Capítulo Treinta y Nueve
CORAZÓN DE CRISTAL (ADAPTACIÓN TAENY)
La zona de voleibol les sirvió a la docena de mujeres más o menos, para
plantar sus tiendas de campaña.
Desgraciadamente estaban tan lejos del fuego,
que ver lo que estaban haciendo era un problema
y Tiffany tuvo que
aguantar una linterna mientras Taeyeon se peleaba con la maldita tienda.
Las otras tuvieron el mismo problema, así que cuando Taeyeon terminó de montar
la tienda, Tiffany fue a ayudar con la linterna a las demás chicas hasta que
las montaran todas.
Al final había siete tiendas formando un círculo.
Ayudó a Taeyeon a desplegar el saco de dormir sobre el suelo de la tienda
antes de ir a la casa para utilizar el baño.
Le llevó más tiempo del que pensaba ya que al
parecer todas habían tenido la misma idea. Por supuesto, toda aquella
cantidad de cerveza que habían consumido, garantizaba que el baño de
Hyori estaría ocupado la mayor parte de la noche si, en lugar de eso, las
mujeres de las tiendas no decidían visitar los arbustos.
Después de quitarse las zapatillas, Tiffany se arrastró dentro de la tienda.
Estaba oscuro, pero Tiffany podía ver por dónde moverse, localizando la
cremallera y abriendo el saco de dormir.
Rápidamente se quitó sus vaqueros
y metió las manos bajo su camiseta para quitarse el sujetador y hacer con
este y los vaqueros, una bola a modo de almohada. Se debatió entre
quedarse sin nada arriba, pero decidió que no, no sintiéndose tan cómoda
como en casa, por no mencionar que estaba compartiendo el saco de dormir
con Taeyeon.
Frotándose las manos contra los desnudos muslos, Tiffany se preguntó si
podría volverse a colocar sus vaqueros, pero el sonido de la puerta siendo
abierta por la cremallera finalizó sus pensamientos.
―¿Taeyeon?.―
―Sí, ¿en qué lado estás?.―
―El derecho….a menos que lo quieras tú.―
―No, el lado izquierdo está bien para mí. Probablemente sea mejor que te
quedes en el lado de la cremallera en caso de que necesites levantarte para
ir al baño. Tú has bebido más que yo.―
―Síp, estoy segura de que tendré que salir al menos una vez durante la
noche.―
Tiffany sintió cómo el saco de dormir se abría y acurrucó los pies
hasta que Taeyeon se arrastrara hacia dentro del caliente y cómodo saco de
franela y le volviera a cubrir su cuerpo.
―¿Tienes suficiente espacio?,― preguntó Taeyeon.
Tiffany, que estaba pegada tan al canto del saco de dormir que podía sentir
el frío de la cremallera, asintió con la cabeza antes de acordarse de que no
la podía ver en la oscuridad.
―Síp. ¿Y tú?.―
―Más que suficiente. Puedes acercarte si quieres, hay espacio.―
―No quiero aplastarte,― dijo Tiffany.
―No lo harás, y si lo hicieras no sería un problema,― Taeyeon dio un largo
bostezo.
―Vamos, colócate bien y así estarás más cómoda y podremos
dormir las dos.―
Reticente, Tiffany se separó de la cremallera, asumiendo una posición fetal
sin mirar a Taeyeon, pero muy consciente del calor que despedía el cuerpo que
se encontraba a unas pulgadas de ella.
Era una sensación extraña,
no habiendo dormido con nadie desde que era una niña
pero al mismo tiempo
sentía la sensación de seguridad teniendo a Taeyeon cerca de ella,
ya que no había cerrojo para cerrar la puerta de la tienda.
No era que Tiffany no se
fiara de las mujeres instaladas en sus propias tiendas, pero el miedo
inculcado estaba todavía allí.
―¿Mejor?,―
preguntó Taeyeon en voz baja.
―Sí. ¿Estás segura de que no te estoy agobiando?.―
―No, para nada. Todavía hay más espacio si lo necesitas.―
―No, estoy bien,―
dijo Tiffany ajustando su improvisada almohada.
―Buenas noches Taeyeon.―
―Buenas noches, carino,―
contestó la escritora acercándose en la
oscuridad para apretar el hombro de Tiffany.
Su intento por dormir fue interrumpido muy pronto cuando un claro gemido
surcó el aire seguido por las risitas de las otras tiendas.
―Suena como si alguien lo estuviera pasando bien,―
dijo Tiffany sonriendo en la oscuridad.
―Mmmm,―
contestó la adormilada Taeyeon.
― Espero que se estén quietas.―
―Pues no lo creo,―
dijo Tiffany después de un gemido más fuerte que cortó
la noche.
― ¿Quién crees que es?.―
―No lo sé.
No estaba prestando atención a quién estaba en las tiendas de
alrededor nuestra.―
Esta vez la mujer hizo algo mezclado entre grito y
sollozo, y otra voz susurró…
―Parece que es la tienda de Yuri.―
―¿Tú crees?,―
Tiffany rodó hasta que quedó frente a Taeyeon, entonces se
alzó sobre un codo.
Escuchó otra vez.
― Puede. Suena demasiado profundo para ser ella.―
~ Oh, Yuri, siiii ~
―Me parece que tienes razón,―
dijo.
― ¿Con quién crees que está?. No la he
visto con nadie esta noche.―
―Probablemente con Dara. He oído que es algo….vocal cuando está asi,―
dijo Taeyeon.
―Hey Kwon,- una voz desde otra tienda grito,― bajad la voz. Algunas de
nosotras queremos dormir.
―Sí, no quiero tener que hacer algo con mis propias manos aqui,―
gritó alguien provocando más risitas desde las otras tiendas.
―Yo creía que hacías algo con tus propias manos cada noche,―
esta vez reconocieron la voz de Jessica.
―Jódete tú y al caballo que montas, Jung,― respondió la voz de forma
juguetona.
―¿Es eso una oferta o un insulto?.―
―Como quieras tomártelo, Jessica. Mi tienda es suficientemente grande.―
―No vamos a poder dormir.― se quejó Taeyeon.
―Bueno, por lo menos alguien se está divirtiendo,―
dijo Tiffany volviendo a acostarse.
―Solo deseo que lo hagan en silencio.―
―O plantar su tienda más lejos.―
―Creo que podrían estar acampadas al otro lado de la casa y aún así
podríamos escucharlas,―
dijo Taeyeon antes de dar otro gran bostezo
.―Debería haber traído tapones para los oídos.―
―Bueno, tienen que dejarlo en algún momento ¿no?.―
La escritora se rió.
―Cariño estás hablando de lesbianas.
Son como el anuncio del conejito:
y duran, y duran, y duran…―
―Oh, maravilloso,―
dijo Tiffany sarcásticamente golpeando su
“almohada”.
― Supongo que debería estar agradecida de que no tengas novia
o no conseguiría dormir en casa.―
Taeyeon rió.
―De hecho soy bastante silenciosa,―
de detuvo cuando otra serie de gemidos surcó el aire.
― Definitivamente, Dara.―
Tiffany sacudió su cabeza y cerró los ojos, intentando con todas sus fuerza
no pensar en las imágenes que los sonidos traían a su mente.
***
Tiffany se despertó inmediatamente por el contacto.
Le tomó unos segundos
recordar dónde estaba y quién dormía junto a ella en la oscuridad, o mejor
dicho, quién dormía contra ella.
El brazo de Taeyeon la envolvía protectóramente el estómago.
Había sido ese contacto el que la había despertado.
Era medianoche, los únicos sonidos que se oían eran los
ronquidos de las tiendas de alrededor y el ocasional crepitar de la hoguera.
Dándose cuenta de que Taeyeon sonaba dormida, Tiffany se debatía en quitar
el cálido brazo que se apretaba contra ella, sin querer despertar a su
compañera de piso.
Permaneció así acostada durante varios minutos,
escuchando la profunda respiración al lado de ella, lo suficientemente cerca
como para sentir el cálido aliento sobre su nuca.
Cuando sintió la comodidad
de los ocasionales abrazos de Taeyeon, se encontró a sí misma sintiendo la
misma comodidad en un inconsciente abrazo.
Relajada siendo sostenida, se volvió a quedar durmiendo.
Taeyeon parpadeó y miró a su alrededor, el sol de la mañana iluminando el
interior de la amarilla tienda.
Para su sorpresa
se encontró enroscada alrededor de Tiffany.
“Debía habérmelo imaginado”, pensó
“siempre me enrosco”
. Pero se sentía demasiado bien como para apartarse. Inhaló el
aroma del champú de Tiffany y tuvo que aguantarse las ganas de tocar el
suave pelo rubio.
“¿A quién estoy engañando? “
alzándose un poco para mirar la durmiente silueta,
Taeyeon se admitió a sí misma que deliberadamente había
obviado el impulso de enroscarse con Tiffany por ésta razón.
Era demasiado
agradable sostener a la joven mujer entre sus brazos, sentir la suave
calidez contra ella.
Taeyeon se quedó acostada así durante varios minutos,
únicamente disfrutando la sensación.
Cuando escuchó los ruidos de las otras
despertándose en las tiendas de alrededor, reticentemente se movió hacia
su lado del saco de dormir. Por mucho que le agradase el abrazo, sabía que
debía volver a su sitio para cuando Tiffany despertase.
“Probablemente pensaría que intentaba aprovecharme de ella”.
Hubo un pequeño movimiento
en la tienda.
―Taeyeon, ¿estás despierta?.―
―Buenos días Sica,― dijo en voz baja. ― Tiffany está todavía durmiendo.―
―Hyori tiene café preparado.―
―Muy bien, saldré en un minuto.―
Ahora tenía que enfrentarse con el
problema de salir del saco de dormir sin despertar a Tiffany, quien estaba
en el lado de la cremallera. Taeyeon intentó alcanzarla.
―¿Hmmm?.―
―Shh, soy yo,―
dijo moviendo su cuerpo fuera del saco de dormir.
― Vuelve a dormirte, es temprano.―
―¿Qué hora es?,―
murmuró Tiffany rodando sobre su espalda y entornando
los ojos.
―Probablemente alrededor de las siete,―
encontró su reloj dentro de sus tenis.
― Son las siete y veinte. Voy adentro a por una taza de café.
¿Quieres que te traiga una?.―
―No, yo me levantaré. Además, tengo que usar el bano.―
Tiffany se sentó mostrándole a Taeyeon
algo que no sabía la noche pasada cuando los desnudos
muslos fueron revelados.
Fue solo entonces cuando la escritora se dio
cuenta de que los pantalones los había utilizado como almohada.
“Oh, gracias Dios, que no sabía nada de esto anoche”,-
pensó Taeyeon dándose
cuenta también de los dos puntos gemelos que presionaban contra la
camiseta de Tiffany.
―Saldré y así podrás vestirte,― dijo, arrastrándose por la tienda y
levantando la cremallera.
―Estaré allí en unos minutos.―
Escuchó cuando puso un pie en la húmeda
hierba y parpadeó con la luz brillante del sol.
―Ok.― Taeyeon se puso sus deportivos y se dirigió hacia la casa.
Hyori, Seohyun, Jessica y otras, estaban en la cocina cuando Taeyeon llegó.
―Buenos dias,―
dijo, cogiendo dos tazas vacías de la alacena y caminando
hacia la jarra de café.
Acababa de llenar las dos tazas cuando Tiffany entró,
su pelo revuelto de dormir.
―Oh, gracias,―
dijo Tiffany mientras cogía la taza con la mano.
―Pensé que podríamos parar a desayunar de camino a casa,― dijo
apoyándose en la encimera e ignorando la caja de donuts. Hay un bonito y
limpio bistro tan solo a unos minutos de aquí.
―Suena bien,―
dijo la rubia dejando su café y dirigiéndose hacia el baño
cuando Yuri salía de él.
―Hay donuts ahi,― dijo Jessica.
―No me apetece nada dulce,―
dijo.
― Además, huevos benedictine suena
genial ahora mismo.―
―¿Qué es esto?,―
dijo Hyori.
― ¿Se van tan temprano?. Pensé que
todo el mundo se quedaría un poco más.―
―Tengo cosas que hacer hoy,― dijo Taeyeon disculpándose, totalmente segura
de que se le notaba la mentira en la cara. A no ser que escribiera, no había
nada más que pudiera hacer hoy.
― Además, Tiffany nunca ha desayunado en Ruby´s.
Y estoy segura de que le encantará.―
―Oh, sí, solas las dos para disfrutar la una de la otra,― bromeó Yuri
―Comportate,―
dijo Taeyeon. Ansiamos un buen desayuno después de haber
sido mantenidas despiertas por ti y por Dara media noche.
―Hey, no es culpa mía que tú no hicieras nada anoche,― dijo la policía con
una sonrisa satisfecha mientras se volvía a llenar la taza de café e
intercambiaba una sonrisa con Dara.
― Así que, ¿cómo va el libro?.―
―El final está a la vista, pero estoy intentando finalizar las últimas
cincuenta paginas,―
dijo Taeyeon.
― Sabes lo difícil que es para mí entrelazar
las cosas.―
―Sí, por eso es por lo que tus tres libros tienen más de cien paginas,― dijo
Hyori.― Oh, pero esas escenas de amor son suficientes para hacerme
sentar sobre un bloque de hielo. Tendrás al menos una , ¿no?.―
―¿No las tengo siempre?,- contestó Taeyeon, llevándose la taza a los labios y
saboreando el fuerte liquido.
― Es una forma de mantener a los personajes juntos.―
Se dio cuenta de que Tiffany salía del baño y se preguntó a sí
misma por qué la vida no era tan fácil como las historias de ficción.
¿Por qué
se encontraba lamentándose por lo que no podía tener y al mismo tiempo
verse incapaz de darse la vuelta o detener su corazón de sentirse cada vez
más atraída por la preciosa mujer que compartía su casa?.
― Tengo que desmontar la tienda. Volveré en unos minutos.―
Dejando su taza sobre la
encimera, Taeyeon apretó el brazo de Jessica cuando pasó por delante de ella y
salió al aire libre de la mañana.
Estaba a punto de plegar el nailon de la tienda cuando Tiffany se acercó.
―¿Quieres un poco de ayuda?.―
―No,- dijo.- Casi he terminado.―
Tiffany se arrodilló en el suelo y puso su mano sobre la bolsa de la tienda,
previniendo el intento de Taeyeon de quitarla de ahí.
―Hey,―
la palabra pronunciada tan suavemente hizo que unos ojos claros se
alzaran consternados.
― ¿Estás bien?.―
Tomando una profunda inhalación asintió con la cabeza.
―Estoy bien. Tan solo estaré cansada o algo así.―
―¿Estás segura?. Parece que algo te incomoda.―
Taeyeon se preguntó cuándo Tiffany había aprendido a leerla tan bien, y
esperaba que su cara no revelara su secreto.
―Estoy bien, de verdad. Te diré qué, ¿por qué no llevas el saco de dormir al
jeep?, yo estaré allí en unos minutos y luego podemos ir a desayunar.―
―Si no te sientes bien podemos solamente ir directamente a casa y tomar algo
alli,― ofreció Tiffany.
―No. Realmente creo que te encantará Ruby´s y no tomamos éste camino
tan a menudo.― Un pensamiento cruzó por su cabeza.
― A menos que no quieras ir.―
―Oh, quiero ir. Si es un sitio donde sirven comida real y a ti te gusta,
entonces quiero ir. Porque sirven comida real ¿no?. No esos brotes de soja y
hierba que te gusta y con lo que pretendes convertirte en un conejo.―
―Comida real, lo prometo,―
dijo con una sonrisa.
― Estoy segura que puedes pedir un plato extra de grasa si lo deseas.―
―Graciosa. Vamos, estoy hambrienta y ya le he dicho adios a todo el
mundo.―
Tiffany le cogió la tienda y la metió el la bolsa de nailon
estropeando todo el trabajo que Taeyeon había gastado plegándola. Sopesando
la urgencia de volver a sacarla y plegarla correctamente, se quedó de pie y
siguió a Tiffany hasta el coche, agradecida de librarse de los ojos de sus
amigas. Taeyeon entendió por qué sus amigas se metían tanto con ella sobre
Tiffany, porque si la forzaban a admitirlo, sus comentarios jocosos e
indirectas la hubieran llevado a casa.
Qué duro había sido la pasada noche
estar acostada allí y tratar de dormir con Tiffany a su lado, especialmente
con los sonidos vocales viniendo de la tienda de Yuri. Taeyeon estaba
agradecida de que hubiera sido solo una noche y no toda una semana. Dos
noches iguales y no estaba segura de que hubiera podido resistir la
tentación.
CONTINUARA...
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