capitulo 29

UN TOQUE DE GRECIA.

Taeyeon puso su pie entre la puerta y el marco antes de que Jonathan, el nuevo enfermero de Tiffany, pudiera cerrar la puerta en sus narices.

—No me iré hasta que la haya visto.

Jonathan abrió nuevamente la puerta y apoyó sus manos en las caderas. Pero taeyeon no se intimidó. Nada lo haría. Estaba ahí para hablar con Tiffany, y por Zeus, que tenía que hablar.

—Ella no quiere verla. ¿No entiende eso en su dura cabeza?

—Tiene que escucharme.

— ¿Para que pueda decirle más de sus mentiras? ¿No la ha herido lo suficiente?

— ¿Herirla? No estoy aquí para hacerle daño—. No, ella estaba ahí para decirle la verdad a pesar de que los dioses juraban mantenerse ocultos en todo momento. No se les permitía dejar que los mortales conocieran su existencia. Era la manera en que Zeus lo quería, porque creía que la adoración de los dioses daría lugar a favoritismos y más puñaladas por la espalda, de las que ya había en el Olimpo. Los mortales tenían que mantenerse creyendo que los dioses griegos no existían.

—Váyase ahora, o llamaré a la policía.

—Esa no es tu decisión.

— ¿En serio? Tal vez entonces debería reportar el hecho de que mientras usted estaba aquí jugando a ser una enfermera, yo perdí una semana de mi vida sin saber lo que pasó, ni recordarlo. ¿No cree que eso es bastante extraño?

Los ojos de Jonathan se entrecerraron. La amenaza era clara, pero a taeyeon no le importaba. Ella sabía exactamente lo que le había sucedido a Jonathan. Ningún daño le había ocurrido. Todo lo que Dioniso había hecho, era mantenerlo fuera del camino y distorsionar su sentido del tiempo, para que no supiera en realidad que había pasado una semana yendo de bar en bar. Y debido a que Jonathan no sabría cuánto tiempo había pasado, no tendría ningún recuerdo de sus acciones durante ese tiempo tampoco. Era un truco que muchos dioses aplicaban y lo consideraban totalmente inofensivo.

—Sólo déjame hablar con ella. Si quiere echarme después de eso, entonces siéntete libre de darme una patada por el culo a la salida.

—Tentador, pero no—. Él dejó escapar un suspiro exasperado. — ¿No puedes darle un descanso a esa mujer y seguir adelante? Ella no necesita más emociones en estos momentos. Ya es bastante malo lo que tiene que enfrentar.

—Por favor, puedo mejorarlo.

— ¿Así que estás jugando a ser una oftalmóloga ahora también?

— ¿Qué?

—Ella quedará ciega de forma permanente, morena, por lo que déjala en paz. Ve a buscar a otra víctima.

¿De forma permanente? Las palabras resonaron en la cabeza de taeyeon. ¿Su Tiffany perdería la vista para siempre? Una tensión repentina en el pecho lo hizo luchar para recuperar el aliento. Cuando se encontró con su voz de nuevo, las palabras salieron de forma automática.

—Ella me necesita ahora más que nunca.

Al tratar de empujar lejos a Jonathan, un grito llegó del piso de arriba. Tiffany. Intercambió una mirada con Jonathan, y ambos corrieron por las escaleras, taeyeon iba dos pasos por delante.

***

Tiffany sintió la barandilla de su balcón privado ceder, mientras se inclinaba contra él. Sus manos no alcanzaron nada para sostenerse y prepararse a sí misma, pero no fue capaz de desplazar el peso del cuerpo hacia atrás.

El pánico se apoderó de ella mientras se caía hacia delante, las manos se agitaban hasta que hicieron contacto. Instintivamente, ella envolvió ambas manos alrededor de la varilla de metal que encontró. Su vida no se apareció fugazmente delante de sus ojos. Ella sólo tenía un pensamiento: iba a morir sin haber sentido nunca el verdadero amor. No era justo. Sus pies colgaban en el aire, mientras estaba suspendida desde el balcón del tercer piso. El viento que había aumentado durante el día, azotaba en su contra. Sabía que debajo de ella había unos arbustos. ¿La sostendrían y amortiguarían su caída? ¿O era la altura suficiente para romperse el cuello? No era así como ella quería morir. No estaba bien. Sus hombros le ardían, y la fuerza en sus brazos estaba menguando. Ella necesitaba ayuda. ¿Había gritado?

No podía recordarlo.

— ¡Ayúdenme!—

Ella gritó. El usar el aliento extra que necesitaba para gritar, aminoró su energía. Sintió que sus manos se humedecían. No, tenía que aguantar, no podía dejarse caer. Sólo por un momento más. Alguien tenía que haberla oído. Un trabajador o tal vez Jonathan. ¡Alguien, cualquiera, por favor! La humedad se acumulaba entre los dedos y la barra de metal. Su mano izquierda resbaló. Se estiró tanto como pudo para agarrarse de la varilla de nuevo, pero el metal sólo llegaba a la punta de sus dedos.

A lo lejos, escuchó a alguien en la escalera, y luego una puerta se abrió.

— ¡Tiffany!—

Ella reconoció su voz, pero tenía que estar soñando. Tal vez ya había caído y estaba muerta, porque ella no podía estar ahí. Entonces sintió una mano fuerte agarrarla de su muñeca.

—Te tengo, Agapi mou—.

La calidez de su mano renovó sus fuerzas.

—Tómala del otro brazo—, le ordenó taeyeon a alguien que Tiffany no podía ver.

Un instante después, sintió una mano envolverse alrededor de la otra muñeca.

—La tengo—.

Era Jonathan.

—Ahora, poco a poco, vamos a levantarla. Con cuidado—, instruyó taeyeon.

Juntos lograron levantarla por encima del borde del balcón y fuera del peligro. En el momento en que sintió el suelo debajo de ella, dejó escapar el aliento que había estado conteniendo. Luego, unos brazos fuertes se envolvieron a su alrededor. Ella hubiera reconocido esos brazos en cualquier lugar.

—Tiffany—, taeyeon le susurró al cabello y la apretó más cerca de su cuerpo.

Era tan fácil olvidarse de todo en sus brazos. Ella estaba a salvo.

—Taeyeon—.

Tiffany levantó la cabeza, tratando de distinguir sus facciones. Cuando sus labios descendieron sobre ella y la besó, ella no la rechazó, sino que le respondió con abandono. Podría haber muerto, pero estaba viva porque taeyeon la había salvado. Se merecía un beso, a pesar de todas las mentiras y engaños. Y ella se lo merecía también. Necesitaba eso, necesitaba abrazar la vida ahora.

Su beso fue diferente a los anteriores. Ella sabía que taeyeon había tenido mucho

Miedo también.

Alguien se aclaró la voz con fuerza, y un momento después, taeyeon separó sus labios de ella.

—Casi te pierdo—.

Sus palabras daban calidez a su corazón. Ella le importaba.

—Tú me salvaste.

—Supongo que esto significa que no quieres que la eche—, comentó Jonathan secamente.

Tiffany negó con la cabeza.

—No, taeyeon y yo tenemos que hablar. Gracias, Jonathan, gracias por ayudar a salvarme—. Ella estiró su mano y estrechó la mano de Jonathan. —Debo haber puesto demasiado peso en la barandilla.

—Lo dudo mucho—, protestó taeyeon. Ella la soltó y se alejó. —Le echaré un

Vistazo.

Unos momentos más tarde, taeyeon maldijo.

***

Taeyeon tocó el borde liso de la barandilla que quedaba. No se había roto, simplemente debido a su desgaste, no, había sido cortada limpiamente a través del barrote. Tan pronto como alguien se inclinara en contra de ella y pusiera cualquier tipo de peso en ella, se rompería de inmediato. Estos eran demasiados accidentes.

—Esto no fue un accidente.

Detrás de ella, escuchó a varias personas juntarse en la habitación, obviamente, alertados por los gritos de Tiffany antes. Giró del balcón y vio que Jonathan había llevado a Tiffany de nuevo hacia el dormitorio.

¿Había puesto en peligro a Tiffany haciéndola el objeto de su deseo? ¿Llegaría su medio hermano realmente tan lejos para hacer que la prueba de taeyeon fallara? Incluso hasta para Orión, esto parecía demasiado drástico. Sin embargo, teniendo en cuenta lo que le había sucedido a Dioniso, estaba bastante claro que Orión se había asegurado de que Jonathan escapara. Sólo otro dios habría sabido dónde encontrar a un mortal, y sólo Orión tenía en verdad algún motivo para querer que taeyeon fracasara. No, Orión estaba claramente implicado.

—...la barandilla se rompió. La atrapamos justo a tiempo—, explicó Jonathan a los trabajadores.

Murmullos se oían por la multitud. Taeyeon vio a Alice de pie en la puerta, con el rostro preocupado.

— ¿Podría por favor traerle algo de beber a Tiffany, Alice?

La mujer asintió con la cabeza.

— ¿Café?

—Ella necesitará algo más fuerte que eso.

Para cuando Alice estuvo de regreso con una copa de brandy, Tiffany estaba sentada en el borde de su cama. Todavía estaba temblando del susto que había pasado. Taeyeon se estremeció al pensar que podría haber llegado demasiado tarde. Ella cerró los ojos, deseando que sus pensamientos desagradables se alejaran.

—Aquí tienes, Tiffany—, dijo Alice mientras le entregaba la copa. —Qué terrible accidente. Quizá sea hora de que despidas al contratista.

—Gracias, Alice.

Taeyeon se volvió hacia Alice.

—El contratista no tiene nada que ver con esto.

Esto no fue un accidente. Alguien cortó a través de la madera por lo que se rompería si alguien se apoyaba contra ella. Ha habido también demasiados de los supuestos accidentes en esta casa. En primer lugar la ducha, luego el ventilador de techo estrellándose en la cama de Tiffany, ahora esto.

Con sus palabras, se dio cuenta de que Alice se ponía pálida.

—Oh, Dios mío—. Entonces ella se apresuró a salir de la habitación.

Tiffany levantó la cabeza. Su voz estaba tranquila cuando habló.

—El accidente que hirió mis ojos también fue en esta casa.

Un choque recorrió el cuerpo de taeyeon.

—Dime lo que pasó.

— ¿Es esto realmente necesario?— interrumpió Jonathan. —Tiffany no está con el estado de ánimo adecuado para volver a contar su terrible experiencia.

Taeyeon no le hizo caso y se sentó a su lado en la cama, tomando la mano de Tiffany con la suya.

—Me caí por las escaleras.

— ¿Así nada más?

Ella sacudió la cabeza.

—Me desperté en medio de la noche y oí un ruido. Pero fue sólo el gato de al lado que, accidentalmente, se quedó encerrado en un armario. Traté de dejarlo salir, pero el foco estaba quemado, y me tropecé y caí por las escaleras.

¿Había alguien que quería dañarla incluso antes de que taeyeon hubiera entrado en su vida? Esto eliminaría a Orión como sospechoso y taeyeon tendría que volver a empezar. Antes de que pudiera expresar su opinión, oyó el ruido de una puerta abriéndose. Alice se quedó parada y le dio un codazo a su esposo Greg para que entrara. Ella le susurró algo entre dientes. Algo estaba pasando.

—Greg, este no es el momento para preocupar a Tiffany acerca de las renovaciones—, criticó al trabajador, sin querer que Tiffany tuviera que hacer frente a cualquier otra cosa en esos momentos. Ella estaba en shock y no sería capaz de tomar ninguna decisión.

En lugar de arrastrar los pies fuera de la habitación, Greg tomó un paso tentativo hacia adentro.

—No se trata de la renovación.

—Ahora no—.

Taeyeon se volvió hacia Tiffany, cuyo cuerpo aún temblaba.

Taeyeon llevó la copa de brandy a los labios de Tiffany.

—Aquí tienes, Tiffany, toma un sorbo.

Taeyeon vio de reojo que ni Alice ni Greg habían salido de la habitación.

— ¿Algo más?—

Lento pero segura estaba perdiendo la paciencia.

—Díselo a ellas, Greg, tienen derecho a saberlo—, instó Alice a su marido.

Greg dio un paso más en la habitación.

—Lo siento, pero realmente yo no sabía quién era ese hombre hasta que lo vi aquí ayer—, divagó el trabajador.

Taeyeon levantó la vista.

— ¿De qué estás hablando?

—Bueno, ese hombre. Me siguió un día y quería que yo hiciera algo por él.

¿Orión? ¿Orión había estado en la casa? Taeyeon al instante se puso en alerta.

—Adelante.

—Dijo que iba a pagarme un buen dinero, y ya que Alice había perdido su puesto de trabajo, de seguro me tentó. Él quería que yo...— Greg sacudió la cabeza como si estuviera sacudiendo un mal recuerdo.

Taeyeon sintió a Tiffany agitarse a su lado.

—Greg, ¿de qué estás hablando?—, preguntó.

Tragó saliva.

—Él me pidió que pusiera un ventilador de techo el cual podía ser activado con un control remoto.

— ¿Qué?— Contestó taeyeon. — ¿Tú hiciste eso?

Los ojos de Greg se abrieron como platos.

—No, por supuesto que no. Le dije que no lo haría. Yo me negué. Pensé que era una petición muy extraña, y sospeché de él.

— ¿Y por qué no advertiste a Tiffany al respecto?—

Taeyeon ya estaba de pie, lista para moler a palos a Greg.

—Quería hacerlo. Pero esa noche me enfermé, vomité hasta mis entrañas y no pude levantarme de la cama todo el día siguiente. Estuve cerca del delirio y me olvidé de todo al respecto. Sólo lo recordé cuando vi al hombre de nuevo. Y ni siquiera sabía que había pasado algo con alguno de los ventiladores aquí. Sólo cuando Alice me dijo hace un momento sobre el ventilador de techo que se había estrellado... fue entonces cuando me di cuenta de lo que estaba tratando de hacer y que había encontrado a otra persona para hacerlo.

Tiffany se levantó y dio un paso hacia Greg.

— ¿Quién? Greg, ¿quién era? ¿Quién era ese hombre?

—El hombre con el cual sostuvo una discusión ayer, su primo.

Sólo un sonido gutural salió de la garganta de Tiffany.

— ¿Michael?

***

Tiffany apenas sintió cuando taeyeon le pasó el brazo por la cintura y la sujetó. Michael, de su misma sangre, quería dañarla. Ella lo había sospechado, pero la confirmación la golpeó más fuerte de lo que esperaba. El único familiar que le quedaba, quería hacerle daño. ¿No era suficiente que ella estuviera sola en el mundo, con una deuda que se incrementaba cada día y una ceguera permanente en el horizonte cercano?

— ¿Estás seguro?—, preguntó taeyeon.

—Sí. Y la forma en que me miró cuando me vio, me asustó—, contestó Greg. —Yo soy un cobarde. Él me dio esa mirada, ya sabe, como que si llegaba a decir algo, me haría daño a mí o a Alice. Y yo realmente no sabía lo que estaba planeando de todas maneras... era sólo un control remoto... eso fue todo lo que quería. No lo sabía.

Todo estaba tan claro ahora. Todos los accidentes en los cuales había estado, desde que ella había heredado la casa, tal vez incluso el que le había robado su vista, Michael estaba detrás de todos y cada uno de ellos. Y el hecho de que Michael fuera tan estúpido como para siquiera tomar a uno de sus propios trabajadores para ayudarle, lo decía todo: no sólo era un malvado, era demasiado estúpido para darse cuenta de que ella lo descubriría con el tiempo. Todo por una cosa.

—El testamento—, dijo, y buscó la fuerza en el cuerpo de taeyeon. Ella la atrajo

Más cerca.

— ¿Qué testamento?—, preguntó taeyeon al instante.

—El testamento de Eleni. Hay una cláusula de contingencia. Si muero sin dejar hijos, Michael hereda todo. Él lo sabe. Él sabe que si muero ahora, conseguirá la casa.

Ahora que lo había dicho en voz alta, ella sabía que era verdad. Desde el principio, Michael había intentado llegar a la herencia. Al principio, él había tratado de persuadirla, tratando de convencerla de que Eleni obviamente no había tenido la intención de excluirlo. Luego había tratado de negociar. Y, por último, la había amenazado.

Taeyeon la atrajo hacia su pecho.

—Lo siento mucho—.

Le dio un beso en su cabello, y por un momento ella se permitió relajarse. Por un momento, se sentía segura en sus brazos. Sin embargo, esa seguridad sería sólo temporal.

—No te hará daño nunca más, te lo prometo—. La voz de taeyeon era firme y decidida.

—Tenemos que ir a la policía—.

Después de recibir la mala noticia en el consultorio del médico, ella no había tenido la fuerza para visitar la comisaría para presentar una orden de restricción contra él. Pero era algo de lo que tenía que encargarse ahora mismo. Tiffany se echó hacia atrás para mirarla y vio a taeyeon sacudiendo la cabeza.

—No. Mis amigos y yo trataremos con él a mi manera. Si lo dejas en manos de la policía, seguirá estando libre. ¿Qué pasa si no hay suficiente evidencia? Tú misma sabes que el electricista no pudo encontrar nada malo con el ventilador. No tenemos nada, aparte de la declaración de Greg. Sin ánimo de ofender, Greg, te creo, pero yo no soy la policía.

No, no era la policía... tampoco era de la familia. Todo la inundó nuevamente: traición, engaño. Él era el hombre que le había mentido.

— ¿Quién eres tú, taeyeon?—

Ella aún no sabía lo que quería, o por qué había regresado. Con la mano, inmovilizó su barbilla.

—Te lo explicaré todo tan pronto como me haya ocupado de Michael. Tengo que pedirte que confíes en mí hasta entonces. No voy a hacerte daño. ¿Me crees?

Ella dudó. Le había salvado la vida. Taeyeon nunca le había hecho daño físicamente. Pero, ¿confiar en taeyeon? Ella no pudo responder a su pregunta.

— ¿Qué le harás a Michael?— Incluso ahora, la idea de que taeyeon le hiciera daño a su primo, la hacía sentirse incómoda. A pesar de lo que le había hecho, ella no tenía el

Corazón para hacerle daño.

—No te preocupes, Tiffany, no le haré daño físico, pero cuando yo haya terminado con él, me temerá tanto, que nunca tratará de tocarte un pelo otra vez.

Tiffany nunca la había oído hablar de esa manera, con tanta autoridad y determinación. Ella asintió con la cabeza... no quería saber los detalles sobre cómo intentaba dar un gran susto a Michael.

 

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Comments

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JoyReneluv2
#1
Hola!!!
Esta es una de las mejores historias que he leído, aunque realmente la primera vez que la leí fue en wattpad, y esto me lleva a una pregunta.
¿Estas de alguna forma relacionado a la autora en wattpad? No lo tomes a mal, es que su contenido de la nada se borro y habían muchas historias que me gustan que estaban en curso.
Solo quiero saber si las publicara aquí, o abrirá nuevamente una cuenta allá, aun así, me encanta esta y varias de las historias que tienes aquí.
Gracias por publicar estas magnificas historias.
roguecr #2
Chapter 36: Gracias x la historia . Esta muy bonita
LlamaAmerica #3
Chapter 36: Gracias por esta historia estuvo muy genial y divertida jajajaja la verdad me gustó mucho!!! <3 <3
taeny39
#4
Chapter 36: cool
Skyth06
#5
Chapter 36: Valió la pena esperar yay!
LlamaAmerica #6
Chapter 30: Uhhhh regresaste *-* <3
TaeNy0204 #7
Chapter 29: Cuando actualizas? Por favor... necesito leer más
LlamaAmerica #8
Chapter 29: Que carajos con Zeus :@
Skyth06
#9
Chapter 29: Ese Zeus. !!
Skyth06
#10
Chapter 28: Joooooooder ;-;