Comenzamos a girar lentamente mientras cerraba mis ojos y descansaba mi rostro sobre su pecho, su suave voz acariciaba mis oídos y lentamente lo que había comenzado como un baile se convirtió en un abrazo, tan cálido y placentero que al terminar de cantarme al oído nos mantuvimos así, abrí mis ojos y alce mi cara, contemple sus perfectos rasgos faciales y me acerque lentamente a su cuello, lo rose con mi nariz y la arrastre por su mejilla, ahora mis labios también tocaban la piel de su rostro, dominada por la pasión del momento bese la comisura de su boca, mientras él se mantenía inmóvil sin poder actuar, despegue mi labios por un segundo mientras mi dedo índice recorría delicadamente su labio inferior. Ahora estaba segura, sabía lo que ocurriría a continuación.

Gongchan me miro tiernamente por un par de segundos y poco a poco se acercó a mí, nos miramos brevemente y a continuación nuestras bocas se fundieron. Sus dulces labios eran tan suaves y delicados, cálidos y perfectos, que con su simple roce mis piernas temblaban. Aun con los ojos cerrados podía sentir como sus manos se hundían en mi larga cabellera y bajaban lentamente a mi espalda y mi cintura haciendo vibrar cada fibra de mi ser. Nos separamos por una par de segundos y sonreímos pícaramente mientras mirábamos nuestros rostros aún sonrojados y nos besábamos otra vez, ahora más provocativamente. Lentamente mi boca se adueñó de sus labios, los saboree, hasta que en pequeños mordiscos su boca hizo estremecer la mía. Nuestras lenguas jugaban entre si mientras sus manos se perdían en mi nuca y mi cabello y mis manos deshacían su espalda a cada roce, de tal forma que nuestras bocas luchaban tibiamente mientras gotas de lluvia caían aún refrescando la noche.

Y el reloj sonó anunciando las doce de la noche, oficialmente mi cumpleaños había terminado y de la mejor forma. En seguida llamaron a la puerta desesperadamente. Gongchan se separó de mi automáticamente y en cuestión de segundos se tocó los labios con la mano derecha y me miro como preguntándome si lo que había pasado era real, yo sonreí, me acerque a él y bese su mejilla mientras mi mano recorría el largo de su brazo. Camine hacia la puerta y a continuación abrí.

-Te dije que no llegaríamos a tiempo, ya son las 12… -Decía Sandeul a Baro.

-¡Feliz cumpleaños! – Dijo Baro muy entusiasmado.

-¡Chicos! ¡Gracias! Pasen… - Dije mientras ellos entraban quitándose sus húmedos abrigos.

-¡Oh! ¡Gongchan, ya estás aquí! Pensé que seriamos los primeros, pues por la lluvia ha producido un embotellamiento – Señalo Sandeul caminado directamente a la cocina.

-Sí, bueno… - Dijo Gongchan mirándome de reojo y sonriendo tontamente mientras pasaba la lengua por sus labios recordando lo que acababa de ocurrir hace pocos minutos.

-¡Oh! ¿Qué te paso en la mano, acaso trataste de hacerle algo a Yul y se defendió a toda costa? Porque si es así, en este mismo momento ajustamos cuentas. ¿Qué te hizo Yul, que te hizo? – Dijo Baro acercándose a Gongchan amenazadoramente.

-¡Detente, no hizo nada! Llego aquí con la mano ensangrentada – Dije interponiéndome entre Baro y Gongchan.

-¡Si! ¡Un pastel! – Grito Sandeul desde la cocina quien miraba maliciosamente el pastel de cumpleaños.

Repentinamente volvieron a tocar la puerta del departamento, esta vez Baro abrió. Jinyoung entro en la habitación, parecía estar decepcionado y molesto, deposito su paraguas en el recibidor y a continuación camino hacia la sala dejándose caer en el sillón.

-¿Qué te pasa? – Le pregunte.

-Nada, es solo que llevo más de 20 minutos dándole vueltas a la cuadra… – Todos nos miramos tratando de contener la risa - … Pues le dije al taxista tu dirección pero a consecuencia del tráfico no pudimos pasar por tu calle así que me dejo a dos cuadras, y pensé que no había problema pero camine y camine y seguí caminando y no encontraba tu edificio.

-Pero si es el único con el portón negro – le indicó Sandeul que ya se hallaba en la sala escuchando la anécdota de Jinyoung.

-¡¡¡No lo sabía!!! Como sea, estuve caminado mucho tiempo y si no fuera por el portero que me vio pasar varias veces y me hablo, yo creo que no hubiera llegado.

Al terminar de contarnos su reciente aventura estallamos en carcajadas. Nuevamente sonó el golpeteo de la puerta, esta vez yo camine hacia ella imaginándome quien estaría del otro lado, pues solo faltaba CNU y cuando la puerta se hallaba abierta de par en par mi sorpresa alcanzo niveles incalculables.