capitulo 8
UN TOQUE DE GRECIA.Al doblar una esquina, taeyeon casi chocó con una silla de ruedas en el pasillo del hospital.
Maldijo.
— ¡Por Hades!
Las palabras casi se le quedaron atascadas en la garganta al mirar a la persona sentada en la silla de ruedas. ¡Allí estaba ella, Tiffany, su mujer misteriosa!
Por los dioses, ¿qué era lo que había sucedido? ¿El accidente la había paralizado?
Tiffany no la miró, la ignoró completamente. ¿Realmente se merecía eso?
¿Había sido así de idiota esa noche? ¿No era suficiente que la hubiese puesto en su lugar?
Se quedó casi congelada hasta que la enfermera le dio una mirada severa y un determinado
— Disculpe, por favor, — eso la hizo saltar a un lado.
La enfermera empujó la silla de ruedas junto a ella y continuó por el pasillo.
Detrás de ella, Dioniso se aclaró la voz.
— ¿Qué está pasando? ¿Podrías por favor explicarme ahora lo que estamos haciendo aquí, y quién es esta mujer misteriosa que estás buscando por toda la ciudad?
Con un movimiento de impaciencia de su mano, taeyeon detuvo a su amigo.
— Ahora no, Dioniso. Sígueme.
Varios pasos grandes y taeyeon había alcanzado a la enfermera empujando la silla de ruedas. Caminó detrás de ellas.
— Sí, necesito un profesional de cuidado de salud que me pueda ayudar en la casa. No, yo puedo caminar, — dijo Tiffany en su teléfono celular.
Taeyeon sintió alivio cuando la oyó decir que ella podía caminar. Había disfrutado bailar con ella, y sería una lástima que no pudiera hacerlo más. Le
Encantaría llevarla a bailar de nuevo y hacerla girar a su alrededor en la pista de baile.
— Sí, por lo demás estoy sana. No necesito una enfermera real, sólo alguien que me ayude a manejarme dentro de la casa. — Se detuvo otra vez, escuchando atentamente a la otra persona. — No, es en ambos ojos. Puedo ver sólo formas y colores, nada de otra cosa.
Hubo un tranquilo suspiro que casi no habría percibido si no hubiera escuchado tan de cerca.
— Sí, por ahora, estoy prácticamente ciega.
¿Ciega? ¿Ella estaba ciega? No había estado ciega la noche en que la conoció en el club nocturno. Por el contrario, sus ojos prácticamente la habían devorado.
— ¿Cuándo creen que podrán conseguir a alguien para mí? ¿Mañana? Está bien. Sí, mi nombre es Tiffany Hwang. Y vivo en...— Se detuvo abruptamente luego soltó una risita. Por primera vez, su voz adquirió un tono despreocupado. — ¿Usted conocía a tía Eleni?... sí, sigo viviendo en la misma casa... gracias, es tan amable de su parte. Todos la extrañamos. Estaré esperando al profesional de cuidado de salud mañana por la mañana entonces. Muchas gracias.
Tiffany desconectó la llamada. Taeyeon la observó poner el teléfono celular en su bolsillo.
¿Prácticamente ciega? ¿Podría ser verdad? Una parte de ella odió su siguiente pensamiento, pero eso no había impedido que le llegara. ¿Podría ser esta su
Segunda oportunidad? Si se aseguraba de que ella no reconociera su voz, podría pretender ser otra persona. Esa noche, ella le había dado un nombre falso de todos modos.
Si se las arreglaba para acercarse a ella, insinuándose en su vida, entonces podría llegar hasta ella y demostrarle que no era sólo una guapa tonta como la había llamado. Podría probarle que sí le importaba, que era fiable, que tenía un corazón.
Y estaría cerca de ella otra vez... por los dioses, ¡cómo la había extrañado! Cuántas ganas tenía de embriagarse de su olor, tocar su suave piel, sentir su cuerpo cerca del suyo. Podría estar ahí para ella, ayudarla con todo lo que necesitara. Ella sería sus ojos.
Tomando unos pocos pasos rápidos, pasó por la silla de ruedas y corrió delante de ella. Luego se dio vuelta, fingiendo que había olvidado algo. Bloqueó la
silla de ruedas.
Tiffany la miró de frente. No a ella, sino a través de ella. Ella realmente no podía verla.
— Disculpe, — dijo la enfermera, claramente, incluso más molesta con taeyeon ahora.
— Lo siento mucho, — respondió taeyeon.
Con el sonido de su voz, la cabeza de t se inclinó hacia un lado como si estuviera tratando de descifrar algo. Un momento después, ella negó con la
Cabeza. No, ella no podía reconocer su voz. Había mucho ruido en el club, y de camino a casa esa noche, ella no había hablado mucho. Y cuatro largas semanas habían pasado. No la reconocería. Sí iba a funcionar.
— No tuve intención de ponerme en su camino. Qué torpe soy.
— Está bien, — dijo y sonrió.
Taeyeon se hizo a un lado y las dejó pasar, a continuación, dio una mirada de complicidad a Dioniso.
— ¿La quieres? — Le preguntó a su amigo esperando una respuesta.
Taeyeon asintió con la cabeza.
— Ella es perfecta. — En todos los sentidos.
Se acordó de su aroma, su cuerpo flexible, su piel suave. Pronto podría besar esos deliciosos labios y enterrar su lengua palpitante en su dulce calor. Y la haría gritar su nombre en éxtasis hasta que ella le dijera que la amaba.
— ¿Estás segura? — La voz de Dioniso llena de sarcasmo. — Porque si lo es, es mejor que salgas de aquí antes de que el personal se ofenda con tu excitación. — La mirada que apuntaba su amigo hacia la entrepierna de taeyeon, poco hizo para aliviar la vergüenza que se extendió a través de ella.
¿Cómo era que no podía controlar la reacción de su cuerpo ante Tiffany? Ella no era más una adolescente. Eso no debía sucederle.
— ¿Nos vamos a quedar aquí mientras te imaginas sólo los Dioses saben qué? — La impaciencia de Dioniso se dio a conocer. — Y ahora me gustaría una
Explicación, sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que tan cruelmente descartaste mi idea de salir con una mujer ciega. Y si no estoy completamente
Equivocado, la mujer que es la razón de tu actual calentamiento está ciega.
Por un segundo, taeyeon se preguntó si sería bueno decirle la verdad a Dioniso. Por alguna extraña razón, quería mantener su encuentro previo con
Tiffany en privado, lo que le sorprendió. Normalmente no tenía problemas con
Decirle a su amigo todos los detalles de sus hazañas con las mujeres. Con un rápido movimiento de su cabeza, se libró del extraño sentimiento.
— Ella fue quien me llamó guapa tonta a mis espaldas.
En el instante siguiente, Dioniso se sacudió de risa. Taeyeon se encogió de hombros. Su amigo tenía un extraño sentido del humor y encontraba divertidas
Ciertas cosas.
— Cuando termines de reír, ¿podemos volver a lo nuestro?, — dijo taeyeon con un tono seco.
Dioniso levantó la mano, lo que indicaba que estaba tratando de hablar, pero le tomó un minuto completo tener su voz bajo control.
— Lo siento, pero eso fue demasiado divertido para dejarlo pasar.
— No veo qué encuentras divertido en eso.
— Realmente no, ¿verdad? Así que vamos a ver si lo entiendo: ¿la elegiste porque te llamó superficial y poco fiable? ¿Qué estás tratando de demostrar?
¿No era evidente? Ella le quería demostrar que no era nada de eso. Y además, ella era tan bella como Afrodita y luchadora, como Artemisa.
— No tengo nada que demostrar. Ella es el objetivo perfecto: soltera, ciega y bonita.
Taeyeon había utilizado deliberadamente la palabra objetivo, ya que no quería que Dioniso se diera cuenta de que esa mujer no era sólo una conveniente víctima más. Además, su amigo era demasiado perspicaz para su gusto. No, si Dioniso sabía lo que Tiffany despertaba en ella, el tipo de emociones y los deseos que desencadenaba en su mente confusa, la risa de Dioniso nunca se detendría.
— Eso no fue lo que dijiste antes. Permíteme que te recuerde. Creo que tus palabras exactas fueron: yo no soy superficial y te lo demostraré a ti y a esa maldita mujer. ¿Asumo que por "esa maldita mujer", te referías a ella? Oh, sí, y antes que me olvide: ¿acaso no la llamaste también insolente, irrespetuosa y completamente fastidiosa?
¿Por qué su amigo tenía que poseer una memoria perfecta?
— Estás pisando en terreno peligroso ahora, ten cuidado, o podrías caer en el agujero que te estás cavando, — dijo entre dientes taeyeon.
— ¿Para qué están los amigos? — La sonrisa en la cara de Dioniso debía ser borrada, pero taeyeon no quería llamar más atención de lo que ya tenía por las
Carcajadas de Dioniso.
— ¿Y ahora qué?
— Ahora iremos a buscar a ese profesional de cuidado de salud que contrató. — taeyeon acababa de tener una idea brillante.
— ¿Para hacer qué?
— Para cambiar de lugar. — taeyeon giró completamente hacia su amigo y estiró los brazos hacia los lados del cuerpo, presentándose a sí misma. — Conoce a la nueva profesional de cuidado de salud en el hogar de Tiffany.
Una amplia sonrisa se extendió en la cara de taeyeon, mientras la idea tomaba forma. ¡Qué oportunidad tan perfecta para acercarse y probarle que ella merecía su amor y que podía confiar en ella!
— Tú eres la hija enferma de un dios. — Sonrió Dioniso. — Me gusta, me gusta mucho
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