capitulo 31

UN TOQUE DE GRECIA.

Había esperado durante horas que volviera, las ideas de duda agolpándose en la cabeza sin cesar. Sus emociones se confundían, luchando unas con otras. En un momento estaba dispuesta a perdonar a taeyeon a pesar de su decepción, y en el siguiente quería echarla por un tubo y decirle que no volviera nunca. Por qué había regresado, ella aún no la entendía. ¿Y qué quería de ella?

Taeyeon se detuvo delante del sofá y se dejó caer, en cuclillas delante de ella. Tomó sus manos entre las suyas.

—Tiffany, ¿cómo te sientes?

—Mejor. Estoy mejor ahora.

—Te prometo que Michael nunca volverá a hacerte daño.

La respiración de Tiffany se aceleró, y su corazón latía en su garganta.

— ¿Le hiciste daño?

Taeyeon negó con la cabeza.

—Te prometí que no lo haría, aunque no fue fácil para mí mantener esa promesa en particular. Él se merecía una buena paliza.

Un alivio se extendió sobre ella.

— ¿Admitió haber causado estos accidentes?

—Lo hizo... después de que lo convencí que estaría a su favor decir la verdad por una vez.

—Lo amenazaste—.

Fue una mera declaración. Ella sabía que taeyeon lo amenazaría, con qué, no le importaba saberlo.

— ¿Qué te hace estar tan segura de que no va a intentarlo de nuevo?

Taeyeon se llevó sus manos a la boca y le besó los nudillos. Debería de haber apartado las manos, pero el contacto se sentía bien.

—Él sabe que yo estaré aquí para protegerte, y me teme lo suficiente como para mantenerse alejado. Te deshiciste de él. Eso es lo que querías, ¿no?

Tiffany asintió con la cabeza.

—Sí. Ha causado bastantes problemas. Es mejor para todos nosotros. Pero...— Ella dudó.

Taeyeon había dicho que estaría aquí para protegerla, pero ¿por qué y por cuánto tiempo?

— ¿Qué pasa?—

Taeyeon se movió más cerca, con la cabeza ya a sólo unos centímetros de distancia de ella.

—Vas a estar aquí, pero... ¿por qué? taeyeon, ¿qué es lo que quieres de mí?—,

Tiffany contuvo la respiración. Ella necesitaba saber. Se aclaró la voz.

—Todo esto podrá sonarte muy fantástico y extravagante, pero te aseguro que todo lo que voy a decirte es la verdad. ¿Me prometes mantener la mente abierta?

¿Qué diablos quiso decir con eso? ¿Cómo que su explicación podía ser extravagante? ¿Era una agente secreto que había venido a protegerla? ¿Algún guardaespaldas que su tía había contratado antes de su muerte porque sospechaba que Michael podría intentar algo?

— ¿Estás bien?—

Ella sabía que su voz estaba cargada de dudas, pero ella le daría una oportunidad. Le había salvado la vida... más de una vez, de hecho... y merecía que lo escuchara sin prejuzgar.

—Yo no soy de aquí.

—Ya lo sé. Eres de Grecia—. ¿O era una mentira también?

—Bueno, no exactamente. Soy griega, pero no soy de Grecia, no la Grecia que conoces—. Se sintió vacilar, como si no supiera cómo continuar.

— ¿Qué otra Grecia hay?

—Estás familiarizada con la mitología griega, ¿no?—, le preguntó.

—Claro, pero ¿qué tiene eso que ver con el lugar de dónde eres? ¿Y por qué es siquiera importante? Sólo quiero saber quién eres y qué quieres de mí.

Taeyeon puso otro beso en sus manos.

—De donde yo vengo es importante, porque explica quién soy. Tiffany, sé que pensarás que estoy loca cuando te diga esto, pero por favor, cree una cosa: nunca voy a hacerte daño.

En su corazón, sabía que ella decía la verdad. Taeyeon la había protegido, había cuidado de ella. Había estado allí cuando necesitó de ella. No, taeyeon no estaba allí para hacerle daño. ¿Pero para qué estaba aquí?

—Lo sé.

—Tiffany. Mi nombre es taeyeon, pero mi apellido no es Kim. No tengo apellido. Soy simplemente taeyeon, hija de Poseidón y Anfítrite, el que calma las tormentas, el dios del mar y de los marineros.

Tiffany se levantó, apartando sus manos para liberarse de las suyas.

—De todas las cosas despreciables que podrías hacer, ¿tenías que burlarte de mí? ¿Cómo pudiste?—

¿Cómo podía ser tan cruel con ella? Atormentarla con alusión a las criaturas que ella solía ver, dioses y monstruos, hadas y gnomos. Y de todos ellos hablar de Poseidón, el dios que la había salvado de ahogarse cuando era una niña pequeña. Sólo había una persona viva que lo sabía.

—Michael te dijo eso, ¿no? Debí haberlo sabido. Estuviste confabulada con él todo el tiempo—.

Trató de alejarse de taeyeon, pero cuando se levantó él la tomó de los hombros.

—Tiffany, acabo de decirte que me he encargado de Michael. Te estoy ayudando a ti, no a él. ¿Por qué piensas de otra manera? Trató de salir de su agarre y giró, pero ella no lo permitió.

—Suéltame.

—No hasta que me digas por qué de repente crees que estoy del lado de Michael.

—Yo te diré por qué. Porque me estás enfrentando con las cosas que he visto. Michael es la única persona que sabe sobre eso. Él es el único que podría habértelo dicho.

Taeyeon se impacientó.

— ¿Decirme el qué?

—Que yo veo criaturas—, gritó. —Que he visto criaturas que sólo existen en los mitos: hadas, dioses. Michael es el único que sabe que yo he visto dioses y a otras criaturas, cuando todo el mundo sabe que no son reales.

—Pero son reales. Los dioses... existen, al igual que las hadas y las ninfas. Hablo con ellos todo el tiempo. Son mis amigos.

Tiffany se quedó boquiabierta ante la seriedad de su tono. ¿Eran sus amigos imaginarios? ¿Podría ser?

— ¿Dices que los ves?

Ella asintió con la cabeza.

—Por supuesto que sí.

¿Taeyeon era como ella? ¿Tenía sus mismos problemas? Se le hizo un nudo en el pecho. Ella había pasado por esto antes, pero había logrado que las criaturas desaparecieran. No tenía el corazón de darle la espalda a alguien que necesitaba su ayuda. Y si tenía los mismos síntomas que una vez había sufrido ella, claramente necesitaba su ayuda. Pero tenía que saber más, antes de que pudiera estar segura de que no mentía.

— ¿Dices que esas criaturas existen?

Taeyeon asintió con vehemencia.

—Sí, eso es lo que he estado tratando de decirte. Los dioses, las hadas, todos ellos. Por supuesto, nadie puede verlos. Yo puedo, porque soy uno de ellos.

—Quiero saber más sobre ellos. ¿Qué ves cuando los ves? ¿Qué aspecto tienen?

—Si ellos están en la tierra no sabrías en realidad que no son como los mortales, excepto que yo puedo ver su energía flotando a su alrededor.

— ¿Como una bruma o una neblina?—, preguntó. Era exactamente lo que había visto en las criaturas.

—Sí, exactamente así. Es su aura.

Ella asintió con la cabeza. Sí, taeyeon era un alma perdida. Sus síntomas eran como los que ella había tenido.

— ¿Cómo luce Poseidón?—

Tenía que asegurarse de que ella sabía cosas que no podría haberle contado Michael, ya que incluso su primo no sabía todos los detalles.

— ¿Mi padre? Él no luce tan mal a pesar de su edad—. Taeyeon se rio entre dientes. —Pero no me parezco en nada a él, excepto por supuesto, mi mitad inferior se convierte en una gran aleta cuando estoy en el océano, al igual que Poseidón, pero sólo allí. Así que no tendrás que preocuparte por ello: en tierra firme, tengo mi cuerpo humano.

Tiffany recordó cómo había visto a Poseidón. Por supuesto, taeyeon podría haber sabido cómo lucía el dios, ojeando un libro sobre la mitología. Eso era probablemente de la misma manera en que ella había fabricado la visión también.

No probaba nada. Sólo la sinceridad en la voz de taeyeon lo hacía. Creía lo que decía. Ella realmente creía que había visto a estas criaturas míticas.

—Ahora entiendo, taeyeon.

— ¿Así que me crees entonces?—

Su voz sonaba llena de alivio. Ella asintió con la cabeza. Tenía que seguirle la corriente para que aceptara su ayuda.

—Te creo cuando dices que ves a los dioses y a todas las otras criaturas. Pensé que las había visto también. Pero me las arreglé para cerrar los ojos y alejarlos. Puedes hacer lo mismo. Te puedo ayudar.

***

Taeyeon no podía creer lo que oía. ¿Ella pensaba que estaba loca? ¿Lista para

El manicomio?

—Tiffany, no me estoy imaginando esto. Yo soy una diosa, y Poseidón es mi padre.

—Yo sé lo real que estas apariciones podrían parecerte. Eran igual para mí también. Cuando yo tenía cinco años, Poseidón me rescató de ahogarme en el océano. Pero no era real. Sólo me lo imaginé.

—Agapi mou, no lo imaginaste. Te creo cuando dices que Poseidón te rescató. Esa es una de las cosas que hace. Puede tener un temperamento violento a veces, pero es conocido por salvar a niñas de ahogarse. Estoy sorprendida de que fueras capaz de verlo. Los dioses son normalmente invisibles para los humanos. Debes tener un don especial.

Tiffany negó con la cabeza.

—No es un don, es una enfermedad. Y salí adelante, al igual que lo harás tú.

Taeyeon alzó su barbilla con la mano y la atrajo hacia sí.

—No eres ninguna enferma mental. Y yo tampoco.

—taeyeon, acéptalo y te podrás curar, al igual que yo.

—Escúchame, por favor. Fui castigada por ser una muchacha mala. Zeus, me despojó de mis poderes divinos y me desterró al mundo mortal. No me devolverá mis poderes, hasta que le haya probado que me haya ganado el amor de una mujer. Tu amor. He venido bajo el disfraz de una enfermera porque necesito que te enamores de mí, así podré ganar mis poderes. Es por eso que estoy aquí. Lo siento por engañarte, pero te necesito.

Apretó la boca con la suya y la capturó con su labio superior.

—Tiffany—, susurró entre besos ligeros como plumas: —Yo necesito tu amor—. Cuando lo dijo, se dio cuenta de que no sólo quería tener su amor para que le devuelvan sus

Poderes, sino, necesitaba su amor para sí misma.

Taeyeon quería su amor, para sentirlo extenderse en su corazón, para capturarlo, atesorarlo y aferrarse a él.

—Ámame, por favor.

Sus labios se abrieron bajo los suyos, y se le escapó un suspiro.

—taeyeon, por favor, te puedo ayudar.

—Ayúdame a amarme, a creer en mí. Todo lo que te estoy diciendo es la verdad. Por favor, confía en mí—.

Nunca le había rogado a nadie en su vida, pero ahora no importaba. Caería de rodillas, si eso la llevaba a ganar su amor. Taeyeon caminaría hasta el final de la tierra y volvería por ella, si hiciera que ella la amara. La mano de Tiffany se acercó para acunar su mejilla. Se volvió hacia ella y le besó la palma.

—Sí. Taeyeon, bésame, y haremos que entre las dos nos olvidemos de todo.

—No de todo—, respondió de nuevo, —sólo las cosas malas.

Ella moldeó sus labios a los de ella y la besó, suavemente al principio, mostrándole lo preciosa que era para ella. Pero entonces su deseo despuntó a la superficie. Taeyeon quería a esta mujer como nunca había querido a nadie más, ni a una diosa, ni a una mujer mortal.

Taeyeon la levantó en sus brazos.

— ¿Qué estás haciendo?— Su voz era profunda, adornada por la misma pasión que ella sentía por ella.

—Te voy a llevar a la cama, y luego haré el amor contigo hasta que ambas nos desmoronemos, porque hoy casi te pierdo. Y tengo que borrar ese recuerdo de mi mente.

Antes de que pudiera responderle, taeyeon le mostró con sus labios cual profunda era su necesidad de olvidar. Verla colgada del balcón, casi la había matado. Nunca

Antes había sentido el tipo de desesperación que se había apoderado de ella en ese momento, y nunca más quería sentir nada tan doloroso.

Taeyeon se la llevó a su dormitorio y la colocó sobre la cama. Cuando ella tiró de la ropa, se apoderó de sus manos.

—No, por favor, déjame que te desnude. Será un placer.

Ella suspiró feliz y se relajó en las sábanas.

—Cuando me ayudaste a vestirme esa primera vez, dime lo que estabas pensando entonces.

Desabrochó el botón de sus pantalones cortos y deslizó el cierre.

—Me estaba creyendo la mujer más afortunada sobre la tierra. Y yo tenía una excitación. Probablemente me habrías despedido si hubieras visto la reacción de mi cuerpo.

Sus mejillas se colorearon de un hermoso tono rojo.

— ¿Tienes un fuego correrte por el cuerpo ahora?

Ella se rio entre dientes.

— ¿Por qué no me lo dices tú?—

Tomó taeyeon su mano y la guio hacia su ingle, donde su humedad amenazaba con volverse cada vez más visible y palpable por las costuras de sus jeans. Sus dedos recorrieron su arriba y abajo antes de que la palma de su mano se posara sobre su entrepierna. Una calidez se inundó a través de ella.

—Siempre estoy excitada para ti, Agapi mou, mi amor. No ha habido un momento desde que te conocí, que no quisiera tenerte en mis brazos y hacerte el amor.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué? Porque eres bella, y eres audaz y valiente. Nunca te rindes, eres fuerte y decidida. Eres una luchadora, y eres justa. Y tú eres generosa. Cuando la esposa de Greg necesitaba un trabajo, le ofreciste uno, a pesar de que apenas podías darte el lujo de pagarle. Y a pesar de la traición de Michael, no querías hacerle daño. Tienes un buen corazón, ¿lo sabías?—

Nunca había conocido a nadie como ella, y taeyeon la admiraba.

—Pero mírame, soy un desastre. Me estoy quedando ciega, y no hay nada que los médicos puedan hacer. Y no sé si alguna vez pueda hacer que este Bed & Breakfast funcione.

Taeyeon llevó un dedo a sus labios.

—Deja de preocuparte. Ahora estoy aquí, y yo te ayudaré. Todo va a estar bien. Te lo prometo.

Luego la besó.

***

Tiffany se relajó en su beso. ¿Era realmente una diosa como afirmaba? Por supuesto que no; después de todo, los dioses no existían. Pero, ¿le importaba? En realidad no. Le había salvado la vida, se había encargado de Michael, y ahora la hacía sentir segura y querida. No le haría daño. Y la necesitaba. Ella la podía ayudar. Una vez que aceptara que lo que veía no era real, le ayudaría a hacer que las criaturas desaparecieran, al igual que lo había hecho por ella misma. Todo iba a estar bien. Y una vez que estuviera mejor, tenía que averiguar quién era en realidad. ¿Y qué importaba realmente quién era ella? Su propio primo era una mala persona, y lo había conocido toda su vida. No sabía nada de taeyeon, aparte de que era buena y que ella la quería. Tal vez era una tontería confiar en ella, pero no podía negarlo. Esa noche se olvidaría de sus dudas y sólo haría lo que su corazón le pedía: amarla.

Mientras la tormenta azotaba contra la ventana, ella se sentía segura en los brazos de taeyeon. La despojó de su ropa con movimientos suaves y pacientes, movimientos de una mujer que estaba segura de sí misma, segura de que lo que estaba desenvolviendo era de ella para tomarlo. Cada vez que descubría más al desnudo su piel, besaba en la zona como si la saludara y hacía un mapa para poder explorarla.

—Eres más hermosa que cualquier diosa que haya visto nunca—. Soltó el aliento en contra de su ombligo. —Me gustaría poder hacerte una diosa, pero prometo que te trataré como a una.

Ella se rio en voz baja. Sí, estaba tan loca como alguna vez lo había estado ella. Así que ella le siguió la corriente.

— ¿Cómo tratarías a una diosa?

—Estás a punto de averiguarlo.

Un momento más tarde, la cubrió con su cuerpo desnudo, el borde de su perla húmeda se deslizó sobre su monte de rizos, rozando muy ligeramente contra su clítoris.

—Creo que me gusta ser tratada como una diosa—. Ella levantó la pelvis a su encuentro.

—Puedo sentir eso—. Taeyeon se presionó, más fuerte esta vez.

—Te he extrañado las dos últimas noches.

Su declaración la llenó de calidez. Taeyeon no tenía que decirle todas esas cosas, ya la tenía en la cama; no necesitaba más seducción. Sin embargo, para ella decirle que la había echado de menos, significaba algo. Se sentía bien y se sentía honrada.

—Yo también te extrañé.

Su respuesta fue un beso lleno de pasión y deseo. Taeyeon inclinó su cabeza y con sus labios la tomó, devorándola. Tiffany probó la sal del mar en su beso y olió la arena. Era como si una brisa del mar la envolvía cuando las manos que recorrían su cuerpo, la acariciaban, la exploraban, y conquistaban su cuerpo y alma. Ni las manos ni la boca de ninguna otra persona, alguna vez la habían hecho sentirse así de libre y querida.

Tiffany acarició la suave piel en la parte posterior de su cuello y la sintió temblar. La idea de que se veía tan afectada por su tacto como ella lo estaba por el suyo, hizo latir su corazón en un staccato violento. Sus caderas se movían sin descanso contra ella, causando que su coño se resbalara contra su o, encendiendo una avalancha de calor en su interior. Tiffany se apartó de su beso, sólo para pedirle lo que quería.

—Te necesito ahora.

Ella no podía esperar más. La necesidad de sentirla dentro de ella, llenándola, amándola, se hizo demasiado grande como para ignorarlo.

—Me tienes—, le susurró contra sus labios mientras taeyeon echó hacia atrás las

Caderas y alineó dos dedos en la húmeda entrada de su cuerpo. Poco a poco, se deslizó dentro de ella, palmo a palmo, las paredes de su estrecho canal extendiéndose por ella, invitándola más profundo hasta que la había capturado todo.

Entonces se detuvo y exhaló.

—Me tienes—, repitió. —Soy toda tuya.

Los labios de taeyeon se fusionaron con los de ella en el mismo momento en que se retiró de su , y luego empujó de nuevo. Y una vez más.

***

Taeyeon encontró su ritmo, y poco a poco y de manera constante bombeó dentro de ella. Quería que esto durara, estaban haciendo el amor por primera vez después que ella había confesado su identidad. Era como si esta fuera la primera vez que realmente le hacía el amor como ella misma, sin engaños, sin pretensiones.

Tiffany la había aceptado a pesar de sus dudas. Nada más importaba ahora. La había recobrado después de que ella había pensado que todo estaba perdido, después de que casi la había perdido para siempre. Queriendo olvidar los recuerdos dolorosos, con su boca volvió a devorarla, bebiendo de su dulce sabor, disfrutando de la sensación de sus dedos bailando sobre su piel. Dondequiera que ella la tocaba, su cuerpo se encendía en una tormenta de fuego hasta que su cuerpo entero fue un infierno rugiente, tan caliente que pensó que se incineraría.

Con cada empuje, ella la tomaba más en su cuerpo, su estrecho canal apretándose en torno a los dedos de taeyeon, como un puño cerrado. Pero ella no quería terminar, todavía no. Quería prolongar esta conexión física con ella, disfrutar de ella durante tanto tiempo como pudiera. Y quería darle hasta la última gota de placer del que ella fuera capaz. Lo necesitaba, ella se lo merecía. Quería que olvidara todos esos dolorosos recuerdos que llevaba, las decepciones que había sufrido.

Por primera vez en su larga vida, no quería nada para sí misma y todo para ella. Si pudiera traer alegría y satisfacción en su vida, tal vez incluso la felicidad, ella estaría feliz también.

Taeyeon cambió de ángulo y se salió de ella.

— ¿Qué pasa?— Preguntó ella, un indicio de pánico en su voz.

—Nada, Agapi mou. Pero quiero que esto dure para ti, y si me aprietas con tanta fuerza, terminaré antes de que te pueda hacer terminar a ti.

—Pero...

Ella puso su dedo sobre sus labios.

—Importa.

Tiffany se relajó de nuevo en la almohada, y taeyeon se posicionó entre los muslos separados. Llevó su mano a su concha, encontrando su clítoris al instante. Estaba completamente hinchado. Movió el dedo contra él y provocó un no tan sutil gemido de Tiffany.

— ¿Te gusta eso?

—Sí.

—Bien—.

Taeyeon tomo y abrió sus labios les con sus dedos se guio hacia su clítoris. Estaba

Mojado con sus jugos y se deslizó fácilmente en contra de su pequeño botón duro.

—Oh, Dios, sí—, gruñó ella...

—Puedes llamarme taeyeon... creo que estamos más allá de todas las formalidades—, bromeó.

Una risa suave fue su respuesta antes de que otro gemido ahogado saliera de su garganta mientras ella continuaba deslizando su clítoris contra clítoris, arriba y abajo. Primero suave y lento, luego más rápido y con más presión. Y todo el tiempo mantuvo su control. Los músculos de su cuello y los hombros se expandían por contenerse, pero valía la pena. Cada gemido sin aliento, le daba más satisfacción de lo que podía haberse imaginado.

—Por favor, ahora, entra taeyeon—. Su deseo era urgente, y no dudó. Con un movimiento rápido, se metió de nuevo en ella, montándola más fuerte que antes, llegando más adentro. Sentía cada célula de su cuerpo, sentía una fusión de algo más que su carne. Se sentía más cerca de ella de lo que nunca se había sentido con otro ser.

En el momento en que sus músculos se apoderaron y se contrajeron en torno a sus dedos, su control se rompió en mil pedazos, y se dejó ir. Taeyeon estalló en su interior, su

Coño disparó sus fluidos ella a borbotones calientes y ansiosos. Y con cada ola de su o, taeyeon terminaba otra vez. Cuando las explosiones en su cuerpo desaparecieron, enterró el rostro en su cuello y acarició con besos su piel.

—Por los dioses, nunca he sentido algo tan increíble—, confesó.

Su mano se hundió en el pelo.

—Te amo—. Su susurro fue tan suave que casi no lo oyó.

Taeyeon levantó la cabeza con una sacudida.

— ¿Qué acabas de decir?

—Te amo.

— ¿Me amas?—

¿Ella la amaba? ¿tiffany la amaba?

— ¡Tú me amas!—

Tiffany gritó, con ganas de que todo el mundo lo escuchara.

—¡Tiffany!—

Sintió que su corazón explotaba, como si estuviera demasiado lleno para mantener lo que había dentro. Capturó sus labios y la besó como una loca, como una mujer hambrienta

Que acababa de descubrir que había comida y agua y no podía terminar de satisfacerse.

Un fuerte ruido las interrumpió. Santana volvió la cabeza y vio una rama golpeando la ventana repetidas veces. La tormenta había crecido en fuerza y azotaba la costa y a esa ciudad.

¡La tormenta!

Taeyeon había olvidado todo sobre ella. Se salió de Tiffany y se sentó.

—La tormenta—.

Ella tenía que calmarla. Y con el amor de tiffany, sabía que podía. Había cumplido el reto de Zeus y debía tener sus poderes.

—Caracola—, gritó mientras abría la palma de su mano.

Pero nada apareció. Su mano permaneció vacía.

—Caracola—, repitió, pero no pasó nada.

El pánico viajó por su espalda desnuda. ¿Por qué no podía hacer que apareciera una

Simple caracola?

— ¿Qué estás haciendo?— Tiffany se sentó a su lado.

—No está funcionando. ¿Por qué no está funcionando? —

Taeyeon estaba hablando a sí misma.

— ¿Pero qué es lo que no funciona?— La confusión se mezclaba con su voz.

Santana se volvió hacia ella.

—Debería haber recuperado mis poderes. Debería ser capaz de calmar la tormenta ahora, pero ni siquiera puedo hacer aparecer una caracola. No lo entiendo—.

Se pasó la mano por el cabello húmedo y sintió a Tiffany presionar un beso en su hombro. Pero el toque no fue suficiente para calmar su angustia. Si sus poderes no estaban de vuelta...

—taeyeon, olvídate de eso. No tienes que demostrarme nada. Te amo y no me

Importa quién eres.

Taeyeon la miró y reconoció la sinceridad en su rostro... decía la verdad, que la amaba.

—Pero, de eso se trata. Si me amas, sin importar qué, entonces debería tener mis poderes divinos de vuelta.

Alisó las manos sobre sus hombros tensos, alternativamente, masajeándolos y besándolos. Sus suaves labios y sus dedos tiernos se sentían como el cielo, cuando afuera de la casa rugía la tormenta, creando un infierno en la costa.

—Deja de pensar—, le instó. —No todo se puede explicar racionalmente. Cualesquiera que sean tus poderes, si los tenías antes, volverán. Sólo tienes que darle tiempo.

—Pero no hay tiempo—.

Se levantó y se acercó a la ventana. Todo lo que podía ver era lluvia incesante.

—La gente va a morir. Tengo que salvarlos. Es mi deber.

El susurro de las sábanas le dijo que Tiffany había salido de la cama. Un momento después, se puso de pie a su lado y le tomó la mano. Su voz era suave y calmante cuando habló.

—No puedes salvar a nadie si no te salvas a ti primero. ¿No lo sabes? Eres un alma perdida. Tienes que encontrar tu camino a casa antes de que puedas ayudar a otra persona.

Volvió el rostro hacia ella. Sus palabras eran tan similares a las que su padre le había dicho. ¿No había dicho algo acerca de buscar su casa y olvidarse de la tormenta?

—Pero toda la devastación que habrá. Tengo que hacer algo.

Tiffany llevó la mano hasta su cara y la besó.

—taeyeon, acepta que eres una mujer. La mujer a la que amo. Calmar la tormenta está fuera de tus poderes.

Taeyeon lanzó otra mirada a la ventana y a la tormenta más allá de ella. Había fracasado. Sin embargo, mientras se arrepentía de su fracaso, otra parte de su corazón se alegraba. Había ganado el amor de Tiffany.

— ¿Me amas de verdad?

—Sí.

Taeyeon oró por las vidas que se perderían, y prometió que iba a recompensarlo un día, cuando tuviera de regreso sus poderes para hacerlo. Pero Zeus no le había devuelto sus poderes, y por ahora, no era más que una humana. Y la mujer junto a ella le había ofrecido su corazón, y por los dioses, ella quería su corazón, y quería su amor.

Taeyeon se volvió hacia ella y la rodeó con sus brazos.

—Quiero tu amor, más de lo que jamás pensé que podría desear nada en este mundo.

Cuando taeyeon la besó y la llevó de regreso a la cama, dejó que todo lo demás se

Desvaneciera. Sólo existían ellas dos, envueltos en un capullo de deseo, pasión y afecto. Sus manos la exploraban, sus labios la adoraban. Ella era su diosa, aun si ella no fuera más una diosa. Aun si Zeus le había abandonado y la había varado en la Tierra, taeyeon estaba feliz por primera vez en su vida. Feliz por una sola razón: Tiffany la amaba.

Nunca había entendido lo que otros querían decir cuando hablaban sobre el amor, pero ella lo entendía ahora. El amor de la mujer que ahora le instaba a su cuerpo a poseerla, a tomarla, a comerla, a montarla, era lo único que le importaba a taeyeon ahora. Mientras ella la amara, mientras pudiera hacerla feliz, su mundo sería perfecto. Taeyeon no tenía

Necesidad de ser una diosa, porque ella la hacía sentirse como una mujer. Una mujer, que le pertenecía y que había encontrado su hogar.

—Yo soy tuya, agapi mou—, le susurró al oído y subió en ella, tomándola con más fuerza esta vez. Su cuerpo se unió al suyo, y sintió como si estuviera flotando en una nube. El éxtasis la llevó más alto, el deseo y la pasión alimentaron su ascenso. Su piel chisporroteaba por el contacto con sus manos y sus labios. Y su cadera se clavaba en ella, una y otra vez, nunca cansándose, nunca deteniéndose, ansiosa por complacerla y entregarse a ella.

En sus brazos se sentía entera y completa. Con sus besos aplacó su deseo. Cuando su canal se apretó en torno a sus dedos, se rindió a su amor y dejó que su clímax la inundara. Su clítoris palpitaba, llenándola con su esencia, mientras sus labios soltaban lo que su corazón había sabido desde hace un tiempo.

—Te amo, Tiffany. Te amo con todo mi corazón—.

Las palabras se sentían bien, dejando su lengua con facilidad a pesar de su novedad.

Vio sus ojos llenarse de lágrimas ante su confesión y le besó las lágrimas no derramadas.

—Acostúmbrate a que te diga eso, porque es verdad y se siente bien.

Antes de que pudiera besarla de nuevo, sintió una descarga de electricidad golpearla y dispararse desde la parte superior de la cabeza a través de todo su ser.

Su cuerpo se convulsionó por el impacto. Con dificultad, se las arregló para rodar a su lado para no lastimar a Tiffany. El dolor paralizante duró sólo unos segundos antes de que desapareciera. Sólo quedó el conocimiento de lo que había sucedido.

—Taeyeon, ¿qué pasa?— Llegó la voz de pánico de Tiffany a sus oídos.

Sus poderes estaban de vuelta. Podía sentir el océano que la llamaba, pidiendo su ayuda. Y oyó los gritos de las personas amenazadas por la tormenta. Taeyeon le tomó la mano y la apretó para tranquilizarla.

—Todo está bien, mi amor—.

Entonces ella se levantó y extendió la mano.

—Caracola—.

De la nada, una hermosa y bien formada caracola coloreada de coral apareció en su palma.

Con dos pasos, llegó hasta la ventana y la abrió. El viento y la lluvia también soplaban hacia adentro, pero ella se mantuvo firme a pesar de los elementos arremetiendo contra su cuerpo desnudo. No había tiempo que perder. Taeyeon puso la concha en sus labios y sopló. La melodía fue simple, pero el océano la reconoció y se apaciguó.

***

Tiffany vio a taeyeon de pie delante de la ventana abierta, sosteniendo algo en su cara. La melodía que ella creó, pasó por encima del ruido de la tormenta. Se sentía como si el sonido convenciera y persuadiera a los vientos y las nubes.

La energía extraña que emitía taeyeon, ahora era algo que ella había visto antes. No, no visto en realidad, sino sentido. Cada vez que ella había visto a uno de los dioses o criaturas de otros mundos, había sentido esa misma energía zumbando de ellos.

Tiffany sacó las piernas de la cama. Lo que estaba ocurriendo justo frente a ella era imposible, pero sabía que no estaba soñando. En el momento en que llegó a la ventana abierta, la lluvia había cesado y el viento que había azotado antes a los árboles, se estaba retirando.

Se apartó de la ventana y miró fijamente a taeyeon. Cuando se había desesperado antes de no tener sus poderes, ella simplemente había tratado de calmarla, con la esperanza de que ese episodio de alucinación pasara. No le había creído una palabra de lo que le había dicho. Todo lo que ella quería era ayudarla a sanar. Sin embargo, taeyeon no necesitaba ninguna ayuda.

—Oh, Dios mío, eres una diosa, ¿no? Tal y como lo habías dicho.

— ¿Estás tratando de decirme que no me creías antes?—

Había sorpresa en la voz de taeyeon.

Un lado de su boca se inclinó hacia arriba.

—Por supuesto que no te creí—.

¿Había pensado realmente que alguien en su sano juicio podría creer sus afirmaciones fantásticas?

—Entonces ¿por qué siquiera me aceptaste de vuelta si pensaste que yo estaba mintiendo?

—Simplemente pensé que estabas tan loca como yo. Pero...

Taeyeon estalló en una carcajada y la levantó en sus brazos, haciéndolos girar a ambas en un círculo.

— ¿Pensaste que estaba loca? ¿Y me amas de todos modos? Y ahora, ¿todavía me amas a pesar de que soy una diosa?

Pasó las manos por su pelo. Si ella era una diosa, ¿por qué diablos quería estar con ella?

—La pregunta es: ¿todavía me amas tú ahora que recuperaste tus poderes?

Taeyeon rozó los labios de Tiffany.

—Te voy a enseñar lo mucho que te amo—.

Taeyeon la cargó la corta distancia hasta la cama y la bajó.

—Sin embargo te daré una pequeña advertencia. Ahora que tengo mis poderes, no me canso muy fácilmente.

—Oh, Dios.

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Hola!!!
Esta es una de las mejores historias que he leído, aunque realmente la primera vez que la leí fue en wattpad, y esto me lleva a una pregunta.
¿Estas de alguna forma relacionado a la autora en wattpad? No lo tomes a mal, es que su contenido de la nada se borro y habían muchas historias que me gustan que estaban en curso.
Solo quiero saber si las publicara aquí, o abrirá nuevamente una cuenta allá, aun así, me encanta esta y varias de las historias que tienes aquí.
Gracias por publicar estas magnificas historias.
roguecr #2
Chapter 36: Gracias x la historia . Esta muy bonita
LlamaAmerica #3
Chapter 36: Gracias por esta historia estuvo muy genial y divertida jajajaja la verdad me gustó mucho!!! <3 <3
taeny39
#4
Chapter 36: cool
Skyth06
#5
Chapter 36: Valió la pena esperar yay!
LlamaAmerica #6
Chapter 30: Uhhhh regresaste *-* <3
TaeNy0204 #7
Chapter 29: Cuando actualizas? Por favor... necesito leer más
LlamaAmerica #8
Chapter 29: Que carajos con Zeus :@
Skyth06
#9
Chapter 29: Ese Zeus. !!
Skyth06
#10
Chapter 28: Joooooooder ;-;