Capítulo Cuarenta y Seis
CORAZÓN DE CRISTAL (ADAPTACIÓN TAENY)
\ (•◡•) /BUENOS DÍAS,TARDES O NOCHES\ (•◡•) /
Tiffany llegó a casa después del trabajo para encontrarse a Taeyeon en la
cocina preparando la cena.
―Hummm, huele bien,― dijo mientras se quitaba las botas de trabajar de
una patada y dejaba las llaves encima de la mesita auxiliar.
― ¿Qué tenemos ahí?.―
―Una de las recetas favoritas de mi madre,― dijo Taeyeon
acercándose a la puerta.
― Crema de pollo y arroz salteado.―
―Espero que hayas hecho bastante,― dijo Tiffany
mientras entraba a la cocina.
― Mi pistola de clavos se atascó a primera hora de la mañana y me
llevó al menos media hora el desatascarla. Tuve que saltarme el almuerzo
para adelantar el trabajo.―
Se acercó y sonrió cuando vio a Taeyeon con los
brazos abiertos para abrazarla.
― Ha sido un día muy largo.―
―Bien, entonces ve a sentarte y a relajarte,― dijo Taeyeon.
― Esto no estará listo en al menos quince minutos.―
―¿Tengo que hacerlo?,― preguntó Tiffany,
disfrutando por la sensación del cuerpo de Taeyeon contra el suyo.
― Estoy muy cómoda aquí mismo,―
descansando su cabeza sobre el hombro de Taeyeon
inhaló la suave esencia de su perfume.
― Sí, así estoy muy bien.― Sintió cómo los brazos que la
rodeaban la apretaban más.
―Esto me lo pone muy difícil para echarle un vistazo a la cena,―
bromeó Taeyeon.
―Uh, uh,― dijo Tiffany
desliando sus manos hacia abajo
hasta las caderas de Taeyeon.
― Dijiste que teníamos quince minutos.―
―Y eso no es suficiente tiempo para lo que estás pensando,― dijo Taeyeon
mientras sus propias manos comenzaban a acariciar la espalda de Tiffany.
―¿Qué te hace creer que estoy pensando en algo?,― se irguió
aprovechándose de su posición para besar el cuello de Taeyeon.
Después de creer durante años que carecía de apetito ual,
Tiffany se sorprendió por
la fuerza de su deseo.
Moviendo sus manos entre los dos cuerpos, buscó el
primer botón de la camisa de Taeyeon.
―¿El hecho de que estás intentando meterte dentro de mi camisa?,― dijo
Taeyeon, aunque sin hacer ningún intento de detener las manos de Tiffany.
―Hace calor aqui,― dijo Tiffany mientras el botón era abierto y revelaba la
desnuda piel. Escuchó la brusca inhalación de Taeyeon y se sonrió a sí misma
sabiendo que sus traviesas manos eran la causa.
― Te quiero.― susurró y desabrochó
el siguiente botón besando la nueva piel expuesta. Trazando el
borde del sujetador de Taeyeon con los labios, dejó salir su lengua para probar
la piel ligeramente salada.
―Yo también te quiero, ―dijo Taeyeon, su voz más ronca de lo habitual. Su
agarre se hizo más estrecho, empujando las caderas de Tiffany contra las
suyas.
― Y tú eres la razón por la que hace calor aquí.―
―¿Quieres que pare?,― preguntó Tiffany liberando la camisa de los
vaqueros de Taeyeon. Fue contestada por la boca de Taeyeon contra la suya, el
beso añadiendo más leña al fuego que ya les ardía por dentro.
―No,― murmuró Taeyeon entre besos.― No pares.―
―¿Qué....que hay de la cena?,― pregunto mientras sus manos se deslizaban
por la espalda de Taeyeon hasta el cierre del sujetador.
―Mantén lo que estás haciendo y no cenaremos hasta por lo menos las
diez,― dijo Taeyeon mientras sus propias manos se deslizaban dentro de la
camisa de Tiffany.
Cerrando los ojos mientras recibía otro de los maravillosos besos de Taeyeon,
Tiffany usó sus dedos para abrir los dos ganchos que mantenían el sujetador
cerrado. Ahora, sin nada para impedir su progreso, movió sus manos hacia
delante cubriendo cuidadosamente los pechos de Taeyeon, sus pulgares
moviéndose suavemente arriba y abajo sobre los endurecidos pezones.
Respondió al gemido de su amante con el suyo propio cuando sintió se
sujetador ser desabrochado. Reticentemente, rompió el beso.
―El sofa,― sugirió.
―El sofa,― estuvo de acuerdo Taeyeon
guiando suavemente a Tiffany por el salón.
Tiffany estuvo agradecida por los brazos que la agarraban cuando la parte
de atrás de sus piernas chocaron contra el sofá. Levantando los brazos,
permitió a Taeyeon que le quitara el sujetador y la camisa a la vez, sonriendo
tolerantemente cuando la escritora las plegó y las dejó en una silla cercana.
―Sabes,― dijo mientras deslizaba la camisa por los hombros de Taeyeon,―
tienes la maldita costumbre de preocuparte demasiado por el orden.
―Lo se,― dijo Taeyeon mientras plegaba su propia camisa y sujetador
poniéndolos encima de la otra ropa antes de volver a envolver a Tiffany
entre sus brazos.
― Es uno de mis pequeños defectos.―
Tiffany deslizó los dedos por la cinturilla de los vaqueros de Taeyeon
atrayéndola más cerca.― Supongo que ya que eres tan insistente en plegar
nuestras ropas, deberíamos deshacernos de todas ellas y quitárnoslas de en
medio.―
―Me gusta la idea,― dijo Taeyeon dirigiendo sus dedos hacia el botón de los
vaqueros de Tiffany.
―A mí tambien,― dijo Tiffany sintiendo que el botón de su pantalón se
habría y que los labios de Taeyeon buscaban los suyos.
Gimió suavemente cuando sintió sus vaqueros siendo bajados
por sus caderas junto con su ropa interior.
Las manos de Taeyeon le apretaron el trasero socavando toda la
fortaleza de sus piernas.
― No...podré permanecer de pie mucho mas,―
se las arregló para decir mientras cogía aire entre beso y beso.
Permanecieron juntas
mientras Taeyeon las bajaba hasta el sofá, el cálido cuerpo de la
escritora cubriendo el suyo propio.
Sus piernas todavía atrapadas por los
vaqueros a medio camino entre sus muslos.
Tiffany comenzó a retorcerse intentando empujarlos hacia abajo.
―Vas a tirarme del sofa,― advirtió Taeyeon.
―No puedo evitarlo,― dijo Tiffany.― No soporto sentirme atrapada.―
―Lo siento,― dijo Taeyeon rodando y tirando de la cinturilla del pantalon.
― Déjame.―
Tiffany se sintió vulnerable cuando la última de sus prendas fue quitada
y estaba tumbada en el sofá,
desnuda a la luz del día.
Taeyeon volvió de plegar la ropa y se arrodilló junto al sofá.
Mirándola de frente, Tiffany sabía ahora
por qué su necesidad de tocar y ser tocada había sido tan fuerte.
Era más que simple deseo, era el querer, no,
la necesidad de conectar de una manera
íntima con la persona que tenía su corazón.
―Te quiero,― susurró mostrando sus emociones en sus ojos. Alzándose un
poco, cubrió la mejilla de Taeyeon y la guió hasta que sus labios estuvieron a
tan solo unos milímetros. No hizo falta nada más para que Taeyeon tomara el
control y recorriera la distancia que las separaba.
El miedo de estar indefensa y expuesta se desvaneció ante el tierno beso.
Tiffany sintió el suave roce de unos dedos recorrerle el abdomen,
moviéndose en crecientes círculos mientras los besos de Taeyeon la dejan sin
respiración.
―Mmm,―
murmuró Taeyeon cuando se movió de la boca de
Tiffany a su mandibula.
― Eres tan bonita....―
Tiffany tan solo pudo arquearse ante las
suaves series de besos por su garganta, su cuerpo temblando al darse
cuenta hacia dónde se dirigían esos labios.
Gimió y estrujó el trasero cubierto por los vaqueros cuando los dedos de
Taeyeon encontraron perezosamente su triángulo de rizos.
― Tan suave...―
continuó la escritora, acariciando el pezón de Tiffany con la punta
de su lengua.
Tiffany tan solo podía gemir y estrujar el trasero de Taeyeon fuertemente
mientras que con su otra mano acercaba la boca de su amante a su pecho.
―Oh, Dios....es tan agradable,― dijo.
―Mn hmm,― estuvo de acuerdo Taeyeon moviéndose hacia el otro pecho.
En el proceso,
su propio pecho quedó al alcance de la boca de Tiffany y la joven
mujer felizmente abrió sus labios para aceptar el regalo que le ofrecían. Con
los ojos cerrados, Tiffany succionó fuertemente, su lengua agitándose entre
sus dientes sobre el endurecido pezón y casando rítmicamente con las
sensaciones en su propio pecho producidas por la boca de Taeyeon. Sintiendo
que la mano de Taeyeon se apretaba contra ella, abrió las piernas dejando a su
pierna derecha descansar sobre el suelo.
Alzando sus caderas para incitar a Taeyeon, se sorprendió al sentir que el
pecho que había estado lamiendo se apartaba de su boca. Su protesta murió
en sus labios cuando sintió la mano de Taeyeon sobre la rodilla derecha
abriéndole más las piernas.
―Oh Taeyeon, si,― dijo cuando la escritora se movió entre sus muslos y se dio
cuenta de lo que su amante intentaba.
Unos suaves besos depositados en la parte interior de los muslos
la hizo temblar brevemente antes de que los
labios de Taeyeon se ocuparan de su centro.
Se sacudió con el primer roce de la lengua de Taeyeon
entre sus húmedos pliegues, sabiendo que iba a ser
llevada más alto que ninguna otra droga jamás podría hacer.
Parecía que Taeyeon la tocaba por todas partes,
conocedoras manos moviéndose por sus
muslos, caderas y pechos, labios y lengua moviéndose a un paso
desesperante sobre su zona íntima.
La lengua de Taeyeon estaba fría al
principio en comparación a su sobrecalentado centro.
La cabeza de Tiffany
se movía de lado a lado y enganchó su pierna por detrás de la cabeza de
Taeyeon mientras los dedos de la escritora comenzaron a excitar y atormentar
sus pezones, estrujándolos a un ritmo que casaba con los lametones de la
lengua contra su clítoris.
Por minutos interminables Taeyeon la fue llevando en espirales a donde Tiffany
estaba segura que no podría llegar más alto. La mano de Taeyeon dejó su pecho
y se movió hacia abajo, alrededor de su cadera y luego de vuelta a su muslo.
Dos dedos se deslizaron suavemente dentro, robándole la respiración a
Tiffany antes de encontrarse a sí misma llevada todavía más alto. Cuando
por fin su mundo colapsó en una ola de placer, Tiffany gritó el nombre de
Taeyeon aferrándose en vano mientras las repeticiones vibraban a través de
ella.
―Shh…está bien…te tengo,― murmuró Taeyeon en su oído. Hubo otras
palabras, pero Tiffany encontró muy difícil concentrarse en mucho más que
en la calidez y comodidad del cuerpo de Taeyeon contra el suyo. Era como
estar en un cielo del que no tenía intención de marcharse. La primera vez
que Taeyeon intentó retirarse, la agarró más fuerte, expresando
silenciosamente su necesidad.
Su mano se movió por la espalda de Taeyeon,
encontrando una vez más la cinturilla de los vaqueros.
―No puedo creer que todavía los lleves puestos,― dijo, moviéndose
lentamente del abrazo de Taeyeon y quedando en posición sentada.
―Estaba un poco ocupada,― dijo Taeyeon, moviéndose para darle un rápido
beso.
― Oh, mis rodillas me están matando.―
―¿Tal vez debería besarlas y hacer que mejoraran?,― ofreció Tiffany,
poniendo sus manos en los codos y levantándose,
trayendo a la escritora con ella.
― Por supuesto que no puedo hacerlo con eso puesto,―
dijo tirando de la cinturilla.
― Hay que sacartelos.―
Deslizando su mano entre la tela vaquera y el algodón,
empujó los pantalones por las caderas de Taeyeon.
―Oh, hay que hacerlo ¿verdad?,― preguntó Taeyeon con las manos
descansando sobre la espalda y hombros de Tiffany.
― ¿Y qué hay si todavía no he terminado contigo?.―
Tiffany apretó el trasero de Taeyeon cubierto por las bragas de algodón y
descansó su frente sobre su hombro.
―Maldita sea mujer,― se quejo.― Vas a matarme.―
―No puedo evitarlo,― dijo Taeyeon envolviendo a Tiffany en sus brazos y
haciendo que sus pechos se apretaran.
― Me encanta tocarte,― dijo, inclinándose
sobre la cabeza de Tiffany para besar su frente.
Aprovechándose de su posición, Tiffany comenzó a besar la garganta de
Taeyeon, entonces fue bajando hacia su pecho.
―A mí también me encanta tocarte,― dijo
mientras bajaba y se ponía de rodillas.
― Y ahora mismo planeo tocarte hasta que no puedas mas. ―
Empujó
los vaqueros por las nalgas de Taeyeon, entonces le ofreció sus hombros a su
amante para que se apoyara en un pie y luego en el otro.
― Me encantan las blancas de algodón,
pero tengo que quitártelas tambien,― dijo,
besando la mata de vellos a través de las bragas
antes de quitárselas y unirse a los vaqueros en el suelo.
Un suave empujón y Taeyeon
estaba tumbada sobre el sofá.
―La ropa,― dijo Taeyeon acercándose a la pila de ropa
cerca de las rodillas de Tiffany.
―Dejala,― dijo Tiffany separando las rodillas de Taeyeon.
―Pero…―
―Pero nada. En un minuto no te va a importar un carajo
dónde está la ropa,― dijo Tiffany.
Empeñada en ganar ésta pequeña batalla comenzó a
recorrer con la yema de los dedos la parte interna de los muslos de Taeyeon.
―Por una vez, no te preocupes de eso. Solo túmbate y siente.―
Entonces Tiffany se concentró en darle a Taeyeon
el mayor placer usando sus dedos,
labios, todo lo que tenía a su disposición para enviar a su amante a la cúspide
una y otra vez, olvidando el montón de ropa arrugada.
***
―Hey, Doc,― dijo Tiffany cuando abrió la puerta.
― Venga entra, Taeyeon está en la cocina.―
Dio un paso atrás para dejar pasar a Jessica.
― ¿Puede hacer más frío ahí afuera?.―
―Espero que eso no signifique que vamos a tener un invierno brutal,― dijo
Jessica sacándose la chaqueta y colgándola en el perchero junto a la puerta.
―Vas a tener que cambiarte esa chaqueta vaquera tuya
por otra algo más caliente.―
―¿Sabes lo que cuesta una chaqueta nueva?,― dijo Tiffany acercandose.
―Hazme un favor ¿quieres?,― susurro.
― No le digas nada de eso a Taeyeon.―
―Y ¿por cuánto tiempo crees que Taeyeon te va a dejar salir allí fuera con esa
cosa tan fina?,― preguntó Jessica con el mismo tono bajo de voz.
―Con suerte, dos semanas más. No voy a ganar dinero extra hasta entonces.
―Hey, ¿De qué estan hablando ustedes dos ahi?,― gritó Taeyeon
desde la cocina.
―No te preocupes, no voy a contarle todos tus secretos,― dijo Jessica,
― Además creo que ya sabe todas las malas costumbres que tienes.―
―Y sobre eso,― dijo Taeyeon moviéndose por la puerta
que separaba la cocina y el salon
.― Quién sabe, puede que algún día ella me quite una o dos. Es
sabido que los milagros ocurren.―
―¿Quieres decir que algún día me pararé y encontraré una pelusilla de polvo
bajo el sofa?,― preguntó Jessica.
―Bueno, no presiones tanto,― dijo Taeyeon poniendo sus brazos en jarra
sobre sus caderas.― Pero me he convencido que no es un crimen dejar la
ropa sin plegar después de habérmela quitado.―
Jessica miró de Taeyeon a Tiffany.
―Estás bromeando.―
―Nop,― contestó Tiffany orgullosa.
―Me pilló en un momento de debilidad,― añadió Taeyeon en su defensa.
―Debe de haber sido “el” momento,― dijo Jessica golpeando a Tiffany en el
hombro.― Ahora intenta llevártela a la cama
dejando un plato sucio en el fregadero.―
―Nunca ha pasado,― dijo Taeyeon confidencialmente.
―Ah, ah, ah,― Jessica alzó su dedo indice,― Lo has olvidado ¿no?.―
Taeyeon le ofreció una confusa mirada por unos instantes
antes de que su memoria recordara.
―Oh.―
―Como dije, te levantaste en mitad de la noche y los lavaste, pero aún así lo
consideré una victoria,― dijo Jessica, su postura cómoda y relajada sin que su
cuerpo se agitara por las emociones que Tiffany había visto al final de su
última sesión con la terapeuta.
Había preguntado, pero Taeyeon había dicho
muy poco de la conversación que tuvo con Jessica,
solo que pensaba que había ido bien.
Si el cambio de Jessica era alguna indicación, su encuentro había
sido un éxito total, como podía ver Tiffany.
Todavía había preguntas que debían ser contestadas
antes de que se convenciera totalmente de que las
cosas estaban completamente bien entre las tres.
―Hey Doc, voy a fumarme un cigarrillo antes de que lleguen los chicos.
¿Vienes a hacerme compania?,― dijo Tiffany mientras deslizaba la puerta
corrediza esperando por un respuesta. Como había supuesto, Jessica la siguió
fuera a la terraza cerrando la puerta detrás de ella.
―¿Si?,― preguntó Jessica expectante.
Tiffany sacó los cigarrillos del bolsillo y encendió uno.
―Así que,― dijo moviéndose para que el humos flotara lejos de donde
estaba Jessica― ¿todavía tendremos nuestras sesiones regulares?.―
―Por supuesto,― contestó Jessica.
―Bien,― Tiffany se giró y se concentró en la línea de humo azul
que salía de la punta de su cigarrillo.― Estaba preocupada, ¿sabes?.―
―¿Sobre que?,― preguntó Jessica.
―Estaba preocupada de que ya no quisieras ayudarme nunca más porque
estoy liada con Taeyeon,― dijo Tiffany ladeando la cabeza.― Diablos, por un
momento estaba incluso preocupada de que intentaras que volviera contigo.―
―Nunca haría eso,― dijo Jessica apoyándose en la barandilla y aspirando el
aroma de las hojas de los árboles mezclada con la de los pinos.
― Taeyeon y yo
tan sólo teníamos unos cuantos temas sin resolver, eso es todo.―
―Uh, uh,― dijo Tiffany.― Y están completamente resueltos ahora,
¿verdad?.―
―La mayor parte de ellos,― dijo Jessica.
―Tú eres la que está siempre diciéndome que los cambios no suceden de la
noche a la manana,― dijo Tiffany tomando otra calada de su cigarrillo.
Jessica se giró y le ofreció una sonrisa conocedora.
―Sabes que odio cuando mis propias palabras se vuelven contra mi.― Hizo
una pausa.― Pero es cierto. Taeyeon y yo tenemos una relación muy especial y
es muy duro para mí verla con alguien mas.― Se movió más cerca de
Tiffany.-―Pero también quiero que sea feliz
y lo tiene bien claro que eso es estando contigo.―
―¿Crees que tenemos una oportunidad?,― preguntó Tiffany sacudiendo
nerviosamente la ceniza al aire.
―No importa lo que yo piense,― dijo Jessica.
―Me importa a mi,― dijo Tiffany firmemente, caminando hacia la mesa y
apagando en cigarrillo en el cenicero.
―¿Qué si creo que ustedes dos tienen una oportunidad de que vuestra
relación funcione?. Totalmente,― dijo Jessica.― ¿Qué si creo que va a ser
fácil?. No. Les tomará muchos sacrificios y compromisos hacer que funcione,
pero si se aman la una a la otra, funcionará. ¿Ahora podemos ir adentro?.
Está helando aquí fuera.―
―Si,― dijo Tiffany.
Dio un paso hacia la puerta y luego de detuvo.
― Hey, ¿Doc?.―
―¿Sí?.―
―Sabes...pensé que estaba tan jodida que nadie jamás estaría conmigo y,
mucho menos que se enamoraría de mi.― Tiffany miró hacia abajo tratando
de encontrar las palabras adecuadas.― Pero...ahora veo las cosas de
diferente manera a como las veía hace cuatro meses. He....he...―
―¿Madurado?,― ofreció Jessica.
Tiffany alzó los hombros.
―Eso creo.
Lo que estoy intentando decir es que esto no
habría pasado si no fuera por ti.―
Jessica se acercó.
―Fuiste tú, amiga mia,― dijo empujando suavemente a Tiffany con el dedo
indice.― Yo no soy la razón de tu cambio, solamente soy la que te ayudó a
que vieras que el cambio era posible. Recuerda, fuiste tú la que vino a mí a
pedirme ayuda. Tú diste el primer paso. Ahora...― puso sus manos sobre los
hombros de Tiffany.― Vámonos antes de que me muera de frío aquí.―
―Gracias,― dijo Tiffany― por todo.―
―De nada,― dijo Jessica empujándola para un abrazo.
― Y por si ayuda,
espero que ustedes dos sean muy felices juntas.―
Tiffany estrechó el abrazo.
―Ayuda muchisimo,― dijo suavemente.
―Muy bien, ya es suficiente,― dijo Jessica mientras se separaban.―
Vayamos adentro.
CONTINUARA....
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