FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD LOCKSMITH 

 

―Así que dime otra vez, ¿por qué estamos haciendo esto?,― preguntó

Tiffany mientras levantaba otro montón de ramas secas y las dejaba en la

carretilla.

 

 

―La hoguera necesita leña,- dijo Taeyeon dejando caer su montón de ramas.-

Además es una forma estupenda para que Hyori traiga a todos sus amigos

y limpien esto.

 

 

―Eso es lo que pensaba,― dijo la rubia con una sonrisa.― Al menos tienen un

montón de cerveza.

 

 

―Es cierto. ¿Sabes que hay dos barriles más a parte del que hay en el

porche?.―

 

 

 

―Ah, una recompensa por todo nuestro duro trabajo,― añadió Tiffany.― Al

menos contigo ayundándome no tendré que pelear con las indirectas de la

Don Juan Cubana.―

 

 

―Es cierto, solo quédate pegada a mi,― dijo la escritora.― Protegeré tu

virtud.―

 

 

Hubo un escandaloso bufido y se volvieron para ver a Yuri caminando por la

maleza.

 

 

―Eso es un paso, si no he escuchado mal, Kim,― se burló dejando caer las

ramas que sostenía sobre la carretilla.

― No te preocupes, Tiffany,―

dijo palmeando el hombro de la joven

― Soy policía, puedes confiar en mí para

guardar el secreto―

 

 

Tiffany sonrió.

 

―No se si puedo confiar en una mujer que lleva las esposas con ella todo el

tiempo,―dijo.

 

 

 

―Ah, ningún sentido de la aventrura,― dijo Yuri, haciendo como si le

atravesara una flecha el corazon.― Ok,Ok,  las dejaré solas pajarillos

enamorados. Mejor si se dan prisa. La comida está casi lista y Hyori ya ha

abierto el segundo barril.―

La policía desapareció por entre la maleza,

dejándolas a solas una vez más.

 

 

Taeyeon sacudió su cabeza.

 

―Le he dicho antes que no éramos amantes.―

 

 

―Yo ya me he dado por vencida intentandolo,―

dijo Tiffany.

― Además, si creen que estoy contigo 

no se meterán demasiado conmigo.―

 

 

 

―Con algunas de mis amigas siendo tan cariñosas, eres una tentación. A

Seohyun le encanta ir detrás de alguien que tenga una relación. Creo que es el

desafío lo que la atrae.―

 

 

 

―Pues no debo ser su tipo,―

dijo la rubia parándose para liberar una rama

de entre las hojas y cubierta por tierra.

― Es una de las pocas que pasa de mí.―

 

 

 

―Las prefiere pelirrojas y morenas, creo que estás a salvo.

¿Necesitas ayuda con eso?.―

 

 

Tiffany intentó liberar el tozudo tronco, exhalando fuertemente cuando no

lo consiguió.

―Si no te importa.―

 

 

Juntas liberaron el tronco, decepcionadas cuando encontraron la parte baja

cubierta de insectos.

 

 

―Tanto esfuerzo para esto,―

dijo dejando su parte en el suelo.

 

 

 

―Bueno, tampoco es como si no hubieran ramas o troncos por aqui,―

dijo Taeyeon quitándose su jersey y sacudiéndose las manos.

― De hecho,―

dijo mirando la carretilla llena

― creo que tenemos más que suficiente.―

 

 

 

―Voto por volvernos antes de que se acabe la cerveza,― dijo Tiffany usando

sus vaqueros como si fueran una toalla para sus mugrientas manos antes de

coger las asideras de la carretilla.

 

 

―Yo puedo hacerlo,― se ofreció Taeyeon.

 

 

―Naw, es bastante ligero,―

dijo. Cuando unos meses atrás el carro lleno

hubiera sido demasiado pesado para ella de llevar, dos meses recogiendo

escombros de paredes y maderas, habían esculpido sus músculos lo

suficiente para que Tiffany pudiera sostener el peso.

― Te diré algo, ¿por qué no vas y traes unas cervezas

mientras yo llevo esto al montón de leña?.―

 

 

 

―Eso parece un plan,―

dijo Taeyeon.

―Te espero alli.― 

Se giró y se dirigió hacia la casa mientras Tiffany seguía las marcas

dejadas en la hierba por las otras

carretillas hasta que llegó a donde harían la hoguera.

“Se podrá ver la hoguera desde el espacio”

pensó mirando la montaña de madera.

 

 

―Estábamos a punto de enviar una expedición en su busqueda,― dijo

Jessica mientras se aproximaba con una botella de cerveza en la mano.

― ¿Dónde está Taeyeon?.―

 

 

―Fue a la casa a traerme una cerveza y quién sabe qué para ella,―

dijo Tiffany.

― Ayúdame a descargar esto, ¿quieres?.―

 

 

 

Dejando su cerveza en el suelo, la castaña mujer comenzó a ayudar a Tiffany

moviendo las ramas desde la carretilla hasta la pila de madera.

 

 

 

―Así que, ¿te vas a quedar esta noche o te llevará Taeyeon a casa?.―

 

 

 

―Planea volver a casa más tarde, pero puso la tienda de campaña en el jeep

por si acaso,―

dijo Tiffany.

― Supongo que veremos cómo van las cosas.―

 

 

 

―Te ofrecería llevarte, pero planeo no estar en condiciones de conducir

para cuando anochezca,―

dijo la terapeuta.

― Rara vez vuelvo a casa antes

de la mañana siguiente de cuando vengo a recoger leña a casa de Hyori.―

 

 

 

―¿Qué están haciendo?,―

preguntó Tiffany señalando donde varias mujeres

estaban apiñadas juntas en medio de un prado cubierto de hierba.

 

 

 

―Están intentando poner la red de voleibol,―

contestó Jessica quitando las

últimas ramas de la carretilla y volviendo a coger su cerveza.

― Todavía tenemos un par de horas antes de 

que Hyori encienda su hoguera y veinte

mujeres necesitan hacer algo que las mantenga ocupadas.―

 

 

 

 

Tiffany sonrió.

―Estoy segura que Hyori podría encontrar algo para mantenerla ocupada

en las próximas horas si pudiese encontrar una compañera servicial.―

 

 

 

―¿Te ofreces voluntaria?―

 

 

 

 

La rubia bufó y sacudió la cabeza.

―No es mi tipo, ya lo sabes,―

dijo, sus ojos mirando a Taeyeon trayendo un

par de tazas de plástico llenas de cerveza en sus manos.

― Oh si.―

 

 

 

 

Encontrándose con su compañera a mitad de camino, Tiffany cogió una de las

tazas y dio varios tragos.

― Mi heroe,― bromeó.

 

 

 

―Veo que te las has arreglado para encontrar a alguien que te ayude a

vaciar la carretilla,―

dijo Taeyeon tomando un sorbo de su cerveza.

―¿Queréis ir a ver a las chicas jugar a voleibol?.―

 

 

 

―¿Y tú?.―

 

 

 

―Claro,―

dijo la escritora mientras Jessica se les acercaba.

― Puede que me

una a ellas para jugar un partido o dos.―

 

 

 

―Mejor si te quedas mirando,―

dijo Jessica

― Es brutal cuando se trata de golpear el balón.―

 

 

 

―Suena como si quisiera a alguien en mi equipo,― dijo Tiffany mientras se

dirigían a la zona de voleibol, insegura de la extraña mirada que le dio su

terapeuta.

 

 

 

En pocos minutos los equipos estaban hechos, Taeyeon y Tiffany en el lado de

Lee Hyori y Jessica se unió al grupo de Yuri. El blanco balón voló sobre la red y

el partido comenzó. Si las chicas jugaban duro sobre el campo de baseball,

no era diferente en el de voleibol. Cada punto era difícil de ganar, con

gruñidos y maldiciones y no pocos fueron discutidos y repetidos. Siendo una

novata en el juego, Tiffany se encontró en total desventaja cuando tuvieron

que rodar y ella quedó frente a la red. Incapaz de defender contra los

fuertes remates de Yuri, permitió dos puntos antes de que rodaran y

cambiaran de posición otra vez, poniendo a Taeyeon a su lado izquierdo.

 

 

 

―No le tengas miedo al balon,―

dijo la escritora, balanceando su peso hacia

atrás y saltando sobre sus pies cuando estuvo lista para el próximo saque.

― Estaré aquí mismo si me necesitas.―

 

 

 

Tiffany asintió con la cabeza,

rezando para que la pelota no le volviera a ella otra vez. 

Para su consternación el golpe lanzado por Hyori fue a parar

donde Yuri estaba.

Preparándose para otro lanzamiento, Tiffany era

consciente de una presencia moviéndose detrás de ella.

Cuando el balón se

aproximó, lo lanzó hacia arriba enviándolo suavemente al aire. Era todo lo

que Taeyeon necesitaba mientras le lanzaba a Yuri un autoritario balonazo que

golpeó a la policía en el hombro y luego en la hierba.

 

 

―Tuviste suerte,―

dijo Yuri recuperando el balón y pasándoselo

suavemente a Hyori.

 

 

Taeyeon se movió más cerca de su compañera y le susurró en la oreja…

 

―La próxima ver que el balón caiga cerca de ti, trata de lanzarlo recto hacia

arriba, yo me haré cargo del resto, ¿vale?.― Golpeó suavemente el hombro

de Tiffany antes de volver a su posición.

 

 

 

El juego mejoró después del punto. Tiffany se dedicó a recoger los balones

que le llegaban y a lanzarlos hacia arriba para que Taeyeon los rematara con

sus devastadores golpes. La estrategia funcionó permitiendo a su equipo

ganar definitivamente el partido. Aunque Tiffany no fue capaz de hacer

ningún remate, aún así disfrutó el juego y muy pronto estuvo lista para

participar en un partido de baloncesto en medio del camino, con una canasta

portátil mientras Taeyeon se unía a Hyori y a Jessica para calentar las

parrillas de la barbacoa.

 

 

Tiffany hizo un amago hacia la izquierda antes de pasar por la derecha y

birlar a una determinada Yuri encestando limpiamente.

 

 

―Eso fue suerte,― dijo la policía.

 

 

―Una mierda,― protestó Tiffany, restregándose la mano sobre su

sudorosa frente.

― Entró limpia. Tengo que traer algo.―

Los coches estaban

aparcados en la hierba a ambos lados del camino y tan solo le tomó unos

segundos llegar al coche de Taeyeon.

Después de mirar inútilmente la parte de

delante y de detrás de los asientos, abrió detrás y echó un vistazo.

Aplastado entre el saco de dormir y la parte de atrás de los asientos,

estaba la bolsa de softball de Taeyeon.

Tiffany la abrió y sacó la sudadera azul para la cabeza. 

Decidiendo que a Taeyeon no le importaría, la cogió y se la puso,

esperando que la protegiera tanto del sudor como del pelo que le caía por la

cara y no la dejaba ver.

 

 

 

―Aw, maldita sea,-

bromeó Yuri cuando se acercó Tiffany.

― Nos estábamos

preguntando si te ibas a quitar la camiseta otra vez.―

 

 

Tiffany se rió con las demás, recordando cuando hizo eso en uno de los

partidos de softball.

 

 

―Lo siento, no hay nada más debajo de esto que un sujetador.―

 

 

 

―Está bien,―

dijo la policía mientras coreaba un cacareo con las otras

mujeres.

 

 

―De acuerdo, me la quitaré tan pronto como lo hagas tu,―

devolvió Tiffany esperando totalmente convencida que la otra mujer

se echara atrás.  Para su sorpresa 

Yuri comenzó a sacarse la camiseta de sus pantalones cortos.

―No, no espera. Estaba solo bromeando.―

 

 

―Tarada,― dijo Yuri burlona.

 

 

―Zorra,―

contestó con una sonrisa mientras todo el mundo se ponía en

posición. El balón se puso en movimiento y Tiffany sonrió con regocijo

mientras pasaba por detrás de Yuri, cogía el pase, lo lanzaba para que

rebotase en el tableo y encestara. Relajada y cómoda con las amigas de

Taeyeon y, ahora las suyas también, Tiffany dio unos pasos atrás mientras

esperaba que Seohyun recuperara el balón que había rodado y se había colado

debajo de un coche.  Alguien pensó en llevar unas cervezas y ella agradecida

tomó una ofrecida por Yuri. El balón fue encontrado y el partido se

reanudó.

 

 

Para cuando terminaron, con el equipo de Yuri ganando por tres

puntos, todo el mundo estaba más que listo para la sabrosa carne y las

cervezas frías esperando por ellas cerca de la barbacoa.

 

 

La música sonaba desde los altavoces situados sobre unas de las mesas de

picnic. Había seis mesas, todas hechas con la pieza de un solo tronco sobre

dos tocones de madera y a ambos lados sendos bancos. Además, se entre

mezclaban las sillas de plástico para poder proveer de asiento a todas la

mujeres.

 

 

 

Tiffany estaba encantada de ver que Taeyeon ya había llenado dos

platos y la reclamaba al final de una de las mesas.

 

 

―Huele estupendamente,― dijo cuando se acercó.

 

 

―Me imaginé que estarías hambrienta después de todo lo que has corrido,―

dijo Taeyeon atrayendo las sillas que había junto a ellas. Tiffany cogió una

costilla y la mordió, esparciendo la salsa por toda su cara.―

 

 

―Qué desastre.―

Taeyeon se rió.

 

 

―Espera,―

dijo, usando un pañuelo para quitarle la sala.

― Bien, ahora no pareces una niña pequeña.―

 

 

―¿Es eso todo lo que vas a tomar?, ¿una mazorca de maíz y un poco de

ensalada de patata?.―

 

 

―Sabes que no como carne roja,― dijo la escritora cogiendo el maíz y

frunciendo el ceño cuando unas gotas de mantequilla cayeron sobre sus

pantalones

.― El pollo se está aún cocinando.―

 

 

―Te lo traeré cuando esté listo,―

dijo Tiffany, su boca otra vez manchada de salsa.

 

 

 

―Yo puedo hacerlo.―

 

 

 

―No hay problema. Probablemente estaré lista para comer algo más para

cuando esté preparado. Hey, de todas formas,

¿qué tal está esa ensalada de patata?.―

 

 

 

―Aquí, pruebala,―

cogiendo un poco con su tenedor, Taeyeon lo aguantó para

que la probara. Tiffany dudó por un momento antes de abrir la boca.

 

 

 

―Oh, mira, ahora se dan de comer la una a la otra,― bromeó Yuri que

estaba sentada en la misma mesa. Las otras mujeres al oírla se rieron

haciendo que Tiffany se pusiera colorada.

 

 

 

―Solo estás celosa,―

dijo Taeyeon, pinchando con su tenedor la ensalada de

pasta de Tiffany y comiendo un poco.

 

 

―Maldita sea, es cierto,―

contestó Yuri provocando más risas. Alguien

anunció que el pollo estaba listo y Tiffany saltó de su asiento.

 

 

― Dame tu plato,―

dijo

― ¿Cuántos trozos quieres?.―

 

 

―Una pechuga es suficiente,―

dijo Taeyeon aguantando el plato

― y un poco más de ensalada de pasta

y de patata si todavía queda, por favor.―

 

 

―Claro, no hay problema,―

Tiffany desapareció en la barbacoa y a los pocos

minutos volvió con el plato de Taeyeon y dos cervezas mas.

― Pensé que podías tener sed,― 

explicó mientras lo dejaba todo sobre la mesa.

 

 

 

―Nunca bebo tanto,―

dijo Taeyeon cogiendo la lata de cerveza y bebiendo un

sorbo.

― Ya me he tomado tres.―

 

 

―Yo he tomado unas cuantas mas,―

admitió Tiffany tomando un buen trago

de la suya antes de dirigir su tenedor hacia la ensalada

de pasta de Taeyeon.

―Así que, ¿qué haremos cuando terminemos de comer?.

Todavía hay demasiada claridad para encender la hoguera.―

 

 

―Probablemente jugaremos otro partido de voleibol.―

 

 

―¿Estás descansada para eso?―

 

 

―Probablemente no,―

dijo agitando la cabeza

― ¿Por qué?, ¿lo estás tú?―

 

 

―No si tú no vas a jugar,―

dijo Tiffany ignorando un risita de Yuri.

Sintiéndose con la necesidad de explicarse añadió

― no soy muy buena.―

 

 

 

―Te diré qué. Si realmente quieres jugar, yo lo haré también,―

dijo Taeyeon echándole una rápida mirada a Yuri

antes de que la policía tuviera la

oportunidad de hacer comentarios sobre su conversación privada.

 

 

Como se esperaba, una vez estuvieron todas llenas, alguien sugirió un

partido de voleibol. Tiffany agitó su cabeza, alegando que quería dejar a su

estómago que se asentara antes de jugar otra vez. Taeyeon llevó sus platos

vacíos a la basura mientras ella terminaba su cerveza. Dándose cuenta de

que algunas de las mujeres se deslizaban dentro de uno de los graneros, la

rubia sonrió, se excusó de la mesa y se unió a ellas, sabiendo muy bien lo que

estaban haciendo.

 

 

Cuando Tiffany volvió varios minutos después, sus ojos estaban totalmente

entornados.

Taeyeon le echó un rápido vistazo y sacudió su cabeza.

 

 

―Debía haber sabido que encontrarías a las fumadoras de hierba,―

dijo.

― Bueno, ¿estás completamente colocada ahora?.―

 

 

 

―No, solo me siento como si flotara,―

dijo Tiffany.

― ¿Te molesta?.―

 

 

 

Taeyeon dudó antes de contestar.

―Me importa cuando lo utilizas para esconderte de la realidad, pero si es

solo para relajarte con unas amigas, no, no me molesta.―

A pesar de que

nadie prestaba atención, bajó la voz antes de añadir

― Me preocupo por ti, lo sabes. 

No me gusta verte haciéndote daño.―

 

 

 

―Lo se,―

dijo Tiffany poniendo su mano en el hombro de Taeyeon.

― A mí no me gusta cuando te matas despierta

toda la noche escribiendo para luego borrarlo,

así que estamos empatadas. Vamos, ¿te sientes con ganas de

patear algunos culos ahora jugando a voleibol?.―

 

 

―¿Estás segura de que puedes jugar?. Quiero decir, estando colocada y

todo.―

 

 

 

―Claro, puede que viendo la bola venir más despacio pueda lanzarla hacia

arriba.―

dijo Tiffany apretando suavemente el hombro de Taeyeon.

 

 

―De todas formas tampoco jugaremos demasiado tiempo,― dijo Taeyeon

mientras se acercaba al área de voleibol.

― Está anocheciendo. Hyori no

tardará mucho en encender la hoguera.―

 

 

 

La predicción de Taeyeon se hizo realidad cuando en menos de una hora

después la hoguera estaba encendida y cada una reclamaba su sitio

alrededor. Tiffany tomó asiento a un lado de la escritora mientras Jessica se

sentó al otro. Yuri se dejó caer a la derecha de la rubia, pasando cervezas

de la nevera que había arrastrado hasta allí mientras otras volvían a llenar

sus tazas de plástico con los barriles del porche.

 

 

 

―¿Cuál es esa, la número cinco?,―

preguntó Tiffany mientras Taeyeon se llevaba la taza de plástico a sus labios.

 

 

 

―Eso creo,―

contestó la escritora.

― Me parece que no vamos a ir a ningún

lado esta noche.―

 

 

 

―Bueno, trajiste la tienda de campaña por si acaso,―

dijo Tiffany.

― ¿Es suficientemente grande para las dos?.―

 

 

 

―Es una tienda para dos personas y el saco de dormir es de tamaño doble,

así que debería haber suficiente espacio,―

dijo Taeyeon.

― No serás de las que se sacude

y no para de moverse en toda la noche, ¿verdad?.

Porque si es así

dormirás en la hierba.―

 

 

 

―Seré buena, lo prometo,―

dijo Tiffany sacando sus cigarrillos del bolsillo y

encendiendo uno.

― Además estaré tan ciega por la cerveza que cerraré los

ojos y ni te enterarás.―

 

 

 

―Solo asegúrate de que aguantas hasta ayudarme a montar la tienda,―

advirtió Taeyeon mientras arrugaba la nariz cuando el viento le traía el humo

del tabaco.

― Jessica puede dar fe de que esa tienda es un fastidio de

montar.―

 

 

 

―Sería más sencillo reclinar los asientos traseros del jeep y dormir alli,―

dijo Jessica cuando oyó mencionar su nombre.

― Lleva cerca de una hora montar todo ese monstruo. 

No he bebido tanto, si quieren puedo llevarlas en

coche a casa,― ofreció.

 

 

 

―¿En esa trampa mortal que conduces?,―

preguntó Taeyeon.

― Una cosa es ser

sacudido por todas parte en el coche estando sobrio,

pero otra muy distinta

cuando se tiene la barriga llena de cerveza.―

 

 

―Eso es cierto,―

dijo Jessica.

― La verdad es que no me gustaría que

arruinárais mis asientos vomitando o algo así.―

 

 

 

―Eso probablemente sería lo mejor, Doc,―

bromeó Tiffany. ¿Cuándo vas a

deshacerte de ese trasto y comprarte un coche nuevo?.―

 

 

 

―El día en que nuestra Taeyeon

pueda pasar por al lado de un desorden sin

pararse a limpiarlo.―

 

 

 

―Supongo que eso quiere decir que tendrás esa Cosa hasta que se caiga a

pedazos.―

 

 

 

―Hey,―

dijo Taeyeon, haciendo lo posible para parecer ofendida

― ¿cómo es

que me  metieron a mí en medio de todo esto?.―

 

 

―Pues porque estás sentada en medio, por eso,―

dijo Tiffany dándole un

flojito codazo.

 

 

 

―Así que, Taeyeon,―

dijo Yuri.

― Cuéntanos algo sobre la historia que estás

escribiendo. ¿Es otra de Sara la detective?.―

 

 

Taeyeon terminó de sorber un trago de cerveza antes de asentir con la

cabeza.

 

 

―Sí, será la tercera historia de Sara―

 

.

―¿Vas a dejarla tener una novia finalmente?.

 

 

―Eso creo. Por lo menos he dejado que sienta una fuerte atracción. Si eso

se convierte en amor o no todavía no lo he decidido.―

 

 

―Oh, tienes que hacerlo,―

dijo Tiffany.

― Con mucho romance y pasión.―

 

 

 

―Sip, especialmente pasion,―

dijo Yuri.

―Quiero al menos tres buenas

escenas de o.―

 

 

 

―Escenas de amor,―

corrigió Taeyeon.

― Y todavía no lo he decidido. Ya

veremos cómo se desarrolla la historia.

He oído que estuviste envuelta en

esa persecución a toda velocidad la semana pasada.―

 

 

 

―Oh si,―

dijo la policia.

― Fue de lo más extraño. Verás, encendí las luces

traseras del coche patrulla para hacer que se detuviera un camión que

transportaba…―

Yuri continuó con su explicación hasta que alguien tomó el

relevo y continuó hablando de otra cosa.

 

 

 

Tiffany no estaba segura de cómo había sucedido, pero en algún momento de

la tarde se había movido un poco más cerca de Taeyeon y ahora sus rodillas se

tocaban. Se debatía entre moverse o no, pero decidió seguir apoyada

intentando no pensar en el contacto.

En lugar de ello se concentró en la

conversación de alrededor.

 

 

Taeyeon estaba hablando con Jessica, permitiendo a

Tiffany tener la oportunidad de estudiar los perfiles de sus amigas a la luz

del fuego.

Se reflejaba una luz naranja sobre la cara de Taeyeon haciéndola

parecer más resplandeciente. Tiffany le dio un trago a su cerveza y miró a

su alrededor observando que Hyori había encontrado aparentemente

compañía para la noche, si la forma en que se besaban las mujeres era una

indicación de ello.

 

 

Tiffany se dio cuenta que, aparentemente, la nueva

conquista de Hyori era Seohyun, quien, por el momento, estaba intentando

saber hasta donde podía llegar su lengua en la garganta de la presentadora.

 

 

Incapaz de apartar sus ojos del espectáculo, Tiffany miró a las dos mujeres

continuar con el intenso beso.

“¿Cómo diablos pueden respirar?”.

 

 

De repente, una imagen de ella siendo besada con la misma pasión y deseo como

la que estaba viendo unos pies más allá, le vino a la cabeza.

Pero lo que más le sorprendió 

fue la cara de su imaginaria compañera.

 

 

Como si pudiera sentir los pensamientos de Tiffany, Taeyeon se giró y la miró,

ofreciéndole a la rubia una agradable sonrisa.

 

 

―¿Estás bien?.―

 

 

―¿Hummm?, oh, si,―

dijo, sabiendo que todo el calor que sentía en la cara

no era por la hoguera,

― supongo que me quedé pensando en mis cosas

durante unos minutos.―

 

 

 

―Parece que Seohyun no va a dormir en una tienda sola ésta noche,― dijo

Taeyeon señalando con su barbilla en dirección a donde estaban besándose las

mujeres.

 

 

 

―Si es que van adentro,―

contestó Tiffany, acercándose por detrás de

Yuri a la nevera y cogiendo otra cerveza.

― Realmente no necesitan la

hoguera para entrar en calor.―

 

 

 

―Ya veo,―

dijo Taeyeon depositando su mano sobre la rodilla de Tiffany.

― ¿Te molesta?,― 

le preguntó en voz baja para que nadie la escuchara.

 

 

Sacudiendo su cabeza, Tiffany intentó quitarse de la cabeza la imagen de

ella siendo besada apasionadamente por la mujer que tenía al lado.

 

 

―No. Ya he visto a tus amigas besarse antes. Lo hacen todo el tiempo en el

campo de juego

. “Por supuesto, nunca había pensado en ser besada por ti antes”, 

pensó ofreciéndole una pequeña sonrisa antes de volver a mirar el

fuego.

“Debe de ser porque estoy con ella casi todo el tiempo.

Pensé en

Taeyeon besándome

porque es mi amiga y le tengo mucho afecto, eso es todo” .

 

 

 

Y aunque pensara eso, Tiffany se encontró a sí misma mirando la mano que

descansaba sobre su rodilla tan familiarmente y luchando por la urgencia de

cubrirla con la suya para mantenerla ahí.

 

 

CONTINUARA.....

 

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