No termine de escuchar lo que decía el portero, cuando me arranque a correr hacia la calle. Mire hacia ambos lados en busca sus rostros, pero no vi nada. Pensé que tal vez se encontraban cerca de mi edificio así que comencé a caminar alrededor de mi cuadra, miraba desesperadamente deseando encontrarlos, pero mis esfuerzos fueron en vano. Desilusionada y decepcionada de mí propia conducta, de mi falta de responsabilidad, de mi poco interés, y de mi nula capacidad de solucionar ese problema, me recargue contra una pared y me lleve ambas manos al rostro, enseguida sentí como las lágrimas empezaban a correr por mis mejillas.

-¡Eres una estúpida, una inútil! – pensaba mientras la gente iba y venía a mi alrededor.

Estuve así alrededor de 10 minutos, hasta que las lágrimas causadas por mi estado de frustración cesaron. Limpie mis ojos con las palmas de mis manos e inicie el camino de regreso a casa. Los pensamientos seguían corriendo por mi cabeza, pensaba que todo ese malestar podría haberlo evitado si nunca hubiera decidido ir a Seúl, total en ese momento la vida que mis padres me ofrecían no se veía tan mala. Los pensamientos de arrepentimiento se agolparon en mi cabeza y mi rostro denotaba mi estado de ánimo.

Ahora solo quería llegar a casa y tumbarme en mi cama, aunque urgentemente necesitaba un abrazo, unas palabras de aliento, la presencia cálida de un ser que me dijera que todo estaría bien, pero sabía que al llegar a casa solo encontraría la soledad de mi apartamento. Sentí la profunda nostalgia que la compañía de esos cinco chicos me había brindado por tan poco tiempo, mi corazón abandono toda esperanza y se sumió en una aguda melancolía.

Al dar la vuelta a la esquina me quede congelada. No daba crédito a lo que mis ojos veían, Jinyoung, CNU, Sandeul, Baro y Gongchan se encontraban de pie frente a la puerta principal de mi edificio, sostenían unas bolsas con sus manos, mientras sonreían y bromeaban entre ellos.

-¡Chicos! – grite lo más fuerte que pude, después corrí a su encuentro.

Los cinco voltearon al mismo tiempo, sorprendidos al verme. Al llegar a ellos abrí mis brazos con la intención de abrazarlos lo más fuerte que podía, deliberadamente Sandeul correspondió mi abrazo, seguido por Baro, Jinyoung, Gongchan y CNU, en ese momento sentí en mi corazón una emoción que no conocía, tan cálida y apacible al mismo tiempo.

Después de separamos, los mire por un momento y luego baje la mirada, me sentía avergonzada por mi arranque de afecto.

-¡Hola Yul! – Dijo Baro mientas se movía continuamente sobre su lugar y agregó - ¡Que emoción! Nunca nos habían recibido de esa forma.

-Es cierto – Afirmo Sandeul mientras una carcajada salía de su boca, después apuntó -¡Gracias!

Era extraño, pero al escuchar por primera vez mi nombre pronunciado por ellos no me provocaba enojo, al contrario me alegraba mucho, me emocionaba de verdad.

- ¿Y bien, vamos a entrar o qué? – Sé quejo CNU quien sostenía tres bolsas con las manos mientras que los demás solo llevaban una.

-¡Si! Adelante – dije mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro, no podía ocultar la dicha que su visita me causaba.

Por primera vez caminamos juntos atravesando el lobby del edificio, mientras la mirada expectante del portero se posaba sobre nosotros. Entramos al elevador y subimos al noveno piso, caminamos por el estrecho pasillo que conducía hacia mi apartamento y a continuación nos introdujimos en él.

-¡Y esta es mi casa! ¡Bienvenidos! – anuncié mientras ellos entraban completamente y cerraban la puerta.

-¡Vaya! Es hermosa y acogedora – dijo Jinyoung muy cortésmente.

-¡Wow! ¡Qué limpia! – señaló Gongchan mientras caminaba hacia la sala.

-¿Por qué solo tienes un sillón? – Preguntó Sandeul mientras se recostaba sobre él.

-¡Hazme espacio! – le indicó Baro, después se sentó sobre las piernas de Sandeul, el cual se quejó de dolor, para enseguida tratar de zafarse del peso que Baro ponía sobre ellas. Todos reímos.

-¿Dónde pongo esto? – Pregunto CNU, quien ya se veía desesperado.

Le indique donde colocarlo y a continuación los demás hicieron lo mismo con sus cargas, permanecimos de pie en la cocina.

-¿Qué es? – pregunte señalando las bolsas.

-¡Es comida! – me respondió Sandeul casi cantando.

- Pensamos que tendrías hambre – expresó CNU

-¡Si! El portero nos dijo que todavía no llegabas del trabajo, así que decidimos comprar algo de comida, pues asumimos que llegarías muy cansada y una comida caliente te alegraría el corazón - Completó Baro.

-Esta es nuestra forma de disculparnos por todos las molestias que te hemos causado – Dijo Jinyoung mirándome tiernamente, después sonrió.

-¡Y que te causaremos! – sentenció Sandeul metiendo su mano izquierda en una de las bolsas.

-¿Hicimos bien? – Preguntó Gongchan quien se escondía tras la espalada de CNU evadiendo mi mirada.

Asentí con la cabeza e inmediatamente comenzamos a sacar el contenido de las bolsas, lo llevamos a la sala y nos sentamos alrededor de la mesa de centro. Era la primera ocasión que alguien, además de mis padres, tenía consideraciones de ese tipo hacía mí, pues nunca fue fácil para mí relacionarme con las personas que frecuentaba, pero ellos se habían convertido en poco tiempo en mis amigos, así es, en ese momento me di cuenta que nuestra amistad había iniciado sin siquiera notarlo, mi corazón se llenó de jubiló y comencé a olvidar poco a poco mis constantes episodios de tristeza, entonces me despoje de la soledad y les di la bienvenida a mi corazón.

Nuestra primera cena juntos había comenzado. Mientras comíamos hablamos de todo y de nada, reíamos a carcajadas y después nos veíamos unos a otros extrañados por nuestras conductas. En repetidas ocasiones descubrí a Jinyoung viéndome fijamente y él al notarlo volteaba hacia otro lado, por su parte Gongchan evitaba mirarme y cuando eventualmente nuestras miradas se cruzaban, el apartaba la vista y veía hacia otro lado, yo no le di importancia a ninguna de las dos situaciones y continúe divirtiéndome fugazmente.

La velada se extendió hasta las cuatro de la mañana, ya todos comenzábamos a lucir como zombies a consecuencia del cansancio.

-Creo que es hora de retirarnos – señalo Jinyoung poniéndose de pie.

A continuación los demás lo imitaron, caminaron hacia la puerta y se quedaron parados frente a ella.

-¡Muchas gracias por todo! – Dijo secamente CNU mientras agitaba su brazo, abría la puerta y salía por ella.

-Me divertí mucho, nos vemos mañana – señalo Sandeul algo adormilado.

-¿Mañana? – Dijimos Gongchan y yo al mismo tiempo, nos miramos por un par de segundos y automáticamente volteamos hacia direcciones diferentes. Después él caminó hasta quedarse bajo el marco de la puerta.

-No le hagas caso, ya está dormido. Nos vemos el próximo sábado. ¡Descansa! – dijo Baro acercándose a mí para abrazarme, yo correspondí su abrazo, fue un abrazo muy acogedor, cómodo y cálido, después salió del apartamento llevándose a Sandeul consigo mientras esquivaban a Gongchan quien observaba todo desde la puerta.

-¡Ya ve a descansar! - dijo Jinyoung quien se aproximó a donde yo estaba para tomar su abrigo que se encontraba justo detrás de mí. En ese pequeño lapso entre acercarse, tomar su abrigo y alejarse susurro a mi oído - ¡Te ves muy linda con tu uniforme de trabajo! – Sonrió y agregó - ¡Nos vemos el próximo sábado! – a continuación se apresuró a salir por la puerta.

Gongchan permanecía inmóvil bajo el marco de la puerta, su mirada reflejaba una inmensa agitación, note que arrugaba la bastilla de su abrigo con una mano mientras que con la otra jugaba con uno de los botones de su camisa, yo estaba a punto de despedirlo cuando él se acercó a mí sin decir una palabra y beso mi mejilla, sus suaves labios se posaron sobre mi mejilla derecha por aproximadamente dos segundos y sin embargo sentí que fue una eternidad, aun nervioso se apartó de mí y posteriormente saco de uno de los bolsillos de su pantalón una hoja de papel doblada por la mitad, la deposito en una de mis manos, camino nuevamente hacia la puerta y salió cerrándola tras de sí.