Un cielo nocturno lleno de una perfecta manta llena de estrellas, formando diversas figuras todas creativas, todas tan brillantes y perfectas. Muy a pesar de que las luces de la ciudad invadían también la vista combinando de manera perfecta creando un paisaje nocturno aún mejor de lo que ya era. El aterrizaje a la ciudad británica fue tranquilo y cortó muy al contrario de lo que normalmente seria, en cuanto pisamos tierra un autobús apareció para llevarnos rumbo a la mansión Hwang, los edificios eran hermosos la combinación de lo moderno y lo antiguo ha sido una de las cosas más increíbles, su belleza era agraciada, sentía que ver cada uno de ellos podía relajar mi pensar,  mi sufrir, mi pesadilla en vida. En cuanto llegamos a la entrada principal podía sentir algo de familiaridad con aquella fachada.

-Al fin, hemos llegado.- comenta el señor Hwang, tío deTiff, quien por seguridad nos ha acompañado.

-Es hermosa, nunca imagine que tu familia tuviera una casa así.- Comenta Soo.

-La casa le pertenecía a la empresa de los Kim, pero hace trece años la obtuvimos junto con varias acciones de GSE.- comenta Edison Hwang

-No sabía eso tío.-

-¿Así que esta es una de las casas y terrenos que mi padre les dio?-

-Sí es una de ellas.-

-¿El padre de Tae nos ha dado esto?- cuestiona a su tío en un tono algo molesto.

-Dejemos esto para después, ¿te parece Stephany? Ahora entremos.- llamar a Phany por su nombre real es una manera de hacerle entender que por el momento tocar algún tema relacionado con su familia y la mía no era apropiado.

-Odio cuando me llamas así y que siempre tengas que ordenarle a todos.- Mientras cada uno entraba con sus maletas, Tiff ha permanecido parada en la acera muy cerca de la reja de entrada, mostrando un rostro lleno de preocupación, dolor, molestia y en su par de ojos veía el amor que me siente combinado con miedo, que me ha transmitido, quizás comportarme como una cretina no sea la mejor idea pero necesito que ese amor desaparezca, solo así ella estará a salvo.

-Entonces, dime, si tu padre tienen nombre coreano ¿Tu tío y tú lo tienen?-

-¿Qué tiene que ver eso con tu costumbre de ordenar a todos? Hasta mi tío te ha hecho caso.-

-Responde, ¿Cuáles son?- utilizar ese tono de niña rica con ella me duele y por lo que veo a ella también.

-El de mi tío es Jung Hee y el mío es Mi Young, ahora deja de ordenarme cosas como si fuera uno de tus cientos de sirvientes, una cosa más, esta casa habrá sido de tu familia pero ahora es de la mía y te pido que no le hables a ninguno que viva aquí de esa manera o puedes mejor regresar con tu madre y tratar a todos como se te dé la gana, ¿entendido Kim?- escucharla decir eso con aquel tono lleno de dolor y frustración me hizo sentir tan del asco.

-Por supuesto Hwang.-  le digo mientras la veo entrar arrastrando su maleta. –Solo una cosa más seré una maldita mandona pero aun te amo y eso no cambiara.-

No dijo nada, ni siquiera volteo a verme solo siguió su camino como si nunca le hubiera dicho algo, me sentía del asco, sentí como mis nervios se volvían un torbellino, no puedo dejar de sentir miedo cada vez que me veo al espejo desde el momento que recordé ese sueño raro, desde que la voz de mi tío apareció del otro lado de la línea, no dejo de sentir terror de que algo malo suceda.

Los días pasaron hasta convertirse en semanas, la estancia en este lugar ha sido cómoda, nadie sabe algo de nosotros y los constantes ataques de mi tío cesaron, mis sueños se han calmado, pero no mi preocupación. El día de hoy me encuentro parada bajo un árbol en medio del jardín trasero de esta hermosa casa.

-¿En qué piensas?- dice un chico vestido con un traje de pantalón color caqui y saco marrón, camisa blanca con corbata color azul marino.

-En varias cosas.-

-¿Cómo qué?-

-Eres muy curioso.-

-Lo sé, pero siempre estás pensando y evitando a Tiffany, ¿Por qué lo haces? Hasta donde sé tú y ella son pareja.-

-La verdad ya no sé si lo somos o no, pero bueno dejemos de lado eso y dime ¿Cómo te fue en la escuela?-

-Bien supongo.-

-¿Cómo que supones?-

-Sí eso creo, escuche que será el cumpleaños de Hyoyeon, deberíamos hacerle algo.-

-Quizás, pero no quiero causarte más molestias.-

-No lo haces, aunque Tiff este molesta contigo, eres mi nueva prima, según se.-

-Ed, eres alguien amable.-

-Gracias pero como he dicho ya varias veces no me gusta que me llamen así, dime Ji Tao o solo Tao, ahora regresando al tema de la fiesta, ¿la haremos?-

-Tao, no creo que…-

-Ed, te buscan unos chicos.- desde que llegamos Tiffany junto con las Jung decidieron continuar sus estudios aquí, en cuanto el resto tomamos clases en casa con un tutor privado, así que verla con aquella falda color caqui, el saco, camisa y corbata del mismo color que el conjunto de Tao, se volvió costumbre.

-Claro Fanny, pero deja de llamarme así.-

-Sabes que no lo hare, ahora ve.-

-Bien, pero puedes hacerme un favor, convence a Taeyeon de hacerle una fiesta a Hyo por su cumpleaños.- En cuanto termino de hablar con Fanny se fue corriendo al jardín delantero.

-¿Por qué sea ido?-

-Sus amigos lo han venido a buscar.-

-Que bien, me alegro que alguien de esta casa disfrute de la libertad de salir con alguien.-

-Sí, es bueno que Ed pueda vivir sin problemas, ¿ya has comido algo?-

-No, aun no.-

-¿Por qué?-

-No me siento con hambre, dime ¿Cómo te fue en el colegio?-

-Bien, ser la nueva es irritante.-

-Me imagino.-

-Lo más fastidioso es que muchos se preguntan por qué un grupo de jóvenes viven en esta mansión sin ningún adulto que no sea del servicio y de por qué nunca salen.-

-Deja que rumoren lo que quieran, siempre y cuando nadie nos vea todo irá bien.-

-Por cierto Ed quiere que hagas algo para Hyo, pero creo que no es buena idea ¿o que piensas tú Taeyeon?-

-Lo mismo, pero no creo que Hyo se merezco eso, así que haremos algo solo para nosotros y nada extravagante.-

-Bien, me voy tengo deberes que hacer.- poco a poco regresa a la mansión.

-Tiff espera.- digo a unos pasos de ella. –Quiero decirte algo.-

-¿Qué es?- La tenía frente a mí y mi corazón deseaba decirle la verdad.

-Fanny, yo…- No sabía cómo decirlo. –Quiero decirte que lo lamento.-

-¿Lamentas, qué?-

-Ser una cretina contigo y no decirte lo de Jessica, así como todo lo que ha pasado desde que llegamos a Londres.-

-Ok, tardaste en disculparte.-

-¿Así que me perdonas?-

-Por ser una cretina conmigo, sí, por ser una con el resto no, ahora deja de auto compadecerte y ve a que te preparen algo de comer.- su tono frio sigue creando un dolor inmenso dentro de mi corazón.

-Lo hare pero quiero preguntarte algo.-

-Dime ¿qué es?

-¿Algún día podrás perdonarme por no decirte la verdad antes? Sé que tengo tu perdón por ser una cretina contigo, pero me está matando esta actitud que tienes conmigo.-

-Es la misma que tú tienes conmigo, solo recibes lo que das.-

-Entonces si empiezo a decir cosas como, “te amo”, ¿tú me dirás lo mismo?-

-Insistes en seguir diciendo esas cosas, cuando aparezcas frente el público y anuncies que tu matrimonio con Jessi era una farsa, es posible que te dé una oportunidad.-

-Sabes que eso daría una pista de mi paradero y que mi tío tratara de asesinarme.-

-Quizás, pero puedes hacerlo mismo que cuando anunciaste tu relación con ella, que Jessi lo haga, no creo que se niegue, eres su jefa ¿o no?-

-Insistes en que soy dueña de ellos, ¿Por qué?-

-Deja recuerdo, tú dices salta y ellos no preguntan cuan alto solo lo hacen, tú dices escóndanse en un país del que no sepan el idioma y ellos preparan maletas, continuo.-

-No, entiendo que nunca dejaras de reclamar sobre ello,  pero ¿alguna vez le preguntaste a uno de ellos por qué me obedecen? No, nunca lo has hecho, porque si realmente te fastidiara mi forma de ser con ellos sabrías porque lo hago.-

No quise seguir con esa discusión que siempre tenemos al vernos desde la llegada a la mansión ella me ha reclamado desde “¿Por qué repartes tú los cuartos?”, “¿Quién te crees para decidir si salen o no?”, “Entiendo que necesitas seguridad pero eso no significa que nadie salgo de la casa.”, “Tú no eres nada mío como decirme si puedo o no estudiar en este país.”, y un sinfín de reclamos más, que día tras día terminaron separándonos más de lo que ya nos encontrábamos. Cada uno de mis pasos me llevo a la habitación principal en la cual me quedo, me recosté en la gigantesca cama para sentir mi corazón estallar en dolor e ira, por no saber realmente que fue lo que enfureció realmente a Fanny.

-Demonios ¿Cuándo será el día que pueda respirar sin sentir que me ahogo en mis propias decisiones y palabras?- Sentía ganas de dormir un poco, sé que era tan solo las cuatro de la tarde pero mi cuerpo se ha sentido demasiado agotado, del armario tome la pijama para poder cambiarme, en cuanto termine vi como las cosas eran diferentes a lo que esperaba aun así trato de que nada empeore, ya dentro de las cobijas y apunto de dormir mi teléfono suena.

-Bueno, ¿Quién habla?-

-Señorita Kim, soy el señor Cho, el investigador.-

-Hola, diga ¿ya encontró lo que le pedí?-

-Así es, y lamento informarle que no existe ninguna niña con el nombre Kim Yon.-

-No es posible, sé que no tuve una gemela pero ¿nadie nació el mismo día que yo y tenga ese nombre?-

-No señorita, nadie, ni siquiera alguna que se le cambiara el nombre.-

-Bien, supongo que solo fue un error.- sentía como cada una de mis corazonadas eran más erradas y eso me fastidiaba. –Dime ¿Qué ha hecho mi tío?-

-Realmente nada, está en la mansión principal, solo come y duerme, no sale, ni habla con alguien.-

-¿Qué? ¿Sabe por qué?-

-Espera a que usted aparezca, él desea hablar con usted.-

-Bien, quiero que prepares un boleto de avión para mañana y le digas que lo veré en la empresa, que ninguno de mis tíos o familiar se entere.-

-Señorita eso sería muy peligroso.-

-Quizás pero ya me fastidie de no saber la verdad, solo haga lo que le digo.-

-Entendido, en cuanto tenga la información del vuelo me comunico con usted.-

Creo que estas es una de las peores decisiones que he tomado pero ya no soporto que mi mente juegue conmigo al igual que mi tío.