El LEVEL Furnished Living, es uno de los hoteles más caros y con un total de cinco estrellas, su estilo moderno pero acogedor junto con la forma de tratar al cliente ha sido una de las cosas más importantes en este hotel, a pesar de que existen otros más nunca los he visto, este es el único que conozco, cuando tenía seis años vine con mi padre por primera vez y la segunda ocasión fue una semana después de mi cumpleaños número ocho, la verdad no recuerdo nada de esas visitas, aun así sé qué los empleados siempre tienen una habitación disponible para alguno de nosotros. Después de que la señorita Park se retiró note que las cosas serían algo complicadas, mi conocimiento sobre el inglés es nulo y presiento que las personas de este lugar me cuestionaran sobre él porque estoy aquí y cuánto tiempo me quedare, quizás solo son preguntas comunes pero serán difíciles de responder con la diferencia de idiomas. Pasados los minutos que indicaron que tardarían, la recepcionista aparece frente a mí junto con el hombre de traje gris y corbata verde, alto de cabello rubio y ojos color verde, yo solo me quede tranquila sentada en el sillón del lobby con todas las bolsas de las tiendas a las que fui.

 

-Disculpe señorita Kim su habitación esta lista.- Algo dijo el señor pero no tengo la remota idea de que sea. –Perdón, olvide que usted no habla inglés, le decía que su habitación ya está lista, uno de los botones la llevara, espero y su visita al hotel sea de su agrado, cualquier cosa que necesita estaré a sus órdenes.-

-¡Qué bien habla coreano! Gracias.-

-Su padre y tíos le han pedido al personal de este hotel manejar el idioma.-

-¿Mi padre?-

-Sí señorita hace tres años, en una reunión le pidieron al anterior gerente que sus recepcionistas, chef principal como los administrativos debíamos saber coreano.-

-Eso lo entiendo pero es imposible que mi padre pidiera eso, él falleció hace ocho años, el actual presidente es mi abuelo.- ante mis palabras llenas de dolor, el gerente quita su sonrisa.

-Lamento su perdida señorita Kim.-

-No se preocupe gerente…-

-James Redfield.-

-Gracias gerente Redfield.-

-Señorita Kim sino es una intromisión me podría decir el tiempo que se quedara.-

-Claro serán diez días, vine de vacaciones.-

-Entiendo, espero y su estadía en el hotel y ciudad sea de su agrado.- ante esas palabras solo sonrió, ya no deseaba seguir conversando y sé que el señor Redfield seguirá preguntando.

-¿El botones ya viene? Me gustaría ir a descansar el viaje fue largo y me siento agotada.- digo al ver que estaba a punto de preguntar otra cosa.

-Claro señorita.- después de sus palabras le hizo una señal a uno de los botones cercanos, en segundos llego. –Quiero que lleves a la señorita a la habitación 279, sus cosas son esa doce bolsas ¿entendido?- el gerente le entrega una tarjeta que supongo es mi llave.

-Sí señor.- veo que el joven de uniforme típico de un botones color azul marino toma mis cosas y las acomoda en uno de los carritos. –Señorita si gusta seguirme la llevare a su habitación.-

-Andrew ella no te entiende.- la recepcionista le dice algo al chico ya que este se sonroja.

-Señorita  Kim, el joven la llevara a su habitación.-

-Gracias nuevamente gerente Redfield.-

 

Me levante y seguí al botones hacia el elevador, una vez dentro presiono el botón nueve, en cuanto se abrieron las puertas me indico con señas que saliera, poco después el hizo lo mismo y me guio hasta mi habitación, la abrió y acomodo las bolsas en uno de los sillones de esa enorme e increíble pieza, una cama gigantesca de cobijas rojas y almohadas blancas, una recepción con una mesa de vidrio con uniones de madera barnizadas en color negro, igual que las sillas completamente de madera, el lugar era esplendido no tenía palabras para describir con exactitud ese lugar. Antes de retirarse el chico hizo una reverencia y se fue, no dijo nada ni pidió su propina que raro pero ya que, ahora solo disfrutare de esa cómoda cama.

 

-Se siente como recostarse en una nube.- exprese al sentir la gran sensación y suavidad de esa cama. Una vez que pude disfrutar de la tranquilidad de la habitación y una perfecta ducha, me encuentro pensando en lo que hare el día de mañana. –Cruzo la tierra a un país donde no sé el idioma y que no conozco, ¿Por qué lo hice?- aun cansada por el viaje, me recuesto tranquilamente y enciendo el televisor, quizás no entienda nada pero al menos eso me distraerá. Durante una hora vi la única cosa que sabía de qué trataba, una  película de Disney, El rey León, la cual he visto muchas veces por Hayeon, cuando sentí el sueño aumentar y mis ojos casi cerrarse escucho mi teléfono sonar.

 

-¿Bueno?-

-Taeng ¿Cómo va el viaje?-

-¿Hyoyeon? ¿Qué sucede?-

-Tu madre me dijo que te encuentras en LA y que no volverás hasta dentro de diez días ¿Por qué lo hiciste?-

-Necesito relajarme, Hyo necesito que me hagas un favor.-

-Claro, ¿Cuál?-

-Cita a el investigador y pídele que investigue a los accionistas más cercanos a mi padre, también que me haga una lista de los que tenga una hija entre dieciséis y diecinueve años, la necesito a más tardar mañana.-

-Bien lo hare, pero ¿tu mañana o mi mañana?-

-¿Qué?-

-Si lo quieres para el mañana de Corea o de LA.-

-Ah, este, el mío.-

-Ok, una cosa ¿para qué quieres saber eso?-

-Curiosidad.-

-No te creo, pero lo hare ahora quiero me hagas tu un favor, ve y busca a esa  loca de tu hermanastra y dile que cuando vuelve.-

-¿Por qué quieres que le diga eso?-

-Para que dejes de investigar a su familia, el investigador está aquí conmigo y me trajo varios papeles sobre ella y su padre, dime ¿Por qué lo haces?-

-No te lo puedo decir, al menos aún no.-

-Prima escondes muchas cosas pero bueno no importa, solo vuelve, cuando tenga las cosas que me pediste te las mando.-

-Perfecto, mándalas al hotel familiar.-

-¿El LEVEL o el Sheraton?-

-LEVEL.-

-Bien lo hare me voy cuídate.-

-Igual tú y cuida de Hayeon.- Hyo es muy oportuna ahora con ese solo espero saber quién es la chica con la que estoy comprometida. Mi cansancio termino venciéndome creando un completo silencio.

 

Los rayos de sol entraban con gran facilidad a pesar de las cortinas gruesas, ante las pocas pero fuertes centellas comienzo a despertar, quizás sea lo que me nos deseó mi cabeza me duele, siempre que me trasnocho me pasa pero en esta ocasión es provocado por el cambio de horario. Como si los rayos de sol no fueran suficientes el teléfono del hotel comienza a sonar.

 

-¿Bueno?- digo algo somnolienta.

-Buen día señorita Kim, soy el gerente, lamento despertarla pero han llegado unos documentos de Corea, se los ha enviado la señorita Hyoyeon.-

-Gracias, ¿podría enviarlos junto con un desayuno sencillo?-

-Por supuesto, ¿algo más que necesite?- Su tono cortes es algo normal pero sabiendo que él teme perder su empleo utiliza un tono demasiado irritante. Aun cansada veo el reloj cerca del televisor, “8:15am, que flojera”.

-La guía que me trajo vendrá por mí a las diez, favor de avisarme.-

-Por supuesto señorita, si esto me despido su desayuno estará listo en quince minutos.-

-Nuevamente gracias.- coloco de regreso el teléfono, con mi cara toda adormilada volteo a ver la habitación. –Debo estar mal de la cabeza, soy demasiado distraída y torpe, ya que solo a mí se me ocurren ideas como esta.- Frustración, desesperación y una enorme cantidad de miedo invade mi cuerpo. Con la poca energía que logre sentir me levante para ir al baño y tomar una ducha rápida, en tan solo doce minutos ya me encontraba arreglada, poco después llego uno de los botones con el desayuno y los papeles, este al igual que el otro no pidió propina y tampoco hablo, solo se dedicó a poner las cosas en la mesa. Una vez que se retiró me senté a disfrutar de este “sencillo” desayuno, no puedo entender porque me manda el continental, si solo quería un café, cereal con leche y un pan con mermelada de durazno, en cambio tengo un café americano, un par de huevos con jamos, jugo de naranja y un plato lleno de cereal. –Creo que me moriré con tanta comida.- durante una hora comí todo impresionándome por el hecho de que pude con toda y que no me duele el estómago por todo lo que he ingerido. En cuanto termine arregle una mochila que compre ayer, en ella introduje los papeles, aun sin leer así como mi teléfono, tarjetas y dinero, junto con un mapa. –Debo de estar realmente loca como para ir a ese lugar.- diez en punto y nuevamente el teléfono suena informándome que la señorita Park llego. Ya con mis cosas y algo de nerviosismo me encuentro en la recepción.

 

-Buen día señorita Kim, ¿descanso a gusto?- dice la misma chica atractiva que me acompaño ayer.

-Sí, pero no me llames así, dime ¿Qué edad tienes? Por qué dudo que seas mayor que yo.-

-Tengo diecinueve.-

-Eres mayor que yo solo por un año así que, llámame por mi nombre.-

-Está bien, entonces tú dime Angie ¿de acuerdo?-

-Angie ¿nos vamos?-

-Si Taeyeon, ¿Koreatown cierto?-

-Exacto, necesito buscar a un señor su nombre Hwang Bum Shik, él vive cerca del consulado de El Salvador.-

-Esa parte de Koreatown es privada.-

-Lo sé, aun así necesito ir con él.-

-¿Nos dejaran pasar?-

-Eso espero.-

-Entonces vamos.-

-No pensaras que estoy loca por creer que pasaremos fácilmente.-

-No, ayer aprendí que puedes pasar fácilmente a lugares sin pedir permiso.-

-¿En serio?-

-Sí.- dice tranquilamente mientras para un taxi al cual ambas subimos. –Por favor al consulado de El Salvador.- le dice al conductor de rasgos latinos

-Claro señorita.-

-Angie, antes de llegar quiero preguntarte algo.-

-¿Qué sucede?-

-¿Crees que es posible atravesar el mundo solo porque no sabes que es lo que pasa en tu corazón?-

-¿A qué te refieres?-

-Si serias capaz de cruzar el mundo solo porque no sabes lo que sientes cuando estas con tu familia y de la nada aparece una persona, y sientes que las cosas son normales.-

-No lo sé, la verdad creo que siempre fueron normales pero quizás tú no te sentías a gusto hasta que esta persona apareció.-

-Es posible pero aun así no entiendo que hago en esta parte del mundo.-

-¿Creía que era para relajarte y buscar ese señor?-

-En parte sí, pero al señor Hwang con una llamada sabré lo que necesito saber, lo de relajarme bastaba con quedarme en casa y no salir, aun así estoy aquí y no tengo idea del porque.-

-Quizás esa persona sea importante para ti y se encuentre aquí.-

-Definitivamente está aquí, pero no planeo verla.-

-Eso dices pero viajaste por muchas horas sin nada que no fuera tus papeles, a un país del otro lado del mundo, yo creo que sientes algo fuerte por esa persona.-

-Eso lo sé, se perfectamente lo que siento, aun así no deseo verle.-

-¿Por qué?-

-Solo arruinaría mis planes.-

-Eres una persona muy extraña.-

-Eso creo, pero si la veo no poder regresar.-

-Amas a esa persona ¿cierto?-

-Con toda mi alma, seré torpe, distraída, incluso puede que no sepa cómo comportarme y muchas cosas más pero nunca podré seguir con el deber familiar si mi corazón sigue latiendo solo por este amor.-

-Aun somos jóvenes, estamos en la etapa de equivocarnos, así que deja de pensar demasiado y comete varios errores.-

-No puedo, ya cometí muchos y varios me quitaron parte de mi vida, así que no pienso hacer otra cosa que no sea ver al señor Hwang y relajarme.-

-Esta persona, ¿dónde vive?-

-En Koreatown.-

-¿Con ese señor Hwang?-

-Sí.-

-¿A caso es su familiar?-

-Sí, ¿cómo lo sabes?-

-Porque tú misma lo has dicho pudiste solo marcarle a ese señor y tener tus respuestas pero no lo has hecho cruzaste el mundo con el pretexto de tus dudas, solo porque sabias que esa persona está con él, así que deja de decir tonterías sobre no querer verla porque sabes que es mentira, amas tanto a esta persona que volaste sin nada de equipaje, sin saber el idioma.-

-Señorita hemos llegado al consulado.-

-Gracias ¿Cuánto será?-

-Sesenta y cinco.-

-¿Qué dijo? ¿Hemos llegado?-

-Sí señorita, aquí es el consulado y perdón por escuchar pero su amiga tiene razón usted ama demasiado a esa persona que cruzo el mundo y esa es la razón de porque siente su vida normal y completa.-

-¿Usted sabe coreano?-

-Sí mi esposa es coreana, al igual que nuestro vecinos.- me encontraba sorprendida de que este señor supiera el idioma. –Señoritas son sesenta y cinco ¿Quién pagara?-

-Seré yo quien pague y gracias por su ayuda.- respondo entregándole un billete de cien.

-No hay de que, solo deje de preocuparse de sus deberes familiares y busque lo que usted realmente necesita.- Ante aquellas palabras dichas por ese conductor latino, quede pensando en que quizás sea cierto, solo estoy aquí por Fanny y no por mí, aun así no sería bueno involucrar más a su familia en los problemas de la mía.

-¿Dónde vive este señor?- pregunta Angie a lo cual busco entre mis cosas un papel con la dirección de los Hwang. –Está a una cuadra, iremos caminando.-

-Está bien.-

 

Las calles repletas de gente, a pesar de ser LA, las personas que caminaban, corrían, conducen, atienden o solo están paradas sin hacer algo son coreanos o latinos, los negocios están en coreano, se sentía extrañamente familiar y acogedor el lugar, el camino fue muy tranquilo en cuanto llegamos a una casa blanca con un jardín hermoso lleno de diversas flores, sentí una enorme sensación de que ya había estado aquí.

 

-Es este el lugar, ¿quieres que toque?- comenta Angie.

-No lo hare yo.- sentía el latir de mi corazón aumentar, mis manos sudar y demasiado miedo, aun así me acerque a la puerta de madera y presione el botón del timbre, un sonido de campana rezumbo dentro de mi mente y a los lejos pude escuchar a alguien gritar, una voz femenina.

-Hola, buenos días ¿Qué desean?- Una anciana es quien abre la puerta.

-Buenos días, ¿esta es la casa del señor Hwang?-

-Sí ¿quiénes son ustedes y quieren?-

-¿Quién es señora Jones?- se escucha la voz de un señor. -¿Qué sucede?- escucho como se acerca. -¿Quiénes son ustedes?-

-Mi nombre es Park Angelina y ella es Kim Taeyeon, mi amiga busca al señor Hwang.-

-¿Has dicho Kim Taeyeon?-

-Así es señor…-

-Hwang, pasen señora Jones por favor prepare café para las invitadas.-

-Sí señor.-

-Veo que has volado desde Corea para buscarme ¿o buscas a Tiffany?-

-¿Qué? ¿Quién es usted?-

-Veo que ya no me recuerdas, soy el señor Hwang, el padre de Tiffany.-

-Señor Hwang lamento no avisar de mi llegada pero necesito hablar con usted.-

-Creía que venias por Fanny.-

-¿Entonces es una chica y su nombre es Fanny?-

-¿A qué se refiere señorita?-

-Taeyeon lo tomo como pretexto para ver a una chica.-

-Angie has me el favor de tomarte el resto del día.-

-¿Segura?-

-Sí, podre arreglármelas, por favor retírate.- Quizás no la conozco lo suficiente pero sabía que ella estaba mostrando una sonrisa de triunfo ante el hecho de que el señor Hwang también pensara que mi visita se debía a Fanny. En cuanto se fue sentí mi cuerpo relajarse un poco.

-Dime ¿Qué sucede? Para que una de las herederas Kim viniera hasta mi casa para hablar.-

-Sé que usted y mi padre tuvieron una relación muy buena, incluso sé que él lo ayudo mucho para que su empresa pudiera salir adelante, por ello necesito saber si usted pude decirme si de esta lista alguno de ellos fue muy íntimo con él.- concluyo entregándole la lista con los nombres de los posibles accionistas con los cuales puede que este comprometida su hija conmigo. El señor Hwang los tomo y los reviso uno por uno de manera tranquila.

-Exactamente ¿Qué quieres que busque?-

-Si usted sabe con cuál de sus hijas estoy comprometida.- el solo me vio sonrió y me regreso los papeles.

-Con ninguna de esta lista.-

-¿Qué según se mi padre me comprometió con una hija de sus más cercanos accionistas y amigos.-

-Así es pero no fue ninguna de esa lista, Taeyeon, tu estas comprometida con mi hija Stephany.-

-¡Papá saldré con mi amigas….¿TaeTae eres tú?-

-Phany.-