La suavidad del terciopelo, la sensación de volar entre las nubes, el aroma del éxtasis combinado con fresas y un toque de dulzura. Aquella mano que recorre esa tersa piel sintiendo como se vuelve más y más perfecta al rozarla, sentir el respiran de manera difícil, que ayuda a poder aumentar hipnosis creada por esto. La intensidad de aquel beso ocasiona que mi cuerpo reaccione sin dejarme pensar de manera clara, solo deseo poder continuar con esto.

 

-Dime ¿Qué estamos haciendo?- pregunto con algo de dificultad.

-¿Tu qué crees?-

-Realmente ¿quieres seguir?- No obtuve respuesta verbal ya que me atrapo de nuevo con sus labios. Me separe un poco de ella para verla y solo notar su belleza aún más brillante que me ha hecho sentirme cada vez más enamorada. –Te amo, no puedo vivir sin ti, y aunque también quiero estar contigo creo que no es el momento para eso.- Note como su humor cambio, sabía bien que se enojó pero no podía hacerlo, dentro de mi sentía que las cosas tenían que suceder en otro momento. –Fanny, quédate conmigo, quédate a mi lado por favor.-

-No me iré, nunca podría dejarte.- ante sus palabras sonreí y la abrace tratando de transmitir toda aquella felicidad que siento al poder amarla, al poder ver como ella me ama a mí. Me levante de la cama y de uno de los cajones saque un par de pijamas.

-Ten usa esta, ya es tarde y no sería buena idea que regreses a Seúl, al menos por hoy, y me gustaría que también mañana y hasta el día de Nochebuena estés conmigo.-

-Me encantaría pero, ¿Qué haremos?-

-Haremos turismo, vivía aquí así que conozco lugares muy hermosos.-

-O podemos quedarnos en casa y arreglar, Tae tu habitación es la única que no está hecha un desastre.-

-Lo hare otro día.-

-¿Cuándo?-

-Regresando de Tokio.- Durante nuestra plática ella se cambiaba frente a mí y la sensación de calor regresaba pero debo de controlar cada uno de esos deseos.

-ertida deja de babear y apresúrate a cambiar.-

-Bien.- Quizás las cosas puedan ser difíciles entre mi abuelo y yo, debido a los diferentes puntos de vista que tenemos, aun así le agradezco lo mucho que me ha cuidado, lo que me ha ensañado incluso el haber protegido a mi madre como si fuera su hija real, pero eso no significaba que lo que hace sea algo correcto, merezco que me quite la herencia, que deje de ser su sucesora y también que le pida a Fanny firmar esos papeles.

-¿En qué tanto piensas?- la escucho decir mientras se recuesta, mientras que yo sigo sentada en la cama aun con el pijama en mis manos.

-En mi abuelo y sus planes.-

-Tae no firmare esos papeles, no quiero dejarte a la deriva.-

-Lo sé, pero es lo correcto, siempre he dependido de mi herencia y poder familia, así que creo que no he podido madurar.- la veo a los ojos, los cuales me enamoran de tal manera que siento que soy invencible. –Quiero pedirte algo.-

-Dime ¿Qué sucede?-

-Firma los papeles, dentro de un mes. Sé que no quieres y que ya te había dicho que después de la cena de Navidad pero me encantaría que fueras conmigo a Tokyo por un tiempo y cuando regresemos, los firmes.-

-¿Realmente quieres que lo haga?-

-Sí, por favor hazlo.-

-Bien, lo hare cuando regresemos de nuestro viaje.- me sentía tranquila, quizás este castigo sea más una oportunidad de vivir tranquila al lado de Tiffany.

 

A la mañana siguiente el día era perfecto, pero para no salir ya que se sentía demasiado frio, mis planes de salir y hacer turismo se arruinaron y se convirtió en un día de aseo, desde temprano hasta altas horas de la noche arreglamos cada una de las habitaciones de esta casa, hasta que el cansancio invadió nuestro cuerpo. El día siguiente fue igual, salvo que esta vez terminamos a medio día.

 

-No te alegras de haber avanzado mucho ayer.- comenta Fanny sentándose a mi lado en el piso de la sala.

-La verdad sí, aunque no puedo creer que termináramos, eran demasiadas cosas y ahora el lugar está perfecto.-

-Lo sé, ahora que haremos, ¿descansar?-

-Me encantaría pero tenemos que tomar un autobús para llegar a la cena de Nochebuena y Navidad.-

-No será necesario.-

-¿Por qué lo dices? ¿Acaso quieres que falte a mi propia fiesta?- le digo en tono dramático.

-Que chistosa, no me refiero a eso, lo que quiero decir… antes que nada ¿Cómo crees que llegue aquí?-

-¿En autobús?-

-No en tu auto, no puedo creer que no te dieras cuenta que ha estado afuera desde que llegue.-

-La verdad no me he fijado en el garaje y bueno no he salido desde que llegamos y…-

-Deja de inventar escusas, dime ¿nos vamos ahora o después?-

-Creo que ahora, no tengo nada que usar para esta noche, necesito comprar algo.-

-Deja entender, el día que fuimos a comprar quien sabe que cosas ¿no compraste nada para hoy en la noche?-

-Tiff, a mí eso de las fiestas no es lo mío, sabes prefiero quedarme recostada en cama viendo televisión y jugando algún videojuego.-

-¿Estas bromeando? Tú organizaste esta fiesta…-

-Técnicamente fue el señor Cho, yo solo le dije que lo hiciera.- su mirada era muy penetrante debido al enojo que expresaba. –Lo siento creo que fue un error no haber comprado algo pero no soy muy buena en esas cosas.-

-¿Quién te arreglo para la junto de accionistas?-

-Fueron las estilistas de Jessica.-

-Bien, llámala dile que tenga todo listo que llegaremos en cuatro horas.-

-¿Cómo que todo listo?-

-Sus estilistas te arreglaran.-

-¿Qué?- no respondió de manera verbal pero su mirada fue algo aterradora. Tome el teléfono y llame a mi amiga. –Hola Jessi.-

-Hola Tae, ¿Cómo van las cosas en Jeonju?-

-Bien, aunque el clima es un asco.-

-Qué raro.-

-Lo sé pero no te llamo para hablar del clima.-

-Entonces suéltalo.-

-Lo que sucede es que no tengo que ponerme para esta noche y…-

-Te espero en cuatro horas en la empresa de mis padres y sino llegas me las pagaras.-

-Entendido.-

 

Creo que el miedo aparece ya que nos solo me enfrentare a una Tiffany enojada sino también a una Jessica furiosa.

 

-¿Qué dijo Jessica?-

-Me espera en Copper Venus International.-

-Vámonos entonces.-

 

Durante el viaje sentí mi cuerpo cansado por lo cual dormí, al despertar ya me encontraba en el estacionamiento de CVI, al llegar al lobby vi a Jessica usando un vestido de color granate que le llegaba hasta las rodillas, se veía muy hermosa, además venía acompañada de un ejército de estilistas.

 

-Al fin llegas.- dice mi amiga en un tono algo molesto.

-Lo siento.-

-Hola Sica, gracias por ayudarnos.-

-No hay de que Tiff.- voltea a ver a las estilistas y les hace una seña. –Tu, iras con ellas, ya tienen tu ropa lista y te ayudaran.-

-Gracias.- dice Fanny mientras sigue a las estilistas.

-No puedo creer que uses eso.- ante su comentario veo mi ropa.

-¿Qué tiene? Solo es un pantalón vaquero, una playera blanca y ropa cálida.-

-Te ves horrible, pareces un oso.- suelta un suspiro. –Tu vienes conmigo.- trague saliva.

 

Durante el trayecto al piso doce Jess me veía y mostraba un gesto de desaprobación ante mi vestuario. Al llegar al piso lo note muy vacío.

 

-Todos descansan hoy, incluido las estilistas, solo las que nos ayudaran a Tiff y a mí a arreglarte están aquí, al igual que las que esta con ella.- llegamos a una estética dentro del piso. –Señoritas les encargo que arreglen a mi amiga, déjenla perfecta.-

-Sí señorita Jung.-

 

Me sentía algo incomoda pero note como Jessi les deba indicaciones de los que tenían que hacer, después de varios minutos planeando, comenzaron con mi cabello, le agregaron algo que durante un rato me dio picazón, luego lo lavaron y quede sorprendida por lo que le sucedió a mi cabello. Pasados lo minutos las maquillistas terminaron y ahora solo faltaba la ropa, un par de estilistas trajeron con ellas una gran cantidad de trajes, entre los vestuarios que había pude ver tres vestidos, cuatro trajes de dama y blusas, mientras que otras tres traían una caja grande llena de zapatos y otra de accesorios.

 

Un color, dos tonos, diferentes zapatos y accesorios, una combinación después otra y otra más, llevamos ya tres horas aquí y aun no terminamos con esto, a cada uno de los atuendos Jessica le veía lo malo y me tenía que cambiar.

 

-Jessica es el quinto conjunto que me pruebo, llevamos más de tres horas y la fiesta está a punto de empezar.- no respondió solo observo el atuendo que llevaba y pude notar como su gesto de evaluar las cosas de manera seria se volvía un gesto de aprobación lleno de felicidad y orgullo.

-Me encanta ese será el traje que usaras hoy.- ante sus palabras solo me vi en un espejo de cuerpo completo para notar mejor como se me veía.

-Me veo…-

-Increíble.- aquel cabello castaño con puntas rosas había desaparecido, dejando en su lugar a una cabellera rubia y con leves ondulaciones, la ropa desalineada y horrible como dice Jessica, dejaron el lugar a un vestido color coral con un broche dorado en el hombro, zapatos de tacón blancos. –Tae, realmente eres hermosa no entiendo porque lo muestras.- No sabía que decir el resultado fue mejor de lo esperado y la verdad está muy feliz por ello. –Es hora de irnos Tiff ya está en el lobby.-

 

De regreso al lobby Jess seguía viendo mi atuendo, pero esta vez orgullosa del resultado. En el momento que el ascensor se detuvo en la planta baja sentía muchos nervios, al irnos acercando a la entrada, las estilistas con las que se fue Tiff rodeaban a alguien de manera que no pudiera ver quien era.

 

-Señorita Jung, la señorita Hwang esta lista.- ante las palabras de la estilistas Jessi sonríe haciendo un gesto para que se movieran.

 

Mi corazón latía tan rápido y fuerte que parecía un bombardeo nuclear, mis ojos se abrieron tanto que creía que se saldrían de sus orbitas, mi boca caía hasta el piso por la sorpresa, mis mejillas ardían al rojo vivo, todo eso y más sentía al ver a aquella afrodita en la que se había transformado mi novia, mi Phany. Aquel vestido de rosa cereza, su cabello rojo borgoña completamente lacio y suelto, aquellos zapatos de tacón en color plata junto con aquel collar grueso y muñequera a juego, la hacían ver como una Venus, no eso es muy poco bello para expresar lo increíblemente hermosa que se veía.

 

-Tiffany, te ves hermosa.- dijo mi amiga acercándose a ver el resultado, mientras que yo seguía se creer aquella perfecta imagen. –Creo que tu novia se ha enamorado más de ti.-

-Hola TaeTae, ¿Te gustas como me veo?-

-¿Gustarme? Me encanta te ves tan bella y perfecta.-

-Gracias, también me fascina como te ves.- ante sus palabras me sonroje un poco pero debido a que la impresión de su imagen seguía ocasionando revuelo en mi cuerpo casi no fue notable.

-Bien par de amigas mías, es hora de irnos.-

 

El viaje a casa lo hicimos en mi auto, Jessi y Tiff iban en la parte delantera en cuanto a mí me quede observando a Tiff y su perfecta belleza desde el asiento de atrás, al llegar a la mansión Kim fuimos recibidas por uno de los sirvientes quien nos abría la puerta.

 

-Buenas noches señoritas.- saludan los sirvientes parados en la entrada.

-Buenas noches señorita Kim, el señor Cho y la familia de él ya han llegado, así como sus invitados.-

-Perfecto, estacione el auto en el garaje principal.- él solo asiente y entra al lugar del conductor para obedecer.

-Bueno me encanto que me trajeran pero ahora les dejo solas.- ante sus palabras nos guiña un ojo para después entrar a la mansión.

-¿Lista TaeTae?- pregunta mientras extiende su mano hacia mí.

-Sí lo estoy.- o sabía si temblaba de nervios o por el horrible frio que hacia debido a la gran cantidad de nieve que cubría el lugar, solo sé que todo esto era algo armonioso.