capitulo 19

UN TOQUE DE GRECIA.

En el momento en que Orión había visto que taeyeon besaba a la mujer, Tiffany, había tomado una decisión. Usaría cualquier método necesario para asegurarse de que su frágil relación, no sobreviviera. No estaba convencido que el plan de Eros, de hacer que taeyeon cayera como un cachorro enfermo de amor, fuese a funcionar. Cuando el hombre al que ellos habían llamado Michael había aparecido, un plan se había formado rápidamente en la cabeza de Orión.

Orión se apoyó en uno de los árboles que bordeaban la calle, esperando que el hombre saliera de la casa. No tuvo que esperar mucho tiempo... la pelea había sido muy corta, y las palabras se habían escuchado desde la terraza del segundo piso. La posición de taeyeon ya se estaba desmoronando. Todo lo que necesitaba ahora eran unos cuantos empujones bien colocados, y la precaria casa de naipes de taeyeon, se vendría abajo. ¿Y quién mejor para ofrecer los empujones que un mortal, al que Orión podría manipular fácilmente?

Cuando cerró la puerta de entrada, Orión siguió a Michael por la acera. Dos cuadras más adelante, pensó que sería seguro acercarse a él sin que taeyeon se diera cuenta de lo que estaba pasando. Con un golpecito en el hombro de Michael, Orión anunció su presencia, por lo que el hombre se dio la vuelta sobre sus talones al instante. Michael inmediatamente lo miró furioso.

—Qué mier...

—Vaya, vaya. Qué manera de saludar a un nuevo amigo. — Sonrió Orión y puso su brazo sobre el hombro del hombre. —Y sé que vamos a ser grandes amigos en verdad.

Michael trató de salir de su control.

—Hey, ese no es mi estilo, amigo, así que vete a buscar a otra parte.

Orión lo apretó.

—Créeme, si ese fuera mi estilo, tendría mejor gusto que elegir a alguien como tú, como mi compañero de cama. — Él soltó un bufido. —Sin embargo, como están las cosas, no estoy aquí para una pequeña desviación carnal. No, tú y yo tenemos un interés común.

— ¿Qué quieres de mí?

Había una evidente sospecha en la voz de Michael, pero era igualmente fuerte la curiosidad que Orión descubrió en él. Bueno, el pequeño cachorro iba a seguir el juego. Los mortales eran tan fáciles de manipular. Una de las razones por la que él los odiaba y también los amaba, según lo que quisiera de ellos.

—No es lo que quiero de ti, es lo que podemos hacer el uno por el otro, — Orión aludió a su plan. —Y cuán rentable podría ser para nosotros dos.

Podía oler con facilidad la codicia en el mortal, ya que se filtraba por todos los poros de su cuerpo, envenenando el aire que lo rodeaba. Orión se tragó su disgusto. Odiaba la codicia... no conducía a nada. Ahora, la lujuria, eso era un asunto completamente diferente. Y la lujuria era lo que lo estaba impulsando. No podía permitir que taeyeon regresara y continuara su búsqueda de los mejores bocados en el Olimpo, las hermosas diosas que Orión quería reclamar para sí mismo, sobre todo, la más hermosa de ellas, Artemisa. Nada sería demasiado bajo para evitar que Santana regresara a casa. Y si unos pocos mortales sufrían en el proceso, que así fuera.

— ¿Rentable?— Orión escuchó a Michael balbucear.

Tal como lo había imaginado, avaricia pura era lo que movía al hombre. Esto sería fácil.

—Tengo la sensación de que no deseas que esa extraña termine en la cama con tu linda mujercita, — Orión dedujo.

—Ella no es mi mujercita, ella es mi prima, y está loca, — ladró Michael.

—Bueno, bien. Pero todavía no quieres que la lleve a la cama con ella, ¿verdad? ¿O es que he malinterpretado tu pequeña pelea que acabas de tener con ellas?— Sonrió Orión.

—No dejaré que una gigoló entre y se lleve lo que es mío. Yo debería haber recibido la casa, no esa perra tramposa. Y si se engancha con una mujer y en estos tiempos modernos tienen hijos, estaré fuera de ella para siempre.

—Te ayudaré a devolver la casa a tus manos, siempre y cuando me ayudes asegurándote de que no se enamore de ella.

— ¿Qué hay en todo esto para ti?— Una vez más, la sospecha se había deslizado en la voz de Michael.

—Digamos que tengo una vieja cuenta por cobrar. Ella no se merece el amor de una mujer, y tú y yo nos aseguraremos de que no lo tenga. Y una vez que la hayamos expulsado de su vida, puedes seguir haciendo lo que estás haciendo, y yo volveré a lo que mejor hago— Seducir a diosas.

— ¿Y la parte de la ganancia?, — insistió Michael.

—Serás debidamente recompensado.

— ¿Cómo?

El mortal se estaba volviendo molesto, pero ¿y qué si Orión tenía que mentir un poco para llevarlo a hacer lo que él quería que hiciera? No le afectaba en lo más mínimo.

— ¿Cómo te suena la módica cantidad de cincuenta mil dólares?

A la hora de las horas, Orión siempre podía hacer aparecer el dinero de la caja fuerte de un banco en la ciudad y dárselo a Michael. ¿Qué le importaba a Orión de dónde viniera?

Una sonrisa satisfecha, apareció en el rostro de Michael.

—Ahora estás hablando mi idioma. ¿Qué necesitas que haga?

La boca de Orión se torció, mitad por diversión, mitad de asco.

—Y ahora, estamos hablando el mío.

***

Le llevó una hora a Michael darse cuenta que habían tres agencias en Charleston que contrataban a profesionales de cuidado de salud a domicilio. Eso complicaba las cosas un poco. Una llamada telefónica a la primera en su lista, confirmó su sospecha de que la política de privacidad de la agencia, les impedía dar información sobre sus clientes o empleados. Tenía que idear un plan.

Cuando entró en el área de recepción de Cuidado Profesional de Salud, Michael fingió una agradable sonrisa en su rostro y se acercó a la mujer negra de mediana edad que estaba escribiendo en una computadora. Ella levantó la vista de su trabajo, cuando él se detuvo enfrente.

— ¿Puedo ayudarle?

—Oh, eso espero, señora. Fred Harlow es mi nombre. — Fingió un pronunciado acento sureño, pensando que entre más 'sureño' sonara, más lástima tendría la mujer de él. —Estoy aquí porque mi abuela necesita a alguien que cuide de ella, sabe. Lo haría yo mismo, pero tengo dos trabajos, y ella realmente necesita ayuda durante todo el día. — Las mentiras le resultaban fáciles.

La mujer asintió con la cabeza y buscó un formulario, sujetándolo en un tablero.

—Usted ha venido al lugar correcto.

—Estoy tan aliviado al escuchar eso. Porque, usted sabe, mi vecina, la señorita Hwang, Tiffany Hwang, acaba de contratar a alguien de su agencia, y está tocando el cielo con las manos. No se puede detener de elogiarlos. Sabe, ella es ciega, y usted le envió esa trabajadora joven excelente...

Buscó en su rostro en busca de signos, para ver cuánto más tenía que seguir mintiendo, y se dio cuenta de cómo sus cejas se unían.

—Usted conoce a la señorita Hwang, ¿verdad?

—Señor Harlow, no estoy segura de conocer a esa Señorita Hwang, pero le puedo asegurar, nuestra agencia es el mejor en la ciudad, y estaríamos encantados de ayudar a su abuela.

—Oh, ¿está diciendo que la señorita Hwang no los contrató?— Se rascó la cabeza, poniendo una mirada confusa en su rostro.

—No, pero no se preocupe, tenemos muchas referencias de otros clientes satisfechos.

Bueno, eso lo confirmaba. Tiffany no había contratado a Cuidado Profesional de salud. Era hora de hacer su salida.

— ¡Oh! Mejor me iré de nuevo donde está ella y le preguntaré el nombre de la otra agencia. Lo debí haber escrito en primer lugar. No es nada personal, señora, es sólo que ella insistió en que consiguiera la mejor para la abuela.

—Pero, señor Harlow...

Michael giró y salió por la puerta, haciendo caso omiso de las protestas de la mujer. Era hora de pasar a la siguiente compañía. Pero en Profesionales de Cuidado de Salud en el Hogar, se topó con un problema: reconoció a la mujer sentada en la recepción. ¡Mierda! Antes de que pudiera verlo, se regresó a la puerta y echó una maldición.

Él había salido con Carol durante un período de tiempo muy breve, y su asociación previa con ella arrojó dos cuestiones: sabía que él no tenía familiares que vivieran aparte de Tiffany, y estaba plenamente consciente de qué clase de canalla era. Había "pedido prestado" parte de su dinero y nunca lo había devuelto, y si lo veía ahora, sólo lanzaría insultos contra él. De ninguna manera iba a darle la información que necesitaba. Sólo le cabía esperar que el último lugar, Cuidado de Salud a Domicilio, fuera el que Tiffany había contratado, o tendría que idear otra cosa.

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Hola!!!
Esta es una de las mejores historias que he leído, aunque realmente la primera vez que la leí fue en wattpad, y esto me lleva a una pregunta.
¿Estas de alguna forma relacionado a la autora en wattpad? No lo tomes a mal, es que su contenido de la nada se borro y habían muchas historias que me gustan que estaban en curso.
Solo quiero saber si las publicara aquí, o abrirá nuevamente una cuenta allá, aun así, me encanta esta y varias de las historias que tienes aquí.
Gracias por publicar estas magnificas historias.
roguecr #2
Chapter 36: Gracias x la historia . Esta muy bonita
LlamaAmerica #3
Chapter 36: Gracias por esta historia estuvo muy genial y divertida jajajaja la verdad me gustó mucho!!! <3 <3
taeny39
#4
Chapter 36: cool
Skyth06
#5
Chapter 36: Valió la pena esperar yay!
LlamaAmerica #6
Chapter 30: Uhhhh regresaste *-* <3
TaeNy0204 #7
Chapter 29: Cuando actualizas? Por favor... necesito leer más
LlamaAmerica #8
Chapter 29: Que carajos con Zeus :@
Skyth06
#9
Chapter 29: Ese Zeus. !!
Skyth06
#10
Chapter 28: Joooooooder ;-;