Fotografía

Viento de Otoño

Desde que llegue a Seúl no había pensado en la posibilidad de tener una relación romántica, pues mi viaje a esta ciudad estaba motivado única y exclusivamente por razones escolares, además aún tenía 17 años y la vida parecía brillarme por primera vez. Antes de conocer a esos cinco chicos yo era ferviente creyente de que la soledad era la mejor compañía, sin embargo el tiempo me demostraría que estaba equivocada.

Hasta ese momento de mi vida no había experimentado el valor de una verdadera amistad, pues mi falta de seguridad me había limitado para entablar relaciones de ese tipo, es por eso que tenía mucho miedo de perder a un amigo por actuar irracionalmente o dejarme llevar por mis impulsos. Sin embargo algo había cambiado en mi interior y comenzaba a sentir la incesante necesidad de experimentar la fuerza del primer amor.

Me decidí a dejarlo todo de lado y correr a buscar a Gongchan para corresponder a sus sentimientos, comencé a subir velozmente las escaleras pero me tope de frente con CNU que al parecer había visto y escuchado todo.

-¡CNU... Yo...! Después te explico... -Dije tratando de rodearlo para continuar mi camino.

-¡No! - Dijo CNU cubriéndome el paso - ¡No lo hagas! Ahora no es el momento, solo complicaras más las cosas. Deja que el tiempo decida lo que es mejor para ambos.

-Pero yo debo... - Dije señalando las escaleras.

-¡No Yul! ¡No ahora! Vayamos a casa - Indicó firmemente CNU, después me tomo por el hombro como la primera vez que los había conocido y me condujo hacia la entrada del edificio donde se encontraba ya el auto que me llevaría a casa

-¡Toma! La dejaste en nuestro departamento - me dijo CNU extendiendo su mano para entregarme mi bufanda, yo lo mire aun confundida y el procedió a atarla a mi cuello - Sé que estas confundida, pero ¡aun no es el momento!

Entre al auto y me despedí de CNU sin verlo siquiera pues aun resonaban en mi cabeza las palabras de Gongchan. Al llegar a casa me senté sobre el sofá de la sala, aún tenía todo aglutinado en mi mente, mire a mi alrededor y vi mi cámara fotográfica, hacía tiempo que no la usaba pues como la entrega de mi proyecto de la universidad se había aplazado aun no comenzaba a realizarlo, tome la cámara y la encendí esperando que las fotos de los edificios que había tomado me tranquilizaran. Comencé a ver foto por foto recordando la incomodas posiciones que había tenido que hacer para obtener la mejor toma. Yo recordaba que la última foto que había hecho era una de prueba para mi visita al palacio Deoksugung, en donde yo aparecía haciendo el signo de paz con los dedos mientras el portero sonreía detrás de mí, al llegar a esa foto note que el marcador de la memoria indicaba 126/194 por lo cual aún restaban fotos por ver. Intrigada por la reciente aparición de fotos no pude contener mi curiosidad y seguí revisando la cámara.

Me lleve una sorpresa cuando pude ver con claridad que en el resto de las fotos aparecían mis amigos, sonriendo, haciendo pucheros, de frente, dormidos, de espaldas, cantando, riendo, en su departamento, en lo que al parecer era su sala de prácticas, al aire libre , en el día, en la noche, en duplas en tríos, etc. Sonreí pensando en las posibles situaciones detrás de cada foto. Ya a punto de terminar de revisar la memoria de la cámara me topé con una foto que me dio que pensar. Gongchan se encontraba sentado sobre una silla en un cuarto poco iluminado, tenía la cabeza agachada y su rostro no se veía con claridad pues una sombra lo cubría, sus piernas estaban cruzadas y sus manos se entrelazaban al frente mientras sus codos se reposaban sobre sus rodillas, detrás de él una cortinilla blanca danzaba al compás del viento. La mire por demasiado tiempo observando cada detalle una y otra vez, después apague la cámara y la abandone a mi lado. En ese momento me di cuenta de lo que había estado a punto de suceder de no ser por CNU, me lamente por mi falta de madurez y mi poca fuerza de voluntad para dominar mis impulsos, pues en ese momento nada tenía claridad en mi cabeza. Reconocí que no sabía lo que de verdad quería, pues la verdad aun no me conocía.

-CNU tenía razón aun no es el momento - me dije y después me perdí en la oscuridad del departamento.

El tiempo pasó volando, ya había comenzado el último año en la Universidad Nacional de Seúl. Yo aún me esforzaba diariamente en mis labores universitarias por las mañanas y mis actividades laborales por la tarde, mi madre aun me apoyaba económicamente sin que mi padre lo supiera, y aunque recibía llamadas seguidas de su parte, extrañaba verla a diario, además de sus abrazos y besos.

Con el tiempo le di la razón a CNU y así lo platicamos en diversas ocasiones, él me decía que de verdad se notaba lo mucho que había madurado y no solo yo los seis.

Ahora mi meta era terminar mi carrera y conseguir un buen trabajo pues solo así podría regresar a casa con la cabeza en alto, solo así tal vez mi padre se enorgullecería de mí y me perdonaría.

Por otra parte, mis lazos fraternales con los chicos se habían fortalecido y aunque después de la confesión que recibí por parte de Gongchan las cosas se tranquilizaron, nuestra relación se complicó un poco, pues si bien es cierto no podíamos ser amigos, no éramos ajenos del todo, ambos nos preocupábamos el uno por el otro y siempre estábamos al pendiente de nuestras necesidades y afecciones. Sin embargo en definitiva algo había cambiado. Eventualmente nuestras reuniones se aplazaban, pues cada vez B1A4 se hacía más popular y su agenda estaba más llena, también es cierto que ocasionalmente solo me podía reunir con dos o tres de ellos pues el resto debía cumplir con sus actividades personales. En muchas ocasiones me tocó ver que los chicos llegaban a casa agotadísimos solo con la intención de comer y dormir así que se disculpaban por su compartimento, yo asentía y los dejaba descansar, entonces mientras ellos dormían yo ayudaba con las labores de la casa.

Creí que todo caminaba con regularidad, pero un día todo cambio. Un sábado después de tres semanas sin poder vernos ofrecí a los chicos mi departamento como punto de reunión. El reloj marco las seis de la tarde en punto y enseguida tocaron a mi puerta, la puntualidad de los chicos me impresiono, pues usualmente llamaban para decir que irían un poco más tarde debido a las actividades de su agenda. Abrí la puerta observe las expresiones vacías de mis amigos.

-¡Wow! ¿Por qué esas expresiones? ¿Qué ocurrió? – Dije tratando de averiguar la razón de tras de su falta de ánimo.

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Comments

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Lisett #1
Chapter 26: Well... I finished that in one day... y
Seguire leyendo el siguiente fanfic!
Lisett #2
Chapter 5: Well good thing I know spanish!
Me encanta este fanfiction! Simple y sencillo.
Todavia me falta mucho... pero lo voy a terminar!
And I will read sequel, even though I haven't finished this one...
Weird use of spanglish...