capitulo 16
la luna de taeyeonEncontraron a Nana y le dieron el té helado que había solicitado, luego las despidió con un gesto.
—Tiff, enséñale a TaeYeon algunos de los puestos. Suelen tener arte, aunque dudo que sea de la misma clase que el de ella—dijo Nana.
Taeyeon rio.
—Bora, difícilmente soy famosa.
—Tonterías—dijo Bora—Has estado en una revista. Eso es ser famoso—volvió a su pastel—No tarden mucho—les dijo—Voy a reservar una mesa para nosotras.
Tiffany rio y dirigió a TaeYeon, sacudiendo la cabeza.
¡Nana era una niña!
—Ella es algo especial—dijo TaeYeon.
—Sí. Y ella piensa muy bien de ti, por cierto—dijo Tiffany.
Taeyeon levantó las cejas y sonrió.
— ¿Supongo que en realidad no ha leído el artículo?
—No. No sabe nada acerca de tu vida personal…—dijo Tiffany.
—Bien.
—Ella lo entendería, ya sabes, conoce a Kimberly y Nico—agregó Tiffany.
—Lo sé.
Caminaron por los puestos, haciendo una pausa de vez en cuando para recoger algunas de las artesanías que se exhibían.
Había unas cuantas pinturas y TaeYeon las estudió mientras Tiffany la miraba.
Era más seguro mirarla cuando TaeYeon no era consciente, pensó Tiffany.
Y ella la miraba.
Por mucho que lo intentara, no podía evitar que sus ojos recorriesen su cuerpo, sus delgadas piernas, más allá de sus pantalones cortos y haciendo un alto repentino en la familiar camiseta metida dentro.
Era dolorosamente obvio para ella que TaeYeon no llevaba sujetador y sus ojos se negaban a alejarse de sus pechos.
Su aliento quedó atrapado y tragó con dificultad, finalmente levantó sus ojos y se ruborizó cuando TaeYeon la descubrió mirándola fijamente.
Taeyeon mantuvo atrapada la mirada de Tiffany durante varios segundos embarazosos, entonces, con una elevación de una ceja, la liberó.
Tiffany respiró nuevamente y no se atrevió a mirar a TaeYeon.
¿Qué es lo que te pasa?
Se sentía totalmente fuera de control y sus manos temblaban mientras llevaba su vaso de cerveza a sus labios.
¡Dios, estaba mirando los pechos de una mujer!
¿Se había vuelto loca?
—Creo que necesito otra cerveza—dijo TaeYeon.
—Yo también—murmuró Tiffany.
¡Estaba ardiendo y sabía que no tenía nada que ver con los días de verano!
Encontraron a Nana sentada en una mesa, dos sillas reservadas para ellas y TaeYeon esperó cortésmente hasta que Tiffany se sentó en la banqueta.
— ¿Qué te parece?—Nana preguntó a TaeYeon.
—Me gusta. Es divertido—dijo TaeYeon.
Tiffany estaba demasiado consciente de la mujer sentada junto a ella para participar en la conversación.
Su piel ardía donde la pierna de TaeYeon rozaba su muslo y no podía evitar que su pulso se acelerara por sus venas.
Trató de pensar en Siwon, trató de recordar cómo era darle un beso, como era hacer el amor con él, pero nada venía a ella.
El recuerdo del beso de TaeYeon sacaba a Siwon de su mente y Tiffany sintió como creció su humedad mientras recordaba estar de pie junto al lago, moviéndose entre los brazos de TaeYeon, su boca abriéndose a TaeYeon, su propia lengua empujando violentamente dentro de la boca de TaeYeon.
—Oh—gruñó en voz baja y cerró los ojos con fuerza.
— ¿Tiff?
— ¿Hmmm?
— ¿Estás bien?—preguntó Nana.
Tiffany miró al otro lado de la mesa a Nana y sintió que se sonrojaba con vehemencia.
—Estoy bien—dijo Tiffany—Sólo un poco de calor—murmuró.
—Hace bastante calor hoy. Estoy tan contenta de haberme puesto pantalones cortos—dijo Nana.
Tiffany trató de escuchar como Nana le contaba a TaeYeon sobre su mañana, pero su mente estaba en la pierna que presionaba suavemente contra la suya.
¡Dios mío, no puedo soportarlo!
¿Qué le estaba haciendo TaeYeon?
¿No tenía idea del efecto que estaba causando en Tiffany?
Tiffany suspiró, disfrutando la sensación de la pierna desnuda de TaeYeon apretada contra la suya. Se negó a preguntarse por qué no se alejaba de ese toque cálido.
Tiffany estuvo tan agradecido cuando la comida estuvo lista, estaba detrás de TaeYeon y Nana en la fila, escuchando el parloteo de Nana, mirando de vez en cuando los ojos divertidos de TaeYeon.
¿Cómo podía actuar TaeYeon como si nada hubiera pasado entre ellas?
¿Cómo podía estar tan poco afectada por todo esto?
Porque es lesbiana.
¡Está acostumbrada a besar a otras mujeres!
Tiffany cerró los ojos con fuerza.
Bueno, ella no era lesbiana y no estaba acostumbrada a besar a otras mujeres ¡y eso le estaba volviendo absolutamente loca!
Dios, su carne se ponía de gallina sólo por estar cerca de TaeYeon y sólo quería que el día terminara y que TaeYeon desapareciera nuevamente dejándola en paz.
— ¿Tiffany?
— ¿Qué?
— ¿Estás bien?—susurró TaeYeon.
—No, no lo estoy—admitió la rubia.
Sus ojos volaron hacia los de TaeYeon y deseó no haberlo hecho.
No pudo alejarlos y sintió un tirón en el pecho mientras trataba de recuperar el aliento.
—No puedo estar cerca de ti de esta manera—susurró Tiffany.
Tiffany vio el breve destello de comprensión en los ojos de TaeYeon antes de asentir.
—Lo sé. Lo siento—dijo TaeYeon en voz baja—Es mi culpa. No debí haber venido.
—No, es…
—Tiff mira, ahí están el señor y la señora Schuester ¿Los recuerdas?—Nana llamó a los Schuester pero no le escucharon—Oh, tendré que buscarlos más tarde. Sólo eras una adolescente la última vez que te vieron—dijo Nana.
—Los recuerdo—dijo Tiffany con aire ausente, con los ojos aún fijos en los de TaeYeon.
Llevaron sus platos nuevamente a la mesa, el de TaeYeon lleno con nada más que patatas y dos pedazos de tortas y Tiffany nuevamente se vio obligada a soportar sentarse cerca de TaeYeon.
—Oh, la banda es buena este año, Tiff—dijo Nana.
—Sí.
Sin embargo casi no la había escuchado.
Comió en silencio, su mente lejos de la conversación entre TaeYeon y Nana.
Taeyeon recogió los platos cuando todas terminaron de comer y se fue por más cerveza y Tiffany levantó la mirada y sonrió a Nana.
— ¿La estás pasando bien?—preguntó Tiffany.
—Maravilloso—dijo Nana— ¿Pero tú la estás pasando bien?
—Por supuesto.
—Has estado muy callada—dijo Nana— ¿No te sientes bien?
—Me siento bien—dijo Tiffany.
¿Por qué, oh, por qué Nana siempre se daba cuenta?
— ¿Crees que TaeYeon la está pasando bien?
Tiffany asintió.
—Creo que sí.
¿Lo estaba?
Era difícil saberlo.
Taeyeon también, había estado muy callada.
—Aquí tienen—dijo TaeYeon equilibrando dos vasos de cerveza y un té helado en sus manos.
Tiffany extendió la mano para ayudarla y cuando sus manos se tocaron, surgió la electricidad entre ellas, derramando la cerveza sobre la mesa.
—Dios, lo siento—murmuró Tiffany limpiando el derrame con la servilleta.
—Está bien.
No podía soportarlo.
Ni un minuto.
Tenían que hablar.
Esto poco a poco la estaba volviendo loca, esta… atracción, sí, está bien, atracción, que sentía por TaeYeon.
Y no podía aguantarlo un segundo más.
Tenía que… ¿qué?
¿Hablar?
Sí, tenía que hablar con ella sobre todo esto.
Estaba tan confundida en su interior.
Su cuerpo traidor gritaba por ser liberado, pero su mente se negaba a escucharlo.
Esto no podía estar ocurriendo.
¡Ella no era lesbiana!
¡Ni siquiera era biual, por amor de Dios!
Tiffany se inclinó hacia TaeYeon, hablando en voz baja para que Nana no pudiera escucharla.
—Tenemos que hablar—cuando TaeYeon la miró, añadió—Yo tengo que hablar.
—Está bien.
Taeyeon estuvo de acuerdo.
— ¿Por qué no damos una vuelta?
Tiffany asintió y se volteó hacia Nana.
—Vamos a caminar un poco, Nana ¿Estarás bien aquí?
—Por supuesto. Sigan adelante.
Caminaron hacia el Land Cruiser de TaeYeon sin hablar y Tiffany se preguntaba qué demonios le diría a TaeYeon.
Sólo deseaba una cosa; que su corazón no latiera tan rápidamente siempre que estaba cerca de TaeYeon.
Taeyeon abrió la puerta a Tiffany y ella se metió, recordando la última vez que había estado en la camioneta de TaeYeon.
Habían estado conduciendo de regreso, después del beso.
No habían hablado.
Ni una palabra.
Taeyeon se había detenido frente a la casa y Tiffany casi había saltado de la camioneta en marcha.
— ¿A dónde?—preguntó TaeYeon.
—No importa—dijo Tiffany.
TaeYeon condujo lentamente por las calles desiertas y metió la mano en la consola, sacando su arrugado paquete de cigarrillos. Metió uno en su boca y luego miró a Tiffany.
—No te importa ¿verdad?
—Por supuesto que no—dijo Tiffany.
Taeyeon inhaló profundamente, dejando que el humo invadiera sus pulmones, tranquilizándola.
Así que Tiffany quería hablar.
Grandioso.
Justo lo que quería hacer.
Hablar sobre cómo la había besado y había jodido su vida.
— ¿Por qué no vamos a mi casa?—dijo Tiffany —Podemos sentarnos y hablar.
Taeyeon vaciló.
La última cosa que necesitaba era estar a solas en la casa de Tiffany.
Pero asintió con la cabeza de todos modos.
Tiffany caminó rápidamente delante de TaeYeon, de repente nerviosa por estar a solas con ella.
Tal vez debieron mantenerse en la vía y hablado en la camioneta.
Envolvió sus brazos alrededor de ella y se volteó hacia TaeYeon en cuanto la puerta se cerró.
—No puedo dejar de pensar en ello—dijo rápidamente— ¿Qué me está pasando?
—Tiffany, lo siento. Nunca debí…
—Yo… te lo rogué—Tiffany le recordó—Y ahora, no puedo dejar de pensar en ello—se apartó de TaeYeon, incapaz de mirarla—Nunca he pensado en una mujer anteriormente, no de esta manera.
Recordó a Yuri.
No, nunca había sido así con Yuri.
Ella no lo había permitido.
Pero tal vez, si hubiera continuado viéndola, podría haber evolucionado hacia una atracción ual.
¿A quién quería engañar?
Era atracción ual.
Solo que no pudo admitirlo en ese tiempo.
—Tiffany, no sé qué quieres que diga.
Tiffany miró los ojos negros llenos de pesar y negó con la cabeza lentamente.
No era culpa de TaeYeon.
—Hubo una vez una mujer—dijo Tiffany en voz baja—Acababa de salir de la universidad. Ella era mi jefe. En ese entonces, pensé que era simple amistad. Pasamos mucho tiempo juntas, pero no permití que mis sentimientos evolucionaran a algo más. Ella quería más pero yo no pude… no sabía. Conocí a Siwon poco después de eso.
Taeyeon se quedó sin aliento.
Eso, no lo esperaba.
—Pero no soy lesbiana—susurró Tiffany—Yo… no lo soy. No quiero estos sentimientos.
—Está bien. No lo eres—dijo Taeyeon tratando de decir las palabras que ella pensaba y Tiffany quería escuchar—Tal vez sólo estás cuestionando tu amor por Siwon y esto era… algo para probar.
— ¿Es eso lo que piensas?—preguntó Tiffany.
Podría ser cierto.
Quería que fuera verdad.
Taeyeon se acercó y se paró frente a ella.
—Tiffany, sólo fue un beso. No te toqué—dijo Taeyeon—Ni siquiera estábamos cerca de… algo.
— ¿No lo estábamos?—susurró Tiffany.
Sentía como si estuviera en un sueño.
Sus ojos se nublaron y todo lo que pudo ver fue a ellas dos, como habían estado esa noche.
Recordó las manos de Taeyeon descansando justo debajo de sus pechos.
Recordó cómo su cuerpo había suplicado a las manos de Taeyeon que se movieran sobre él, cómo había suplicado a Taeyeon tocar sus pechos.
Recordó cómo había imaginado la boca de Taeyeon en ellos, como había imaginado las manos de Taeyeon… en ella, sus dedos dentro de ella.
Levantó la vista hacia Taeyeon y sintió la subida y caída de su pecho mientras trataba de seguir el ritmo irregular de su respiración.
No entendía la necesidad que le quemaba y que estaba consumiendo su cuerpo, moviéndose a través de ella con cada respiración irregular, situándose en el fondo de su estómago y exigiendo alivio.
—Tiff… por favor no me mires de esa manera—susurró Taeyeon.
Tiffany tragó el nudo en su garganta, pero sus ojos se negaron a alejarse de Taeyeon.
—Esto es una locura, lo que estoy sintiendo—murmuró Tiffany.
Su lengua salió y humedeció sus labios y los ojos de Taeyeon le siguieron. Tiffany gimió bajo la mirada de Taeyeon y dio un paso hacia ella.
—Bésame otra vez—le suplicó—Muéstrame que no hay nada aquí, tae. Muéstrame que lo imaginé todo.
Taeyeon meneó la cabeza, no, pero las manos de Tiffany ya la estaban tocando, ya estaban subiendo por sus brazos hacia su cuello.
—tae, por favor—susurró mientras se sintió atraída por el cuerpo cálido de Taeyeon.
Taeyeon no podía haberse negado incluso si Bora hubiera elegido ese momento para caminar entre ellas.
Sus manos fueron rápidamente al rostro de Tiffany y lo acunó, atrayendo la boca de Tiffany hacia la de ella.
Tiffany entreabrió sus labios húmedos y Taeyeon los devoró con avidez, su resolución desapareció con el roce de la lengua de Tiffany contra la suya.
Las manos de Tiffany se agarraron con fuerza en los hombros de Taeyeon, segura que iba a desmayarse por la intensidad de todo.
Su sangre corría en sus oídos y no podía respirar.
Entonces la boca de Taeyeon se volvió gentil y pudo respirar nuevamente y quiso aspirar a TaeYeon para meterla dentro de ella. Sus manos se movieron sobre la espalda de TaeYeon y la presionó acercando su cuerpo, sus caderas se movieron instintivamente contra TaeYeon.
—Querido Dios, tae—susurró cuando finalmente fue capaz de alejarse, cuando finalmente fue capaz de alejar sus labios de TaeYeon.
Casi.
—Lo siento—murmuró TaeYeon y trató de retroceder, pero Tiffany la abrazó.
—No te detengas—suplicó Tiffany y su boca fue por más.
Un beso más, un toque más de su lengua.
—Tiff, no—dijo TaeYeon.
Mantuvo a Tiffany a un brazo de distancia.
— ¿Qué estamos haciendo?—susurró TaeYeon.
Tiffany permaneció ahí, con la respiración agitada mientras miraba a TaeYeon.
—Sé que no debería sentir de esta manera, pero lo hago, tae.
Tiffany se acercó y tomó una de las manos de TaeYeon y la llevó hacia sus pechos sin pensar.
—Oh, Jesús—murmuró Tiffany—Oh, Dios mío.
Sus ojos se cerraron cuando sintió la mano de TaeYeon cerrándose sobre su pecho, cuando sintió el pulgar de TaeYeon acariciando su pezón erecto.
La mente de TaeYeon le gritaba que se detuviera, pero su cuerpo no quiso escuchar.
Ambas manos ahuecaron los pechos de Tiffany y su boca encontró una vena palpitante en el suave cuello que fue expuesto.
Tiffany se apretó aún más, deseando desplazar todos los demás pensamientos.
Sus sueños no hacían justicia al placer que TaeYeon le estaba provocando.
Fue a través de una niebla espesa que sintió como su camisa era sacada de sus pantalones cortos, como unas cálidas manos tocaban su piel caliente.
No detuvo las manos que se movieron sobre su piel, manos que empujaban con impaciencia su sujetador quitándoselo.
Taeyeon tenía que tener su boca ahí.
Había perdido todo sentido de la decencia.
Ya no le importaba si lo que estaban haciendo estaba mal o no.
—Oh, tae, sí
Tiffany suspiró cuando sintió el roce de la lengua húmeda sobre su pezón.
Atrajo a TaeYeon aún más cerca, jadeando cuando la cálida boca de TaeYeon se cerró sobre ella, chupando suavemente su pezón, conduciéndola a la locura por el deseo.
Sus ojos se cerraron mientras sostenía a TaeYeon contra su pecho.
Sus piernas se abrieron instintivamente y se presionan con fuerza sobre el muslo de TaeYeon.
Fue entonces, cuando el deseo se disparó a través de ella justo hacia su centro, dificultando su agarre contra TaeYeon, se dio cuenta de lo lejos que habían llegado, que tan rápidamente había perdido el control.
Fue entonces cuando el miedo sustituyó el deseo.
—No—susurró Tiffany—No, TaeYeon.
Taeyeon inmediatamente se apartó, con los ojos nublados por el deseo.
—Oh, Jesús, lo siento, Tiff—dijo rápidamente, alejándose de Tiffany, lejos de la tentación.
Pasó las manos por su cabello y gimió suavemente.
—No fue mi intención ir tan lejos.
—Yo también lo siento—susurró Tiffany antes que las lágrimas cerraran su garganta.
No pudo decir más.
—Por favor, no hagas eso—suplicó TaeYeon—Por favor, no llores. Todo esto es mi culpa. Dejé que fuera demasiado lejos.
Tiffany negó con la cabeza, pero aun así, las palabras no salieron.
Se dejó caer en el sofá y tiró su camiseta hacia abajo. Las manos le temblaban y cubrió su rostro con ellas.
—Por favor, Tiff—suplicó TaeYeon.
Tiffany finalmente levantó su rostro lleno de lágrimas hacia TaeYeon y se sorprendió por el arrepentimiento genuino que encontró ahí.
—Creo que sólo quiero que te vayas, tae.
Ante la angustia que cruzó el rostro de TaeYeon, Tiffany extendió una mano y capturó los dedos de TaeYeon.
—Sólo necesito estar sola y ordenar todo esto. No estoy enojada contigo. No puedo estar enojada contigo, fui yo quien quiso esto.
—Yo también lo quería—susurró TaeYeon.
—Lo sé. Eso es lo que me da miedo, tae.
Tiffany yació en cama durante mucho tiempo, esperando el sueño.
Descansó un brazo sobre sus ojos, queriendo esconderse de la humillación que sentía.
¿Qué pensaría TaeYeon de ella?
Que era una provocadora, admitió Tiffany.
Nada más que una maldita provocadora.
Pero no había sido intencional, pensó la rubia.
No lo había sido.
Simplemente había perdido el control.
En presencia de TaeYeon, parecía ocurrirle muy a menudo.
¿Realmente había estado la boca de TaeYeon sobre su pecho o lo había imaginado?
Sí y ahora sus pezones se endurecían solo de pensar en ello.
Por un momento, simplemente se había perdido a sí misma en el toque de TaeYeon. Por un momento, se dejó llevar y dejó que sus sentimientos reinaran plenamente.
Pero había vuelto en sí, gracias a Dios y TaeYeon se había detenido cuando ella se lo pidió.
¿Qué era lo que quería de TaeYeon?
¿Qué necesitaba de ella?
—Quiero hacer el amor con ella—susurró Tiffany—Lo quiero. Quiero todo de ella.
Giró la cabeza en la almohada, deseando que estos sentimientos desaparecieran.
No quería desear a TaeYeon.
No quería sentir estos sentimientos por una mujer.
Pero lo sentía.
No podía negarlo por más tiempo.
Esto le estaba volviendo loca.
Mañana, iría con ella.
Iría con TaeYeon y le rogaría que hiciera el amor con ella si quería hacerlo.
Taeyeon la había deseado esta noche, Tiffany lo sabía.
Podía sentirlo, lo veía en sus ojos.
Tal vez TaeYeon podría darle la liberación que su cuerpo ansiaba.
respecto al fic todo por un sueño les pido disculpas no he podido actualizarlo por que hay un problema de la pagina donde tomaba el fic esta en ingles y aun no ah actualizado tratare de buscar el libro... si que no se preocupen.
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