Pov Taeyeon

Le susurro a Tiffany que no me parece buena idea, pero ella se vuelve en mi regazo y me planta el dedo índice en los labios para silenciarme.

—¿Qué pasa, Taeyeon? ¿Temes un poco de desafío... o es la verdad lo que te da miedo? —suelta Sunny con una sonrisa artera.

«Qué hija de puta.» Estoy a punto de responder, pero entonces Tiffany ruge:

—Tú eres quien debería tener miedo.

Sunny enarca una ceja.

—¿No me digas?

—Bueno..., bueno..., relanjense —interviene Yuri.

Por mucho que me esté gustando ver cómo Tiffany pone a esa chica en su sitio, no quiero que Sunny se pase. Tiffany es mucho más frágil y sensible que ella, y Sunny sería capaz de decir cualquier cosa para hacerle daño.

—¿Quién empieza? —pregunta Yoona.

Tiffany levanta la mano inmediatamente.

—Yo.

«Joder, esto va a ser un puto desastre.»

—Creo que será mejor que empiece yo —interviene Jessica.

Tiffany suspira, pero baja la mano de nuevo sin decir nada y se lleva el vaso a la boca. Sus labios están rojos por la cereza de la bebida, y por un momento rayo y empiezo a imaginármelos chupando mi...

—Taeyeon, ¿verdad o desafío? —pregunta Jessica, interrumpiendo mis lascivos pensamientos.

—Yo no juego —digo, y vuelvo a mis fantasías.

—¿Por qué no? —inquiere.

Una vez roto el hechizo, la miro y gruño:

—Uno, porque no quiero. Y dos, porque ya he jugado a bastantes juegos de mierda.

—Parece que quiere verdad —masculla Sunny.

—No ha querido decir eso. Venga, déjala ya —dice Yoona en mi defensa.

«¿Por qué mierda me acosté con Sunny?» No está buena, y no hacía malas lamidas, pero es un puto incordio. Al recordar aquellos momentos con ella me dan náuseas, y le dirijo a Jessica un gesto de que pase al siguiente con la mano para poder pensar en otra cosa.

—Vale. Yuri, ¿verdad o desafío? —pregunta Jessica.

—Desafío —responde.

—Hum... —Jessica señala a una chica alta que lleva los labios pintados de rojo intenso—. ¿A que no te atreves a besar a esa chica rubia de la blusa azul?

Yuri mira hacia la chica y protesta:

—¿Y no puedo besar a su amiga en vez de a ella?

Todos miramos a la chica que está al lado, que tiene el pelo largo y rizado y la piel morena. Es mucho más guapa que la rubia, así que por el bien de Yuri espero que Jessica acceda al cambio. Sin embargo, ella se ríe y dice con tono autoritario:

—No. A la rubia.

—Eres una cabrona —gruñe Yuri, y todo el mundo se echa a reír mientras se dirige a la chica.

Cuando vuelve con la boca manchada de pintalabios rojo, empiezo a entender por qué Tiffany detesta este tipo de juegos. Desafiarnos a hacer cosas estúpidas como ésta es absurdo. Hasta ahora nunca me había parado a pensarlo, pero lo cierto es que tampoco había deseado besar sólo a una persona. No quiero volver a besar nunca a nadie que no sea Tiffany.

Cuando Yuri desafía a Yoona a beberse un vaso de cerveza que la gente haya estado usando como cenicero, desconecto. Tomo un mechón del suave pelo de Tiffany y jugueteo con él entre los dedos. Ella se tapa la cara cuando a Yoona le dan arcadas, y Jessica se ríe como una histérica.

Después de unos cuantos desafíos absurdos más, por fin llega el turno de Tiffany.

—Desafío —responde con valentía a Minzy.

Le lanzo una mirada asesina para advertirle que, como se atreva a desafiarla a hacer algo inapropiado, no dudaré en abalanzarme sobre ella y asfixiarla. Es una chica bastante genial y legal, así que no creo que se pase demasiado, pero prefiero advertírselo por si acaso.

—¿A que no te atreves a beberte un chupito? —dice Minzy.

—Menuda mierda —protesta Sunny.

Tiffany hace como que no la oye y se bebe el chupito. Ya está borracha.

Si bebe mucho más, acabará vomitando.

—Sunny, ¿verdad o desafío? —dice entonces Tiffany con demasiada petulancia.

Todo el mundo se pone tenso, y veo que Jessica me está observando de manera inquisitiva.

Sunny mira a Tiffany a los ojos, claramente sorprendida ante su audaz movimiento.

—¿Verdad o desafío? —repite ella.

—Verdad —contesta Sunny.

—¿Es verdad... —empieza Tiffany inclinándose hacia adelante— que eres una puta?

Se oyen risas y exclamaciones ahogadas de sorpresa. Entierro el rostro en la espalda de Tiffany para amortiguar mis carcajadas. Joder, esta chica se vuelve loca cuando está borracha.

—¿Perdona? —inquiere Sunny, boquiabierta.

—Ya me has oído... ¿Es verdad que eres una puta?

—No —responde Sunny con los ojos entornados de odio.

Yuri sigue riéndose, a Jessica le divierte la situación, aunque está algo preocupada, y Tiffany parece estar a punto de abalanzarse sobre Sunny.

—Se llama «verdad» por una razón —sigue molestandola.

Le doy un apretón en el muslo y le susurro que lo deje estar. No quiero que Sunny le haga daño, porque entonces yo tendré que hacerle daño a ella.

—Me toca —dice ella entonces—. Tiffany, ¿verdad o desafío? — pregunta.

Allá va.

—Desafío —responde Tiffany con una sonrisa sarcástica.

La otra finge sorpresa, y entonces sonríe con malicia.

—¿A que no te atreves a besar a Sooyoung?

Levanto la vista hacia el horrible rostro de Sunny.

—Ni de coña —digo en voz alta.

Todo el mundo menos ella parece encogerse un poco hacia atrás.

—¿Por qué no? —sonríe Sunny mordazmente—. Es terreno conocido, ya lo ha hecho antes.

Me incorporo y estrecho a Tiffany contra mí.

—Eso no va a pasar —gruño a esa putilla del tres al cuarto. Me importa una mierda este estúpido juego, no pienso dejar que bese a nadie.

Sooyoung está mirando hacia la pared, y cuando Sunny la mira, ve que no tiene ningún apoyo en ella.

—Vale, pues que sea verdad entonces —dice—. ¿Es