Pov Tiffany

Cuando el apartamento está limpio como a mí me gusta, me dirijo a la tienda para comprar tampones y algunas cosas más por si vienen Ryeowook, YeJi y Seohyun. Taeyeon quería acompañarme, pero sabía que no iba a parar de hacer bromas sobre los tampones, así que la he obligado a quedarse en casa.

Al volver, la encuentro sentada en el mismo sitio en el sofá.

—¿Has llamado ya a tu padre? —pregunto desde la cocina.

—No..., te estaba esperando —responde, y se acerca a la cocina y se sienta a la mesa, suspirando—. Voy a llamarlo ahora.

Me siento frente a ella mientras se lleva el teléfono a la oreja.

—Eh..., hola —dice Taeyeon, y pone el teléfono en manos libres y lo deja sobre la mesa, entre ambas.

—¿Taeyeon? —pregunta Ryeowook sorprendido.

—Sí... Hum..., oye, ¿Les apetece pasar por aquí o algo?

—¿Pasar?

Taeyeon me mira y noto que su paciencia ya se está agotando. Alargo la mano, la dejo sobre la suya y asiento para mostrarle mi apoyo.

—Sí... Tú, YeJi y Seohyun. Para intercambiar regalos, ya que no lo hicimos ayer. Mamá se ha ido —dice.

—¿Estás segura? —pregunta Ryeowook a su hija.

—De lo contrario, no te lo habría preguntado, ¿no? —responde Taeyeon, y yo le aprieto la mano—. Digo..., sí, claro —se corrige, y le sonrío.

—Bien, bueno, deja que hable con YeJi, pero sé que estará entusiasmada. ¿A qué hora les parece bien?

Taeyeon me mira. Articulo con los labios que a las dos, y ella se lo dice a su padre.

—Bien... Bueno, nos vemos a las dos entonces.

—Tiffany le enviará a Seohyun la dirección en un mensaje —añade Taeyeon, y cuelga el teléfono.

—No ha estado mal, ¿no? —digo.

Pone los ojos en blanco.

—Lo que tú digas.

—¿Qué me pongo?

Señala con la mirada mis jeans y mi camiseta de la UNS.

—Eso.

—De eso, nada. Ésta es nuestra Navidad.

—No, es el día después de Navidad, así que deberías llevar jeans. —Sonríe y se tira con los dedos del aro del labio.

—No voy a llevar jeans. —Me río y me dirijo a la habitación para decidir qué ponerme.

Sostengo mi vestido blanco contra mi pecho delante del espejo cuando Taeyeon entra en el dormitorio.

—No sé si es buena idea que vayas de blanco. —Sonríe.

—Pero ¿a ti qué te pasa? ¡Para ya! —protesto.

—Eres muy linda cuando te ruborizas.

A continuación saco el vestido granate. Me trae muchos recuerdos. Me lo puse para ir a la primera fiesta de la fraternidad con Jessica. Echo de menos a Jessica a pesar de lo enfadada que estoy... que estaba con ella. Me siento traicionada, pero la verdad es que tenía cierta parte de razón cuando dijo que no era justo que perdonara a Taeyeon y a ella no.

—¿En qué piensa esa cabecita? —pregunta ella entonces.

—En nada... Sólo me acordaba de Jessica.

—¿Qué pasa con ella?

—No lo sé... La echo de menos. ¿Echas de menos a