Capítulo Cuarante y Uno
CORAZÓN DE CRISTAL (ADAPTACIÓN TAENY)
Tiffany estaba demasiado excitada como para darse cuenta de las hojas caídas que levantaba mientras
caminaba. Finalmente había llegado un sobre de la Comisión Estatal de Educación. Cuando llamó a
casa en su descanso de la tarde, y Taeyeon le había dicho que había un gran sobre blanco esperándola,
Tiffany estuvo a punto de preguntar a Donghae si podía salir más temprano. Cuando terminó, condujo
pasando por delante de la iglesia donde tenía lugar la reunión de alcohólicos anónimos yendo
directamentea casa. Ahora, en unos segundos sabría si había aprobado el examen que hizo tres
semanasatrás.
Justo cuando se acercaba al pomo de la puerta, ésta se abrió para revelar a Taeyeon,
allí de pie con el sobre en la mano.
―¿Estás buscando esto?,― dijo la escritora con una sonrisa.
―No puedo creerlo,―
dijo Tiffany muy excitada, cogiendo el sobre y entrando en la casa.
― Tiene que ser mi diploma. No habrían enviado un sobre tan grande como éste
solo para decirme que he suspendido, ¿verdad?.―
―Ábrelo y averigualo,―
dijo Taeyeon.
Nerviosamente, Tiffany tiró de la solapa del sobre y sacó los dos papeles de dentro. Uno era
una carta que rápidamente ignoró en favor del diploma oficial con su nombre grabado en él.
―Lo hice,― susurró.
―Sí, lo hiciste,― dijo Taeyeon.
Tiffany continuó compartiendo la vista del diploma.
―No puedo creer que lo hiciera.―
Unas manos confortables descansando sobre sus hombros.
― Aprobé.
Conseguí mi GED. Nunca más tendré que
admitir que nunca terminé el instituto.
Puedo decir que tengo el GED. Lo hice.―
―Sabía que podrias.―
dijo Taeyeon amablemente.
―Nunca podría haberlo hecho sin ti. ―
Dejando el papel encima de la mesa se giró para mirar a Taeyeon.
Todas las semanas de estudio, de esfuerzo para recordar las fórmulas y fechas, de dedicarle más tiempo
para que Taeyeon estuviera contenta cuando ella lo único que quería era tirarlo todo a la basura y dejarlo
estar….ahora todo eso había terminado. El nítido papel blanco declaraba que el error que Tiffany
había cometido siendo adolescente pronto sería un fantasma para ella. Mirando a Taeyeon, Tiffany sabía
de dónde había sacado la fortaleza para hacer que lo que antes era tan solo un sueño para ella, ahora
se había convertido en realidad.
―Gracias,―
dijo suavemente, parpadeando por las lágrimas que sentía
agolparse en sus ojos.
―Yo solo te ayudé a estudiar. Fuiste tú quien…―
Tiffany cortó la protesta de su compañera atrayéndo a la mujer más mayor
en un fiero abrazo.
―No. Ni siquiera lo habría intentado si no fuera por ti, Taeyeon.―
Su voz sonó amortiguada por el cuello de la escritora.
― Eres la que me ha dado el coraje, la que me ha enseñado los trucos para recordar
el orden de cómo sucedieron las cosas y esas malditas tarjetas recordatorias.―
Sonrió y apretó más a Taeyeon.
― Gracias,―
susurró otra vez.
―De nada.―
permanecieron así por unos momentos más antes de que Taeyeon
finalmente deshiciera el abrazo.
― Ahora creo que esto se merece una celebración.―
―¿Cómo que?,―
preguntó Tiffany mientras se giraba para secarse las lágrimas que imaginaba que Taeyeon habría visto.
―¿Cena y una pelicula?,―
ofreció Taeyeon.
― Lo que quieras, será un placer.―
―En todas partes están haciendo esas películas de asesinos de adolescentes
que cortan en pedacitos,―
dijo Tiffany.
―Es la temporada,―
dijo la escritora.
― Después de todo Halloween está a
la vuelta de la esquina. Siempre podemos acercarnos al videoclub y alquilar
una comedia si lo prefieres.―
―Naw. No estoy de humor para una película.―
―Podríamos llamar a Jessica y a los chicos y ver si quieren cenar con
nosotras en el restaurante chino,― dijo Taeyeon.
―¿Qué tal pizza?,― preguntó la rubia.― El maratón es esta noche.―
―Por mí está bien,―
dijo Taeyeon
― ¿Pero estás segura de que quieres quedarte en casa ésta noche?.―
―Totalmente,― dijo Tiffany― No me apetece celebrarlo con todo el mundo.
Déjame que me cambie ésta ropa y que llame a Jessica para darle las buenas
noticias, después decidiremos dónde pedir la pizza y nos relajaremos en
casa ésta noche.―
***
―Coge pepinillos cuando vayas, ¿vale?,― dijo Tiffany mirando sobre la
inmaculada lista de la compra.
―¿Enteros o a rodajas?.―
―Enteros y asegúrate que son en vinagre,― respondió la rubia sin levantar
la vista de la lista.―La otra vez me trajiste del otro tipo. No me gustan.―
―¿Es por eso por lo que no has tocado el bote?. Podías habérmelo dicho,―
Taeyeon cogió el bote correcto de pepinillos y lo puso con mucho cuidado en el
carro de la compra.
―Te molestaste en comprármelos,― dijo Tiffany.― Me imaginé que ya se
irían comiendo.―
―Podríamos llevarlos a casa de mi madre ésta noche,―
dijo Taeyeon.
― Estoy segura de que ella les encontrará algún uso.―
―No te olvides que tenemos que parar en algún sitio antes y comprar un
nuevo marco para tu foto ya que pusiste mi diploma del GED en el. ―
Tiffany lanzó un paquete de galletas de chocolate dentro del carro.
― Hey, no nos olvidemos de coger un bote de esas galletas de mantequilla.―
―¿Solo uno?. Puedo comerme yo sola uno de esos,― bromeó Taeyeon.
― Cogeremos un par. Oh,toma un par de bolsas de mashmallows, ¿quieres?. Me
gustaría hacer una hornada de esos para enviar a Jiwoong para Halloween.―
―Claro, los he visto por algún lado por aqui.― Tiffany se movió hasta el final
del pasillo encontrando las bolsas en la estantería de abajo.
Una mujer más mayor que se debatía entre qué bolsa de chucherías comprar
permaneció de pie en su camino.
―Disculpe.―
La vieja mujer se giró, sus ojos encontrándose.
Todavía en shock, Tiffany tragó fuertemente contra su garganta.
―No puede ser,―
dijo, su voz poco más alta que un susurro.
Los años se habían llevado su juventud.
Líneas y arrugas surcaban ahora lo que anteriormente fue una preciosa cara,
el pelo rubio era ahora gris y las gafas
eran más gruesas, pero no había error en los ojos que le devolvían la mirada
con confusión, con reconocimiento.
―¿T-Tiffany?,― preguntó la mujer cuidadosamente.
―¿ Tiffany? ¿Encontraste los marshmallows?,―
preguntó Taeyeon cuando llegó hasta ellas.
―Yo, hum….si.―
señaló las bolsas en la estantería de abajo sin dejar de
mirar a los ojos de la otra mujer. Insegura de qué decir después de tantos
años, Tiffany permaneció allí algo turbada.
―No puedo creer que seas realmente tu,―
dijo la mujer emocionada, posando su mano sobre la cara de Tiffany.
―Um…sí.,―
susurró Tiffany, dando un paso atrás para acercarse un poco más a Taeyeon.
―Estás viva.―
continuó la mujer metiendo su temblorosa mano en el bolso y
sacando un pañuelo.
―¿Tiffany?,―
preguntó Taeyeon preocupada por la pálida cara de la rubia.
―Taeyeon ésta es…―
Tiffany se detuvo sobre sus palabras.
― Margarette Hwang. Ella es mi… madre.―
Con la palabra, Margaret Hwang medio sollozó y se acercó para estrechar
a Tiffany en un abrazo.
―No puedo creerlo,―
sollozo
.― Mi niñita está viva. Mi Tiffany está a salvo.―
Tiffany la empujó para liberarse y se movió cerca de Taeyeon, tomando la mano
de la escritora y sintiéndose reconfortada por el gentil apretón.
―¿Has oído alguna vez algo sobre Michelle?―
―Hay tanto que contarte,―
dijo Margarete, lágrimas todavía rodando por sus mejillas.
― Te has vuelto tan bonita. Siempre supe que lo serías.―
Tiffany no protestó cuando Taeyeon la envolvió con protector brazo por detrás.
―¿Qué hay sobre Michelle?,― insistió la rubia.
Margarete le dio una triste mirada.
―Volvió a casa seis meses después de que tú te marcharas. Intentamos tan
duramente encontrarte.―
―Seis…¿Dónde puedo encontrarla?. ¿Tiene un número de teléfono?.
¿Dónde vive?.―
Las preguntas salieron rápidamente de la boca de Tiffany y estrechó su agarre
por detrás de la camiseta de Taeyeon.
―Michelle vive conmigo,―
dijo su madre.
― También Krystal y Minho, tu sobrina y sobrino.―
Metió la mano en su bolso y lo revolvio.
― Tengo fotos.―
Tiffany comenzó a sentir que le faltaba el aire.
―Necesito salir de aqui,―
dijo en voz baja. Taeyeon apretó sus llaves contra su mano.
―Te veré en el coche,―
prometió la escritora. Le dio una rápida mirada a la
madre de Tiffany antes de deshacer el abrazo con la joven mujer.
― Intentaré averiguar por ti.―
Tiffany le dio una larga mirada a su madre viendo solo amor y consternación en sus ojos. Insegura de qué
decir e incluso de si su voz le permitiría hablar, Tiffany se giró y se dirigió a la salida más cercana sin
detenerse hasta que hubo llegado al jeep y se encerró dentro. Bajando la ventanilla hasta la mitad,
encendió un cigarrillo, sorpendida de cómo le temblaban las manos.
“Michelle está viva”
pensó mientras veía la punta del cigarrillo quemarse.
“Está viva y tengo un sobrino y una sobrina. Me pregunto qué edad tendrán."
¿Michelle vive con mamá?. ¿Cómo puede ser eso?. Ella nunca viviría en la misma casa que papá otra vez.
Sé que no lo haría. ¿Lo echaría mamá?. ¿Moriría finalmente el cabrón?.
Estas y otra docena de preguntas pasaban por su cabeza mientras los minutos corrían.
Se sorprendió por el sueve golpeteo en el Tiffany del copiloto que le indicaba que
Taeyeon había llegado. Tiffany quitó el pestillo del coche, sosteniéndole las llaves para que
supuestamente su compañera de piso pudiera abrir la parte de atrás
y guardar los comestibles.
En lugar de eso se abrió la puerta y Taeyeon la apretó en un fuerte abrazo.
―Sé que esto ha tenido que haber sido muy duro para ti,― dijo la escritora suavemente.
Tiffany solo pudo asentir con la cabeza, agradecida por los confortables brazos que la rodeaban.
Temblando, ajustó el abrazo alrededor del cuello de Taeyeon y cerró los ojos.
Sus respiraciones se convirtieron en irregulares sollozos, el nudo en su garganta
sintiéndose cada vez más grande.
Separó sus labios para hablar, pero no le salieron las palabras, solo ininteligibles gemidos.
No estaba segura de cómo Taeyeon entendía lo que necesitaba, pero por unos minutos permanecieron así,
Tiffany estirada a través del asiento delantero mientras la escritora estaba de pie
con la puerta del conductor abierta, la parte de arriba de su cuerpo
inclinada hacia el interior.
―Vayámonos a casa,―
dijo Taeyeon con voz suave.
― Tiffany soltó varios entrecortados suspiros antes de asentir con la cabeza y apartándose del
tan necesitado abrazo. Se irguió para secarse las lágrimas, pero Taeyeon fue
más rápida y sus pulgares quitaron los restos de maquillaje.
― De todos los días para venir a comprar conmigo…¿hmm?.―
―El destino es un cabron,―
refunfuñó Tiffany, sorprendida cuando sintió
los dedos de la escritora acariciar su labio inferior antes de apartarse.
―A veces lo es,―
dijo Taeyeon. Tiffany cogió el pañuelo que le ofrecía y se
secó los ojos mientras los comestibles eran guardados, sintiéndose mejor
para cuando Taeyeon subió al coche y lo puso en marcha.
―Todavía no puedo creerlo,―
dijo Tiffany enrollando el húmedo pañuelo y sujetándolo en su puno.
― Mi madre, he visto a mi madre.―
Finalmente se dio cuenta de que habían salido del parking
y que ahora circulaban por la autopista.
― Y en el supermercado. ¿Vive por aquí cerca?.―
Taeyeon levantó un trozo de papel con el importante número de teléfono.
―Tiene el prefijo cinco, dos, siete. Eso no empieza hasta el otro lado de la
vía del tren en la otra punta de la ciudad, así que no vive por aquí. Puede que
algo la trajera hasta aquí y decidiera aprovechar y hacer sus compras.
Maldita coincidencia ¿hmm?.―
―Si.―
contestó Tiffany mientras encendía un cigarrillo.
―Hay un parque de caravanas por allá. Puede que viva alli. ―
Tomando una buena calada, posó sus ojos en el tráfico que pasaba.
― Es más bajita de lo que recordaba. ―
―Probablemente porque tú eres más alta,―
dijo Taeyeon.
―Y Michelle vive con ella. Volvió a casa.― Tiffany tomó aire profundamente
para mantener las lágrimas a raya.
― La hecho tanto de menos.―
―Lo sé cariño,― dijo Taeyeon con un gentil golpecito en su pierna.
― Y en un par de horas podrás hablar con ella.―
***
Tiffany miró su reloj, frunciendo el cejo por lo lento que pasaba el tiempo.
―Necesito un cigarrillo,― anunció mientras abría la puerta corredera.
Taeyeon se levantó de su silla e interceptó a la nerviosa mujer.
―Te fumaste un cigarrillo hace diez minutos,― le recordo.― Tal vez
deberías llamar a Jessica.
―Naw,―
dijo Tiffany sintiéndose cómoda con la mano que descansaba en su hombro.
― Probablemente estará con alguien o de camino a casa. No podría cogerla.―
―Entonces siéntate e intenta relajarte,― insistió la escritora.
Reticentemente, Tiffany se dejó llevar hacia la mesa.
―Tal vez debería llamar ahora. Puede que Michelle esté en casa pronto.―
―Todavía tienes media hora,―
dijo Taeyeon de pie detrás de Tiffany y
descansando sus manos sobre los hombros de la rubia mujer.
― Sé lo que te hará relajarte.―
Los ojos de Tiffany parpadearon cuando sintió unos fuertes dedos masajeando su cuello
y los músculos de sus hombros.
La cocina estaba en silencio excepto por los ocasionales gemidos cuando los dedos de Taeyeon
masajeaban los tensos músculos. Once años de preguntas corrían por la cabeza de Tiffany,
todas compitiendo por ser la primera en ser respondida, cuando llegó la hora de llamar.
Taeyeon tenía razón, pensó Tiffany para sí misma
cuando el bip del reloj la avisó de la hora. El masaje la había relajado,
ayudando a que los minutos pasaran mucho más rápidos
que si hubiera estado caminando por la cocina.
―¿Estás lista?,―
preguntó Taeyeon haciéndose un paso atrás dándose cuenta también de la hora que era.
―Eso creo,― dijo Tiffany nerviosamente.
― Maldita sea, desearía tener una bebida.―
―Estoy segura de ello,― contestó Taeyeon.― Pero puedes aguantarlo sin eso.
Sé que puedes. Yo tengo fe en ti.―
Tiffany bufó y descolgó el teléfono.
―Me agrada saber que al menos alguien lo piensa.―
Tomando aire profundamente, marcó el número que había escrito en el trozo de papel.
―Está sonando.―
Taeyeon no dijo nada, pero la mano que descansaba en el hombro de Tiffany hablaba por sí sola.
―¿Hola?.―
―¿Michelle?.―
―¿Tiffany?. ¿Eres realmente tú?.―
―Pensé que nunca te volvería a ver,―
dijo Tiffany apretando más el telefono.
― No puedo creer que esté realmente hablando contigo.―
Se giró un momento para indicarle a Taeyeon.
― Es realmente ella.―
―Hay tanto de lo que hablar. ¿Dónde fuiste cuando te escapaste?. Intenté
buscarte durante años.―
―Intenté buscarte tambien,―
contestó Tiffany sonriendo cuando un paquete de pañuelos apareció sobre la mesa.
― Tenemos mucho de qué hablar tú y yo.―
―Bien, ahora que nos hemos encontrado tenemos todo el tiempo del mundo.
Comencemos por el principio,― dijo Tiffany descansando sus codos sobre
la mesa, visiblemente más relajada.
― Bien, así que te subiste al autobús…―
A pesar de la atención prestada a su largo tiempo perdida hermana, Tiffany era sin embargo
consciente de que Taeyeon había salido de la habitación. Una rápida mirada al salón
y los canales de la televisión siendo pasados rápidamente, le dijo que la escritora estaba allí.
Las dos horas siguientes fueron más emocionales que su más intensa sesión de terapia.
***
Taeyeon miró hacia arriba cuando escuchó que el teléfono era vuelto a poner sobre su base.
El contorno de los ojos de Tiffany estaba irritado y un pañuelo arrugado
secaba las lágrimas que se derramaban de ellos.
―Ven aqui,―
dijo la escritora despacio apagando la televisión y recolocándose en el sofá.
Cuando Tiffany se sentó, Taeyeon se movió más cerca,
poniéndole el brazo izquierdo alrededor de sus hombros y atrayéndola más hacia ella.
― ¿Cómo te sientes?.―
Sintió encogerse a Tiffany antes de contestar.
―No lo se,― dijo Tiffany.
― Ocurrieron tantas cosas poco después de que me marchara.
Si hubiera permanecido allí, las cosas habrían sido tan diferentes.―
―No puedes volver atrás y cambiar las cosas,― dijo Taeyeon, sus dedos
frotando suavemente el brazo de Tiffany.
―Mi padre tuvo un ataque al corazón dos meses después de que me
marchara,― dijo Tiffany
inclinándose sobre la parte superior del pecho de Taeyeon.
― Y Michelle volvió a casa cuatro meses después de eso. Si me hubiera
quedado por allí, no habría tenido que largarme.
Taeyeon tomó aire profundamente pensando en lo que sabía sobre Tiffany
cuando se marchó.
―Volvió a casa embarazada,―
continuó la mujer entre sus brazos.
― Michelle podría haberme necesitado realmente y yo no estaba allí. Mamá dejó de beber
y encontró un trabajo.
Michelle dice que mamá es tan diferente a cuando éramos niñas.
Cuida de Krystal y Minho cuando Michelle está trabajando,―
Tiffany sacudió su cabeza.
― No puedo creerlo. Mamá dejó de beber, Michelle volvió a casa, tengo un sobrino y una sobrina y
¡Yo me lo he perdido todo!.―
―Cariño, tú no podías saber lo que estaba pasando,― dijo Taeyeon.― Dijiste
que tus padres no tenían un teléfono al que llamarlos.―
―Nunca imaginé que Michelle volviera a casa y mucho menos que aquel cabrón
moriría tan pronto. Tenía que haber pensado en eso. Tenía que haber sido
más fuerte.―
―Hey,―
alzando la barbilla de Tiffany con sus dedo, Taeyeon la miró a los ojos
.― No puedes culparte por lo que deberías o no deberías haber hecho hace tantísimo tiempo.
No tenías ninguna forma de saber lo que ocurriría.
Hiciste lo que tenías que hacer para alejarte de ese monstruo.
Cuando las personas que se supone que deben protegerte son las que te hieren,
¿Qué más podrías haber hecho?.―
―Pero…―
―No hay peros,―
dijo Taeyeon firmemente relajando sus dedos en la barbilla que sostenía
y dejando a sus dedos trazar la garganta antes de retirarlos.
― Tenías que alejarte de tu padre.―
Esperó al afirmativo cabeceo antes de continuar.
― Lo importante ahora es que tienes de vuelta a Michelle.
¿Cuándo vas a ir a visitarla?.―
―El sabado,―
dijo Tiffany apoyando su cabeza en el hombro de Taeyeon.
― Es más fácil para mí ir a verla a que ella tenga que coger a los niños, meterlos en el coche
y venir hasta aqui.― Se detuvo un momento antes de preguntar.
― ¿Vendrás conmigo a verla?.―
Taeyeon, que se había distraído momentáneamente por la esencia del pelo rubio debajo de su nariz,
inclinó su cabeza para mirar a su compañera.
―¿Quieres que vaya?.―
Tiffany asintió con la cabeza.
―Sip.―
―Si me quieres alli,―
dijo Taeyeon tranquilamente
― allí estare.―
Sin pensarlo, dejó a sus dedos acariciar el hombro de Tiffany hacia delante y hacia atrás,
una sonrisa cruzó sus labios
.― Será interesante cuando me presentes.―
Tiffany le sonrió.
―Solo les diré que eres un escritora de libros de misterio lesbiana y que vivimos juntas.
Estoy segura de que lo tomarán a bien.―
―Tienes un lado travieso, carino,― dijo Taeyeon.
― Vas a hacer que piensen que somos amantes.―
Para su sorpresa, Tiffany simplemente se encogió sin darle importancia.
―¿Y que?,―
dijo la rubia.
― A Michelle no le importaría, estoy segura de eso.―
Se sentó derecha y miró a Taeyeon.
― ¿Te molestaría a ti?,― preguntó con toda seriedad.
― ¿Si la gente pensara que somos amantes?.
Taeyeon tomó aire profundamente, esperando que los sentimientos que normalmente mantenía
guardados no fueran evidentes en su cara.
―No, no me molestaría para nada. Eres una mujer preciosa y aunque te guste demostrar a la gente
que eres una mujer dura, yo sé que por dentro eres temerosa y adorable.
Cualquier mujer sería afortunada de poder tenerte.
De todas formas, la mitad de nuestras amigas piensan que somos amantes.―
―Más de la mitad, diría yo,―
confirmó Tiffany volviendo a relajarse contra el cuerpo de Taeyeon.
― Por supuesto que hacer cosas como estas…―
gesticuló a su íntima posición
― No ayuda.―
―Sí, pero tampoco nos abrazamos así delante de los demás,―
señaló la escritora.
― Ellas no ven ésta parte de nuestra relación.―
―No, lo sé,―
dijo Tiffany tranquilamente, sus ojos fijos en la oscura televisión.
― Supongo que es solo porque vivimos juntas.―
―Debe de ser eso,―
dijo Taeyeon, sabiendo en lo más profundo de su corazón que esa no era la verdad.
―Entonces, otra vez, deben de ver algo que nosotras no vemos.―
El primer pensamiento de Taeyeon fue negarlo, debatir la verdad de las palabras de Tiffany,
pero su corazón no se lo permitió. Asintiendo con la cabeza reticentemente, la escritora se atrevió a
nadar en aguas peligrosas.
―Puede ser,―
dijo en un tono tan bajo que al principio pensó que ni siquiera
Tiffany la había oído, pero cuando la joven mujer se levantó para sentarse
recta y mirar profundamente los ojos de Taeyeon, la escritora supo que sus
palabras le habías llegado.
―¿Taeyeon?.―
Taeyeon escuchó las preguntas no pronunciadas, los miedos y tal vez, la
anticipación en la voz de Tiffany. Sintiendo su propio corazón golpear contra
su pecho, levantó su mano derecha para apoyarla contra la mejilla de
Tiffany.
―A veces te veo dolida y lo único que quiero es cogerte entre mis brazos y no dejarte ir.―
Inclinándose un poco más hacia delante mantuvo sus ojos fijos en los de Tiffany.
― Otras veces eres tan autodestructiva que me gustaría remover algo de sentido común en ti,
pero tengo que mantenerme a un lado y esperar a que vengas a mí cuando estés lista.―
Taeyeon bajó un poco la mano, sus dedos rozando a penas el labio inferior de Tiffany.
― Pero por encima de todo soy feliz por formar parte de tu vida tanto como me lo permitas,
porque detrás de esas espinas, estoy segura que hay una rosa esperando florecer y ser amada.―
Sintiendo que de algún modo no iba a ser rechazada,
Taeyeon cruzó la restante distancia que las separaba
y sintió la suavidad de los labios de Tiffany contra los suyos.
Fue un breve y efímero beso, pero para Taeyeon fue perfecto.
― Tú me afectas,― dijo mientras se alejaba,
sus labios todavía temblando por el breve contacto.
Tiffany bajó su cabeza, y miró sus manos.
―Cuando me mudé aquí, estaba segura que no funcionaría.
¿Qué diablos tenía en común una striper borracha
que ni siquiera había ido al instituto con una escritora lesbiana con un título?.―
Miró hacia arriba a Taeyeon.
―Por no mencionar que eres la reina del mocho.―
―Y tu eres el proverbial Oscar Madison,―
dijo Taeyeon suavemente, contestando a la sonrisa de Tiffany con la suya propia.
―Y una pirada. Pero de alguna manera nos las arreglamos para que funcionará.―
Bajó su cabeza otra vez.
― No sé cuándo sucedió. Qué diablos,
es algo que ni siquiera me había planteado con nadie más.
Al principio pensé que era porque me relacionaba tan solo contigo y con tus amigas,
pero no es algo que se pegue como una enfermedad contagiosa,―
se encogió de hombros.
― Supongo que dejé de pensar en ti como una lesbiana y comencé a
pensar en ti como amiga…y entonces como algo más que una amiga.―
Levantando su cabeza, miró los labios de Taeyeon, aparentemente incapaz de
hacer contacto visual.
― Tú…tú me afectas también.―
CONTINUARA...
¡OMG ! <(≧◡≦)> ¡OMG !
Su primer beso (ɔ˘ ³(ˆ‿ˆc) ❤
Gracias por haber esperado tanto para el Taeny.
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