capitulo 16

UN TOQUE DE GRECIA.

Tiffany se echó hacia atrás. Tenía que aprender a relajarse. La confrontación con Charlie la había desgastado, si taeyeon no hubiese interferido y resuelto el problema por ella, probablemente habría estallado. Y la razón no era que ella estuviera molesta por haber sido engañada con los azulejos equivocados, sino que había empezado a dudar de su propia cordura.

Recordaba con claridad de como los azulejos se sentían cuando los había seleccionado en la tienda. Su suavidad era la razón por la que le habían gustado en primer lugar. Cuando Charlie y luego taeyeon habían dudado de su memoria, había empezado a entrar en pánico. ¿Y si era sólo otra señal de lo que había intentado tan fuertemente de empujar lejos, una enfermedad mental? Después de la visita de Michael no había sido capaz de sacar el pensamiento de su mente.

Tiffany alejó el horrible recuerdo. No, ella no estaba loca. Y al final, taeyeon lo había demostrado. Al sentir que ya no estaba sola, miró hacia arriba. En la puerta, pudo distinguir a taeyeon. Su cuerpo y su cabello largo y oscuro la hacía destacar, y había algo en su olor que hacía reconocerla al instante sin ver su rostro. Cuando taeyeon se acercó y colocó una bandeja en la mesa de café, ella le sonrió.

— Gracias. Estaré totalmente consentida para cuando pueda ver de nuevo. No estoy acostumbrada a que nadie me sirva.

Taeyeon se rio entre dientes.

— Supongo que a veces, todos hacemos cosas con las cuales no estamos acostumbrados. Y resulta que no siempre son tan malas como nos imaginamos que serían. Algunas sorpresas pueden ser buenas.

Taeyeon estaba en lo cierto, de hecho. A Tiffany le gustaba ser mimada.

— Bien, ahora vamos a ver lo que realmente te gusta, — anunció taeyeon.

— Es un pequeño juego que solía jugar cuando era niña.

La respiración de Tiffany se agitó. ¿Qué le gustaba? ¿Qué tenía en mente? Había un montón de cosas que le gustaban, pero engordaban, o se realizaban en desnudo, o ambas cosas. Ella tenía que bloquear su mente de pensamientos inadecuados como estos, de lo contrario se sofocaría.

Cuando taeyeon se sentó junto a ella, y sin querer rozó su pierna con la suya, su pensamiento anterior se fue justo por la ventana. En cambio, pensamientos más inapropiados... todos involucraban varios tipos desnudez... invadieron su mente.

Ella tenía que decir algo, antes de que el silencio se hiciera incómodo.

— ¿A qué jugaremos?

— Es el juego de los alimentos. Se hace normalmente con los ojos vendados, pero...— Hizo una pausa. — Lo siento, no quise decir que...

— No, está...— Ella quiso tomas su brazo, pero se dio cuenta al instante que le tocó el muslo en su lugar. Antes de que pudiera quitar su mano, ella la cubrió con la suya. —... bien. — Sus músculos se endurecieron bajo su tacto.

— Así es como funciona, — le explicó y le soltó la mano. Ella de inmediato la quitó de su muslo, con la esperanza de que no la viera y se diera cuenta de lo incómoda que estaba. ¿Cómo podía haberla tocado de esa manera?

— Te voy a dar un trozo de comida y me dirás qué es.

— Eso es fácil.

Ella se echó a reír.

— No es tan fácil como piensas. Confiamos demasiado en nuestros ojos para decirnos lo que estamos comiendo y nos olvidamos de dejar que nuestras papilas gustativas hablen por sí mismas.

Tiffany sabía qué comía. Esto no sería ningún problema en absoluto, a pesar de que pensó que sería divertido jugarlo de todos modos.

— Está bien, estoy lista.

Por un instante se preguntó si se trataba de alguno de los juegos que los enfermeros hacían para enseñar a sus pacientes que ser ciego no era del todo malo, y que una persona ciega podía aprender a afinar sus otros sentidos para compensarlo.

— Abre tu boca, — la instruyó taeyeon unos segundos más tarde.

Tiffany sintió que sus dedos llevaban un bocado de comida hacia sus labios. Puso el objeto redondo en su boca y lo masticó. Un toque de sabor a nuez, se extendió en su boca mientras ella aplastaba el jugoso objeto entre sus dientes.

—Aceituna.

— Bien. Pero, ¿es verde o negra?

Tiffany decidió hacer trampa. Ella sabía que jessica había comprado unas cuantas cosas para ella, y dado que su amiga sabía que ella prefería las aceitunas negras en vez de las verdes, hizo una predicción razonable.

— Negra.

— Eso es bastante bueno, — elogió. — Ahora vamos a ver si puedes adivinar esto.

Un pequeño cubo de alimento, tocó sus labios. Ella los abrió y dejó que lo pusiera en su boca, sin intención rozó su dedo con los dientes. Ella la sintió contener el aliento.

— Lo siento. — Se encogió Tiffany.

— No muerdas la mano de quien te alimenta.

El objeto en su boca se deshizo en pedazos pequeños y extendió sus sabores: picante, pero cremoso.

— Queso.

— ¿Qué tipo de queso?, — le preguntó, y ella pudo oír la sonrisa en su voz.

Ella sacudió la cabeza.

—Algún tipo de queso blando. No estoy segura.

— Bien, es el buen queso feta griego, — anunció Santana.

—Debí haberlo adivinado.

Se echó a reír.

—Se permite adivinar, pero no haré las cosas muy fáciles a partir de ahora.

— ¿Haces esto con todos tus pacientes?

— ¿Hacer qué?, — preguntó taeyeon.

— Jugar.

— Sólo cuando sé que están listos para jugar.

Oh, ella estaba lista. Lo que taeyeon quisiera jugar con ella, la seguiría.

— ¿Conoces muchos juegos como este?

Ella sintió una sombra cruzar por su rostro y supo que había acercado su cabeza a ella.

— No tienes ni idea.

El olor a mar de taeyeon, la envolvió con su aliento cerniéndose sobre su rostro.

Pensándolo bien, diría que estaba coqueteando con ella. Ridículo. ¿Por qué coquetearía con ella? No era más que una de sus pacientes. Tiffany se movió nerviosamente, y un momento después alejó la cara de nuevo. Pero el muslo se siguió frotando contra ella, cada vez que se inclinaba para recoger otro trozo de comida, y luego nuevamente cuando se lo ponía en su boca. Se estaba volviendo loca. Su piel hervía con cada movimiento que hacía, y ella necesitaba desesperadamente algo para refrescarse.

— Toma, algo de beber,

Taeyeon puso una copa en sus labios, mientras su otra mano sostenía fijamente su mandíbula. Ella abrió los labios y bebió. Reconoció de inmediato el vino tinto. Incluso después de haber retirado la copa de sus labios, la mano estaba puesta todavía en su mandíbula. Luego, el dedo pulgar recorrió su labio inferior. Tiffany sintió un rayo de calor extenderse a través de ella y se sacudió involuntariamente.

— Lo siento, una gota de vino. No quería que se manchara la camiseta, — explicó.

Taeyeon era muy considerada. Y perfectamente profesional. Sin duda parte de su descripción de trabajo, ¿verdad? No había ninguna razón por la que tuviera que sentirse excitada por un toque tan simple como ese.

—Oh, gracias—, balbuceó.

Y luego taeyeon continuó torturándola dándole de comer, bocado por bocado. De vez en cuando, sus dedos rozaban sus labios cuando ella tomaba el alimento de taeyeon. Después de probar con tomates cherry, más aceitunas, galletas con paté, otros quesos y más vino, Tiffany se encontraba en un estado próximo a la combustión.

—Creo que estoy bastante llena, — dijo finalmente, no podía soportar más de su sensual tortura. Si lo hacía, lo más probable es que saltaría sobre taeyeon y la manosearía antes de que ella supiera lo que estaba sucediéndole.

Y entonces, ¿cómo quedaría ella? Taeyeon renunciaría, y si reportaba esto a la agencia, probablemente nunca le enviarían a otra persona. No, ella tenía que contener sus pensamientos inapropiados.

—Está bien, un pequeño postre antes de terminar, — sugirió taeyeon.

—Pero sólo un bocado o dos. No puedo comer demasiado dulce, de lo contrario...— Tiffany se puso la mano sobre su estómago, lo que indicaba que no necesitaba aumentar más de peso.

—No creo que unos cuantos kilos más en tu hermoso cuerpo, te haga menos atractiva.

Tiffany casi se ahogó. Ahora definitivamente estaba coqueteando con ella.

Sintió el calor aumentar en sus mejillas.

—Toma, ten cuidado, está en una cuchara, así que no muerdas demasiado fuerte.

Tomó la cuchara que estaba llena de una sustancia cremosa, y estaba a punto de cerrar la boca cuando un fuerte golpe de arriba la hizo sacudirse. Taeyeon tuvo que haberse sacudido también, porque la cuchara se movió y parte de la sustancia cremosa cayó sobre su barbilla.

— ¿Qué fue eso?, — preguntó.

—No tengo idea.

Tiffany quería levantarse para investigar, pero taeyeon la detuvo.

—Espera, tienes el yogur por toda la barbilla.

Antes de que pudiera usar sus propios dedos para limpiarlo, ella sintió que pasaba su dedo por encima y la limpiaba.

—Abre, — le ordenó y llevó su dedo cubierto de yogur a sus labios. Ella cumplió de forma automática y atrajo su dedo hacia su boca, lamiéndolo para limpiarlo, antes de que ella se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

Taeyeon no hizo nada para detenerla, en lugar de eso arremolinó el dedo en su boca jugando con su lengua. Su cabeza se acercó, y ella dejó su dedo. Sus manos se fueron a sus hombros, y en ese momento ella sabía que iba a besarla.

El corazón de Tiffany se aceleró como el de un velocista, y sus manos temblaban con la anticipación. Con su siguiente respiración, inhaló su aroma y cerró los ojos. Su olor, y la manera en que esas manos se sentían en su cuerpo, le recordaban algo. Su mente evocaba imágenes de música, baile, un cuerpo presionándose contra el suyo. Tan familiar, y sin embargo tan emocionante. Sus labios se cernían sobre ella, su aliento se mezclaba con el de ella.

— ¡Señorita Hwang! ¡Señorita Hwang!

La brusca interrupción provino de Greg, uno de los trabajadores. Taeyeon se echó hacia atrás y se apartó al instante.

—Tenemos un problema arriba, — insistió Greg.

Taeyeon cambió de posición a su lado y se levantó.

— ¿Qué pasa? ¿Qué fue ese ruido?

—Tuvimos un pequeño colapso. El conducto de la chimenea era inestable. Será mejor que eche un vistazo. Quiero decir... venga arriba.

— ¿Hay alguien herido?, — preguntó.

—No, no. Todo el mundo está bien. Es un verdadero desastre.

Tiffany dio un suspiro de alivio. Por lo menos nadie resultó herido. No es que estuviera de humor para hacer frente a una chimenea derrumbada en estos momentos. Ella se resistía a levantarse, pero tenía responsabilidades. Ella no debería estar sentada dejándose encantar por taeyeon, cuando sabía que nada podría resultar de eso, y el trabajo se estaba acumulando.

—Estaremos ahí arriba en un minuto, — dijo taeyeon al trabajador.

Escuchó de nuevo a Greg pisando las escaleras.

—Acerca de lo que sucedió...

Tiffany la interrumpió.

—Lo siento. Nos dejamos llevar. No volverá a suceder.

No podía permitirlo. Confiaba en taeyeon, y perder su ayuda ahora, haría las cosas aún peores.

q^y

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Hola!!!
Esta es una de las mejores historias que he leído, aunque realmente la primera vez que la leí fue en wattpad, y esto me lleva a una pregunta.
¿Estas de alguna forma relacionado a la autora en wattpad? No lo tomes a mal, es que su contenido de la nada se borro y habían muchas historias que me gustan que estaban en curso.
Solo quiero saber si las publicara aquí, o abrirá nuevamente una cuenta allá, aun así, me encanta esta y varias de las historias que tienes aquí.
Gracias por publicar estas magnificas historias.
roguecr #2
Chapter 36: Gracias x la historia . Esta muy bonita
LlamaAmerica #3
Chapter 36: Gracias por esta historia estuvo muy genial y divertida jajajaja la verdad me gustó mucho!!! <3 <3
taeny39
#4
Chapter 36: cool
Skyth06
#5
Chapter 36: Valió la pena esperar yay!
LlamaAmerica #6
Chapter 30: Uhhhh regresaste *-* <3
TaeNy0204 #7
Chapter 29: Cuando actualizas? Por favor... necesito leer más
LlamaAmerica #8
Chapter 29: Que carajos con Zeus :@
Skyth06
#9
Chapter 29: Ese Zeus. !!
Skyth06
#10
Chapter 28: Joooooooder ;-;