los árboles.

 

Bloqueaban la puesta del sol y el lago reflejaba sólo el bosque y se oscurecía con sólo un toque de colores de la puesta del sol.

 

Taeyeon  sabía que debía decirle a Tiffany  simplemente que los colores no eran buenos y que deberían regresar.

 

Regresar a casa, donde estarían a salvo.

 

Donde no se sentiría tentada.

 

Pero no lo hizo.

 

Estaban completamente solas y su pulso se aceleró ante la idea.

 

Quería estar a solas con ella, se dio cuenta y se sintió ridícula. Tiffany  no quería nada de ella, se recordó a sí misma.

 

Caminaron hasta la orilla, la superficie del lago quieto como el cristal en una calmada noche.

 

Tiffany  se dio cuenta que TaeYeon  no hizo ademán de sacar su block de dibujo, pero Tiffany no hizo mención de ello.

 

No estaba segura de poder hablar.

 

Sentía como su corazón latía con fuerza y tomó una respiración profunda, intentando calmar su pulso acelerado.

 

¿Qué estaba esperando?

 

¿Qué TaeYeon  la arrastrara entre sus brazos y la besara?

 

¿Decirle que también había estado soñando con ella y que necesitaba saber lo que era besarla?

 

¿Era eso lo que quería?

 

¿Quería que TaeYeon  la tomara entre sus brazos?

 

¡Dios, por supuesto que no!

 

¡No quería nada de eso!

 

Oh, llevó una mano temblorosa a su garganta, sintiendo como su pulso latía con fuerza y supo que probablemente ella misma había entrado en un frenesí por nada.

 

Seguramente, TaeYeon  no estaba sintiendo ninguno de estos mismos sentimientos.

 

Seguramente, TaeYeon  no se sentía ni un poco atraída por ella ¿o sí?

 

Permanecieron ahí, el silencio casi ensordecedor mientras ambas miraban hacia el lago.

 

Cuándo Tiffany  se volteó, los ojos de TaeYeon  estaban sobre ella y sus propios ojos se levantaron y se encontraron con su mirada inquisitiva.

 

¿Qué estaba pensando?

 

¿Qué estaba sintiendo?

 

Taeyeon  trató de encontrar las respuestas en sus ojos pero fracasó.

 

Tiffany  llevó una mano hacia su pecho sintiendo la opresión, deseando que su corazón desacelerara a lo normal.

 

Sentía la atracción entre ellas y se preguntaba si TaeYeon  también la sentía.

 

—Demasiados árboles—dijo TaeYeon  finalmente.

 

Tiffany  asintió, pero sus ojos no se apartaron de TaeYeon.

 

Estaba perdiendo rápidamente la batalla consigo misma y dio un paso vacilante hacia TaeYeon.

 

— ¿Tiff?

 

—Muéstrame—susurró Tiffany—Necesito saber.

 

Vio la tensión en la mandíbula de TaeYeon por el nerviosismo y quiso poner su mano ahí.

 

—Por favor.

 

Taeyeon  meneó la cabeza.

 

—Tiff, no—advirtió TaeYeon—No sabes lo que estás haciendo.

 

Por supuesto que no, pero eso no impidió que extendiera su mano y agarrara la cálida mano de TaeYeon.

 

—Quiero saber—dijo en voz baja—Dame un beso, tae.

 

TaeYeon sintió el último hilo de cordura huir de ella ante esas palabras susurradas tan suavemente.

 

Sus ojos cayeron en los labios que lucían tan acogedores.

 

Sí, sabía que debería parar esto, sabía que debería alejarse.

 

Pero no podía negarse a sí misma el placer.

 

Tiffany sintió como TaeYeon la atrajo hacia ella y fue por voluntad propia.

 

Cuando la mano de TaeYeon  tocó su rostro para guiarla, cerró los ojos y esperó que los labios de TaeYeon tocaran los de ella.

 

—Tiff—TaeYeon volvió a susurrar y Tiffany sintió el aliento cálido de TaeYeon sobre su rostro.

 

Se dio la vuelta hacia ella y cuando sus labios se encontraron no fue lento ni suave.

 

Fue apresurado y hambriento y la boca de Tiffany se abrió para ella y gimió suavemente cuando sus lenguas se tocaron brevemente por primera vez.

 

Taeyeon  la atrajo aún más cerca, dejando caer su block de dibujo en el suelo y pegando el cuerpo de Tiffany al suyo, al sentir los pechos de Tiffany  aprisionados contra los suyos, perdió la poca voluntad que tenía.

 

Sus manos se deslizaron a las caderas de Tiffany tomaron su redondez, empujando a Tiffany en su contra mientras las temblorosas manos de Tiffany se movían sobre sus hombros y alrededor de su cuello.

 

—Sí—Tiffany respiró contra los labios de TaeYeon y su lengua exploró la cálida boca de TaeYeon, empujando a través de esos labios.

 

Labios suaves y no los labios de un hombre.

 

Estaba ardiendo.

 

Fue mágico.

 

Sus besos eran ardientes y húmedos y Tiffany  no se sintió familiarizada con la piscina de deseo entre sus piernas y gimió suavemente contra los labios de TaeYeon.

 

TaeYeon empezó a apartarse, pero Tiffany siguió negándose a liberarla, todo pensamiento desapareció excepto esos sentimientos insanos que esta mujer creaba en ella.

 

Los labios de TaeYeon  se suavizaron y ahora se movieron con exquisita delicadeza sobre los suyos y Tiffany sintió que sus piernas amenazan con derrumbarse cuando TaeYeon  tomó su rostro entre sus manos y rozó sus labios una y otra vez.

 

—Tiff—susurró TaeYeon cuando finalmente se echó hacia atrás— ¿Por qué?

 

—Sabes por qué—la acusó Tiffany.

 

Tiffany  bajó su cabeza y la enterró en el pecho de TaeYeon, su respiración acelerada entre sus labios entreabiertos.

 

—Es que… tenía que saber—susurró Tiffany.

 

TaeYeon alzó su barbilla y miró intensamente en sus ojos.

 

— ¿Y ahora crees que sabes lo que es besar a una mujer?

 

—Sí—fue la respuesta en voz baja.

 

— ¿Y también tienes curiosidad de saber cómo se siente si toca tus pechos?

 

Tiffany  tomó una respiración profunda, temerosa de contestar mientras las manos de TaeYeon se deslizaban peligrosamente cerca de sus pechos.

 

— ¿Quieres saber?—susurró TaeYeon y se inclinó nuevamente para tomar la boca de TaeYeon  quien la abrió al instante para permitir acceso a su lengua.

 

Sus manos se detuvieron, la punta de sus dedos sólo rozaron la curva de los pechos de Tiffany.

 

—Tengo tanto miedo de lo que estoy sintiendo—susurró Tiffany, aunque su cuerpo suplicaba por el toque de TaeYeon  y se apretaba más a ella, sintiendo como sus pezones se endurecían ante la idea de las manos de TaeYeon  sobre ellos.

 

Ante el inicio del crepúsculo, sus ojos buscaron los de TaeYeon, tratando desesperadamente de dar algún sentido a sus sentimientos.

 

Las manos de TaeYeon  temblaban.

 

Sería tan fácil, lo sabía.

 

Un beso más, un solo toque.

 

Pero había escuchado el miedo en la voz de Tiffany, podía ver la incertidumbre en sus ojos.

 

—Deberías tener miedo—dijo TaeYeon y finalmente alejó a Tiffany, estuvo a punto de provocar que tropezara.

 

Dio un paso atrás, cepillando su cabello con las manos y apartándolo de sus ojos.

 

Jesús.

 

¿En qué estabas pensando?

 

¿Qué estás haciendo?

 

—Lo siento mucho—susurró Tiffany, sus manos temblaban mientras se envolvían alrededor de ella—Nunca debí haberlo pedido.

 

TaeYeon le dio la espalda a Tiffany, necesitando el tiempo.

 

— ¿Por qué lo sientes? No es que no quisiera besarte.

 

—No sé qué decir, TaeYeon. Lo siento…

 

—Por favor, deja de decir eso. Yo soy la que…

 

—No—Tiffany  tragó con dificultad—He estado pensando en ti—admitió—Pensando en cosas que no debería—respiró profundamente y se volteó—No puedo dejar de… quiero decir… estás pensando que solo tengo curiosidad ¿no es así?—preguntó.

 

—No lo sé ¿es así?

 

Tiffany  tocó el brazo de TaeYeon  y le dio la vuelta para mirarla.

 

—Puede ser. Realmente nunca he pensado en estar con una mujer anteriormente—dijo Tiffany.

 

Su mente se negaba a traer a relucir lo de Yuri.

 

—Hasta que te conocí.

 

Taeyeon  rio y metió las manos dentro de sus bolsillos para evitar que llegaran a la castaña.

 

—Bueno, si estás pensando en experimentar, tendrás que buscar en otra parte. No estoy en eso.

 

Alzó su block de dibujo y comenzó a caminar regresando a lo largo del sendero y Tiffany la siguió, corriendo tras la coreana.

 

—TaeYeon, espera. Necesito hablar de esto.

 

—Bueno, yo no—espetó TaeYeon.

 

Estúpida, estúpida idiota, se maldijo.

 

—No entiendes—dijo Tiffany tratando de igualar los pasos largos de TaeYeon.

 

—No, supongo que no—dijo TaeYeon.

 

—Maldita sea, podrías parar, TaeYeon—gritó Tiffany.

 

Taeyeon  se detuvo y se dio la vuelta, sus ojos enojados.

 

— ¿Qué?

 

—Sé lo que estás pensando—dijo Tiffany.

 

Taeyeon  rio sin humor.

 

—Oh, lo dudo mucho.

 

Tiffany la miró fijamente, sus pensamientos desaparecieron de repente cuando vio el deseo que seguía brillando en los ojos de TaeYeon.

 

Eso la asustó más de lo que creyó posible.

 

—No juegues conmigo—advirtió TaeYeon  en voz baja.

 

—No lo hago—dijo Tiffany—Lo siento.

 

—Debido a que no sabes lo que estás haciendo—TaeYeon continuó, su voz ahora era suave—Te deseo. Pero supongo que ya sabes eso.

 

Tiffany  asintió débilmente y se sintió asustada por la expresión en los ojos de TaeYeon.

 

Pero más que eso, estaba asustada por lo que los suyos propios podrían revelar.

 

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Comments

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Eli_17 #1
Amo esta historia, creo que la lei en tiempo record. Gracias por compartirla ♥
Argali11
#2
Chapter 35: Hermoso <3
roguecr #3
Chapter 35: waaaaooo 5 babys, ellas si q se pusieron a trabajar enserio. Me encanto la historia. Gracias x compartirla.
KrySulDay17
#4
Chapter 35: Jajajaja 5 no es como mucho eh XD.. . ese Taeny es tan hot juju
LlamaAmerica #5
Chapter 35: 5? JAJAJAJAJA seguro que parecen conejos xD
Gracias por compartir esta bonita historia!!! :')
Enssei #6
Chapter 35: Meh...se nota que no tenían televisión jaja
Agh...que triste que ya terminó :(
¡Gracias por adaptarla!
gabriela021
#7
Chapter 35: O.O cinco hijos? se nota que estaban en un pueblo y no hay mucho que hacer jajaja muy buen fic me gusto, gracias por compartirlo
gabriela021
#8
Chapter 34: Muy bonita tu historia, me gustó lastima que termino
mamurayamaken #9
Chapter 34: Una historia para recordar ......
KrySulDay17
#10
Chapter 34: Omg hermoso y mágico