capitulo 121
AFTER 2: EN MIL PEDAZOS (Versión TaeNy)
Pov Taeyeon
—Te veo en casa, Tiffany —dice Seohyun cuando Tiffany y yo bajamos del coche de mi padre y nos dirigimos caminando al mío.
La miro y farfullo un bonito «que te den» por lo bajo.
—Déjala en paz —me advierte Tiff, y se mete en el interior de mi vehículo.
Cuando entro, enciendo la calefacción y la miro con ojos de agradecimiento.
—Gracias por venir a casa conmigo, aunque sólo sea esta noche.
Ella asiente y apoya la mejilla contra la ventana.
—¿Estás bien? Siento lo que ha pasado, es que... —empiezo.
Ella suspira y me interrumpe:
—Sólo estoy cansada.
Dos horas más tarde, Tiffany está profundamente dormida en la cama, abrazada a mi almohada en posición fetal. Está increíblemente guapa hasta cuando está enferma. Aún es pronto para que me acueste, así que me acerco al armario y agarro la copia de Orgullo y prejuicio que me ha regalado. Hay muchas más cosas de las que pensaba subrayadas en amarillo, así que me tumbo a su lado de nuevo y empiezo a leer los pasajes marcados. Uno de ellos me llama la atención:
«A poca gente quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano, y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia».
Ése es sin duda de nuestros primeros días. Ahora me la imagino, enfadada y nerviosa, sentada en la pequeña cama de la residencia, rotulador y novela en mano. La miro y me río ligeramente a su costa. Ojeo las páginas y empiezo a ver un patrón: me odiaba. Ya lo sabía, pero que me lo recuerden se me hace raro de cojones:
«Tienes ante ti una triste disyuntiva, Elizabeth. A partir de hoy serás una extraña para uno de tus padres. Tu madre te repudiará si no te casas con el señor Collins, y yo te repudiaré si te casas con él».
Su madre y Bora.
«La gente irritada no suele actuar con sabiduría.» No podría ser más cierto...
«No he tenido el placer de entenderte.»
Yo tampoco me entendía a mí misma, ni me entiendo ahora.
«Podría fácilmente perdonarle su orgullo si no hubiese mortificado el mío.»
Esto lo subrayó el día que le dije que la quería y después lo retiré. Estoy convencida.
Please Subscribe to read the full chapter
Comments